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Las vacaciones quedaron atrás. El calor, no. Este año eso que llaman el síndrome postvacacional (lo siento, me gusta más que posvacacional que es lo correcto, creo) me resulta particularmente difícil de sobrellevar, retrae mi atención y aletarga mi voluntad . El calor que no se ha ido, tan persistente en estos comienzos de septiembre - ya veremos cuándo acaba - tiene buena parte de culpa de mi retraimiento. En realidad, tiene mucha culpa. Casi toda. Pero las cosas son como son y ya mismo empieza el curso literario, como en los colegios. Esto funciona así. Y como cada año se anuncian muchas novedades. Novedades literarias y editoriales, claro. Entre todas ellas elijo una para abrir boca.
Que se refiere a Agatha Christie (Torquay 1890-Wallingford, 1987), una escritora a la que regreso un año tras otro para leer o releer alguno de sus títulos. Este año le tocó el turno a 'El secreto de Chimneys', una excelente novela, cuya lectura me deparó muchas sorpresas, todas agradables, y que contribuyó a que cada vez entienda menos porqué se le quita importancia a esta escritora inglesa a medida que transcurre el tiempo. En esta ocasión, Christie es noticia porque su nieto, Mathew Prichard, ha autorizado o encargado, da lo mismo, a la escritora también inglesa Sophie Hannah (Manchester, 1971) la escritura de una nueva novela protagonizada por Hercule Poirot, al estilo de lo que hace unos meses realizó Benjamin Black con Raymond Chandler, y que lleva por título 'Los crímenes del monograma'. Agatha Christie hizo fallecer a Poirot en su novela 'Telón' y Hannah no lo ha resucitado ad hoc, simplemente ha ubicado la acción del libro en el año 1929, un periodo en el que el detective belga no vio publicada ninguna de sus aventuras policiales. Esperemos que el resultado de la experiencia de la autora mancuniana sea tan bueno como el cosechado por el irlandés Black con Chandler.
Para completar esta primer entrada del curso literario, inserto un apunte sobre la columna escrita por Arcadi Espada en el suplemento EL CULTURAL del diario El Mundo. En dicha columna, titulada Mae y Charlotte, Espada habla del arte de entrevistar, un asunto que interesa mucho en El Eco de las voces. El escritor barcelonés, tras afirmar que la entrevista es el "género más humillado del periodismo", sugiere a continuación algunas características que, a su juicio, debe reunir toda entrevista y que a mí me parecen interesantes. Dice Espada "En las entrevistas el mejor periodista es el que desaparece. Bastan algunos monosílabos, incluso alguna pregunta anodina para tender el hilo. El problema son las preguntas inteligentes. No por la inteligencia, sino porque las traigan preparadas de casa. Una entrevista es una conversación. Solo cuando la inteligencia surge de la conversación es admisible. E insuperable". Dicho queda.
Herme Cerezo