«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

martes, 4 de noviembre de 2014

Alberto Curiel, escritor:”Pretendo escribir thrillers entretenidos que induzcan al lector a pensar”

‘El caso Galenus’ del escritor Alberto Curiel, editado por Algaida, es un thriller ambientado en el mundo de las multinacionales españolas y otras organizaciones internacionales. Madrid, Barcelona, Londres, Lyon, Bogotá o Pekín son escenarios de una acción que se traslada desde lujosos despachos y hoteles de cinco estrellas a paisajes desolados, sórdidas callejuelas y pensiones castizas. Isabel Sáenz de Tejada, hermosa ejecutiva con pasado, y Fernando Flórez, un toxicólogo, con solo el presente en su haber, intentarán desentrañar un asesinato y un misterio que ha permanecido oculto durante casi dos décadas en un sótano: una revolucionaria investigación biomédica con una patente millonaria, que podría cambiar el mundo tal como hoy lo conocemos. Pero nadie sale incólume tras descubrir la verdad más incómoda e incluso el periodista que narra la historia, se verá salpicado con sus consecuencias.
Alberto, tu curriculum advierte que eres Ingeniero Superior en Telecomunicaciones, Máster en Dirección Comercial y Márketing, y que te interesan las Humanidades, ¿por qué escribir ficción ahora?
Bueno, no soy un hombre del Renacimiento, uno de aquellos tipos que era capaz de pintar, escribir o elaborar complicados cálculos matemáticos, pero es cierto que las Humanidades siempre me han apasionado. Llevo leyendo mucho tiempo y construyendo mi biblioteca en la que puedes encontrar todos los estilos literarios que existen. Desde hace diez años he escrito otros libros, textos de consumo interno y familiar, fundamentalmente autobiográficos. Hace tres años unos amigos me retaron para ver si me atrevía a escribir una novela que tuviera mayor recorrido desde el punto de vista comercial y ‘El caso Galenus’ es el resultado.
En la portada de 'El caso Galenus' leemos una frase inquietante: "Hay veces que es mejor no conocer la verdad', ¿es tuya o de la editorial?
La frase es mía, igual que el título. Es cierto que ha habido una fase de editing en la que Miguel Ángel Matellanes, mi editor, ha mejorado la novela con sus aportaciones, pero no es el caso de este subtítulo. Hay un aforismo que dice que la ignorancia es una de las fuentes de la felicidad y desde luego lo que está claro es que no conocer las cosas que pasan permite vivir más feliz. Mi novela versa sobre los tratamientos del cáncer y, cuando investigas, profundizas en este asunto y descubres lo que hay, te sobreviene una innegable intranquilidad.
¿Tu afán por las Humanidades es el causante de que la pareja protagonista, Isabel y Fernando, lleve los mismos nombres que los Reyes Católicos?
Mi amor por las Humanidades lo demuestro día a día muchas veces, entre otras cosas lo hago colaborando en un programa cultural dirigido por el periodista David Felipe Herranz. Pero no entraba en mis cálculos que estos nombres, Isabel Sánez de Tejada y Fernando Flórez, fueran un guiño a la Historia. Isabel es una persona triunfadora, una ejecutiva curtida en mil batallas, acostumbrada a conseguir lo que quiere, mientras que Fernando es un tipo introvertido, un hombre de laboratorio, una especie de Sancho Panza. Su elección no es casual, los he escogido porque precisaba dos personajes con este perfil.
Como pareja, además, son peculiares, porque Isabel y Fernando no terminan de llevarse bien.
Bueno, eso es adentrarse un poco más en la novela. Efectivamente, así como Isabel está acostumbrada a triunfar, a que no le nieguen nada, Fernando, al ser más introvertido como señalaba antes, no sabe demostrar sus sentimientos tal y como ella  demanda y ahí se produce un choque, de tal manera que la relación, poco a poco, va desarrollándose de una forma tormentosa.
De alguna manera, ¿‘El caso Galenus’ trata de conseguir que el lector se pregunte acerca de hasta qué punto está dispuesto a llegar para cambiar el mundo?
Sí, exacto, porque todos deseamos que el mundo mejore y que la curación de una enfermedad tan terrible como el cáncer se produzca. Pero eso conlleva saber si estamos dispuestos a asumir lo que ese avance significa. Actualmente, una de cada tres muertes que ocurren es debida al cáncer. Si de un plumazo suprimiéramos esa muerte, la población envejecería porque se aumentaría la edad de vida. Por otro lado, la sociedad también ha de asumir que esa protección no llegaría a todo el mundo y tener bien presente que las implicaciones que comporta deberían hacernos pensar  cómo llevarla a cabo, determinando qué generación sería la primera que debería beneficiarse con esta mejora. Estamos ante un cambio dramático y beneficioso a la vez, que debe ser planteado con mucho cuidado.
¿Te has quedado corto con lo que querías contar o, dicho de otro modo, la realidad ha superado tus expectativas previas?
Los personajes de ‘El caso Galenus’ no son extremos, sino muy creíbles, lo que ocurre es que la realidad nos muestra ejecutivos más despiadados y ladrones, lo comprobamos cada día en nuestras vidas. Isabel, en este sentido, no alcanza ese punto de crueldad y es superada por la realidad, pero luego tiene ese lado turbio, oscuro, que le hace ser especial. De todos modos, y contestando a tu pregunta, estoy plenamente convencido de que en el asunto del cáncer la realidad superará a la ficción.
Escritores que proceden del mundo de las letras han escrito sobre la genética como el medio para prolongar la vida. Tú provienes del mundo científico y hablas de lo mismo. ¿Sois gente iluminada o esto es producto de la realidad social que vivís?
Esto es una realidad, va a suceder, estamos a la puerta de que ocurra. La novela sólo hace que plasmar lo que ya existe y no se extiende porque conlleva muchas implicaciones. En el asunto del núcleo de las células radica la clave del alargamiento de la vida. La pregunta clave es si vale la pena prolongarla. Y la respuesta es que sí.
Después de todo lo que llevamos hablado se me ocurre que ‘El caso Galenus’ es un thriller que bordea la ciencia ficción, ¿o no?
Yo diría que bordea más la ciencia que la ciencia ficción. La parte de ficción es que ya se ha llegado a conseguir la prolongación de la vida a través de la genética, pero eso es pura ciencia. He escrito la novela en clave de thriller porque es la manera de conseguir una narración más amena y dinámica sobre un tema que, de otro modo, podría resultar complejo de explicar. De paso consigo que el lector se interrogue sobre este problema.
Desde ese punto de vida de su complejidad, ¿tu novela está contada con un solo nivel de lectura o con dos, uno para el lector habitual y otro para el especializado?
Cada capítulo comienza con la cita de un clásico que guarda relación con su contenido, pero yo he intentado que el thriller sea en sí mismo accesible para todo el mundo, explicando también la parte científica del modo más sencillo posible.
La has narrado mayoritariamente en tercera persona, narrador omnisciente puro, ¿no te planteaste otras opciones?
No, porque para darle más verosimilitud la voz narrativa corresponde a un periodista de investigación y decide contar lo que uno de los protagonistas, Fernando Flórez, le ha transmitido. Después el propio narrador da un giro para entrar en la historia e intervenir en su parte final, involucrándose con los personajes y dando fin a la novela. Esto último lo cuenta en primera persona
¿Hay mucho de autobiográfico en ‘El caso Galenus’?
No, no tiene nada de autobiográfica. Ésta es una novela más despegada y en ella cuento cosas que conozco bien, porque me he documentado exhaustivamente para la parte científica y he tenido relación con mujeres ejecutivas que han triunfado en su mundo laboral.
¿Madrid, Barcelona, Galicia, Londres, Lyon y otros lugares desfilan por las páginas del libro por necesidades del guión o porque son territorios que conoces bien?
Los thrillers tratan de ser aspiracionales y la variación de escenarios convierte la novela en un libro más dinámico y atractivo. Además, el personaje de Isabel, una ejecutiva muy viajera, requería que apareciesen tantos lugares diferentes.
Uno de los personajes de ‘El caso Galenus’ sufre el denominado Síndrome de Estocolmo, ¿este síndrome es una manera más de supervivencia?
Con toda seguridad que sí. Está muy estudiado que el Síndrome de Estocolmo es una manera que tiene el cerebro humano de protegerse ante la falta de expectativas. Cuando una persona está sometida a tortura y no ve el final de su situación, el mayor de los destrozos cerebrales que puede sufrir precisamente es vivir ese infierno. En este sentido, uno de los personajes vive lo que ella concibe como su infierno particular y en esas circunstancias aliarte con la persona que te ha secuestrado te ayuda a sobrevivir.
El final, dejando a un lado la prototípica escena de Hércules Poirot rodeado por todos los personajes de la novela, recuerda a las novelas de Agatha Christie, ¿eres lector asiduo de la escritora inglesa?
Sí, he leído frecuentemente a Agatha Christie, pero el final no es más que un recurso literario que no es novedoso. Las novelas de misterio esconden una parte que el lector no termina de conocer del todo, a pesar de que se le dan pistas a lo largo de la novela para que las piezas encajen. Y también, evidentemente, se juega con los falsos culpables.
La última por hoy: ¿continuarás escribiendo más thrillers?
Lo primero es conseguir que ‘El caso Galenus’ funcione, luego seguiré escribiendo dentro de esta misma senda, es decir, un thriller en el que el lector disfrute, que le aporte nuevos conocimientos, que le induzca a pensar y que se interrogue acerca de si lo que cuenta la obra es verdad o no.


SOBRE ALBERTO CURIEL

Alberto Curiel (Valladolid, 1972) es Ingeniero Superior de Telecomunicaciones por la Universidad de Valladolid, Máster en Dirección Comercial y Márketing por el Instituto de Empresa, y PDD por ESADE. Fruto de su pasión por las Humanidades, también ha realizado estudios de Historia y Literatura. Su carrera profesional se ha desarrollado en departamentos comerciales y de publicidad de multinacionales españolas, lo que le ha llevado a viajar por medio mundo. Actualmente es Director de Márketing de Mapfre Asistencia, y colabora en el programa cultural El marcapáginas, de Gestiona Radio. ‘El caso Galenus’ es su primera novela.