«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 30 de diciembre de 2019

Feliz y literario Año Nuevo 2020

El Eco de las Voces desea a todos sus seguidores y lectores un Feliz y literario Año Nuevo 2020. ¡A leer todo lo que se pueda y un poquito más aún! Como siempre, la felicitación es la portada de un almanaque del TBO, en esta ocasión del año 1972.


domingo, 29 de diciembre de 2019

Andrés González-Barba: «He intentado escribir una historia que explique el interés de Stevenson por la dualidad del ser humano»

Fotografía: Richard Torres Hernández

Nº 595.- Última semana de diciembre. Faltan pocos días para que concluya 2019, un año interesante desde el punto de vista literario. Es mediodía y, al otro lado del teléfono, se encuentra Andrés González-Barba (Sevilla, 1974),  que acaba de publicar ‘El testamento de Mr. Hyde’, su cuarta novela, donde da rienda suelta a su fascinación por la figura de Robert Louis Stevenson y lo hace a través de su famosa obra ‘El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde’, en la que el escritor escocés abordó dos de sus más acuciantes obsesiones: el tema del doble y el conocimiento de cómo cada ser humano libra una batalla interior entre el bien y el mal. ‘El testamento de Mr. Hyde’, editada por Algaida, es una novela de aventuras, de introspección, de búsqueda, de misterio y fantasía, que también esconde entre sus páginas una romántica historia de amor. González-Barba es también autor de un par de libros de relatos, así como de varios títulos de literatura infantil y juvenil, sin olvidar su vertiente de poeta. Justo antes de comenzar, la grabadora se quedó sin batería. ¡Vaya por Dios! Reanimada con nuevas energías, léase con dos pilas sin estrenar, apreté la tecla del rec, se iluminó el piloto rojo y arrancamos a conversar. Al fondo, sonaba un cierto aroma de literatura gótica, arropado por un frufrú de levitas, la niebla londinense y las madrugadas del Edimburgo del siglo XIX.

Andrés, ¿qué significa la literatura para ti?
Bueno, me dedico a la literatura porque es mi gran pasión desde que era pequeño. Como otros escritores, me inicié en la lectura de muchos libros y, a partir de ahí, me entró el deseo de crear mis propias historias y mis propios universos. Escribí mis primeros textos como adolescente, continué haciéndolo mientras estudiaba la carrera y en el año 2010 conseguí publicar mi primera novela.

¿Cómo surgió la idea para escribir ‘El testamento de Mr. Hyde?
Surgió por el icono del personaje de Mr. Hyde. Todos tenemos una imagen suya a través de las películas y de los libros de Stevenson, un escritor al que admiro y al que pensé que valía la pena reivindicar. Así que decidí darle una vuelta de ciento ochenta grados a su novela sobre Hyde.

Esta novela encierra varios géneros: aventuras, misterio, intriga, viajes, amor…
Sí, es un poco de todo eso que dices, porque a mí, desde que comencé a escribir, me ha gustado mezclar géneros en mis obras y no limitarme a uno solo. Por eso la novela tiene misterio, viajes, aventuras, amor… Es una obra caleidoscópica en la que, sobre todo, he pretendido sorprender al lector con los giros y saltos que se producen durante el transcurso de la narración, que va cambiando de género continuamente.

jueves, 26 de diciembre de 2019

'Tiempos recios' de Mario Vargas Llosa, mejor novela de 2019

Para El Eco de las Voces, la mejor obra de ficción del año 2019 ha sido 'Tiempos recios' de Mario Vargas Llosa, una lúcida novela sobre el golpe de estado que derrocó al presidente de Guatemala, Jacobo Árbenz, al tiempo que una estupenda disección del modus operandi de la CIA en dicho país centroamericano. Estructuralmente, la obra es espléndida, con algún capítulo memorable, y enlaza con otro título anterior del escritor peruano, 'La fiesta del Chivo', a la que, personalmente, creo que supera a pesar de su menor extensión. A disfrutar de su lectura.


martes, 24 de diciembre de 2019

viernes, 20 de diciembre de 2019

César Pérez Gellida: «Atrapar al lector desde el primer momento es una obligación para mí»


Nº 594.- Faltan pocos días para que aterrice la Navidad, aunque el frío parece haber olvidado las fechas que vivimos. Apenas hace un mes que César Pérez Gellida ha regresado a las librerías con la segunda, y última, parte de su bilogía formada por ‘Todo lo mejor’ y ‘Todo lo peor’, su nueva entrega, publicada por Suma de Letras, también ambientada en el Berlín de los años ochenta, el del muro, el de la división Este-Oeste. El argumento se centra en la aparición de varios cadáveres de homosexuales brutalmente asesinados en la zona comunista. Las autoridades no parecen preocuparse hasta que un alto cargo de la Stasi, que maneja información sensible para el Estado, aparece muerto en las mismas circunstancias. Viktor Lavrov, que no es otro que Carapocha, buscará la manera de descifrar los asesinatos y atrapar al despiadado criminal mesiánico que los lleva a cabo. Antes de su presentación ante el público en la librería Primado de València, bajo la luz amarilla, sin duda insuficiente, de las farolas, sentados alrededor de una mesa cuadrada, conversé con César durante unos minutos sobre ‘Todo lo peor’, cuya carátula la describe como «una novela fría como el acero, despiadada como el cruel asesino que la habita».

¿César, lo de este asesino es para tanto?
Sí, y mira hasta qué punto que yo no he conseguido empatizar para nada con él. Es un tipo mesiánico, despreciable y cruel, cuyo cometido es terminar con los sodomitas por mandato divino. He escrito sobre muchos personajes de este estilo, pero con Asa me ha costado mucho introducirme en su piel y narrar sus crímenes.

domingo, 15 de diciembre de 2019

Holanda, campeona del mundo de balonmano femenino absoluto, Japón 2019. España, subcampeona

No ha podido ser. Por poco. Ha faltado muy poco en verdad para que las jugadoras de Carlos Viver se proclamaran campeonas del mundo de balonmano absoluto. Pero una decisión, cuando menos dudosa y desde luego discutible, de las colegiadas francesas, hermanas Bonaventura, ha privado a España de la posibilidad de jugar la prórroga y decidir el título de un modo más correcto.

Holanda se ha proclamado campeón del mundo con una trayectoria irregular, porque ha perdido tres encuentros a lo largo del torneo, aunque no cabe duda de que posee un conjunto de primer nivel, con gran envergadura física y técnica, en el que sobresalen la portera Wester, así como las poderosas primeras líneas Abbingh y Polman. 

España ha sido más regular en sus actuaciones que las holandesas. En su debe solo se puede registrar una "pájara", debida sin duda a un mal ordenamiento defensivo en la segunda parte de su enfrentamiento contra Suecia, con la que se igualó un encuentro que se iba ganando por nueve goles de diferencia, y una derrota clara, además de la final, ante la todopoderosa Rusia de Ambros Martín, que ha sido medalla de bronce, tras imponerse con claridad a Noruega en el partido que dilucidaba tercer y cuarto puestos. La España de la final jamás le perdió la cara al encuentro y, a pesar de no brillar a su máximo nivel, siempre estuvo en partido y, de hecho, de no mediar la polémica decisión de las colegiadas galas ya aludida al principio, pudo muy bien coronarse campeona del mundo. 

Por su parte, Noruega ha acusado la ausencia de sus dos grandes porteras tradicionales, Lunde y Grimsbo y de sus laterales Nora Mork y Verónica Kristiansen.  Stine Oftedal, a pesar de haber cuajado un gran campeonato, no puede solucionarlo todo. El cuarto puesto quizá refleje que siguen siendo un gran equipo, pero ahora con un potencial menor que las convierte en un rival más accesible. 

Y acabo con una reflexión que me parece oportuna: el balonmano ha de incorporar las nuevas tecnologías a los partidos. Una final del campeonato del mundo no merece decidirse de esta manera por falta de medios, es un torneo demasiado importante para que concluya con semejante mal sabor de boca. La informática, los vídeos, las imágenes están para algo más.

Cristina López Barrio: «Tal vez podría vivir sin escribir, pero no sin leer»

Nº 593.- Cristina López Barrio (Madrid, 1970), finalista del Premio Planeta 2017, regresa a las librerías con una novela ambientada en el monte Abantos, en la sierra del Guadarrama, en un lugar tan cargado de leyendas como San Lorenzo de El Escorial. ´Rómpete corazón’, su nuevo título, es un thriller contemporáneo donde suspense e intriga policial se entremezclan con el poder de los lazos familiares, la magia de los cuentos de hadas y las trampas de la pasión amorosa. ¿Fantasía, relato policial, historia de amor…? Un poco de todo. En la novela nos tropezamos con personajes femeninos de personalidad arrolladora, un matriarcado, cuyas integrantes se mueven por los lindes de la locura. Fue el último jueves de noviembre, poco después del mediodía, cuando pude conversar con la escritora madrileña sobre los pormenores de su nueva criatura literaria. Días más tarde, el play de la grabadora, me devolvió nuestra charla, que ahora transcribo.

Cristina, aunque nos conocimos en el año dos mil diecisiete durante la rueda de prensa del Premio Planeta, ésta es la primera vez que te entrevisto. Así que el comienzo es obligado: ¿qué significa para ti la literatura?

Creo que escribir es mi forma de vivir, porque la escritura está muy unida a la lectura y desde que yo era niña he leído mucho. De aquellas historias brotó mi amor hacia los libros por la sensación de belleza y evasión que encierran. Fue mi forma de conocer, cuestionar y reflexionar sobre el mundo. Siempre he sido muy fantasiosa, veo la vida a través de la historia y he tratado de sobrellevar la existencia a través de la lectura. Tal vez podría vivir sin escribir, pero no sin leer. Empecé con poemas y cuentos a los  doce años y surgió como algo natural, algo orgánico. Nunca me he planteado por qué lo hago. Sin embargo, cuando empiezas a probar el proceso creativo, donde sufres mucho, tienes una sensación verdaderamente adictiva, en la que te olvidas de quién eres, y surgen los personajes, que son como una especie de posesión tuya, y todo fluye.

¿Haber sido finalista del Planeta en dos mil diecisiete cambió tu vida como escritora?
Como escritora pública sí, porque la difusión y repercusión que tiene han supuesto para mí un espaldarazo. El Planeta me ha permitido ser más conocida, ya que he tenido acceso a gran cantidad de medios de comunicación. Me ha hecho estar más presente en la vida cultural a través de charlas y otras actividades relacionadas con la literatura. Y, por supuesto, me hizo visible para muchos lectores ya que, aunque en dos mil diecisiete ya tenía publicados cuatro libros, había mucha gente que no me conocía y que, gracias al Premio, se ha interesado por esos otros libros.

martes, 3 de diciembre de 2019

'Estudio en negro' by José Carlos Somoza


José Carlos Somoza (La Habana, 1959) is a writer of mystery stories and fantastic literature in Spanish. He has won some literary awards and he’s author of more than twenty novels, translated into many languages. Now, Somoza presents his latest novel, ‘Estudio en negro’, published by Espasa (October, 2019). It’s a mystery and a police novel. ‘Estudio en negro’ speaks about Sherlock Holmes, the mythical character created by Sir Arthur Conan Doyle (Edimburg, 1959 – Crowborough, UK, 1930). However, the reader finds in its pages an initial, embryonic Sherlock, called Mr X here. He isn’t still famous and at that moment he lives interned at Clarendon House in Portsmouth, a nursing home. In this city, there are three murders and Mr Holmes will discover the killer, of course. 

Premio Planeta 2019. Javier Cercas, ganador: «La narrativa popular no ha de estar reñida con la buena literatura»

Javier Cercas, ganador Premio Planeta 2019

Nº 592.- El ganador y el finalista del Premio Planeta 2019, Javier Cercas y Manuel Vilas, respectivamente, pasaron por València el último lunes del mes de noviembre. El encuentro vespertino con la prensa escrita y alguna radio supo a poco y, al menos, quien esto suscribe se quedó con ganas de conseguir algo más sustancioso, ya que ambos escritores, por su calidad y trayectoria, se prestaban a ello sobradamente. Igual que el Premio Planeta.


viernes, 29 de noviembre de 2019

Patricia Esteban Erlés: «Soy una apasionada lectora de cuentos. Me cautivan las piezas cortas que te lo cuentan todo»


Nº 591.- El Golem Fest 2019 se encuentra en plena ebullición. Es sábado. Un poco antes del mediodía. València. En el hall del Complex Esportiu de la Petxina se arremolina el personal en torno a los puestos de libros o se acerca para hablar durante unos instantes con sus autores favoritos. La literatura fantástica, de misterio y la ciencia-ficción disfrutan de cuatro jornadas monográficas, organizadas por segundo año consecutivo por Susana Alfonso, Juan Miguel Aguilera y José Luis Rodríguez que, respectivamente, personifican los tres sectores por los que se mueve este género, es decir, la representación y gestión de eventos culturales, los autores y las librerías y los talleres literarios. Tres formas de entender la cultura que, aunadas, conducen a un evento tan formidable como este Golem Fest. Y, en medio de todo eso, me veo sentado junto a una escritora, la aragonesa Patricia Esteban Erlés, una maestra del género, que se ha acercado al festival para presentar su último libro de cuentos, ‘Manderley en venta’, editado por Páginas de Espuma, participar en varias charlas con otros autores y autoras y, además, impartir un taller sobre microrrelatos de terror. Antes de que todo eso comience, tengo la suerte de conversar con ella durante unos minutos. La grabadora, un verdadero misterio, hoy parece dispuesta a colaborar y no me va a dejar tirado como hizo recientemente. Me fío tanto de ella que, por si acaso, llevo dos. Así que, tal vez como consecuencia de esta mañana mágica, misteriosa, nublada, se ilumina el piloto rojo del rec y comenzamos a charlar.
Patricia, la editorial Páginas de Espuma, en su dossier de prensa, te define como «la dama negra del género fantástico español» y, de buenas a primeras, me encuentro con que esa dama negra es rubia.
[Risas] Pues mira, imagino que hasta en el propio personaje de la dama oscura hay contrastes, porque en la literatura fantástica para explicar la luz también ha de haber sombras. Es un apelativo precioso, aunque desmesurado, pero a mí me encanta porque me parece una etiqueta hecha para plasmar el tipo de cosas que me interesan. Me atrae pasearme por la oscuridad y me gusta mucho esa literatura que oculta algo sin mostrarlo. Todos tenemos muchos rincones inconfesables y secretos, en donde no permitiríamos entrar a nadie, excepto por sorpresa. Sería algo así como el gabinete de Barba Azul, al que se accede por usar la llave prohibida. Esta literatura me encanta, es la que me interesa como lectora y escritora.
¿Por qué escribe Patricia Esteban Erlés?
Yo pensaba que siempre habría tiempo para hacerlo y tenía miedo a sentarme a escribir, porque la página en blanco nos aterra a todos. Pero un día me planteé que, cuando muriera, iba a estar mucho tiempo sin hacerlo y comencé. Ahora voy por la vida escribiendo, incluso cuando no lo hago, pensando historias y encontrando personajes, porque hay algo en mí que los busca. Escribir es una forma de entender la vida.

domingo, 24 de noviembre de 2019

‘Forges inédito’ (editorial Espasa): Un trozo de historia gráfica española recuperado.


Recuerdo perfectamente haber leído a y reído con Forges, desde bien pequeño. Sin duda, desde mis 12 o 13 años por lo menos. Tengo muy presentes sus chistes, sobre todo los que publicaba en la revista Hermano Lobo y, más tarde, en Por favor. Sin olvidar sus anuncios televisivos, nocturnos, blanco y negro, del brandy Fabuloso. La aparición del humorista madrileño significó una manera distinta de hacer reír a la gente durante los últimos años de la dictadura. Más de un chiste suyo fue censurado y retirado, especialmente cuando trabajaba para la citada Hermano Lobo, que cada semana incluía una viñeta en la que se podía leer: «¿Cuándo se acabará la censura cinematográfica? El año que viene, si Dios quiere». Era el lobo, la mascota de la revista, quien con sonrisa irónica respondía sistemáticamente esta pregunta. «Nefecto», pues, fue en ese semanario donde trabé el conocimiento de Forges. Mayormente, aunque no solo. Sin embargo, su primera eclosión se produjo en 1972, cuando publicó un volumen recopilatorio titulado ‘El libro de Forges’, en formato apaisado y entintado con colores azul, blanco y negro. Fue probablemente en ese instante, cuando comprendí que las narices de sus inolvidables protagonistas, sus bocadillos y sus adverbios, sus hombres y mujeres del campo, sus parejas, sus paseantes, formarían parte para siempre de la iconografía referencial de mi vida. Y es ahora, justo cuarenta y siete años después, cuando aparece un volumen póstumo de Forges, que lleva por título ‘Forges inédito’, publicado por Espasa.

Forges, alias Antonio Fraguas de Pablo, nacido en Madrid en 1942 y fallecido el 22 de febrero de 2018 en esta misma ciudad, comenzó a trabajar en TVE hasta que un buen día decidió dar el salto y recorrer el camino del dibujo, de la ilustración y del humor. Una senda intrincada, difícil y también incierta. Colaborando en múltiples publicaciones, no solo humorísticas, sino también de información general y de los llamados «ecos de sociedad», trazó una trayectoria sobresaliente como hacedor de chistes. Es indudable que el respaldo definitivo a su carrera, que ya era muy importante, sucedió a partir del momento en que el periódico El País le encargó la publicación de un chiste diario en el año 1995, algo que ya venía haciendo en Diario 16 y El Mundo hasta entonces. Y así se mantendría hasta el momento de su fallecimiento, acaecido en 2018.

sábado, 23 de noviembre de 2019

José Carlos Somoza: «La lectura de las novelas de Sherlock Holmes supuso una revelación para mí»


Nº 590.- Inglaterra, siglo XIX. En plena época victoriana. La enfermera Anne McCarey, agobiada por la vida en Londres y una relación sentimental tormentosa, comienza a trabajar en una clínica para enfermos mentales en Southsea (Portsmouth). Su cometido consistirá en cuidar en exclusiva al señor X, un enfermo que posee la extraña cualidad de analizar los detalles más nimios y descubrir los secretos más ocultos de las personas que le rodean. Incluida los de la propia Anne, claro. A este escenario, inquietante, se añade la presencia de Arthur Conan Doyle, un médico joven y novato, así como una sucesión de asesinatos que el señor X, secundado por Conan Doyle, tratará de solucionar con prontitud. Estas son las líneas maestras en las que José Carlos Somoza (La Habana, 1959) asienta su nueva entrega, ‘Estudio en negro’, editada por Espasa, una novela de misterio y suspense, de lectura deliciosa, salpicada con gotas, muy estudiadas, de humor y que muestra la sorprendente «prehistoria» de un personaje tan reputado para la literatura universal como Sherlock Holmes.

València. 21 de noviembre de 2017. Un jueves gris.  Tengo la fortuna de conversar con Somoza sobre su novela, la literatura y el Golem Festival 2019. Según la grabadora digital, este fue nuestro diálogo. Al fondo, las campanadas del mediodía. Por la calle, mientras tanto, camina el otoño.

José Carlos, algunos de sus colegas afirman que escribir les ahorra visitas al diván. ¿Usted, que ha sido psiquiatra, opina lo mismo que ellos?
Dejé la profesión hace veinticinco años para dedicarme a escribir y esa afirmación me parece falsa, absolutamente. De hecho, yo mismo he comenzado a psicoanalizarme hace poco, así que ni tan siquiera eso se logra escribiendo. La verdad es que escribir sirve para muy poco. Oscar Wilde decía que «todo arte es completamente inútil» y estoy de acuerdo con ello. La escritura es un arte y con ella no se puede hacer nada para cambiar el mundo, lo cual duele bastante.
La portada es muy atractiva, sugerente, desde su punto de vista, ¿qué requisitos ha de reunir una portada para atraer la atención del lector?
Esa pregunta es incontestable por completo. Si tuviera la respuesta adecuada,  probablemente me contratarían todas las editoriales para que les asesorase sobre este asunto. Ha habido portadas maravillosas en novelas muy malas y novelas muy buenas con portadas desastrosas. La de ‘Estudio en negro’ está muy bien, creo yo, pero dejémoslo en un ten con ten: la portada ha de ser buena y atractiva, pero el interior también ha de serlo.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Golem Fest Valencia 2019 - II Edición

Golem Fest Valencia 2019, Festival Multidisciplinar de Fantasía, Terror y Ciencia Ficción, lleva a cabo este año su segunda edición del 21 al 24 de noviembre, con un pre-estreno el martes 19 y algunas actividades extras. Golem Fest Valencia es una actividad que se desarrolla a través de la Asociación Cultural Golem Fest de Valencia, sin ánimo de lucro. Las personas responsables del evento son Susana Alfonso Codina (Directora del Proyecto), José Luis Rodríguez (Director de Marketing) y Juan Miguel Aguilera (Director Creativo). En esta ocasión, Golem Fest Valencia tendrá lugar en otra sede, el Centro Deportivo y Cultural la Petxina, sita en el Passeig de la Petxina, nº 42; donde ocupará el hall, la Sala de Actos y la Sala de Prensa para poder realizar el Festival.
Actividades previas
El lunes 18, como actividad complementaria, se inaugurará a las 19’30 h una Exposición del artista valenciano Paco Roca, comisariada por el diseñador MacDiego, en la Biblioteca de Russafa – Nova Al Russafí (C/ del Poeta Al-Russafí, 2/4), bajo el título SOLO TEBEOS. Se prolongará hasta el viernes 29 de noviembre.  Y el martes 19, Golem Fest Valencia se pre-estrena a lo grande con una adaptación de teatro/danza de la obra clásica CARMILLA, por gentileza de la compañía amateur Las Equivocaciones y la Sala Carme Teatre (C/ Gregorio Gea, nº 6) donde se llevará a cabo. Al finalizar la obra habrá también una mesa redonda sobre VAMPIRAS Y LESBIANISMO: UNA IMAGEN DE LA MUJER con Silvia MartínManuel Navarro y  Noemí Calabuig.
Hay que recalcar, que este año el Golem Fest Valencia ha crecido en otro municipio, Massamagrell, donde el pasado viernes 8 ya se realizó un TALLER de ESCRITURA Y PINTURA PARA NIÑOS (6-12 años). MONSTRUOS DE LA TRADICIÓN VALENCIANA, impartido por Vicente Marco y Kolo, bajo el paraguas del Festival.

sábado, 2 de noviembre de 2019

Inés Plana: «Me importa mucho la profundidad y la hondura de mis personajes, quiero hacerlos creíbles»


Nº 589.- Inés Plana Giné (Barbastro, 1958) es licenciada en periodismo. Ha desarrollado su carrera profesional en Madrid donde reside. Asaltada por una capacidad fabuladora desbordante, desde pequeña su vocación siempre fue la escritura. Devoradora contumaz de novelas policíacas y también decimonónicas, en el año 2018 dio el salto a la República de las Letras con su primera novela, ‘Morir no es lo que más duele’, protagonizada por Julián Tresser, teniente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, galardonada con los Premis Continuará 2018 de TVE en Catalunya y finalista de los certámenes literarios València Negra y Morella Negra. Ahora presenta ‘Antes mueren los que no aman’, editado por Espasa, en el que este singular benemérito ha de enfrentarse al asesinato de una funcionaria de la Seguridad Social y a la búsqueda de Luba, una cría de doce años que desapareció misteriosamente veinticuatro meses antes y cuya pista se recupera ahora. La peripecia de la novela es atractiva e interesante, pero sin duda lo que más llama la atención de la voz de Inés Plana es su capacidad para construir personajes verosímiles, tanto secundarios como principales, y ofrecer al lector una completa radiografía de sus reflexiones, actuaciones y temperamento. Fue un lunes de octubre, pasado el mediodía, cuando Inés Plana y quien suscribe nos sentamos a una mesa del hotel Vincci Lys de València para conversar sobre su nuevo título. La grabadora, piloto rojo encendido, comenzó a registrar preguntas y respuestas. Por este orden. Sin más dilación. Sin cortes.

Inés, ¿qué significa escribir para ti?
Escribir es una necesidad, es alimento, es algo con lo que convivo toda la vida porque siempre quise hacerlo. Nací con ese aliento, con ese impulso. Al principio escribía poemas, relatos y cuentos sin parar. Es algo superior a mí.

Como muchos otros escritores provienes del periodismo, ¿por qué decidiste dar el salto a la ficción, quizá para compensar la dura realidad de la prensa diaria?
No, no, la escritura no es una compensación para mí. Vivo pegada a la realidad, bien cuando trabajo en un periódico o cuando escribo una novela. Pero el tratamiento es diferente. En la prensa, la verdad es obligatoria y en la literatura escribo desde mi propia verdad. De alguna manera en ambos medios siempre revoloteo en torno a la verdad, objetiva o subjetiva.

En tu caso, al sentarte a escribir ‘Antes mueren los que no aman’, tu segunda novela ¿ha existido miedo al papel en blanco?
No, la verdad es que no. Empalmé la escritura de la segunda novela con la primera y, cuando se publicó ‘Morir no es lo que más duele’, ya llevaba escritas más de ciento cincuenta páginas de ‘Antes mueren los que no aman’. Me puse a escribirla sin conocer si la primera tendría éxito o no. Lo que sí he percibido ha sido responsabilidad conmigo misma por hacer las cosas bien. Nada más. Sabía que la segunda novela se mira con lupa, porque es el comienzo de la consolidación de la carrera de una escritora.

¿De tu primera novela aprendiste algo que has aplicado aquí?
Todo, he aplicado todo lo que aprendí en la primera, que me proporcionó más soltura y osadía a la hora de concebir las tramas. Las de esta segunda novela son más complejas. La experiencia de que te publiquen es maravillosa, igual que la promoción, el contacto con los medios, con los lectores… Todo es estupendo, es un mundo de sensaciones muy gozoso y me considero una privilegiada al verme premiada por mi esfuerzo. Tengo muchas ganas de continuar escribiendo, porque eso es lo que me hace feliz.

Hace unas semanas, la periodista Marina Sanmartín, en un artículo publicado en ABC Cultural, te incluía dentro de las grandes promesas del género negro de este país, ¿cómo se lleva eso con tan solo dos novelas publicadas?
Me colma de alegría que me incluyera dentro del grupo de escritoras de novela negra, que cita en su artículo. Ignoraba que iba a publicarlo y, cuando me encontré al lado de otras autoras y leí que decía que la proporcionalidad existente entre la intriga y el delirio en mi novela resultaba impecable, pues pensé que era lo más bonito que se podía decir sobre mi escritura.

¿Por qué elegiste el género negro para comenzar a escribir?
Desde pequeña me atrae mucho la truculencia, lo escabroso, lo mórbido y, de alguna manera, el argumento que elegí para mi primera novela era una historia criminal. No me gusta el gore, pero sí me interesan ciertas atmósferas que se crean a su alrededor. Me apasiona el cine negro de los 40 y las novelas negras. Considero a Patricia Higsmith mi maestra. Me encanta esa extraña sensación que percibo de que, a sus personajes, gente normal y corriente, de repente, les sucede algo extraordinario o doloroso. Creo que nadie es absolutamente bueno, nunca. Todos tenemos una parte oculta, que me seduce explorar. Me interesa descubrir cómo una persona pasa al otro lado y qué es lo que le impulsa a ello.

domingo, 20 de octubre de 2019

Sobre las colonias industriales

Imagen de una colonia catalana (Fuente: Paperblog)
No cabe duda que la nueva novela de Jordi Llobregat, 'No hay luz bajo la nieve', recupera un fenómeno económico y social muy olvidado en nuestros días. Me refiero a las colonias industriales que, originarias en la Inglaterra del siglo XIX, gozaron de una importante actividad en Catalunya desde finales del siglo XIX hasta más allá de los años setenta. A continuación, inserto algunos enlaces donde se puede encontrar mayor información al respecto: web Ernest Lluch, web Paperblog y, por último, Diario La Vanguardia.

Jordi Llobregat: «Como escritor, me gusta descubrir cosas nuevas y contarlas»


Nº 588.- Ciudad de València. Octubre. Dieciséis horas. Un miércoles. Día de otoño que huele a verano. El escritor Jordi Llobregat se muestra satisfecho con ‘No hay luz bajo la nieve’, su nueva novela, editada por Destino. Es algo que no puede ocultar. Tampoco lo pretende. Ha trabajado duro durante mucho tiempo para presentar este thriller, ambientado en una abadía, entre montañas inmisericordes, y protagonizado por una policía atípica que firma su debut en la literatura: la subinspectora Álex Serra, una mujer con problemas asmáticos y ansiedades, que utiliza Ventolín y está apartada del cuerpo policial por disparar, accidentalmente, sobre su compañero Manel. En su regreso al servicio activo, Serra no se enfrentará sola con el horror de unos crímenes. Le acompañará Jean Cassel, teniente de la policía francesa. Juntos recorrerán un camino salpicado de sorpresas, sobresaltos y mucha nieve. Al fondo, como un telón espeso y oscuro, la colonia industrial de la familia Dalmau y más de un personaje enigmático. ‘No hay luz bajo la nieve’ posee todos los elementos para ser lo que es: un estupendo thriller sobre el que pude charlar con Llobregat durante un buen rato. A Jordi, quizá, se le ve un poco cansado, pero feliz y tranquilo, saboreando cada sílaba, cada palabra, cada respuesta suya. Así lo registró la grabadora a partir del momento en que pulsé la tecla Rec. Con el piloto rojo encendido, comenzamos nuestra conversación.
Jordi, me encanta la portada de tu novela.
Me pasa lo mismo que a ti. Me parece muy apropiada para ‘No hay luz bajo la nieve’, el título de la novela. Titular es una tarea complicada para mí, me cuesta elegir. Pero no cabe duda de que, en este caso, diseño y título conjuntamente funcionan bien.
Eres director del festival València Negra y codirector de Torrent Histórica, un festival de novela histórica. También participas en el programa Xats, publicas artículos, tienes tu propio trabajo y una hija, ¿de dónde sacas tiempo para escribir una novela con más de quinientas páginas?
[Risas] Lo de la hija es importante, porque requiere mucha dedicación, mucho tiempo. Y también tengo pareja y viajo mucho… Sí, mi tiempo es muy limitado y me apaño como puedo. Todo es problema de organización y, aun así, estoy lejos de otros autores que conozco, que le sacan un enorme partido a su tiempo. Creo que soy bastante metódico y, a la vez, caótico y en ocasiones no consigo estirar las horas todo lo que necesito, porque procrastino mucho.
A la hora de escribir, ¿precisas de algunas condiciones especiales para hacerlo?
No necesariamente. Las cosas evolucionan. Yo planifico mucho y eso suelo hacerlo en bares o lugares parecidos, porque me llevan a procrastinar [risas]. En seguida me intereso por lo que sucede a mi alrededor, me distraigo y, aunque parezca mentira, eso me ayuda mucho. Ahora bien, a la hora de escribir sí que necesito una atmósfera más tranquila. Y uno de los mejores momentos para mí es cuando empieza la noche de verdad, cuando toda la gente se ha ido a dormir… Es un ambiente bonito, calmado, en el que me siento muy bien. Me gusta estar solo en medio de la ciudad. En este sentido soy un tipo muy urbano.
¿Disfrutas más documentándote o escribiendo?
Son momentos distintos. En ocasiones comienzo a documentarme con algo que no encaja con lo que necesito. Busco sin saber muy bien lo que quiero y encuentro cosas que no me van a servir para nada. Sin embargo, de repente, aparece una veta, te das cuenta de que es lo que quieres y la sensación es muy buena. Escribir es otra cosa, porque escribir es crear. Cuando fluye la escritura te sientes muy bien. Es un instante mágico, que me recuerda mi época de nadador. Cuando alcancé mi punto óptimo en la piscina, yo no nadaba, fluía, era como si rozase el agua. Fueron momentos impresionantes que, a veces, echo de menos porque los disfrutaba mucho.

sábado, 19 de octubre de 2019

Fernando Gallego y García Pavón

He sido, soy y seré un amante de las caricaturas. La capacidad que tienen ilustradores y dibujantes para sintetizar en pocos rasgos la personalidad del retratado y para exagerar los cuatro puntos que definen un rostro o un cuerpo siempre me ha  seducido. Me parece algo fascinante, envidiable, hermoso. Desde hace unos años, hay un caricaturista que me alucina: Fernando Vicente. Inserto aquí su excelente, una más, caricatura del escritor Francsco García Pavón, el creador literario del personaje Plinio, alias Manuel González.

Ya de paso, incluyo el link https://elpais.com/cultura/2019/09/27/babelia/1569602917_020714.html, correspondiente al artículo escrito por Cristián Segura para el suplemento cultural Babelia (28/09/2019) sobre el escritor manchego, tan a mi juicio injustamente postergado, olvidado y, en algunos casos, menospreciado.

sábado, 12 de octubre de 2019

‘Las guerras civiles españolas. Una historia comparada de la Primera Guerra Carlista y el conflicto de 1936-1939’ de Mark Lawrence


Que la Guerra Civil Española resulta un tema apasionante es una verdad tan grande que se cae por su propio peso y no hace falta insistir en ella. Ahora bien, desde que concluyó el 1 de abril de 1939 han sido legión los historiadores, extranjeros y españoles, que le han dedicado trabajos monográficos, tanto con historias generales como fragmentarias. A medida que avanzan los años, se escribe más sobre ella y es seguro que seguirá escribiéndose durante mucho tiempo. Desde el que podemos considerar primer gran clásico del tema, The Spanish Civil War, publicada por Hugh Thomas en 1961 y revisada en varias ocasiones, hasta hoy, los historiadores se han centrado en un conflicto enormemente atractivo para el investigador, el estudioso y el lector en general. Las nuevas aportaciones documentales, descubiertas en archivos civiles y militares, a medida que ha sido posible acceder a ellos con mayor libertad, y en algunos también los testimonios orales- o escritos – de los pocos supervivientes que puedan quedar a fecha de hoy, han constituido los pilares básicos que han posibilitado la proliferación de estas publicaciones.

Ahora y dentro de esta proliferación, el profesor de Historia de la Universidad de Kent, Mark Lawrence (Worcester, Reino Unido, 1978), acaba de publicar en Alianza editorial un volumen de largo título: ‘Las Guerras Civiles Españolas. Una historia comparada de la Primera Guerra Carlista y el conflicto de 1936-1939’. Precisamente, en el subtítulo de la obra radica qué la diferencia de otros textos preexistentes sobre este mismo asunto. Sí, porque el profesor Lawrence apuesta por la llamada historia comparada para analizar las dos guerras, las más cruentas en la historia de España según su trabajo. El padre de la historia comparada, «por derecho propio» en palabras del británico, fue Marc Bloch, fundador junto con Lucien Febvre de la francesa École des Annales, que murió asesinado por la Gestapo en 1944.

jueves, 3 de octubre de 2019

Luz Gabás: «Los protagonistas de la novela han perdido la ilusión. Son como un alma vacía»


Nº 587.- Afirma Luz Gabás que ‘Palmeras en la nieve’ y su nueva entrega, ‘El latido de la tierra’, son sus dos novelas más sentidas y personales. En ‘El latido de la tierra’, recién editada por Planeta, enlaza una bella historia de amor otoñal con la investigación de un crimen, la defensa de la tierra y el mundo rural como patrimonio de todos. Por espacio de unas semanas, la escritora aragonesa ha abandonado el valle de Benasque, donde reside, para presentar el libro por toda la geografía peninsular. Y, por primera vez, se ha internado en el territorio de la novela policiaca, del thriller, aceptando a regañadientes las normas que imponen los cánones del género, para construir no un relato policial al uso sino otra cosa distinta. La primera diferencia la encontramos en que, durante un buen tramo de la narración, el lector desconocerá quién es el muerto. O la muerta. Atrás quedaron, pues, los registros históricos de sus anteriores títulos, porque, como la propia Luz reconoce en la entrevista, ‘El latido de la tierra’ le exigía otro modelo, otra forma de narrar. Nuestra conversación tuvo lugar en el Hotel Vincci Lis, situado en el centro de València, muy próximo a la Estació del Nord, por donde llegan a la capital del Turia muchos escritores de paso, como ella, para contarnos aspectos de su literatura.
Luz, a estas alturas de tu carrera literaria, con cuatro títulos publicados ya, ¿es bueno o es malo llevar a cuestas la mochila de ‘Palmeras en la nieve’, tu exitosa primera novela?
Para ‘Palmeras en la nieve’ solo tendré siempre buenos recuerdos, incluso cuando sea viejita llevaré una camiseta que diga «Yo soy la autora de ‘Palmeras en la nieve’». Esa novela cambió mi vida en muchos sentidos. Gracias a ella regresé de la ciudad al campo para escribirla, con el añadido de que funcionó muy bien y me permitió encontrar una editora. Ahora, con cada obra nueva ya no busco editora, porque la tengo y sé que me espera. ‘Palmeras en la nieve’ nunca será una mochila negativa, sino todo lo contrario.
¿Qué hay de nuevo en ‘El latido de la tierra’ que no podamos encontrar en tus novelas anteriores?
Para mis lectores de siempre se trata de un libro distinto. Seguro que les resultará algo curioso y refrescante, porque no es una novela histórica al uso, sino una trama policíaca narrada con una voz contemporánea que habla en el presente. Y para quienes no me hayan leído aún, puede significar una forma de acercarse a mi literatura. Desde luego, como escritora me ha servido para darme cuenta de que puedo narrar con otro registro, como es el policiaco, muy complejo y del que creo, además, que he salido bien airosa.

martes, 24 de septiembre de 2019

Francisco Aguilera: «Salvador Allende fue un hombre de fuerte personalidad, con convicciones y gran carisma»



Nº 586.- El escritor Francisco Aguilera (Santiago de Chile, 1974) acaba de publicar su nuevo libro titulado ‘La Moneda, 11 de septiembre’, editado por Dràcena, una suma de testimonios de cuatro personajes de la calle, un camarero, un policía, un recluta y un bombero, que recuerdan sus vivencias el día 11 de septiembre de 1973, cuando se produjo el golpe de estado que terminó con el mandato constitucional del presidente Salvador Allende. A partir de aquel día, la realidad chilena cambió por completo y una cruel, sanguinaria y represora dictadura, la del general Augusto J. R. Pinochet, gobernó el país sudamericano durante casi veinte años. Pero no quiero entretenerme más con los preámbulos. Es mucho mejor leer, casi escuchar, las respuestas del escritor chileno.

Francisco, la primera vez que entrevisto a un escritor siempre le formulo la misma pregunta: ¿por qué escribe o qué significa para usted la literatura?
Difícil pregunta. Tal vez podría responder a ella con una pirueta. Responder a lo que es la literatura con literatura. Con una cita que me identifica. Es del poeta chileno Enrique Lihn: “Ahora que quizás, en un año de calma, / piense: la poesía me sirvió para esto: / no pude ser feliz, ello me fue negado, / pero escribí.”

¿Cómo se tropezó con la historia que le inspiró la novela? ¿Hubo alguna imagen, algún recuerdo o alguna lectura que le impulsaron a escribirla?
El tema del golpe de Estado siempre me ha interesado. Se dice que el 11 de septiembre es el acontecimiento mas importante y definitorio del siglo XX en Chile, cuyo legado permea la vida de todas las generaciones que lo habitan hasta el día de hoy. Por lo tanto, a primera vista, no se trata de un tropiezo: el acontecimiento está ahí, como repitiéndose. Y sin embargo, hay algo de tropiezo también, de encuentro inesperado. Con un libro, por ejemplo. Recuerdo que había, en la biblioteca de mi casa, un libro documental sobre el golpe de Estado. Era un libro grande, de tapas negras, sin título, sin autor, sin señas. Era un libro clandestino, secreto, prohibido. Pero a fuerza de querer pasar desapercibido o de ocultarse debajo de una cubierta sin señas ni escritura, el libro producía un efecto contrario: resaltaba y se distinguía sospechosamente entre los otros libros de la biblioteca que sí tenían cubierta. Era como un llamado irresistible a la curiosidad. Yo era muy chico entonces, y lo hojeaba en secreto. No recuerdo si lo leía, si podía hacerlo, si sabía hacerlo siquiera. Pero recuerdo sus fotografías en blanco y negro de La Moneda bombardeada el 11 de septiembre: fue mi primera experiencia con respecto al golpe de Estado. Nunca ese libro me fue ofrecido o presentado, pero allí estaba, como testimonio, como traza de un pasado que se transmite pese a todo. Pese al silencio, pese al ocultamiento.

Introduzcámonos un poco en su vida. Nació usted en 1974 en Santiago de Chile, por lo tanto, Augusto J.R. Pinochet apenas llevaba un año al frente de la dictadura, que se extendió hasta 1990, ¿qué recuerdos guarda usted de esos años?
Son muchos los recuerdos. Después uno tiene una imagen o una visión de ese tiempo, la época de la niñez y de la primera juventud, en el que la dictadura no es necesariamente lo más marcante, como si solo fuera un ruido de fondo, una escenografía. Todo esto da para largo. Ahora bien, de entre los muchos recuerdos, hay uno que tal vez grafica la disposición o la situación que era la mía en esa época. Fue en los años 80, durante las grandes protestas nacionales en contra del gobierno de Pinochet. Yo estaba en el colegio. Era un colegio de curas, en pleno centro de Santiago. Nosotros estábamos jugando a la pelota y afuera, sin que pudiéramos verlo, se desarrollaba la protesta: nosotros escuchábamos los ruidos, los gritos, las consignas. Y de pronto, en medio del partido, varias bombas lacrimógenas surgen de lo alto, surcando el cielo, atravesando los muros del colegio, hasta caer en medio del patio central que nos servía de terreno de juego, interrumpiendo el partido. Y ahí unos muchachos, tal vez los propios jugadores o parte del publico, salen corriendo detrás de estas bombas que rebotan en le suelo, y comienzan a patearlas como si fueran unas pelotas, a dominarlas de alguna manera.

¿Ha pasado tiempo suficiente para escribir esta novela sobre la dictadura pinochetista?
Yo no la veo como una novela sobre la dictadura. Pero entiendo la pregunta. Ha pasado el tiempo necesario, en mi caso, pero no creo que se trate de una cuestión de tiempo que pasa lo suficiente o lo necesario con el objeto de poder poner en perspectiva un hecho histórico y así abordarlo como si estuviera fuera del tiempo. Como si en algún momento el hecho histórico, digamos en su significación o en su objetividad, quedara asegurado por el mucho tiempo que pasa. No creo mucho en eso

Usted reside en París, ¿para escribir de su tierra, es mejor hacerlo desde la distancia?
No creo. En términos generales, creo que la distancia estropea la lengua materna. Aunque al mimo tiempo, puede que eso no sea tan malo.