Cristina Fernández Cubas se ha reinventado. Ahora es Fernanda Kubbs pero sin dejar de ser Cristina Fernández Cubas. De hecho, ambas se consideran "hermanas de tinta" en esto de la literatura. Con su nueva personalidad, termina de publicar una novela, ‘La puerta entreabierta’, editada por Tusquets, la peripecia de Isa, una joven periodista, que acude a visitar a una pitonisa, la gran Krauza Demirovska, en cuya consulta las cosas se tuercen y adquieren un giro tan inesperado que la propia médium parece incapaz de controlar. ¿Cómo ha sucedido todo?, ¿dónde buscar una salida? ¿qué hacer para dominar la angustia creciente? Isa percibe que ha atravesado una puerta que, como las cataratas en las películas de aventuras, conecta la segura realidad que ella conocía con otro mundo y otras percepciones. Solo los exóticos personajes a los que se encomienda parecen trazar un itinerario de regreso a su entorno inicial que, tal vez, ya no sea igual.
Cristina, antes de comenzar la entrevista, una aclaración: ¿cuál de vosotras dos ha acudido a esta cita: Fernanda o tú?
Hemos venido las dos [risas]. Estamos juntas y unidas, indisolubles. Somos hermanas de tinta.
¿No te hubiera interesado más mantener oculto, al menos durante un tiempo, tu seudónimo?
No, porque para mi formaba parte del juego. Fernanda Kubbs soy yo y este es el mundo en el que me he movido desde hace mucho tiempo, pero con una mirada distinta. Yo quería que los lectores supieran desde el principio que soy la misma de siempre, pero con una pequeña vuelta de tuerca. No quería despistarles especialmente a los más antiguos. Después de esta novela, Fernanda es muy libre de hacerse nuevos lectores.
¿Fernanda Kubbs escribe lo que no se atreve a escribir Cristina Fernández Cubas?
No voy a negar que se trata de una forma distinta de mirar las cosas, mucho más desenfadada de lo habitual. Fernanda se ha tirado a la piscina y ha hecho uso de su libertad plena. La verdad es que veo mi futuro literario combinando ambas líneas, la más desenfadada y la más compleja.
¿’La puerta entreabierta’ es solo un puro divertimento o esconde algo más?
Tiene de todo, empieza como un juego y termina tocando aspectos de los que cada cual ha de sacar sus propias conclusiones. La escritura nunca es inocente, puede empezar como el divertimento más inocuo del mundo pero al final se mezclan cosas aunque solo sea por el uso de la palabra. Sobre el asunto de los mundos paralelos del que se habla en la novela, un tema que está en el aire y que no es invento mío, yo he descubierto algunas cosas, igual que otras personas descubrirán otras.
Hasta ahora casi siempre te has movido en territorio de cuentos, ¿esto es una novela o una suma de cuentos con un hilo argumental?
La puerta entreabierta’ es una novela, pero llena de cuentos, lo cual no es nada nuevo, ya existía. Al escribirla me he encontrado a mi medida, porque a los personajes les gusta mucho hablar y cuentan historias que tienen que ver con la trama principal. No están allí por casualidad, sino que enriquecen y complican la peripecia.
¿Cuál fue la primera imagen que provocó la escritura de la novela?
Fue una imagen fresca, la de Isa, la periodista que acude a visitar a la pitonisa, una visión juvenil, sin muchas preocupaciones. Después, cuando los otros personajes fueron introduciendo sus historias en la novela, fue cuando Comencé a divertirme y detrás de un misterio vino otro y otro y otro…
¿Detrás de Isa te escondes tú?
No, Isa nació como un juego. Luego le cogí cariño, como a tantos otros personajes estrambóticos que andan por el libro.
Esos personajes estrambóticos, ¿los tenías pensados desde el comienzo o fueron apareciendo poco a poco?
Hay de todo. Unos nacieron desde el principio y otros aparecieron mientras escribía la novela. Siempre digo que el proceso de escritura es lo más misterioso e interesante que hay en el hecho de escribir, me fascina porque en su transcurso ocurren muchas cosas y nada está dicho hasta que pones el punto final. Después, cuando todo está fraguado y colocas el libro en la estantería, ya es otra cosa.
Puede verlos, pero no estaba pensando en eso al escribirla sino en lo más lógico que puede ocurrirle a una persona que, por primera vez, acude a visitar a una vidente. Pero no demos más pistas de lo que ocurre después…
Que una pitonisa sufra "un gatillazo" profesional y no entienda lo que sucede en la bola mágica no parece muy frecuente, ¿no?
[Risas] Bueno, aquí ocurre algo extraño y Krauza Demirovska [Cristina/Fernanda pronuncia el nombre con tono impostado] no sabe cómo. Es decir, la supuesta profesional no se explica lo que ha sucedido. Esto pasa porque estamos rodeados de cosas que no comprendemos y porque ciertos ambientes propician la aparición de lo desconocido. La Gran Demirovska se llama Pepita en realidad, ¿tanto intrusismo hay entre los mediums?
Introduces en la novela personajes reales, ¿eso puede mover al lector a buscar información suya en Internet?
Sí, las hermanas Fox, las primas de Bradford, que engañaron a Conan Doyle, o el culleum, el tormento que reservaban en la antigua Roma a los parricidas son reales aunque puedan parecer extrañas. Por supuesto que el lector puede buscar información sobre todas ellas, ya lo advierte en un pasaje del libro una colega de Demirovska. La verdad es que he disfrutado mucho al mezclar lo real con las historias que iban surgiendo en el devenir de la novela.
‘La puerta entreabierta’ es tu primer libro publicado también en ebook, un soporte casi mágico, ¿qué tal llevas la experiencia?
No tengo ni idea de cómo funciona esto. Soy tan negada para estas cosas que la propia editorial me la ha enviado para que me la baje y no he sido capaz. Cuando concluya con la promoción les pediré que me la bajen ellos.Esta novela tendrá continuación, Fernanda seguirá dando guerra porque le he cogido tanto cariño a los personajes que quiero proseguir con ellos. Con mi verdadero nombre, tengo un montón de cuentos que quiero que vean la luz, pero la verdad es que no sé qué proyecto saldrá primero.
SOBRE CRISTINA FERNÁNDEZ CUBAS
Cristina Fernández Cubas nació en Arenys de Mar (Barcelona) en 1945. Es autora de cinco libros de relatos –‘Mi hermana Elba’, ‘Los altillos de Brumal’, ‘El ángulo del horror’, ‘Con Agatha en Estambu’l y’ Parientes pobres del diablo’–, dos novelas –‘El año de Gracia’ y ‘El columpio’–, una obra de teatro –‘Hermanas de sangre’– y un originalísimo libro de memorias narradas, ‘Cosas que ya no existen’, títulos que han recibido un caluroso tratamiento por parte de la crítica y del público y que configuran uno de los universos literarios más singulares de la literatura contemporánea. Su obra está traducida a diez idiomas.