Brianda de Lubich, única heredera del señor más importante
del condado de Orrun, ve como el mundo a su alrededor se desmorona tras la
muerte de su progenitor. En una tierra convulsionada por las guerras, en la que
ella y otras veintitrés mujeres serán acusadas de brujería, solo podrá
aferrarse a un hombre: aquel a quien juró amar más allá de la muerte. El
desenlace de esta historia de amor inquebrantable llegará siglos después,
cuando una joven ingeniera comience a recuperar fragmentos de un mundo pretérito
y a sentir un amor irracional hacia un extranjero llegado a un recóndito lugar
de las montañas para reconstruir la mansión familiar heredada de sus ancestros.
A grandes rasgos este es el perfil de la segunda novela de Luz Gabás, ‘Regreso
a tu piel’, editada por Planeta. Con la escritora aragonesa, en medio del
bullicio de la Fira del Llibre de València, sol primaveral incluido, compartí
unos minutos de conversación sobre su libro.
Luz, tras abandonar la
docencia para dedicarte a escribir, algo que siempre supone un riesgo
especialmente en nuestros días, y tras el éxito alcanzado con ‘Palmeras en la
nieve’, ¿cómo ves el cambio que la escritura ha introducido en tu vida?
Bueno eso es como todo, asumes un riesgo y no sabes cómo te
va a salir la cosa. La literatura me ha cambiado la vida, eso está claro, pero
no es lo mismo experimentar esa transformación a los veinticinco años que a los
cuarenta y seis, como hice yo, y pidiendo una excedencia. El mío fue un paso
meditado, dado con sensatez. Ahora como todo me ha ido bien y no he de ir
buscando editor, porque ya lo tengo, no sufro la incertidumbre del principio.
Pero, ¿sigues siendo
alcaldesa de Benasque?
Sí, sigo siéndolo porque cuando se publicó mi primera novela
ya lo era y me parecía una irresponsabilidad dejar el cargo sólo por el hecho
de ser escritora. Así que apechugo con gusto con ese trabajo.
Y ¿quién libera a
quién: la alcaldesa a la escritora o la escritora a la alcaldesa?
La escritora libera a la alcaldesa, totalmente. La alcaldía
es una solución permanente y cotidiana de problemas. Pero no estás sola,
trabajas con un grupo de personas. Por el contrario, la literatura se hace en
soledad y a mí me gusta aislarme porque la vida es bastante complicada.
Mientras escribo no me molesta nada, entro en una especie de trance, como el
pintor cuando pinta, y el tiempo no me duele. Es lo más parecido a hacer yoga o
meditación, algo totalmente terapéutico. Cuando dejo de hacerlo me entran todos
los males.
¿Qué se siente al
publicar la segunda novela: vértigo, alivio, temor…?
Desde luego cuando terminas sientes alivio y más que vértigo,
que lo noto cuando viajo en avión, lo que percibí fue una sensación de
responsabilidad. ‘Regreso a tu piel’ era una historia que ya llevaba en mente
mientras escribía ‘Palmeras en la nieve’, porque me apetecía mucho investigar
sobre este asunto en concreto.
Tras el éxito de
‘Palmeras en la nieve’, ¿afrontaste la escritura de esta segunda novela con
mayor confianza o no tiene nada que ver?
La segunda novela es una prueba. Cuando a un escritor le ha
funcionado bien la primera, como lector siempre esperas mucho de su nueva
entrega y la analizas en profundidad. Soy consciente de que con ‘Regreso a tu
piel’ estoy superando muchas pruebas, muchos exámenes. Pero cuando observas que
va funcionando bien, llega la tranquilidad.
Esta novela arranca con
el hallazgo de dos hojas antiguas y manuscritas. Hasta llegar a las quinientas
páginas del libro hay que tener mucha imaginación, ¿no?
Sí, es verdad, pero es que no se ha conservado nada más que
esas dos hojas. Había cientos de documentos en la pared de un campanario, que
hablaban de la vida municipal a finales del siglo XVI y principios del XVII. Y
sólo en dos de ellos mencionaban, y lo hacían como de pasada, que habían
ahorcado a veinticuatro mujeres en tan solo dos meses. Eso me indujo a
investigar y me permitió descubrir que en el Alto Aragón y en Cataluña el
noventa por ciento de casos de brujería fueron llevados a cabo de principio a
fin por el brazo civil, porque allí no había llegado la Inquisición. Con esos
datos pude analizar el contexto sociopolítico de entonces y apreciar que aquellos
ajusticiamientos solo sirvieron para restablecer el orden social de un tiempo
convulso.
Reyes Calderón, Dolores
Redondo y ahora tú habéis publicado historias centradas en los pueblos y valles
donde viven, ¿la literatura hay que buscarla en lo pequeño, en lo local?
Sin duda, creo que se han escrito muchas versiones oficiales,
pero para mí la Historia es la suma de hechos cotidianos que se suceden en
ámbitos reducidos. Ahora, Internet nos ofrece la posibilidad de vivir en
pueblos pequeños conectándonos con todo el mundo. Eso nos permite regresar a
nuestra tierra y estudiar las historias locales. En la literatura inglesa, este
tipo de narraciones desempeñan un papel muy importante.
En tu caso, el hecho de
que la acción se sitúe en los valles, ¿también te ayuda a escribir?
En mí caso sí que ayuda, porque los hechos sucedieron en un
sitio alejado, inhóspito, frío, incivilizado y dentro de una época más aislada
si cabe. El entorno es un personaje más de la novela, se ve su transformación y
observamos cómo actúa.
Has elegido la tercera
persona para narrar la novela.
Sí, aunque antes hice pruebas en primera que no me convencían.
Me sonaba raro y no me permitía distanciarme tanto de la narración. A fin de
cuentas para contar esta historia hay que hacerlo desde una perspectiva que
invite a la reflexión y para eso la tercera persona resultaba más idónea.
Has estructurado ‘Regreso
a tu piel’ en dos escenarios, ¿son independientes o interactúan?
Interactúan, sin duda. Son épocas que alternan presente y
pasado. Al principio se encuentran muy separados pero no puede existir el uno
sin el otro en la narración. En este sentido, la estructura es parecida a la de
mi anterior novela, pero con cuatrocientos años de historia a cuestas había que
buscar otra estrategia para enlazar dos contextos que no están elegidos al azar
sino por su similitud. Hay paralelismos entre ambos, porque en el siglo XVI,
algo que se consideraba fijo e inalterable como era el sistema feudal, se
resquebraja durante el reinado de Felipe II y es lo mismo que ocurre ahora.
Todos andamos ansiosos, desorientados, con miedo al futuro porque nada es para
siempre.
Brujas hay en todas
partes, ¿qué busca el ser humano en ellas? ¿Qué carencia nuestra tratamos de
paliar recurriendo a sus artes?
En ‘Regreso a tu piel’ el tema de la brujería está tratado
desde el punto de vista sociopolítico. No tiene nada que ver con el estereotipo
que nos ha llegado de viejas desdentadas, narices grandes y granos purulentos preparando
hechizos. Cuando oigo la palabra bruja, se me representa una mujer injustamente
ejecutada. Ellas fueron los chivos expiatorios de una época llena de miedos.
Hemos sido muy folclóricos con su imagen, hemos hecho revisión histórica de
muchas cosas pero no de las brujas. Y seguimos con el mismo rollo, es la parte
oscura de nuestro ser.
Llevamos mucho rato
hablando de tu novela y todavía no ha salido la palabra amor.
¡Menos mal, podíamos haber empezado por ahí! [Risas] Esta es
una novela de amor sobre todo, una gran historia de amor, al estilo de los
novelones del siglo XIX. Los documentos existían pero yo quería escribir una
obra de este tipo, que hablase del amor a través de los siglos, porque el amor
es lo único que produce alivio a pesar de todo.
Brianda, la
protagonista de la historia actual, es muy racional, muy analítica, ¿cómo lleva
las extrañas sensaciones que, de pronto, descubre en su propio cuerpo?
Ella es una persona que lo tiene todo, que lleva una vida
estructurada y sólida, y que empieza a percibir sensaciones desconocidas.
Entonces ha de resetearse, porque su cuerpo le está emitiendo señales advirtiéndole
que no sintoniza con el mundo que le ha tocado vivir. A lo largo de la novela,
Brianda experimentará una serie de cambios que la conducirán a concordar mejor
con su época.
La última por hoy: si
hablásemos de cine, por su volumen podríamos definir tus novelas como grandes
producciones, ¿no te atraen las historias más breves, más intimistas?
Me atraen las historias largas porque permiten tener un
cuadro muy amplio de personajes, que es algo que me gusta mucho. Las historias
intimistas se reducen demasiado al yo y a mí me interesa hacer extensible la
narración a muchas personas.
SOBRE LUZ GABÁS
Luz Gabás (Monzón, Huesca, 1968), licenciada en Filología
Inglesa por la Universidad de Zaragoza y
profesora titular de escuela universitaria. Durante años ha compaginado la
docencia con la traducción, la publicación de artículos y la participación en
proyectos culturales, teatrales y de cine independiente. Su primera novela,
‘Palmeras en la nieve’, fue uno de los éxitos editoriales del año 2012 y pronto
será llevada al cine. En la actualidad,
además de escritora, Luz es alcaldesa de Benasque.