«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 20 de octubre de 2019

Sobre las colonias industriales

Imagen de una colonia catalana (Fuente: Paperblog)
No cabe duda que la nueva novela de Jordi Llobregat, 'No hay luz bajo la nieve', recupera un fenómeno económico y social muy olvidado en nuestros días. Me refiero a las colonias industriales que, originarias en la Inglaterra del siglo XIX, gozaron de una importante actividad en Catalunya desde finales del siglo XIX hasta más allá de los años setenta. A continuación, inserto algunos enlaces donde se puede encontrar mayor información al respecto: web Ernest Lluch, web Paperblog y, por último, Diario La Vanguardia.

Jordi Llobregat: «Como escritor, me gusta descubrir cosas nuevas y contarlas»


Nº 588.- Ciudad de València. Octubre. Dieciséis horas. Un miércoles. Día de otoño que huele a verano. El escritor Jordi Llobregat se muestra satisfecho con ‘No hay luz bajo la nieve’, su nueva novela, editada por Destino. Es algo que no puede ocultar. Tampoco lo pretende. Ha trabajado duro durante mucho tiempo para presentar este thriller, ambientado en una abadía, entre montañas inmisericordes, y protagonizado por una policía atípica que firma su debut en la literatura: la subinspectora Álex Serra, una mujer con problemas asmáticos y ansiedades, que utiliza Ventolín y está apartada del cuerpo policial por disparar, accidentalmente, sobre su compañero Manel. En su regreso al servicio activo, Serra no se enfrentará sola con el horror de unos crímenes. Le acompañará Jean Cassel, teniente de la policía francesa. Juntos recorrerán un camino salpicado de sorpresas, sobresaltos y mucha nieve. Al fondo, como un telón espeso y oscuro, la colonia industrial de la familia Dalmau y más de un personaje enigmático. ‘No hay luz bajo la nieve’ posee todos los elementos para ser lo que es: un estupendo thriller sobre el que pude charlar con Llobregat durante un buen rato. A Jordi, quizá, se le ve un poco cansado, pero feliz y tranquilo, saboreando cada sílaba, cada palabra, cada respuesta suya. Así lo registró la grabadora a partir del momento en que pulsé la tecla Rec. Con el piloto rojo encendido, comenzamos nuestra conversación.
Jordi, me encanta la portada de tu novela.
Me pasa lo mismo que a ti. Me parece muy apropiada para ‘No hay luz bajo la nieve’, el título de la novela. Titular es una tarea complicada para mí, me cuesta elegir. Pero no cabe duda de que, en este caso, diseño y título conjuntamente funcionan bien.
Eres director del festival València Negra y codirector de Torrent Histórica, un festival de novela histórica. También participas en el programa Xats, publicas artículos, tienes tu propio trabajo y una hija, ¿de dónde sacas tiempo para escribir una novela con más de quinientas páginas?
[Risas] Lo de la hija es importante, porque requiere mucha dedicación, mucho tiempo. Y también tengo pareja y viajo mucho… Sí, mi tiempo es muy limitado y me apaño como puedo. Todo es problema de organización y, aun así, estoy lejos de otros autores que conozco, que le sacan un enorme partido a su tiempo. Creo que soy bastante metódico y, a la vez, caótico y en ocasiones no consigo estirar las horas todo lo que necesito, porque procrastino mucho.
A la hora de escribir, ¿precisas de algunas condiciones especiales para hacerlo?
No necesariamente. Las cosas evolucionan. Yo planifico mucho y eso suelo hacerlo en bares o lugares parecidos, porque me llevan a procrastinar [risas]. En seguida me intereso por lo que sucede a mi alrededor, me distraigo y, aunque parezca mentira, eso me ayuda mucho. Ahora bien, a la hora de escribir sí que necesito una atmósfera más tranquila. Y uno de los mejores momentos para mí es cuando empieza la noche de verdad, cuando toda la gente se ha ido a dormir… Es un ambiente bonito, calmado, en el que me siento muy bien. Me gusta estar solo en medio de la ciudad. En este sentido soy un tipo muy urbano.
¿Disfrutas más documentándote o escribiendo?
Son momentos distintos. En ocasiones comienzo a documentarme con algo que no encaja con lo que necesito. Busco sin saber muy bien lo que quiero y encuentro cosas que no me van a servir para nada. Sin embargo, de repente, aparece una veta, te das cuenta de que es lo que quieres y la sensación es muy buena. Escribir es otra cosa, porque escribir es crear. Cuando fluye la escritura te sientes muy bien. Es un instante mágico, que me recuerda mi época de nadador. Cuando alcancé mi punto óptimo en la piscina, yo no nadaba, fluía, era como si rozase el agua. Fueron momentos impresionantes que, a veces, echo de menos porque los disfrutaba mucho.

sábado, 19 de octubre de 2019

Fernando Gallego y García Pavón

He sido, soy y seré un amante de las caricaturas. La capacidad que tienen ilustradores y dibujantes para sintetizar en pocos rasgos la personalidad del retratado y para exagerar los cuatro puntos que definen un rostro o un cuerpo siempre me ha  seducido. Me parece algo fascinante, envidiable, hermoso. Desde hace unos años, hay un caricaturista que me alucina: Fernando Vicente. Inserto aquí su excelente, una más, caricatura del escritor Francsco García Pavón, el creador literario del personaje Plinio, alias Manuel González.

Ya de paso, incluyo el link https://elpais.com/cultura/2019/09/27/babelia/1569602917_020714.html, correspondiente al artículo escrito por Cristián Segura para el suplemento cultural Babelia (28/09/2019) sobre el escritor manchego, tan a mi juicio injustamente postergado, olvidado y, en algunos casos, menospreciado.

sábado, 12 de octubre de 2019

‘Las guerras civiles españolas. Una historia comparada de la Primera Guerra Carlista y el conflicto de 1936-1939’ de Mark Lawrence


Que la Guerra Civil Española resulta un tema apasionante es una verdad tan grande que se cae por su propio peso y no hace falta insistir en ella. Ahora bien, desde que concluyó el 1 de abril de 1939 han sido legión los historiadores, extranjeros y españoles, que le han dedicado trabajos monográficos, tanto con historias generales como fragmentarias. A medida que avanzan los años, se escribe más sobre ella y es seguro que seguirá escribiéndose durante mucho tiempo. Desde el que podemos considerar primer gran clásico del tema, The Spanish Civil War, publicada por Hugh Thomas en 1961 y revisada en varias ocasiones, hasta hoy, los historiadores se han centrado en un conflicto enormemente atractivo para el investigador, el estudioso y el lector en general. Las nuevas aportaciones documentales, descubiertas en archivos civiles y militares, a medida que ha sido posible acceder a ellos con mayor libertad, y en algunos también los testimonios orales- o escritos – de los pocos supervivientes que puedan quedar a fecha de hoy, han constituido los pilares básicos que han posibilitado la proliferación de estas publicaciones.

Ahora y dentro de esta proliferación, el profesor de Historia de la Universidad de Kent, Mark Lawrence (Worcester, Reino Unido, 1978), acaba de publicar en Alianza editorial un volumen de largo título: ‘Las Guerras Civiles Españolas. Una historia comparada de la Primera Guerra Carlista y el conflicto de 1936-1939’. Precisamente, en el subtítulo de la obra radica qué la diferencia de otros textos preexistentes sobre este mismo asunto. Sí, porque el profesor Lawrence apuesta por la llamada historia comparada para analizar las dos guerras, las más cruentas en la historia de España según su trabajo. El padre de la historia comparada, «por derecho propio» en palabras del británico, fue Marc Bloch, fundador junto con Lucien Febvre de la francesa École des Annales, que murió asesinado por la Gestapo en 1944.

jueves, 3 de octubre de 2019

Luz Gabás: «Los protagonistas de la novela han perdido la ilusión. Son como un alma vacía»


Nº 587.- Afirma Luz Gabás que ‘Palmeras en la nieve’ y su nueva entrega, ‘El latido de la tierra’, son sus dos novelas más sentidas y personales. En ‘El latido de la tierra’, recién editada por Planeta, enlaza una bella historia de amor otoñal con la investigación de un crimen, la defensa de la tierra y el mundo rural como patrimonio de todos. Por espacio de unas semanas, la escritora aragonesa ha abandonado el valle de Benasque, donde reside, para presentar el libro por toda la geografía peninsular. Y, por primera vez, se ha internado en el territorio de la novela policiaca, del thriller, aceptando a regañadientes las normas que imponen los cánones del género, para construir no un relato policial al uso sino otra cosa distinta. La primera diferencia la encontramos en que, durante un buen tramo de la narración, el lector desconocerá quién es el muerto. O la muerta. Atrás quedaron, pues, los registros históricos de sus anteriores títulos, porque, como la propia Luz reconoce en la entrevista, ‘El latido de la tierra’ le exigía otro modelo, otra forma de narrar. Nuestra conversación tuvo lugar en el Hotel Vincci Lis, situado en el centro de València, muy próximo a la Estació del Nord, por donde llegan a la capital del Turia muchos escritores de paso, como ella, para contarnos aspectos de su literatura.
Luz, a estas alturas de tu carrera literaria, con cuatro títulos publicados ya, ¿es bueno o es malo llevar a cuestas la mochila de ‘Palmeras en la nieve’, tu exitosa primera novela?
Para ‘Palmeras en la nieve’ solo tendré siempre buenos recuerdos, incluso cuando sea viejita llevaré una camiseta que diga «Yo soy la autora de ‘Palmeras en la nieve’». Esa novela cambió mi vida en muchos sentidos. Gracias a ella regresé de la ciudad al campo para escribirla, con el añadido de que funcionó muy bien y me permitió encontrar una editora. Ahora, con cada obra nueva ya no busco editora, porque la tengo y sé que me espera. ‘Palmeras en la nieve’ nunca será una mochila negativa, sino todo lo contrario.
¿Qué hay de nuevo en ‘El latido de la tierra’ que no podamos encontrar en tus novelas anteriores?
Para mis lectores de siempre se trata de un libro distinto. Seguro que les resultará algo curioso y refrescante, porque no es una novela histórica al uso, sino una trama policíaca narrada con una voz contemporánea que habla en el presente. Y para quienes no me hayan leído aún, puede significar una forma de acercarse a mi literatura. Desde luego, como escritora me ha servido para darme cuenta de que puedo narrar con otro registro, como es el policiaco, muy complejo y del que creo, además, que he salido bien airosa.