Independientemente de que el guionista de ‘Aventuras de la Brigada del Rifle’, Garth Ennis (Hollywood, 1970, Irlanda del Norte), sea un apasionado del tema bélico (War Stories) no me queda ninguna duda que la única pretensión que presidió su trabajo al escribir el guión de este álbum fue el puro afán de divertir y entretener a los lectores. Y es que Ennis, creador, entre otros, de los cómics Predicador, Bloody Mary, Hiltman o Demon, además de las ya mencionadas War Stories, se centra aquí en un relato de la II Guerra Mundial, protagonizado por un grupo de combate especial, al que se le encargará el rescaté de un testículo de Hitler, presuntamente dotado de poderes místicos originados por su afición al ocultismo, que ha caído en manos de Alí Ben Rajapoor Rashid O’Khan, sultán de Semmen. Por supuesto, en esta comprometida empresa no todo resultará sencillo, más bien nada lo será, y la Brigada del Rifle, comandada por su jefe, el Capitán Darcy, habrá de vérselas con los nazis de Gerta Gasch, una vampiresa, semejante a Morticia A. Adams, pero mucho más cargada de pectorales y con el moño estirado, que casualmente tiene una antigua cuenta pendiente con el militar inglés.
En ‘Aventuras de la Brigada del Rifle’, que acaba de reeditar PlanetaDeAgostini en su sello Vértigo, el lector puede encontrar unos personajes puramente esperpénticos o, al menos, caricaturizados hasta su máximo extremo. Y no me refiero únicamente en el aspecto físico, que también, ya que el dibujo de Carlos Ezquerra borda cada una de estas viñetas en este sentido, sino también al mental. Estas ‘Aventuras de la Brigada’ se encuentran a mitad de camino entre los ‘Malditos Bastardos’ de Tarantino y los alemanes ciegamente disciplinados dibujados por Ernst Lubitsch para su extraordinaria película To be or not to be (1943). La simple idea de que una vampiresa que marca teta, la citada Gerta Gasch, pueda ser la jefa de un grupo nazi de elite, ya constituye todo un ejemplo de por dónde irán los tiros. Pero hay muchas más cosas, muchos más detalles, como por ejemplo, que uno de los integrantes del comando, “Dudas”, sea un homosexual que lo único que desea es gozar en exclusiva de los favores de su idolatrado Capitán Darcy, muy machote, bigotudo prototipo del soldado curtido en mil episodios bélicos, no todos de grato recuerdo, que está de vuelta de todo.
No me resisto, como si de un dramatis personae se tratase esta crítica, a presentar a los personajes que harán que la sonrisa aflore, sin ninguna duda, en todos aquellos aficionados al cómic amantes de la ironía y capaces de dar una segunda lectura, menos ortodoxa, a cualquier acontecimiento de la Historia de la Humanidad. Por orden de graduación son: Capitán Hugo “Khyber” Darcy, participante en episodios bélicos en la India y devuelto a Inglaterra tras un escándalo de índole sexual; Teniente segundo Cecil “Dudas” Milk, homosexual, amante de la jardinería y antiguo miembro de la Armada Real, que suspira por un beso de su superior; Sargento Crumb, el tipo más grande del ejército británico, un auténtico descerebrado que dispara sonriendo, sus padres emigraron al nacer él, condenado por devorar a un tipo, cumplió 7 años de condena y nunca se supo nada de sus compañeros de celda; Cabo Geezer, un verdadero canalla, condenado por 413 asesinatos, al que se le conmutó la pena para formar parte de la Brigada del Rifle, cuya frase favorita es “¡A mí no me jodas!”; Hank el Yanqui, estadounidense de nacimiento, fumador impenitente de puros, maestro en el manejo de explosivos, se enroló voluntario en el ejército británico bajo la premisa “Os voy a enseñar cómo se hace, bebedores de té de las narices”; cierra la Brigada, El Gaitero de quien se desconoce su nombre, nacido en 1836 en Fuclkes, Glasgow, vestido de escocés, cornamusa incluida, cuyas notas producen la muerte a quien las escucha exceptuados los miembros del comando, lógicamente. Este tipo recuerda al famoso fantasma Mac Latha de la serie Sir Tim O’Theo, obra del fallecido dibujante barcelonés Raf, que también era muy aficionado a martirizar al lord británico con su instrumento.
Con semejante elenco, mezclado y manejado con la maestría que lo hace Garth Ennis, ya se puede uno imaginar lo que le espera si se adentra por sus páginas. Por supuesto, quienes busquen un cómic bélico con contenido sesudo, lo mejor que pueden hacer es alejarse de este álbum. ‘Aventuras de la Brigada del Rifle’ sólo es – que no es poco sino mucho– para aficionados al género satírico, corrosivo y esperpéntico y para los amantes de un dibujo que mezcla la caricatura y el gesto exagerado con la fidelidad a los originales y el trazo serio cuando toca porque lo exige el guión.
A disfrutar y a sonreír. Sin duda. Que no es poco, repito.
‘Aventuras de la Brigada del Rifle’ de Garth Ennis y Carlos Ezquerra; Editorial PlanetaDeAgostini, junio 2011; Tapa dura, color, 144 páginas. Precio 15,95 euros.
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