A principios del siglo XVII la villa de Cangas do
Morrazo, en las Rías Baixas, se hace célebre porque varias de sus vecinas son
llevadas ante el tribunal de la Santa Inquisición en Santiago de Compostela
acusadas de brujería. Entre ellas se encuentra María Soliño, una mujer con
hacienda y negocios que rondaba los sesenta años cuando fue juzgada. La villa
de Cangas gozaba de una economía boyante basada en la pesca y el comercio,
hasta que en el año 1617 sufrió un ataque de piratas berberiscos que cambió su
historia. Reuniones de brujas en lascivos aquelarres en las playas, delaciones
entre vecinos o abusos de poder, alimentaban sermones moralizantes desde los
púlpitos y ansias justicieras en buena parte de la sociedad. María Soliño —o
Soliña— se convirtió en un personaje legendario para la sociedad gallega,
difuminado por el paso del tiempo y cantado por el gran poeta Celso Emilio
Ferreiro. Estos son los argumentos que nutren las páginas de la novela ‘La voz
del viento’ del escritor gallego Pemón Bouzas, editada por Algaida.
Con 'La voz del viento', Pemón Bouzas ha conseguido el LX Premio Ateneo de Valladolid, un galardón de reconocido prestigio. "Cuando me llamaron para decirme que había ganado el premio, pensé que era de coña. Tenía tanta emoción que no me lo podía creer. El Ateneo de Valladolid es el segundo premio literario más antiguo de España, detrás del Nadal, y lo otorga una institución que durante muchos años fue presidida por Miguel Delibes". Ganar un premio literario siempre es muy importante. Y lo es por varios motivos. "El dinero, por supuesto, siempre se agradece aunque no es más que un anticipo por la venta del libro, pero no puedes olvidar la difusión que otorga a tu obra, que te vuelve más leído y te anima a seguir escribiendo".
Con 'La voz del viento', Pemón Bouzas ha conseguido el LX Premio Ateneo de Valladolid, un galardón de reconocido prestigio. "Cuando me llamaron para decirme que había ganado el premio, pensé que era de coña. Tenía tanta emoción que no me lo podía creer. El Ateneo de Valladolid es el segundo premio literario más antiguo de España, detrás del Nadal, y lo otorga una institución que durante muchos años fue presidida por Miguel Delibes". Ganar un premio literario siempre es muy importante. Y lo es por varios motivos. "El dinero, por supuesto, siempre se agradece aunque no es más que un anticipo por la venta del libro, pero no puedes olvidar la difusión que otorga a tu obra, que te vuelve más leído y te anima a seguir escribiendo".
Pemón Bouzas escribe desde hace muchos años.
“De joven me reunía con unos amigos para
escuchar música y yo aprovechaba para escribir. Para mí, la literatura es una
pasión y, al mismo tiempo, una evasión. La escritura es mi refugio, un lugar
desde el que cuento las historias que siempre quise contar. Empecé por el
género corto, el relato breve, hasta que alguien me presentó a un editor. Tuve
suerte y publiqué mi primer libro”. ‘La voz del viento’ pertenece al
denominado género histórico, un territorio que le resulta particularmente
atractivo a Bouzas. “La novela histórica
me apasiona. Mis primeras novelas pertenecen a este género. ‘La voz del viento’
ha supuesto un salto cualitativo, en ella hablo de la vida en Cangas de Morrazo
durante el siglo XVII, que entonces era una villa más importante que Vigo,
mezclada con mitos y tradiciones”. Sin embargo, Pemón se llevó una sorpresa
mientras investigaba para documentar la novela que le condujo a un pequeño
cambio de rumbo. “Un grupo de profesores
de la Universidad de Santiago de Compostela me advirtió que lo que había
ocurrido en Cangas tal vez tuviera mucho que ver con un ataque de los piratas
berberiscos, que asoló la ciudad y propició la venta de más del cuarenta por
ciento de su población como esclavos”. Y, claro, en estas situaciones de
río revuelto, siempre hay alguien que saca buena tajada y se beneficia. “Los nobles huyeron pensando que sus tierras
las defenderían otros y, cuando amainó el temporal, regresaron para comenzar
una etapa de acusaciones contra gente rica venida a menos, pequeños
propietarios y cuatro brujas a los que se atribuyó todos los males. El objetivo
era claro: apoderarse de sus tierras y viñedos, y se produjo un fenómeno de
corrupción y cohecho muy grande en el interior de algunas instituciones, igual
que ocurre ahora”. Y como toda novela histórica, ‘La voz del viento’ mezcla
un porcentaje de ficción y de realidad. “Los
datos históricos pertenecen a las actas de la Inquisición que he leído. Incluso
algunos de los nombres de los fallecidos que aparecen en el texto son ciertos.
El ambiente de la época lo construí apoyándome en los textos que me
recomendaron en Santiago. Gracias a ellos pude fijar las relaciones que existían
entre los tres estamentos sociales de entonces: pueblo llano, iglesia y
nobleza, y me di cuenta de que la imagen que tenemos de la nobleza no es cierta.
Siempre pensamos que los nobles no le daban un palo al agua, pero eso no es
verdad porque, aunque no trabajaban con sus propias manos, explotaban los mayores
negocios de la época”.
Galicia es el escenario de ‘La voz del viento’.
Galicia territorio mágico. Inevitablemente surgen las brujas y siempre se ha
dicho que haberlas haylas. “Los gallegos diferenciamos
entre meigas buenas, que son las que recomponían articulaciones y fracturas,
preparaban ungüentos e incluso curaban los males del alma, y las bruxas malas,
adoradoras de Satán, a las que se acudía para, mediante pago, enviar malos
espíritus o mal de ojo a determinadas personas a las que deseaban hacer daño”.
Y estos seres, a caballo entre la realidad y la leyenda, mantienen hoy su
vigencia. “Las curanderas perviven por
toda la geografía española. Las otras existen en una versión distinta, influenciada
por corrientes africanas. Y a nivel popular continúan teniendo aceptación. Lo
podemos ver en las procesiones, actos en los que la gente pasea al santo y le
venera, pero después efectúa el ritual pagano y visita las piedras. Y es que
hay que pagar tributo a Dios y al Diablo”.
Pemón Bouzas rinde homenaje en la novela a un
personaje muy conocido en Galicia: María Soliño. “Me interesaba hablar de lo universal partiendo de lo particular, de lo
local. Las grandes novelas de la literatura han contado aquello que ocurre en
una esquina del mundo y yo quería hablar de María Soliño y del entorno. Sus
valores individuales, en el fondo, son universales y su historia ocurrió en
Galicia, pero pudo pasar en cualquier otro lugar del mundo”. Fue una mujer
legendaria, que tenía sesenta años cuando se le acusó de brujería. La juzgaron
los tribunales de la Inquisición de Santiago de Compostela. “Los acontecimientos de Cangas la
convirtieron en una víctima y pasó de ser una mujer emprendedora y empresaria,
a ser acusada de brujería, de tratos con el diablo y participación en
aquelarres. El tiempo la convirtió en paradigma de la resistencia de una mujer
inocente ante la autoridad inquisitorial”.
Otro de los personajes fundamentales de ‘La voz del
viento’ es Vicente Refoxos, un familiar de la Inquisición, arrepentido, que
narra la acción a través de su diario. La Inquisición es una institución de la
que todos hemos oído hablar, pero cuya terminología no dominamos bien. “Un familiar de la Inquisición era como un
policía de aduanas. Solían estar en las localidades importantes, sobre todo si
eran zonas portuarias, y normalmente eran dos, aunque en ciudades muy grandes
podían llegar a tres”. La importancia de la Inquisición en la España de
aquellos años era muy grande porque no se limitaba únicamente a tratar de
asuntos religiosos. “La Inquisición era
como el FBI de la Corona, puesto que el rey, no el papa, era quien designaba al
Inquisidor General. Ponían por delante la cruz, pero vigilaban el contrabando,
que era muy importante y estaba dirigido por los nobles, y controlaban la
presencia de espías franceses, ingleses u holandeses en nuestro país, especialmente
en tiempos de guerra”.
SOBRE PEMÓN BOUZAS
Pemón Bouzas Camaño (Palmeira, 1957). Periodista
y escritor. Ha trabajado en distintos medios de comunicación como la Cadena
SER, la COPE, Radio Gallega y la Televisión de Galicia, realizando programas de
entretenimiento y magacines. También ha dirigido y producido el rodaje de
documentales. Es autor de los ensayos ‘Mitos, ritos y leyendas de Galicia’,
junto con Xosé Antonio Domelo, y ‘Santiago de Compostela. ¿Y después de abrazar
al santo qué?’. Como escritor de ficción ha publicado ‘El Informe Manila’, ‘Las
luces del norte’ y ‘La voz del viento’ (LX Premio Ateneo de Valladolid ).