África Sempere se inició en
el mundo del deporte a través del judo, pero desde la categoría infantil
comenzó a practicar el balonmano en el C. Bm. Torrellano, dentro de las típicas
actividades extraescolares. «Estuve en el
Centro de Alto Rendimiento de Cheste, donde trabajé con entrenadores como Marc
Madruga, Patxi Martí, Juan Ángel Perdigón o Silvia del Olmo y de ahí pasé al
Elche Mustang, que participaba en la máxima categoría del balonmano femenino
nacional». Hacerse un hueco en el Elche Mustang no le resultó fácil porque
«había mucha jugadora extranjera y era
muy difícil entrar en el primer equipo. Sin embargo, con esfuerzo y paciencia
lo conseguí». Para la jugadora ilicitana, «hoy por hoy, el balonmano significa mi forma o mi estilo de vida. No
concibo un día sin el balonmano. Es un deporte que me encanta y que me
proporciona experiencias y sensaciones difíciles de explicar con palabras».
La jugadora ilicitana se
desenvuelve en la demarcación de pivote desde hace tres años, «un puesto que me gusta, porque creo que son
necesarias muchas habilidades para desempeñarlo, sin olvidar que estás en
continua pelea con el equipo contrario». Pero no siempre jugó en esa
posición, porque los sucesivos entrenadores que ha tenido la consideraron siempre
una jugadora universal, el comodín del grupo. Como no podía ser de otro modo,
también le gusta defender porque «la
defensa es lo más importante del equipo, es donde de verdad se comprueba el
carácter y la fuerza de las jugadoras. Defender significa sacrificio y ganas de
lucha, aspectos que para mí son imprescindibles a la hora de jugar».
En el Elche Mustang
permaneció África durante cuatro temporadas, desde el año 2010 al 2014, con
buenos resultados. Precisamente esos buenos resultados, traducidos a números,
fue lo que hizo que un equipo noruego, el Fredrikstad Handball Club, se fijase
en ella. «A través de un representante,
vieron un video mío. Les gusté y me llamaron para hacer una prueba. Viajé a
Noruega y estuve dos días entrenando con ellas. Me hicieron una buena oferta y
decidí aceptarla». Pero el dinero no
fue lo único que la llevó a enrolarse en la competición nórdica. «Me gustó cómo era aquello. Jugar allí,
además, significaba la posibilidad de aprender otro idioma y vivir una
experiencia distinta». Su familia no opuso objeción alguna a su partida. «Mis padres me ayudaron y me apoyaron en mi
decisión de marcharme. Ellos pensaban que aquella oportunidad me permitiría
madurar como jugadora y como persona».
África Sempere con el Fredrikstad Handball Club |
NORUEGA Y EL BALONMANO
Fredrikstad, lugar donde
radica el club de África Sempere, es una ciudad que cuenta con más de 78.000
habitantes según el último censo. Fundada en 1567 por el rey Federico II, de
ahí su nombre, dista unos cien kilómetros de Oslo, la capital, y pertenece a la
provincia de Ostfold. «En Noruega se vive
de un modo bastante distinto, sus costumbres son completamente diferentes a las
nuestras. Al principio cuesta ubicarse, porque dejas a tu familia y a los
amigos en España, pero una se adapta y, a nivel balonmanístico, hay más
posibilidades de desarrollarse que en nuestro país». Aunque los noruegos
tienen fama de ser muy suyos, la realidad parece indicar lo contrario. «A pesar de lo que se piensa, son buena
gente, muy amables, y te ayudan mucho. Tienen en cuenta que eres española y que
no hablas su lengua e intentan que te sientas como en tu casa, aunque está
claro que no es lo mismo».
Resulta innegable afirmar
que el balonmano femenino noruego goza de una salud inmejorable. En el pasado
Campeonato de Europa, Noruega se proclamó campeona tras vencer en la final
precisamente a España. Los medios de comunicación noruegos también se hacen eco
de los partidos, se televisan muchos de ellos y la prensa habla de los
encuentros en los días previos. «En
Noruega el balonmano se vive con
intensidad y tiene una consideración social mayor que en España. La gente está
muy implicada y el público acude a los pabellones en gran cantidad». Este
público, sin embargo, no es igual que el español. «Los seguidores son muy amables y respetuosos, casi siempre vienen un
montón de niños y niñas a pedirte camisetas o autógrafos, pero no animan tanto
en las gradas como nuestro público, son más silenciosos». El carácter
noruego también impregna los resultados de los encuentros. Las jugadoras
noruegas viven las victorias y las derrotas de un modo propio. «En España le damos mucha más trascendencia a
las derrotas y nos quedamos con muy mal sabor de boca durante largo tiempo. Las
deportistas y los entrenadores noruegos están más concienciados de que en el
deporte no siempre se puede ganar y conceden importancia a estas cosas en su
justa medida, dejando de lado lo que no tiene arreglo. Al día siguiente de una
derrota comienzan su trabajo como si nada hubiera ocurrido y eso es algo que
admiro sinceramente».
El Fredrikstad Handball Club
milita en la Primera División y su objetivo es el retorno a la máxima división
noruega, la Grundigligaen. Para ello han fichado nuevas jugadoras y a un
entrenador de nacionalidad sueca, Christer Karlsson. «El Fredrikstad tiene solo sección femenina de balonmano – explica África –, que abarca desde el equipo senior hasta
las categorías inferiores. Los socios, de forma desinteresada, se mueven mucho
y se encargan de solucionar los problemas que les puedan surgir a las jugadoras
y ayudan a conseguir recursos económicos para el club». Los inviernos en
Noruega son duros y se combaten con entretenimiento. «En invierno no puedes salir a la calle por el mal tiempo, no podemos ir
al cine ni a los bares, así que nos quedamos en casa y leemos mucho». Pero el
frío no interrumpe la competición, los noruegos lo tienen todo muy controlado y
se mueven con facilidad. «Para los
desplazamientos no utilizamos mucho el autobús, nuestro vehículo de transporte
más usual es el avión». El pabellón donde juega sus partidos el Fredrikstad
se llama Kongstenhallen y, además de la pista polideportiva, cuenta con una
piscina exterior.
MÉTODOS DE TRABAJO
Según África sus métodos de entrenamiento
son distintos de los españoles. En su actual club entrena todos los días por la
tarde, en tres de ellos hace doble sesión, gimnasio y puesto específico, y
descansa las vísperas del partido. «Trabajan
de un modo muy diferente al nuestro. Echo en falta a los entrenadores españoles
en todo lo referido a los aspectos tácticos del juego, porque tienen más picardía y plantean mejor
los partidos. Ellos son más cerrados, mantienen siempre el mismo sistema y les
cuesta mucho abandonar ese patrón. Son partidoras de las defensas compactas y
apenas practican defensas individuales». Sin embargo, gozan de otras virtudes. «Técnicamente aprendes bastante, porque practicamos con
frecuencia el lanzamiento a lugares predeterminados. Como además sus jugadoras
son altas y fuertes, lanzan muy rápido». Otro aspecto que también entrenan
con intensidad es el contraataque, al que conceden un papel muy importante en
el transcurso del juego. «En todos los
entrenamientos, independientemente de lo que estemos haciendo, trabajamos el
contraataque y corremos mucho, con lo que llegamos al partido como si fuéramos
motos».
Al contrario de lo que
ocurre en nuestro país, algo que está provocando el continuo éxodo de jugadoras
allende nuestras fronteras, las jugadoras noruegas son auténticas
profesionales. «Las noruegas pueden
mantenerse con lo que ganan en el balonmano, pero son muy disciplinadas y
también trabajan y estudian. Tienen claro que el deporte no es lo único que hay
en la vida. Ninguna de mis compañeras se dedica solo al balonmano». África
tiene contrato para esta temporada y en su mente conserva fresca la imagen de
nuestro país. «Como en España no se vive
en ningún sitio y en mi cabeza siempre está la idea de volver y disfrutar con
los míos, pero es bueno vivir experiencias y conocer otro estilo de balonmano».
Dentro de ese pensamiento, ocupa un lugar principal un deseo: ser convocada
para la selección nacional absoluta, ‘Las Guerreras’, que dirige Jorge Dueñas. «La selección española me llamó el año pasado
para asistir a una concentración, pero todavía no me ha convocado para jugar.
Creo que, hoy por hoy, está complicado entrar en la selección, pero yo no voy a
dejar de trabajar duro por si en un futuro no muy lejano me llega la oportunidad».
SOBRE ÁFRICA SEMPERE
África Sempere Herrera
(Elche, 1992) comenzó a jugar al balonmano desde la categoría infantil. En
España ha formado parte de los equipos C. Bm. Torrellano y Elche Mustang,
siendo integrante habitual de las selecciones de la Comunidad Valenciana, con
la que se proclamó campeona de España. Desde el año 2014 juega en la liga
noruega, una de las competiciones femeninas más atractivas del mundo, enrolada
en el Fredrikstad Handball Club.
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