«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 22 de junio de 2020

‘Fe y castigo. Inquisiciones y consistorios calvinistas en el mundo moderno’ por Charles H. Parker y Gretchen Starr-Le Beau (eds).


Además de al prometido Juicio Final, inevitable, en la Edad Moderna los cristianos fueron encausados y castigados por los tribunales eclesiásticos, con acusaciones por supuestas creencias heréticas o transgresiones morales. Todo obedeció a intensas campañas encaminadas a conseguir una mayor autenticidad de la vida cristiana, conforme con los dictados de la Biblia, tanto por parte de la Iglesia católica como de la protestante, y al mantenimiento de una preocupación por la existencia de idólatras, herejes y judíos. La consolidación por las fronteras eclesiásticas llevo a poner un mayor énfasis en la disciplina en ambos territorios, católicos y protestantes. La utilización de la confesión y la penitencia como métodos válidos para obtener la reconciliación y el consuelo constituyeron la marca distintiva del cristianismo en la Edad Moderna. Los organismos encargados de velar por sus respectivas ortodoxias fueron la Inquisición católica y los consistorios protestantes reformados (calvinistas). Precisamente de estas instituciones, de su estudio comparativo, es de lo que se ocupa el volumen editado por Cátedra, titulado ‘Fe y castigo. Inquisiciones y consistorios calvinistas en el mundo moderno’, de Charles H. Parker y Gretchen Starr-Lebeau (*eds).

En la década de 1970 numerosos investigadores revolucionaron los estudios sobre la Inquisición. Son sobradamente conocidos los trabajos realizados sobre las inquisiciones portuguesa, española e italiana. Es curioso observar cómo los historiadores de la Inquisición y de los consistorios protestantes han seguido caminos paralelos en sus quehaceres, sin que apenas hayan existido colaboraciones en común. Entre 1970-1980 los trabajos se centraron en un análisis estadístico de la información que proporcionaban los documentos de los tribunales. La cuantificación de los casos, que han llegado a nuestros días, también contribuyó a un mejor conocimiento de los consistorios calvinistas. Y en los últimos años, se han añadido nuevas opciones a la documentación de los tribunales, a través de la utilización de fondos documentales procedentes de archivos eclesiásticos y también municipales.  A pesar de todo ello, las diferencias lingüísticas y alineamientos nacionalistas han impedido obtener perspectivas integrales, transregionales e interdenominacionales.

lunes, 8 de junio de 2020

Greta Alonso: «Me interesa profundizar en los personajes, saber las causas que llevan a una persona a cometer un crimen»


Nº 603.- «He decidido no desvelar mi identidad. Vivo en un mundo ajeno al universo literario y prefiero permanecer a este lado, dando forma a mis tramas en un segundo plano. Siempre he creído que el secreto del éxito de un libro es el propio libro, no quien lo haya escrito, así que he decidido que mi novela hable por mí».  Quien así se expresa es Greta Alonso, una escritora que vive asomada al Cantábrico, cuya formación como ingeniera le ha llevado a trabajar en distintas empresas del sector. Ella es amante del cine y del deporte y hasta ahora ha escrito distintas novelas cortas y relatos, todo inédito. Sin embargo, recientemente ha decidido dar un paso más y sacar a la luz, bajo seudónimo, su primera novela, ‘El cielo de tus días’, publicada por Planeta, y cuyo punto de arranque es la aparición de un mechón de pelo junto a un inquietante anónimo, que provoca la reapertura del «caso Alicia», una joven asesinada hace quince años en un monte de Cantabria; el hecho podría confirmar una terrible sospecha: ¿y si el autor del crimen no fuera el hombre encarcelado por ello hace más de una década? El primer viernes de junio conversé durante unos minutos con Greta Alonso para hablar de su novela. Fue una entrevista telefónica, sin rostro, solo su voz, que fue registrada por la grabadora. El piloto rojo, encendido, me indicaba que ya estábamos hablando. El tema del seudónimo quedó aparcado hasta el final de la charla, con un adelanto casi al comienzo. En realidad, lo que interesaba era la sustancia de sus más de cuatrocientas noventa páginas.
¿Por qué escribe Greta Alonso?
Bueno, escribir surge de una necesidad que he sentido siempre, porque llevo contando historias toda mi vida. Lo que ocurre es que ninguna de ellas ha sido tan ambiciosa como este libro. Hasta ahora eran relatos y cuentos, nunca me había atrevido a dar el salto a la novela.
Le pediste a la editorial publicar con seudónimo y en una entrevista has manifestado que: «establecí esa condición desde el principio; de hecho, la novela ha estado a punto de no publicarse por ese motivo. Yo sufrí un episodio de estrés extremo y no supe manejarlo, entonces tengo que ir con mucho cuidado». ¿‘El cielo de tus días’ tiene un valor terapéutico para ti?
Sí, para mí escribir es terapia, algo que me permite evadirme de mi día a día, de mi rutina, de mi trabajo… Yo me introduzco en la trama y me siento totalmente ajena del exterior. La lectura, y mucho más la escritura, son valores refugio para mí.
¿Te desenvuelves igual de cómoda en la novela que en el relato?
La novela es más divertida, hay que ir encajándolo todo, aunque es verdad que hay que tener más orden en lo que haces. Me gusta que las novelas sean auto conclusivas, que se cierren, que tengan un final.
Has debutado en la escritura con el género negro, un género complejo para escribir, que se rige por sus propias normas. ¿Por qué decidiste empezar con un thriller?
Lo he utilizado porque me divierte. Me divierte ir encajando las piezas de un rompecabezas. Esto es una especie de galimatías, que una ha de resolver y yo lo he utilizado también para introducir crítica social, algo que en otros géneros es mucho más complicado de hacer. De todos modos, a la novela había que ubicarla en algún género y la han calificado como thriller, porque hay un crimen y una investigación policial, pero tiene mucho de novela literaria. A diferencia de otras obras del género negro, yo entro mucho en la psicología de los personajes y utilizo sus miedos y frustraciones como elementos de crítica social también.
Pero ‘El cielo de tus días’ encierra también una historia de amor, ¿estamos ante un thriller disfrazado de historia de amor o una historia de amor disfrazada de thriller?
Diría que son dos historias paralelas, que se entrecruzan. La historia de amor es transversal y nada romántica. Los personajes se autoengañan y no quieren admitirlo. La novela es muy real, muy cruda, y en ella vemos lo peor de las personas.