«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

jueves, 27 de febrero de 2020

Niklas Natt och Dag: «Nunca pensé que una novela ambientada en la Suecia del siglo XVIII resultaría atractiva para nadie que no fuera sueco»

Niklas Natt och Dag (Imagen cedida por Editorial Salamandra)
Nº 600.- Premiado en Suecia como Mejor Libro del Año y considerado mejor debut por la Academia Sueca de Novela Negra en 2017, ‘1793’ de Niklas Natt och Dag (Estocolmo, 1979), publicado en España por Salamandra (castellano) y por Proa (catalán), es un intrigante thriller histórico, que viene arrasando en las listas de libros más vendidos de un buen puñado de países europeos. ‘1793’ transcurre justo un año después del asesinato, a manos de Jacob Johan Anckarström, del rey Gustavo III de Suecia, un país al que amenazan los ecos de la Revolución Francesa, donde la tensión es palpable y las conspiraciones están a la orden del día. En este suculento caldo de cultivo, iluminado por velones y salpicado por el tañido de las campanas, Mickel Cardell, veterano de la Guerra contra Rusia, descubre un cuerpo atrozmente mutilado en un lago de Estocolmo. Cecil Winge, un particular leguleyo que padece una tisis seguramente irreversible, se hará cargo de la investigación. Pero su salud es quebradiza, la monarquía hace aguas y las revueltas populares se reproducen. Cardell y Winge deberán sumergirse en el submundo de la capital sueca para esclarecer el crimen. Pero antes, se ocuparán en desembrozar un intrincado panorama en el que el mal y la corrupción, que anidan en la sociedad, se dan la mano. En ocasiones, el interés por leer una novela, en este caso ‘1793’ en su versión catalana, induce al periodista a conocer también la traducción castellana y, después, al deseo de entrevistar a su autor, quien, desde Suecia y a través de su ordenador, ha tenido la amabilidad de ofrecer respuestas a mis preguntas.

Niklas, ¿qué significa la escritura para usted?
Desde mucho antes de lo que puedo recordar, quería ser escritor. De niño, cuando estaba solo, a menudo recurría a los libros como un modo de entretenimiento. Descubrí que, mientras leía, sentía con mucha fuerza que me encontraba entre amigos y que mi relación con el autor, por muy distante que fuese, era muy estrecha e importante. De alguna manera, yo anhelaba formar parte de esa misma magia. El miedo a la mediocridad y al fracaso me impidió escribir durante mucho tiempo y no fue hasta los treinta y cinco años cuando estuve listo para alcanzar esa meta, que era un largo sueño.
¿Por qué escogió el thriller como género para escribir? ¿Considera que, con ‘1793’, usted ha pasado a formar parte de la Escuela Escandinava de Novela Negra, donde ya se encuentran Mankell, Sjöwall&Wallöö, Asa Larson, Camilla Lackberg o Jo NesbØ entre otros?
No he leído mucho sobre el género criminal escandinavo. Por regla general, la ficción de este tipo, escrita por alguien que posee un conocimiento limitado del mismo, resulta bastante genérica. En consecuencia, me siento muy halagado si se incluye ‘1793’ en compañía de los autores que usted ha citado.
Realmente, ¿se puede considerar ‘1793' como un thriller o más bien se trata de una novela histórica?
De niño, leí ‘El nombre de la Rosa’, la primera novela de Umberto Eco, solo como puro entretenimiento. Ya de adulto, cuando la revisité, no podía creer la importancia que encierra como lección de historia, la profundidad de las ideas medievales que transmite y también por el valor que tiene como libro de misterio, una página tras otra. Ingenuamente, he tratado de acometer algo similar. Por tanto, ‘1793’ intenta ser ambas cosas, pero dejaré que las etiquetas las elija el lector.
La novela ha sido muy bien acogida en España, lo que constituye una gran noticia para usted, ¿esperaba este éxito?
No, no, al contrario, estaba preparado para el fracaso. No me gusta sentirme decepcionado y tiendo a esperar mis derrotas por adelantado. Cuando comencé a trabajar en lo que podía llegar a ser ‘1793’, pensaba que, probablemente, ni siquiera terminaría el manuscrito; que, si lo terminaba, nadie tendría interés en editarlo; y que, si fuera publicado, nadie querría leerlo. Por descontado, nunca pensé que un libro ambientado en la Suecia del siglo XVIII podría resultar interesante para nadie que no fuera sueco.
¿El argumento de ’1793’ está basado en un hecho real?
Sí y no. La trama y los personajes principales bailan alrededor de sucesos históricos y de la gente que vivió en Estocolmo en aquella época. La elección de la fecha procede de un jefe de policía, poco recordado, que llegó a la jefatura en enero y fue despedido en diciembre del mismo año. Un periódico publicó que lo despidieron por ser un hombre demasiado honesto y mi novela proporciona una explicación alternativa a todo eso.

domingo, 23 de febrero de 2020

Íñigo Redondo: «Siempre trato de ponerme al servicio de las historias y averiguar las claves para que puedan funcionar»


Nº 599.- Últimamente, pocos libros han despertado la expectación desatada por la novela ‘Todo esto existe’ de Íñigo Redondo, un escritor bilbaíno, arquitecto de profesión, afincado en Madrid. Editado por Penguin Random House, pocos libros han concitado la unanimidad sobre su calidad e interés y menos aún han llevado a los críticos a orillar su contenido, a través de un pacto tácito para no desvelar un final que anuncian apabullante. «Las trampas y los efectos están extraordinariamente bien dispuestos y me dejaron estupefacto», escribe Nadal Suau en El Cultural del 31 de enero de este año. Reza la contraportada: «Esta es la historia de una fascinación mutua, la de un hombre y una chica que se cruzan cuando la vida les da la espalda. Si nadie la contara, si nadie la leyera, esta sería tan solo una más de las infinitas historias escondidas tras las ventanas de medio mundo. Corren los años ochenta y Alexéi, director de un colegio en una ciudad de Ucrania, se derrumba. Su mujer le ha dejado y sus días siguen un patrón inalterable: por las noches bebe hasta perder el sentido y por las mañanas, en la escuela, lucha por esconder sus miserias. Desde su despacho observa a los alumnos durante el recreo y se empieza a fijar en una chica que siempre anda sola. Pronto ella le revelará la realidad que esconde y él decidirá ayudarla ocultándola en su piso». Y hasta ahí puedo llegar… Al igual que han hecho los críticos, esta entrevista hablará de la novela, claro, pero en la medida de lo posible también orillará la trama y, sobre todo, su desenlace. No hay motivo alguno para hacer un spoiler gratuito. Sin olvidar que, muchas veces, la mayoría, el proceso, las circunstancias de gestación de un texto, son muy interesantes y pueden explicar en parte las novelas. Así que, a las 9.30 en punto de una mañana de lunes febreril, en la estación del AVE, el portal por donde acceden ahora casi todos los escritores de paso por la ciudad de València, apreté la tecla rec de la grabadora y empezamos a charlar Íñigo Redondo y quien suscribe. Él con su gesto afilado y expresivo. Servidor, convertido en esponja para empaparme de todo.

Íñigo, la primera pregunta es obligatoria: ¿por qué escribes?
Es una pregunta complicada… Creo que solamente escribiendo consigo llegar a algunos rincones a los que, de otro modo, no alcanzaría. A veces, cuando lees, notas que te tocan cosas tuyas, pero la única forma que tengo de acceder a esas interioridades es a través de la escritura. No consigo hacerlo de otro modo. 

sábado, 8 de febrero de 2020

Nuria Barrios: «En ‘Todo arde’ lo destructor y lo catártico van de la mano»

Fotografía Daniel Mordzinski
Nº 598.- ‘Todo arde’ es el título de la nueva novela de Nuria Barrios (Madrid, 1962). Editada por Alfaguara, ‘Todo arde’ es la historia de dos hermanos, Lolo y Lena. Lena, veinticinco años, está enganchada al crack y la heroína. Lolo, dieciséis años, es muy joven. Con la inconsciencia y la nobleza de su edad, decide ir en busca de su hermana, que lleva mucho tiempo desaparecida de casa. Sin dudarlo, viajará al poblado chabolista, donde Lena compra droga y parece vivir. En tan solo veinticuatro horas, en tan solo una noche, Lolo tratará de convencerla para que regrese al hogar familiar. Paralelamente, en el poblado discurre una lucha entre dos clanes, los Culata y los Tiznaos, y la búsqueda de un cachorro pitbull, que pertenece al jefe de uno de ellos. Como buena escritora de paso, Nuria Barrios se acercó por València para presentar su novela. Recién descendida del AVE, conversé con ella durante unos minutos. Faltaba una hora para el mediodía. Lo que sigue a continuación es lo que registró la grabadora, murmullo de platos, tazas, cucharillas y discurrir de trolleys incluidos.
Has publicado novela, cuentos, poesía, artículos, traducciones… ¿por qué escribe Nuria Barrios?
La escritura es mi forma de relacionarme con el mundo, con los demás y conmigo misma.
¿Buscaste la historia que dio origen a ‘Todo arde’ o te encontró ella a ti?
Conocía los poblados chabolistas de venta de droga desde hacía tiempo y siempre me habían parecido un escenario muy potente. Pero me parecían solo eso, un escenario, aunque también sabía que, antes o después, encontraría la forma de utilizarlo. Todo era cuestión de esperar la historia adecuada, que se fue gestando poco a poco. Entonces comprendí que los poblados son un trasunto actualizado del Hades griego, un reflejo especular. Coincide en cómo describen los griegos el inframundo, las almas de los muertos, que eran tipos grises y vacíos, la visión de Caronte, el que cruzaba la laguna Estigia con los muertos, que en la novela son los conductores que llevan a los yonquis al poblado para que compren droga. Fue así como descubrí que quería contar una historia de amor y salvación y por ahí empezó a rodar todo.