El atractivo profesor de literatura
Víctor Vega decide aceptar la insólita propuesta que le hace la viuda del
escritor Hugo Mendoza: investigar si, a pesar de que su muerte fue rigurosamente
certificada, su marido sigue vivo… y averiguar quién envía, cada 3 de diciembre,
un nuevo manuscrito del escritor fallecido. Este es el resumen, muy reducido,
de ‘La última confidencia del escritor Hugo Mendoza’, opera prima de Joaquín
Camps, editada por Planeta. Camps no quiere revelar detalles de su novela
porque “he trabajado mucho en ella para
conseguir que todo encaje y se resuelva en las últimas cuarenta páginas. Y los
lectores me dicen que lo que más les gusta es el sorprendente final”. Bajo
estas premisas, solo resta presentar al escritor gandiense caminando por la
periferia del libro. Y lo primero que surge es el motivo por el que Camps
escribe. “Me puse a escribir para
evadirme, para disfrutar, y la sorpresa es que ha sucedido algo de orden
superior”. A sus alumnos y compañeros de la facultad tampoco parece
importarles esta nueva faceta de su profesor y colega. Todo lo contrario, les
gusta. “Por un lado, están sorprendidos
y, por otro, muchos me han traído la novela para que se la firme. Me llueven
felicitaciones por todas partes”. Joaquín Camps tiene varios trabajos
publicados, pero pertenecen al ámbito de la investigación, del trabajo sistemático.
“He publicado algunos textos científicos,
pero no tienen nada que ver con la ficción. Hace días, una periodista me
comentó que en la novela utilizo un lenguaje muy preciso y eso quizá se deba a
que, por mis escritos anteriores, soy minucioso y detallista. En el mundo de la
ciencia hay que ser muy riguroso y seguir un método científico. En la ficción
impera la libertad”.
La idea para ‘La última confidencia
del escritor Hugo Mendoza’ surgió gracias a una frase, “A veces inventamos personas”, que tuvo tanto éxito que “las editoras la han incluido en la solapa.
Precisamente ése es el leitmotiv que guiará al lector a lo largo de todo el
texto”. Camps trabajó la novela
varios años y durante un tiempo la guardó en un cajón de su mesa. “El libro contiene una reflexión sobre la
mentira que nos contamos a nosotros mismos para ser felices. Gracias a ella, me
di cuenta de que me engañaba. La había guardado no por temor a los lectores,
sino a recibir un no por parte de las editoriales. Así que saqué la novela del
cajón y traté de publicarla. Y lo conseguí”. Un volumen tan extenso, casi
ochocientas páginas, parece requerir un guión para manejar su estructura. “Ha resultado compleja de escribir, pero la
he cuidado para que el lector pudiera digerirla fácilmente. La idea, el cogollo
de la historia, se me ocurrió en el aeropuerto de Bérgamo hace cuatro años.
Pero no la desarrollé enseguida. Me limité a tomar notas y después me entretuve
en armar la trama. Es una obra con mucho contenido y hay que distribuirlo
mediante escenas lógicas y atractivas. Creo que el resultado es una novela bien
cerrada y sin cabos sueltos”. Sin embargo y a pesar de todas las ideas
preconcebidas, a veces algunos personajes se rebelan y piden una cuota mayor de
protagonismo. “Mientras la escribía,
observé que algunos personajes me pedían más marcha. A unos se la he dado y a
otros no. He sido estricto en eso”.
‘La última confidencia del escritor
Hugo Mendoza’ está escrita en tercera persona, porque era la que más se
ajustaba al contenido de la novela. Como en casi todas las primeras obras, hay
mucho del escritor vertido en el texto. “Es
imposible escribir una novela sin aparecer en ella. El proceso creativo es una
recreación que el autor hace en su cabeza de sus experiencias, de los libros
que ha leído y de las películas que ha visto. Víctor Vega, el protagonista,
seguro que tiene muchos detalles míos”. El primer capítulo es muy potente.
Su objetivo, no cabe duda, es captar pronto la fidelidad del lector. “Como lector, si un libro no me atrapa en las
cien primeras páginas, lo abandono, no lo termino. Y eso es porque el escritor
no ha hecho bien su trabajo. Yo me he esforzado por conseguirlo y creo que lo
he logrado”. Camps señala que en cierta medida se podría calificar a su
novela como coral “porque hay una gran
variedad de personajes, de entornos, de conversaciones solemnes mezcladas con
otras no tanto”. El protagonista principal es Víctor Vega, un profesor
universitario que solo tiene doscientos euros en su cuenta bancaria y que, sin
embargo, pilota un Porsche. “Víctor es
una persona llena de incongruencias, con una vida muy agitada, que se deja
llevar a veces por sus pasiones y eso le hace cometer errores de los que se
arrepiente”. De entre los muchos
personajes que pueblan estas páginas, resalta especialmente Santa Tecla, una
monja experta en informática. “Santa
Tecla es muy joven, tiene veinte años. Está en un convento de clausura y
sospecha que la vida que ha elegido no le basta. Ella intenta medirse a sí misma buscando su
felicidad y el desarrollo de la novela le mostrará que no ha escogido el camino
correcto”. Para un gandiense como Joaquín el mar es algo esencial y por eso
aparece en el libro. “Para mí es un protagonista más de la novela. Adoro el
mar y una de mis mayores satisfacciones es pasear por la orilla, tanto en
verano como en invierno. Es un lugar perfecto para inspirarse y pensar. Me costaría
mucho vivir lejos de él”.
El futuro de ‘La última confidencia
del escritor Hugo Mendoza’ se dibuja esperanzador, brillante, prometedor. “Hay una productora cinematográfica
interesada en el libro, no sé lo que ocurrirá, pero lo que sí tengo claro es
que es una novela muy visual. Algunas personas que han visto el booktrailer se
preguntan si corresponde al anuncio de un libro o al de una película”. Y el
de Joaquín Camps, como escritor, parece asegurado. “Mi segunda novela está ya muy avanzada, es un proyecto independiente de
la anterior. Transcurre en París. Espero poder concluirla cuando acabe esta
promoción. La comencé nada más terminar la primera y quizá por ese motivo no he
sentido eso que llaman el miedo a la segunda novela”.
Herme Cerezo
SOBRE JOAQUÍN CAMPS
Joaquín Camps es profesor de la Universidad de Valencia, ciudad en la que reside, aunque nació en Gandía. Su campo principal de investigación y docencia es el comportamiento humano en las organizaciones, y ha publicado numerosos trabajos científicos en esta área. ‘La última confidencia del escritor Hugo Mendoza’ es su primera novela.
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