«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 2 de enero de 2017

Gustavo Dudamel triunfó en el Neujahr Concert de 2017

Ya es casi tradicional que El Eco de las Voces comience el ejercicio con música, más concretamente con imágenes del Concierto del Primero de Año, Neujahrt Concert, que se celebra cada uno de enero en Viena a cargo de la Filarmónica de la capital austriaca y que convoca a los mejores directores mundiales para festejar universalmente el nacimiento del nuevo mes de enero. que apenas tiene once horas de existencias cuando comienzan a sonar los primeros compases.


Este año la conducción del evento, como todo el mundo sabe a estas alturas, corrió a cargo del director venezolano Gustavo Dudamel (Barquisimeto, 1981), por el que siento una especial predilección tras verle dirigir a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, de la que es director titular, renovado hasta 2019, la Primera Sinfonía de Gustav Mahler en versión deuvedé.


La dirección de Dudamel al frente del elenco vienés me pareció excelente, más allá de que quizá comenzara algo tímido y con piezas no demasiado frecuentes, para poco a poco ir soltándose, sobre todo en la segunda parte (la primera me pareció algo más breve de lo habitual). Incluso tuvo el detalle de ser el primero que aplaudiera una pieza que el público, bien por desconocimiento, bien por descuido, no había comenzado a aplaudir una vez concluida su ejecución.



Sin embargo, tras ver el concierto y observar las reacciones suscitadas entre los asistentes in situ, lejos de las críticas expertas, no albergo ninguna duda de que su batuta rayó a gran altura y que ofreció un concierto de primer nivel, como solo esta orquesta y este director podían ofrecer. Y créanme, no soy músico, pero mi padre sí lo era, y a los cinco años yo ya estaba entre las cortinas de los escenarios viéndole tocar con la Orquesta de Cámara de Valencia obras de Pergolesi, Brahms. Mozart, Haydn, Beethoven, Stamitz, Grieg y un largo etcétera, por lo que tengo el oído bien afinado y engrasado y gracias a ello creo que sé distinguir los buenos pentagramas de los malos.




Y el uno de enero de 2018 le corresponderá el turno en el Neujart Concert a Riccardo Mutti, un director italiano que será la quinta vez que se ponga al frente de la Orquesta Vienesa en esta fecha tan señalada, con un estilo completamente distinto. La cuenta atrás ya ha comenzado.

Herme Cerezo