Todos los niños saben que en España los Reyes Magos, durante la noche del 5 al 6 de enero, para conmemorar aquellos presentes que hicieron al Niño Dios en su cuna de Belén, pasan por todos los hogares donde hay pequeños (siempre que éstos hayan sido lo suficientemente buenos durante el año para que se les premie su comportamiento), y les dejan juguetes y otros regalos junto a los zapatos que los propios niños habrán dejado en su ventana, como contraseña de que viven allí. Pero se da el caso curioso que llegan noticias de que en el extranjero son otros personajes y a veces en otras fechas los que reparten juguetes entre los niños. Se trata sin duda de ayudante s de los Reyes Magos a los que éstos confían el reparto de regalos en otros países, para así economizar tiempo y cansarse menos. Claro está que los Santos Monarcas podrían en virtud de sus atributos de agilidad y sutileza inherentes a los bienaventurados, hacer todo el trabajo ellos mismos en una sola noche, pero para hacer más humana su tarea y adaptarse mejor a la forma de ser de los hombres, prefieren hacer su visita anual de manera cada día menos fantástica. En Francia es Papá Noël (anciano de largas barbas blancas y un saco al hombro) quien reparte los juguetes durante la noche de Navidad, y en Inglaterra y Estados Unidos lo hace otro personaje, sin duda familiar del anterior por su gran parecido con él, llamado Padre Christmas. En los países del norte de Europa el encargado de obsequiar a los niños es San Nicolás, quien en vez de dejar los regalos en las ventanas se deja caer por las chimeneas y pone los presentes en las medias en vez de hacerlo dentro de los zapatos. En algunas naciones como en Bélgica y Holanda se le llama Santa Claus y en otras en sus respectivos idiomas Krentch Clohes o Miklaus, en Holanda es ayudado por un criado llamado Pedro Negro (Zwarte Pied). En Italia la encargada del reparto de juguetes y golosinas es un personaje femenino llamado La Betano, la cual llega hasta la misma habitación de los niños con su cargamento de regalos que a veces alcanzan también a las personas mayores. Como se ve, son siempre las mismas escenas las que se repiten en todas partes, pero los niños españoles han de saber agradecer que los propios Reyes Magos sean los que realicen personalmente el viaje a España, y reconocer su gentileza de querer hacerlo precisamente el mismo día en que obsequiaron al Buen Niño Jesús junto al portal del Nacimiento.