Como manda la tradición, un año más, el 1 de enero, se ha celebrado el Concierto del Año Nuevo, a cargo de la Filarmónica de Viena, dirigida en esta ocasión por Mariss Jansons. A lo largo del mismo, se han interpretado los acostumbrados valses, polcas y galopes a los que la orquesta vienesa nos tiene ya acostumbrado, por supuesto con su solvencia habitual.
Dos detalles a destacar, además de dejar constancia del variado repertorio escogido por el maestro letón para la ocasión. Uno, la intervención en un par de piezas de los Niños Cantores de Viena, que ya participaron también en la anterior ocasión en la que Mariss Jansons dirigió este mismo concierto; y dos que, en la obra que tradicionalmente cierra la matinal, la Radetzsky March, Jansons se ha ausentado del escenario y ha dejado a los profesores que tocasen solos durante un par de minutos. A continuación, batuta en ristre, se ha reincorporado al atril justo a tiempo de dirigir la coda final.
Seguidamente, mis invisibles, pueden ver unas cuantas imágenes del concierto, protagonizadas por el gran protagonista de la mañana: Mariss Jansons.