Tras el éxito de ‘El bolígrafo de gel verde’, Eloy Moreno tiene nueva obra en el mercado, ‘Lo que encontré bajo el sofá’, una novela que se desarrolla en la ciudad de Toledo y en la que intervienen multitud de personajes. Según confesión del propio autor, su intención es hablar sobre la doble moral que preside nuestras vidas.
Porque uno acaba harto de tanto ordenador, aunque debo matizar que siempre he conjugado mi faceta laboral con la creativa. Yo era lector, me gustaba tocar la guitarra y soy aficionado a la fotografía, en resumen que tengo una vena artística. Todo eso me indujo a inventarme una historia y a sentarme a escribir.
Después del éxito de tu primera novela, ¿qué se siente en el momento de comenzar la segunda?
Me costó mucho empezarla porque tenía miedo. La iba dejando pasar hasta que al final me puse a ello. Me apetecía hacer algo completamente distinto del libro anterior y me ocurrió algo curioso, ya que cuando estaba en plena faena me olvidé por completo de la novela del bolígrafo y la escritura fue fluyendo hasta que los personajes vinieron solos. Creo que en el fondo lo que temía era no alcanzar las expectativas que había despertado con la novela anterior.
Con la novela ya en las librerías y después de buscar y encontrar tantas cosas debajo del sofá, ¿es mejor mirar o no mirar?
No, no, sin duda pienso que, por mucho que duela la realidad, al final hay que mirar. La realidad está ahí y hay que mover sofás. Con esta novela he intentado llegar a mucha más gente que antes, cuando nadie me conocía y no tenía una voz propia.
En ‘El bolígrafo de gel verde’ ibas tú solo vendiéndola a pecho descubierto, ¿qué sientes ahora que gozas del respaldo de una editorial tan importante como Espasa?
Lo que siento es que la distribución del libro la tengo asegurada y eso es algo muy importante. En la primera novela, yo vendía mi libro cargado con mi maleta o lo promocionaba a través de Facebook. Ahora cualquier persona puede encontrarlo en una librería. Además, este respaldo editorial me permite acceder a los medios de comunicación, cosa que antes no podía.
Claro. En ‘El bolígrafo’ las correcciones las hicieron una profesora mía y un par de amigos y la maquetación la preparé yo mismo. Ahora todo es muy distinto. En esta novela he entregado el texto a la editorial completamente concluido y ellos introdujeron las correcciones, que en verdad no han sido muchas. Que alguien lea y corrija tu novela después de haberla terminado te proporciona mucha seguridad.
En la contraportada no hay pistas sobre el contenido y no sabemos si se trata de un ensayo, de una novela o de un libro de humor.
Es una novela, eso está claro, pero la contraportada no da pistas del contenido porque opino que si una novela se puede resumir en cuatro o cinco líneas a mí, como lector, no me interesa y no la voy a comprar. A mí me resulta complicado definirla y por eso he preferido decir lo que no es.
Con pistas o sin ellas en la contraportada, ¿qué has pretendido contar en ‘Lo que encontré bajo el sofá?
He querido, sobre todo, hablar de la doble moral, de la doble moral de todo el mundo, no solo de los políticos sino de toda persona que está harta de corrupción pero que luego, por ejemplo, paga en negro. Mirar debajo del sofá es ver lo que realmente hace cada uno y no solo el comportamiento de los demás.
En la página 58 de la novela leemos que "Cada uno roba dentro de sus posibilidades", ¿eso es así actualmente?Eso es así, al cien por cien, no se escapa nadie. El que puede robar un millón es un Bárcenas y el que puede robar un paquete de folios roba un paquete de folios. Cada uno en su nivel.
¿También hablas de la doble moral del escritor?
Como escritor yo quiero vender mucho y por ello no entiendo que otros autores digan lo contrario porque no es verdad. Eso también es una doble moral, porque cuanta más gente te lea y te compre mucho mejor.
Frecuentas las redes sociales e incluso has pedido ideas para tu novela, ¿las has incorporado en el texto final?
Es cierto que las frecuento y sí que he incorporado varias cosas. Por ejemplo, yo ignoraba lo que lleva una niña de trece años en una mochila o lo que hay en su habitación y la gente me contestó dándome muchas pistas. El nombre de algún personaje de la novela también surgió por este procedimiento.
La novela se desarrolla en Toledo, ¿por qué elegiste la ciudad castellana como escenario?
Cuando fui a Toledo hace muchos años me enamoré de la ciudad y como la novela habla de secretos pensé que era ideal por la cantidad de historias y leyendas que guardan sus calles. Me di cuenta, además, que muchas de estas leyendas ahora serían perfectamente aplicables en la situación que nos toca vivir. Un ejemplo claro es la historia del Hombre de Palo que trabajaba para las instituciones públicas y que, como no le pagaban, terminó arruinándose.
¿Podemos pensar que la novela es una radiografía de la sociedad actual?
Totalmente y es algo que he buscado adrede. En verdad es como una radiografía de una ciudad vista desde arriba, a la que le voy quitando los tejados para ver lo que pasa debajo de ellos. Nunca se sabe desde fuera lo que ocurre en el interior de cada casa.
Y a ti, ¿dónde podemos encontrarte en estas páginas?
Estoy en algunos momentos pero muy diluido, por ejemplo en la indignación que se respira en algunos aspectos.
Hablas de la indignación, como novelista ¿es bueno o malo que te presenten como representante de una sociedad indignada?
Alguien dijo que es bueno que hablen de uno aunque sea mal. La verdad es que no me preocupa. Hay gente que tiene la suerte de ser famoso y eso mismo le sirve de escaparate, yo lo que quiero es que se conozca el libro.
En mi cabeza puede que tenga alguna idea, pero por ahora no hay nada concreto. Además con la promoción no tengo tiempo para escribir. Lo que sí sé es que será muy distinto porque como he dicho al principio no quiero repetirme y me gusta que mi siguiente novela sea muy diferente de la anterior.
Herme Cerezo/SIGLO XXI, 24/10/2013
SOBRE ELOY MORENO
Eloy Moreno Olaria (Castellón de la Plana, 1976) es un escritor que se dio a conocer al público lector tras la publicación de su novela ‘El bolígrafo de gel verde’, obra que, en principio, el propio escritor se encargó de promocionar y vender a través del puerta a puerta, las visitas a librerías y las redes sociales. Con este método superó la cifra de los tres mil ejemplares en ventas hasta que la editorial Espasa le ofreció la posibilidad de reeditarla. De esta nueva edición lleva vendidos ya más de cien mil ejemplares. Actualmente, Eloy Moreno es licenciado en Informática y trabaja en el Ayuntamiento de Castellón.
