En la sobremesa del Blue Canalla Bar de
Valencia, sostuve la siguiente conversación con Fermín J. Urbiola a propósito
de la publicación de su tercer libro, ‘Palabra de REY’, editado por Espasa. ‘Palabra
de REY’ es el relato del compromiso personal de don Juan Carlos con España. Es
la historia de su pasión por la democracia, por la libertad, por la pluralidad y
por el progreso, todo ello contado con una estructura de capítulos encabezados cada
uno por una frase pronunciada por el monarca a lo largo de su vida.
¿Fermín, es
oportuno publicar ‘Palabra de REY’ precisamente ahora, ante la cercanía del
setenta y cinco aniversario del rey don Juan Carlos I?
Bueno, el motivo de publicar el libro ahora
no es el cumpleaños del rey y, sobre si es oportuno o no hacerlo, eso han de decirlo mis colegas
periodistas y los lectores. Conocí a la familia real hace veinte años, cuando
ingresaron a don Juan en el Hospital de Pamplona y yo estudiaba cuarto curso de
periodismo. A partir de ahí surgieron mis otros libros sobre la reina Sofía,
que se publicó en su sesenta aniversario, y sobre la reina Fabiola, que salió
editado cuando cumplía los cincuenta años de reinado. Decidí escribir ‘Palabra de REY’ porque después
de todo lo que he escuchado sobre nuestro rey, he llegado a la conclusión de
que no se conoce toda la verdad ya que él es una figura i-rre-pe-ti-ble.
¿Es un libro dirigido a los monárquicos o a todo el mundo?
¿Es un libro dirigido a los monárquicos o a todo el mundo?
Es un libro para todos, especialmente para mi
generación y para las siguientes. Otra cosa bien distinta es quien lo lea. El
día de la presentación, me di cuenta que el sesenta por ciento de la población
española, entre el que me incluyo, tiene menos de cuarenta y cuatro años y
carece de recuerdos sobre la Transición porque no la vivió. No sabemos qué
hicieron el rey y otras personalidades de la vida política española en un
momento tan trascendental de nuestra historia. Con este libro, en el que
aparecen valores de tan rabiosa actualidad como concordia, diálogo, perdón,
unir o sumar voluntades, trato de recordar aquellos instantes.
‘Palabra de REY’
está estructurado con frases del rey, ordenadas cronológicamente, ¿qué fue
antes el texto o el título?
Lo último fue el título que se nos ocurrió al
final. Tras muchas reuniones celebradas en la editorial, una noche soñé con un
título y luego me llamó el editor para decirme que a él se le había ocurrido el
mismo. Sobre los encabezamientos, he decir que en realidad cada frase es una
excusa para crear un retrato biográfico, no una biografía porque yo soy
periodista. Este es un libro de palabras y de convicciones, de frases más que
de textos. El rey trabaja en equipo pero este libro es el retrato del alma del
rey a través del pincel de su palabra.
¿De qué fuentes te
has nutrido para elaborarlo?
Me lo he leído todo: libros, periódicos,
revistas; he escuchado audios; he visto videos; y he conversado con personas
que conocen bien al rey. Además tuve el privilegio de hablar con él y me
explicó todas las cosas que aún le quedan por hacer. Yo ignoraba su adn, las
penurias de su infancia y de su juventud y el calado de su compromiso personal
con España. Es cierto que llegó a un internado de nuestro país a los diez años
y que no le faltaba un plato de comida cuando en tantas casas no había. No ha
sufrido dolor físico, pero sí del alma. El rey fue una ficha en el tablero de
ajedrez que manejaban su padre y Franco.
¿Ha sido decisiva
la figura de don Juan Carlos en los últimos treinta años de la vida española?
Total y absolutamente decisiva. He
descubierto al rey Juan Carlos como el piloto de la Transición, el motor del
cambio. El rey no es ningún sectario, despidió con el mismo afecto a Santiago
Carrillo que recibió al Pape cuando visitó España. En su persona existen unos
valores importantes y con valores siempre se sale adelante.
¿Podríamos definir
la vida de un rey como caminar sobre una maroma, sin caerse a la derecha o a la
izquierda?
Creo que el rey se inclina a la derecha, a la
izquierda e incluso se cae. La derecha piensa que es de izquierdas y la
izquierda de derechas. Y caerse se ha caído muchas veces, metafórica y
físicamente.
El rey creó su
propia figura, no tenía ningún modelo de referencia en quien fijarse.
El rey fue un autodidacta, se construyó su
modelo vía satélite. Tenía a su padre en el exilio y en España a un dictador
que le utilizaba para darse marchamo exterior. Cuando iban al Pazo de Meirás no
les hablaba ni durante la comida. Juan Carlos adquirió todos los poderes de
Franco para devolvérselos a los españoles y para conseguirlo contó con una
clase política de un nivel máximo y con un pueblo que supo estar a la altura de
las circunstancias.
¿El príncipe
Felipe lo tendrá más fácil para reinar por el hecho de tener una referencia
viva?
El príncipe heredero ha tenido desde que
nació a dos maestros en casa, imperfectos, como también se cuenta en el libro,
pero con muchas virtudes. Será el rey con la mayor formación académica que
ningún otro ha tenido en nuestro país.
Don Juan Carlos I tuvo
que reinar sobre un pueblo que no sabía lo que era una monarquía, ¿cómo se lo
montó para conseguirlo?
Esto deberías preguntárselo a él.
Hombre, Fermín,
algo sabrás tú tras escribir este libro, ¿no?
Creo que el rey ha utilizado mucho el sentido
común y cuando lo ha perdido ha pedido perdón.
Sí, el rey lo sabe y le duele. Creo que esto se resolverá cuando
Felipe acceda al trono. Después de la dictadura no valoramos a las
instituciones sino a las personas que las representan. Ahora es Juan Carlos y
después lo será su hijo.
Pero ¿hay algo que une de modo especial a
Juan Carlos I con los españoles?
No, al estudiar toda la documentación para el
libro, he observado que durante una década todo lo que se decía acerca del rey
eran adjetivos positivos: excelente, magnífico, extraordinario… No había
términos peyorativos sobre su figura. A todos nos pasa algo igual en nuestro
trabajo, al principio te alaban tanto que puedes llegar a relajarte. Creo que
el momento de inflexión fue la cacería de Botswana, que fue un error porque veíamos
al rey muy alejado de la realidad. El príncipe Felipe tendrá que explicar muy
bien en qué consiste el cometido de la monarquía, cuáles son sus funciones como
jefe de estado y dar todo el contenido a la palabra de rey, como reza el título
de mi libro.
¿Son compatibles la vida pública y la privada
en un monarca?
Por supuesto que sí, el rey tiene vida
privada igual que los políticos. Es hombre también y me parece sano que la
tenga. Sería imposible que una persona únicamente tuviese vida pública. La
estabilidad psicológica requiere de ambas, de momentos de trabajo y de
descanso. Tener vida privada, además, no significa que deje de cumplir con sus
obligaciones. El rey ha de ser ejemplar en su comportamiento porque es un líder
y ha de mantener una coherencia.
La última pregunta:
vista la senda emprendida, ¿cuál será la próxima testa coronata sobre la que vas a escribir?
Como te he dicho antes, he escrito sobre tres
seres excepcionales, la reina doña Sofía, la reina Fabiola y el rey Don Juan
Carlos, tres personalidades extraordinarias porque a mí me interesan realmente
las personas, no las coronas. Sinceramente no sé cuál será mi próximo proyecto.
SOBRE FERMIN J. URBIOLA
Fermín J. Urbiola (Pamplona, 1971) estudió Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra. Periodista de múltiples registros, desde una corresponsalía de guerra en Bosnia-Herzegovina hasta la información económica, ha trabajado para la Cadena SER, COPE, Radio Voz, Radio España, Europa Press y Expansión. Desde 1998 dirige su propio gabinete de comunicación, Urbiola Comunicación. Como escritor, sus obras anteriores han sido ‘Nacida para reina. Fabiola, una española entre los belgas’y ‘La sonrisa que cautivó a España’, dedicada a la reina doña Sofía.