«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

viernes, 22 de enero de 2010

Esteban Hernández, autor de cómics: “Me interesa que lo que cuento sea algo que pueda ocurrir aquí mismo, a nuestro lado"

Herme Cerezo/SIGLO XXI, 26/01/10

A Esteban Hernández, autor de cómics, le sienta bien ganar concursos. Al menos, tras conseguir recientemente el máximo galardón del I Premio Internacional FNAC SINS ENTIDO, esa impresión ofrecía su rostro en la charla que mantuve con él hace unos días en la librería-cafetería SLAUGHTERHOUSE, un local interesante, con sabor a viejo, que hay en el corazón del barrio de Russafa de Valencia, en el que además de copas y conversación se puede encontrar libros, antiguos y actuales, de primera y segunda mano, clásicos e innovadores. Y también cómics. Quizá por eso, por los cómics, digo, cuando concertamos la entrevista, Esteban escogió este sitio. Así que, con un par de cafés entre las manos, comenzamos a charlar.

FANZINES, MÚSICA, TRABAJO, MUCHO TRABAJO.

Esteban Hernández (Ciudad Real, 1979) llegó a Valencia “para estudiar Bellas Artes y porque había oído que en esta ciudad el cómic era algo importante”. Ya lleva nueve años por aquí y se siente cómodo entre sus calles y sus gentes, porque “aún siendo ya una ciudad de dimensiones respetables, no es tan desoladora por su tamaño como Madrid o Barcelona”. En Ciudad Real comenzó a aficionarse por la lectura. “En la Casa de la Cultura había una gran existencia de tebeos: Mafalda, Anacleto, Blueberry, Gente Menuda, El Pequeño País... Devorándolos me aficioné al cómic”. Y así, poco a poco, el gusanillo del tebeo fue discurriendo por sus venas y decidió ponerse a dibujar. “Fui a una academia de dibujo, ya sabes, un señor que te enseña lo básico en un local, pero no aprendí en serio hasta que entré en Bellas Artes”. Una cierta ansiedad le apremiaba, porque lo que Esteban deseaba era ver su firma, sus trazos y sus ideas en un tebeo. “Mi primer fanzine lo hice cuando tenía 14 años, porque yo tenía muchas ganas de publicar desde que comencé a dibujar historietas. En Ciudad Real hace diez años se editaban tres fanzines para una población de setenta mil habitantes. Eso era mucho para aquel entonces”. Desde hace un tiempo, en su fanzine ‘Usted’, además de dibujar también ejerce de editor. “Editar un fanzine me ha servido para recopilar mis trabajos y para incluir lo que publicaba en otras revistas. Ahora la cosa ha cambiado y también admito colaboraciones de otros autores, porque así enriquezco la revista y le alargo la vida”. Pero no crean que este autor manchego, inquieto y resuelto donde los haya, se ha conformado en su corta existencia, con una sola faceta artística, ya que durante “nueve años, sin recibir ningún tipo de formación musical, toqué la batería en varios grupos, lidiando con persuasores cargados con un ego descomunal”. Y es que para Esteban Hernández sólo hay un secreto: trabajo. “Dibujo todos los días, de noche. Suelo acostarme muy tarde y al levantarme hago las cosas de la casa. Me comporto igual que una persona que trabaja en una oficina, pero con una franja horaria distinta. Salgo poco y no bebo, ni fumo, lo dejé hace ya mucho tiempo”. Resulta difícil pillarle desprevenido en su cometido porque “llevo siempre un bloc en mi mochila y cuando estoy en una cafetería esperando a alguien o las paredes de mi casa se me vienen encima y necesito salir, me pongo a dibujar”. De este modo, poco a poco, acumula material. “Estos dibujos no siempre los aprovecho para mis álbumes, simplemente los almaceno esperando el momento en que puedan resultarme útiles”. Algo parecido le ocurre con los guiones ya que tiene “un cuadernillo donde apunto ciertas cosas que se repiten constantemente en mi cabeza durante algún tiempo”.

HISTORIETA LARGA, HISTORIETA CORTA, HUMOR, ‘EL JUEVES’

A Esteban Hernández no le importa la extensión de sus trabajos. “Cuadro el guión mientras dibujo, no me importa si me sale una historieta larga o corta, y cuando lo consigo me invade una enorme euforia. No es cuestión de trabajar a medida, voy avanzando poco a poco, de diez en diez, de veinte en veinte, hasta llegar a cien páginas. A trescientas no me atrevo porque debe ser un palo muy fuerte”. Lo que sí que tiene claro es que prefiere hacérselo todo él mismo. “Siempre he dibujado lo que yo pensaba. Sólo colaboraría con un guionista como dibujante si fuera un proyecto bien pagado, aunque de todos modos lo consideraría como una ocupación puramente alimenticia. Yo intento dibujar lo que me apetece”. De momento, no tiene que recurrir a la doble vida para subsistir como hacen otros autores de cómic, que trabajan a tiempo parcial. “Tras haber publicado ‘Suéter’, colaborar en la revista infantil ‘Tretzevents’ y haber ganado el premio Fnac Sins Entido, puedo ir tirando y viviendo de lo que me gusta hacer”. A Hernández le encantaría entrar a formar parte del semanario ‘EL JUEVES’, al que considera como “una de las metas a las que debe aspirar todo dibujante de historietas que se precie. Trabajar para ‘EL JUEVES’ proporciona un enorme prestigio”. Ha presentado sus trabajos al semanario barcelonés cuatro veces “y me las han rechazado todas aunque, al menos, su director, el señor Monteys, me recibió en su despacho y me explicó las razones”. Y es que ‘EL JUEVES’ cultiva un género tan difícil como es el humor, aunque Esteban establece matices sobre esto. “Un humor tenue, que provoca la sonrisa, no me parece difícil. Lo que sí resulta enormemente complicado es conseguir arrancar una carcajada fuerte del lector. Y eso Monteys y los suyos lo hacen muy bien”. También le gustaría que su obra traspasase nuestras fronteras. “Otro de mis objetivos es buscarme un hueco en Francia, que es el mercado europeo más importante de cómic”. Para ello, en breve, se desplazará al salón de Angoulème a probar suerte.

‘SUÉTER’

‘Sueter’ ha sido el álbum más extenso que ha publicado Esteban Hernández hasta hoy. “Es una mezcla de lo que pienso, de lo que me ocurre, de lo que invento y de lo que exagero de mi mismo. Le di cien vueltas hasta conseguir que resultase coherente y pasé más de seis meses retocando sus páginas hasta que obtuve el tebeo definitivo”. El color de las viñetas del álbum es típicamente mediterráneo. “La ciudad es Valencia, los tonos la delatan, pero es una Valencia inventada, porque los vagones de Metro que aparecen en el álbum son los que yo he utilizado siempre para moverme por Madrid”. Curiosamente, no puede explicar qué procesos mentales le llevan a imaginar personajes tan “sui generis” como el impagable revisor, la muerte o el viajero diminuto que anda sentado en el vagón del Metro. “No sé como se me ocurren, surgen y ya esta. Yo lo único que trato es que todo resulte verosímil, que lo que cuento en la historieta sea algo que pueda ocurrir aquí mismo, a nuestro lado”. El protagonista de ‘Sueter’ es un esquizofrénico y transmitir sus sensaciones en un tebeo no se antoja tarea fácil. “La esquizofrenia del protagonista, con algunas libertades que me he tomado, son las de un caso que conocí y que seguí de cerca. No me documenté demasiado, porque si no cantaría un poco, sabría a tratado de psiquiatría”. En determinados momentos, el protagonista se quita el suéter, lo que le permite disponer de unos segundos de sosiego. “Quitarse el suéter es un mecanismo de defensa como cualquier otro. Todos necesitamos en la vida un momento de pausa, un momento que no sea de nadie, sólo nuestro”. Redondeando todo el trabajo, como telón de fondo, ‘Viaje a Ítaca’ el célebre poema de Kavafis. “Su significado es bastante claro: viene a decir que lo importante, lo que enriquece de un viaje es lo que ocurre en el trayecto y no tanto lo que pasa cuando llegas a tu destino. Utilicé esta metáfora para explicar que la recuperación de una patología psiquiátrica tiene un recorrido de años de duración, en los que ocurren cosas como las que narra el álbum, mucho más sustanciales que la propia recuperación total de la patología en sí”.

‘PINTOR’, PREMIO FNAC SINS ENTIDO

Hace apenas quince días, su álbum ‘Pintor’, todavía en pleno proceso de producción, ha sido galardonado con el Premio Fnac Sins Entido. La obra gira en torno a Rodrigo Celestino, un hombre humilde ahora jubilado, que trabajó como pintor de brocha gorda, aficionado a dibujar y que terminará siendo un gran muralista. El narrador es un muchacho de treinta años con un vivo recuerdo de su infancia junto a Rodrigo, y en consecuencia, con un gran interés por los aseos de Londres. Su primo, que reside allí desde hace muchos años le recibirá en el aeropuerto y será su anfitrión. Inglaterra vive un periodo electoral donde destaca un candidato llamado Dylan. Los dos últimos personajes relevantes en esta historia también son ingleses: un mendigo grandullón, muy religioso y alcohólico, y un constructor inmobiliario, galerista internacional y multimillonario llamado Mr. Burns. “Ganar un premio de esta envergadura, me permite adquirir mayor prestigio e incrementar el número de lectores. Pero no puedo olvidar que el dinero también me viene muy bien para pagar mis facturas”. Sin embargo, no está en la mente de Esteban Hernández el convertirse en un acumulados de galardones. “Hay autores que viven de presentarse y ganar un premio tras otro. Mi pretensión no es seguir enviando trabajos a concursos, sino buscar una posición estable con mi trabajo”. Los certámenes de cómics funcionan de un modo distinto a los literarios, ya que no se presentan las obras completamente acabadas. “Enviamos una parte acabada de los dibujos, en este caso 17 páginas, y la sinopsis del guión completa. El álbum tiene que estar ya a la venta en el próximo otoño, así que de ese tiempo dispongo para terminarlo”. La disputa fue reñida ya que se presentaron setenta y nueve concursantes en total. Y como todo concurso que se precie, después el ganador ha de moverse, anunciarse, vender el álbum. “La promoción es totalmente indispensable. Todo autor tiene que tener un tiempo para realizar presentaciones y que su obra llegue al lector”.

LOS FLECOS: UN POCO DE TODO.

Los dibujantes, al igual que los escritores, son aves solitarias. “Los autores no mantenemos mucho contacto entre nosotros. Nos conocemos, pero nada más, trabajamos individualmente, no tenemos conciencia de pertenecer a una misma generación”. De vez en cuando abandonan su soledad y se dejan caer por los salones de cómic, pero ¿para qué sirven estos eventos? “Si llevas un buen proyecto cerrado son de gran utilidad para los autores, pero para el aficionado da lo mismo comprar allí sus tebeos que en una tienda especializada”. Y terminamos con un tema de moda: el libro digital. “No sé cómo es un libro digital, no he tenido ninguno en mis manos. Mi álbum ‘Culpable’ ya se puede comprar en este formato, pero no sé cómo se ve. Me limité a firmar el contrato y nada más. Desde luego este invento resulta ideal para economizar espacio, pero para los coleccionistas no lo veo tan claro. También se hace un poco duro pensar que dentro de un trozo de plástico hay un montón de obras que no puedes leer si no dispones de la infraestructura técnica adecuada”. Su conclusión final sobre este nuevo formato de lectura es conciliadora: “Creo que el libro tradicional y el digital están condenados a entenderse y a convivir, olvidándonos siempre de las sensaciones que nos puedan transmitir los olores, los colores y las texturas que asociamos siempre al tebeo o al libro de papel”.

Clic, dijo el stop de la grabadora. Atrás, entre las paredes recubiertas con cuadros, botellas y libros de SLAUGHTERHOUSE, quedaron atrapadas las palabras que durante una hora intercambiamos Esteban Hernández y el que suscribe. Buena suerte y muchos éxitos.