Nº 603.- «He decidido no desvelar mi
identidad. Vivo en un mundo ajeno al universo literario y prefiero permanecer a
este lado, dando forma a mis tramas en un segundo plano. Siempre he creído que
el secreto del éxito de un libro es el propio libro, no quien lo haya escrito,
así que he decidido que mi novela hable por mí». Quien así se expresa es Greta Alonso, una
escritora que vive asomada al Cantábrico, cuya formación como ingeniera le ha
llevado a trabajar en distintas empresas del sector. Ella es amante del cine y
del deporte y hasta ahora ha escrito distintas novelas cortas y relatos, todo
inédito. Sin embargo, recientemente ha decidido dar un paso más y sacar a la
luz, bajo seudónimo, su primera novela, ‘El cielo de tus días’, publicada por
Planeta, y cuyo punto de arranque es la aparición de un mechón de pelo junto a
un inquietante anónimo, que provoca la reapertura del «caso Alicia», una joven
asesinada hace quince años en un monte de Cantabria; el hecho podría confirmar
una terrible sospecha: ¿y si el autor del crimen no fuera el hombre encarcelado
por ello hace más de una década? El primer viernes de junio conversé durante
unos minutos con Greta Alonso para hablar de su novela. Fue una entrevista
telefónica, sin rostro, solo su voz, que fue registrada por la grabadora. El
piloto rojo, encendido, me indicaba que ya estábamos hablando. El tema del
seudónimo quedó aparcado hasta el final de la charla, con un adelanto casi al
comienzo. En realidad, lo que interesaba era la sustancia de sus más de cuatrocientas
noventa páginas.
¿Por qué escribe Greta Alonso?
Bueno, escribir surge de una
necesidad que he sentido siempre, porque llevo contando historias toda mi vida.
Lo que ocurre es que ninguna de ellas ha sido tan ambiciosa como este libro.
Hasta ahora eran relatos y cuentos, nunca me había atrevido a dar el salto a la
novela.
Le pediste a la editorial publicar con seudónimo y en una
entrevista has manifestado que: «establecí esa condición desde el principio; de
hecho, la novela ha estado a punto de no publicarse por ese motivo. Yo sufrí un
episodio de estrés extremo y no supe manejarlo, entonces tengo que ir con mucho
cuidado». ¿‘El cielo de tus días’ tiene un valor terapéutico para ti?
Sí, para mí escribir es terapia, algo que me permite evadirme
de mi día a día, de mi rutina, de mi trabajo… Yo me introduzco en la trama y me
siento totalmente ajena del exterior. La lectura, y mucho más la escritura, son
valores refugio para mí.
¿Te desenvuelves igual de cómoda en la novela que en el relato?
La novela es más divertida,
hay que ir encajándolo todo, aunque es verdad que hay que tener más orden en lo
que haces. Me gusta que las novelas sean auto conclusivas, que se cierren, que
tengan un final.
Has debutado en la escritura
con el género negro, un género complejo para escribir, que se rige por sus
propias normas. ¿Por qué decidiste empezar con un thriller?
Lo he utilizado porque me
divierte. Me divierte ir encajando las piezas de un rompecabezas. Esto es una
especie de galimatías, que una ha de resolver y yo lo he utilizado también para
introducir crítica social, algo que en otros géneros es mucho más complicado de
hacer. De todos modos, a la novela había que ubicarla en algún género y la han
calificado como thriller, porque hay un crimen y una investigación policial, pero
tiene mucho de novela literaria. A diferencia de otras obras del género negro,
yo entro mucho en la psicología de los personajes y utilizo sus miedos y
frustraciones como elementos de crítica social también.
Pero ‘El cielo de tus días’ encierra
también una historia de amor, ¿estamos ante un thriller disfrazado de historia
de amor o una historia de amor disfrazada de thriller?
Diría que son dos historias
paralelas, que se entrecruzan. La historia de amor es transversal y nada
romántica. Los personajes se autoengañan y no quieren admitirlo. La novela es
muy real, muy cruda, y en ella vemos lo peor de las personas.
Leo género negro, pero no
exclusivamente. Me gusta mucho Benjamin Black, Dolores Redondo, Toni Hill y
Tana French, una escritora irlandesa que me interesa porque entra en la
psicología de los personajes. No me interesan esos clichés, que se centran en
la trama y no profundizan en los protagonistas y en los motivos que tienen para
comportarse como lo hacen. Pretendo ir más allá y analizar las causas de por
qué una persona comete un crimen.
¿Qué imagen o qué suceso
propició la escritura de ‘El cielo de tus días’?
La novela nace del primer
capítulo, cuando Álex Brul, el protagonista masculino, se levanta de la cama
por la mañana y percibe una sensación funesta, que lo derrumba, que le hace
sentirse agobiado y asfixiado por su rutina y por su relación de pareja. Además,
en ese instante sopla un viento Sur que, en Bilbao, es bastante duro. Ésa fue
mi idea inicial. Después, cuando Brul llega a trabajar, aparece el mechón de
pelo y, a partir de ahí, es cuando surge todo lo demás.
¿Anduviste mucho tiempo
madurando y dándole vueltas a esa idea inicial antes de sentarte a escribir?
Sí, muchísimo. Por mi trabajo
y la vida me cuesta mucho encontrar el momento para escribir. Pero la escritura
en sí ha sido casi compulsiva. Todo fluyó muy fácil. Las ideas estaban en mi
mente y habían madurado lo suficiente.
¿Conocías el desenlace de la
novela desde el primer momento o fuiste descubriéndolo durante el proceso
creativo?
No, no conocía el desenlace. Durante
la escritura, los personajes me fueron guiando y, cuando estaba terminando, me
di cuenta de cuál tenía que ser el final de la novela. Y lo cierto es que no
cabía otra opción, después de conocerlos, de ver cómo eran y cómo se movían en
la trama. Sus motivaciones y su pasado no podían acabar de otro modo.
Greta Alonso (imagen suministrada por Planeta) |
Me parecía una estructura más
dinámica, porque me permitía entrar en la mente de los personajes y ver que lo
que piensan no siempre está en consonancia con lo que dicen o hacen. Álex y
Natalia mienten, también a sí mismos, se autoengañan y me parecía interesante
ver hasta qué punto las personas somos hipócritas con nosotros mismos.
¿Te ha resultado fácil
introducirte en la piel de Álex?
La verdad es que sí y, además,
ha sido muy divertido. De hecho, prefería escribir sus capítulos antes que los
de Natalia.
Ellos dos y el resto de los
personajes como Néstor, Rocío, Salas o Pinedo, entre otros, son tipos oscuros,
atormentados, que no están a gusto con sus vidas.
Sí, pero los motivos que
tienen para estar atormentados no son extraños, no han tenido una infancia
atroz o traumática, los suyos son motivos cotidianos, que nos podrían pasar a
cualquiera de nosotros.
Has narrado la historia de tal
manera que aquí todos son sospechosos.
Es lo que pretendía, porque cada
uno de ellos oculta algo. Al final todos los personajes tienen puntos oscuros,
no hay ninguno que sea completamente blanco o negro, son grises. Quería
demostrar que los personajes no eran planos sino redondos y llenos de matices.
La novela la escribiste por
capítulos, capítulos que entregabas a unos pocos amigos, muy pocos, que los
leían y te daban su opinión. ¿Escribir de ese modo no te producía estrés?
Sí, pero también me hacía
feliz. Si no lo hubiera hecho así, tal vez hubiera abandonado. Ellos me pedían
más y yo tenía que escribir más. De paso, me iba retroalimentando con sus
opiniones y creo que eso es bueno, porque cuando uno se mete en una novela
lleva entre manos algo subjetivo y piensa que está escribiendo una maravilla. Sin
embargo, desde fuera, pueden verlo de otro modo y nos ponen los pies en la
tierra.
Entonces, ¿has escrito la
novela pensando en ti o en esos lectores que opinaban?
La he escrito pensando en mí,
pero sí es cierto que estas personas, que me iban informando, de alguna manera
me obligaban a cambiar cosas de la novela.
Una buena parte de ‘El cielo
de tus días’ transcurre en Bilbao, ¿Bilbao resulta buen escenario para una
novela negra?
Para mí es un lugar ideal. Su
luz plomiza, en sus días grises, creo que es perfecta para una novela de
intriga. Bilbao es una ciudad cosmopolita, que tiene mucho movimiento,
industria, turismo, el Guggenheim, pero al mismo tiempo ha sabido mantener las
tradiciones y su esencia. Yo ahora mismo paseo por sus calles y la reconozco,
sé que estoy allí. Sin embargo, hay ciudades que han perdido la identidad.
¿Por dónde anda Greta Alonso
en la novela?
Me encuentro en todos los
personajes. Me veo incluso en Alicia, la chica asesinada. Hay mucho de mí en
ella.
¿Llevas algún nuevo proyecto
literario entre manos?
Sí, he escrito más cosas. Esta
novela la acabé en julio de 2017, lo que ocurre es que no sé cómo va a funcionar,
de momento va bien, y tampoco sé cómo voy a funcionar yo misma en este mundo de
la literatura. Hasta ahora el tema del seudónimo me permite mantener una cierta
distancia, pero he de ver cómo resulta todo antes de volver a publicar.
Acabemos con un poco de humor.
Hace un par de años entrevisté a un escritor, que escribió un cuento donde el
narrador decía que estaba harto de asistir a presentaciones y entrevistas. En
su idea, pretendía contratar a alguien que asumiese su papel. Greta, en
realidad, ¿eres tú la escritora o he conversado con otra persona?
[Sonrisa telefónica, leve] No,
no, claro que soy yo. Te lo garantizo. En el caso que planteas se trataría de
una impostora. Y no es eso. Yo dejé claro en la editorial lo que iba a hacer y
lo que no. Las entrevistas telefónicas las llevo bien, porque las hago desde
casa y muy a gusto. Hacerlo de ese otro modo sería una impostura como digo.
Tengo un perfil en Instagram y oculto muchas cosas de mi vida, pero lo que digo
ahí es totalmente cierto. No he creado un personaje que sea Greta Alonso. Todo
lo que se ve de ella es verdad.