Agosto es un buen mes para leer y para repasar películas. Cuando digo repasar me refiero a ver otra vez aquellos celuloides que nos gustaron en su tiempo y comprobar si años después resisten un nuevo visionado. Así que esta tarde, por sexta o séptima vez, me he comido de una tumbada en el sofá 'Testigo de cargo' la genial novela de Agatha Christie, adaptada no menos genialmente a la pantalla por Billy Wilder allá por el año 1957. Afortunadamente es en blanco y negro, y en gris, más afortunadamente aún. Así el humo de los cigarrillos y de los habanos sabe mejor. El reparto de actores es espectacular: Marlene Dietrich, Tyrone Power, Charles Laughton, Elsa Lanchester, John Williams, Henry Daniell y Francisc Compton (el impagable juez) entre otros. La película recibió seis nominaciones al óscar y contó con un presupuesto de 3.000.000 de dólares de los de entonces. Y una vez más se comprueba que buen texto y buen director forman buena pareja. Christie y Wilder riman perfectamente.