«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

jueves, 25 de junio de 2015

Sandra Barneda, periodista y escritora: “Cuanto más te quieres, más estimulas el amor hacia el otro”

Un nutrido grupo de lectores aguardaba a Sandra Barneda a las puertas de un conocido centro comercial de Valencia, para departir unos instantes con ella y llevarse cualquiera de sus libros firmados, especialmente el último de ellos, ‘La tierra de las mujeres’, editado por Suma de Letras, en el que la escritora barcelonesa nos habla de Gala Marlborough, una mujer que vive con sus hijas Kate y Adele y que viaja a un pequeño pueblo del Ampurdán para cobrar la herencia de un familiar desconocido y regresar después a Nueva York. Sin embargo, esta visita sacará a la superficie un puñado de mentiras y secretos olvidados que hará cambiar su actitud.

lunes, 22 de junio de 2015

Guillermo Roz, escritor: “Mi patria es el tránsito, el viaje, en algún momento tenía que escribir una novela sobre el emigrante”

Intentando descifrar los enigmas del padre que no conoció, la voz de Milagros nos conduce por una vía asombrosa. Todo empieza en Aveyron, sur de Francia, a finales del siglo XIX. Malemort, un joven campesino enamoradizo, cae flechado por Juliette con la que se casa al poco tiempo. Pero las ansias de ésta por tener una vida mejor hacen que el matrimonio sea fugaz. Voces malintencionadas hacen correr el rumor de que la razón del fracaso matrimonial ha sido la impotencia de Malemort. Desesperado y abandonado por todos, aparece un salvoconducto a su drama sentimental: un barco a Argentina para empezar una nueva vida como colono. Ni la travesía ni la llegada al desierto pampeano será lo que Malemort había soñado. Solo su perseverancia y un giro del destino le resarcirán de los agravios sufridos. Este es el caldo argumental del que vive la nueva novela del escritor Guillermo Roz, titulada ‘Malemort, el Impotente’, editada por Alianza Editorial, con la que  ha ganado el Premio Unicaja de Novela Francisco Quiñones. Después de una siesta de urgencia, como de primeros auxilios, el autor argentino dialogó conmigo sobre algunos pormenores de su novela.
Guillermo, enhorabuena por el éxito, ¿qué significa para ti ganar este Premio Fernando Quiñones: dinero, autoafirmación como escritor, reconocimiento por parte de los colegas que integran el jurado…?
Lo más importante es que un premio significa tiempo nuevo para escribir. Cuando me lo dieron, me di cuenta de que podría escribir otra novela, otra muy buena novela. Si hay algo difícil hoy en día es disponer de tiempo para dedicarse a algo tan precioso como  la literatura, sin dejar de lado, por supuesto, el prestigio que supone ganar un galardón como el Fernando Quiñones.

viernes, 19 de junio de 2015

Las entrevistas de Valencia Negra (y 4): Ángel Gil Cheza, escritor: “El choque entre mi prosa poética y el género negro fue lo que me hizo escribir esta novela”

Ángel Gil Cheza acaba de publicar ‘Pez en la hierba’, una novela editada por Suma de Letras en la que nos habla de Miquel Ortells, un editor que regresa a su pueblo natal, Vila-real para cuidar de su padre, convaleciente tras un ataque al corazón. En su antiguo domicilio familiar, que se alza junto al río, se enfrentará a los problemas que un día le empujaron a marchar, en especial, el divorcio de sus padres enturbiado por el asesinato de dos niñas de trece y diecisiete años. Gil Cheza procede del mundo virtual, quizá una de las pocas salidas que quedan disponibles para los autores que intentan labrarse un porvenir dentro del panorama literario actual. “La autoedición es un camino, o lo fue, que permite llegar al gran público, que era mi gran obsesión. Para que una editorial se fijara en mi trabajo era preciso acceder primero a los lectores. En su momento, ingenié un montón de planes, que no llegué a llevar a cabo,  y desarrollé la misma estrategia comercial que utilizaban los grupos de música en los años noventa para llamar la atención sobre sus composiciones. De todos modos no hay que engañarse: la suerte y la calidad de lo que escribes influyen mucho en el resultado final de tu esfuerzo”.

jueves, 18 de junio de 2015

‘Los hijos de la libertad’ de Marc Levy y Alain Grand. La trastienda humana de la Resistencia francesa.

Los de mi generación, cuando fuimos pequeños, aprendimos la II Guerra Mundial a través de las imágenes que nos transmitían los tebeos de ‘Hazañas Bélicas’ de Boixcar o del Sargento Gorila, obra del guionista Eugenio Sotillos y el dibujante Alan Doyer. Aunque no recuerdo muchos más detalles, en aquellas viñetas en blanco y negro, los alemanes siempre eran los malos excepto cuando guerreaban contra los rusos, momento en el que se convertían en seres con sentimientos y valores humanos sin cuento. En 2013, el  valenciano Paco Roca  publicó ‘Los surcos del azar’, novela gráfica en la que nos habló de las tribulaciones de un puñado de republicanos españoles que pelearon en Francia y contribuyeron a la liberación de París, de hecho llegaron antes que nadie. Y es ahora, un par de años después, cuando nos llega el álbum ‘Los hijos de la libertad’, editado por Planeta Cómic, dibujado por Alain Grand y basado en la novela homónima de Marc Levy, que relata el papel desempeñado por la resistencia francesa en la lucha contra la ocupación alemana de Francia, una Francia dividida en dos: el norte, dominado por los alemanes, y el sur, controlado por el gobierno de Vichy, encabezado por el mariscal Pétain. Si, como decía antes, con Roca nos desayunamos de que en la División comandada por el general Leclerc, Compañía la Nueve, pelearon los republicanos españoles, con ‘Los hijos de la libertad’ descubrimos que en la 35ª brigada FTP-MOI, que operó en la zona de Toulouse, militaron inmigrantes polacos, húngaros, italianos, españoles y también ciudadanos franceses, algunos de ellos judíos, todos muy jóvenes. Bajo estas premisas podemos detenernos unos instantes y plantearnos la importancia que tuvo la intervención extranjera en el país vecino durante la II Guerra Mundial.

El comienzo del álbum de Grand no puede resultar más significativo: en la Francia gobernada por Pétain, mientras el pueblo le aclama durante un desfile, un grupo de muchachos hace llover panfletos en su contra: “La juventud de Francia no quiere un mariscal traidor”. La voz narradora prosigue: “Para nuestros compañeros, todo empezó como un juego de niños. A algunos no les dará tiempo de convertirse en adultos”. La causa de la libertad no distingue entre jóvenes y viejos, solo entre ocupados y libres,  vivos y muertos. La siguiente escena, 21 de marzo de 1943, introduce de lleno al lector en la trama: un padre se despide de Raymond, su hijo, que casi no tiene dieciocho años, mientras ambos toman un café acodados sobre la barra de un bar. La decisión del joven de enrolarse en la  es firme y su padre no se opone, pero como luego recordará el muchacho “en sus ojos había una urgencia que yo tardaría años en comprender. No era su muerte la que imaginaba, sino la mía”. A partir de ese momento, Raymond trocará su nombre por un alias: Jeannot, su salvoconducto, su deneí para la guerra subterránea. En su idealismo, intenta ingresar en la R.A.F. o en el maquis, pero terminará encuadrado en la guerrilla urbana, porque él quiere matar a un nazi antes de morir. Poco a poco asistiremos a su integración en el grupo, a la aceptación de las normas de seguridad y al aprendizaje de las estrategias guerrilleras. Jeannot, igual que su hermano Claude que le acompañará en esta lucha, pronto se regirá por una doble vida: la real en la clandestinidad y la aparente en la pensión que habitan como estudiantes.

domingo, 14 de junio de 2015

Las entrevistas de Valencia Negra (3): Rosa Ribas, escritora: “Conocer la existencia de nuestros antepasados nos ayuda a entender mejor de dónde venimos y cómo somos”

Rosa Ribas pasó por Valencia para participar en la III Edición de Valencia Negra. Aprovechando su estancia en la capital del Turia pude compartir unos minutos con ella para charlar de su nueva novela, ‘Pensión Leonardo’, publicada por Ediciones Siruela. En ‘Pensión Leonardo’ la autora barcelonesa afincada en Alemania, abandona el género negro para adentrarse en la mirada de Lali, una niña de doce años, perspicaz y sensible, que habita en la pensión que da título al libro, ubicada en un barrio barcelonés a mediados de los años sesenta del siglo pasado. Estamos ante un texto de iniciación, en la que Lali aprenderá que hacerse adulta significa convertirse en protagonista y autora de su propia vida.
Rosa, en algún lugar he leído que emigraste a Alemania porque querías sentirte extranjera.
Es cierto. El año que viene cumplo ya mis bodas de plata en Alemania y con el paso del tiempo he perdido ese optimismo inicial, que me llevó a pensar que algún día me sentiría alemana. Me encuentro y me muevo bien, con comodidad, pero por el acento y por cómo hablas el idioma, ellos te hacen sentir que eres extranjera. Por otro lado, cuando regreso a España, cosa que hago con frecuencia, también veo la situación de nuestro país con distancia, es decir, me siento fuera de lugar en ambos casos.

El pasado jueves se entregaron los Premis Alfons el Magnànim 2015

El pasado jueves por la noche se entregaron los Premis Alfons el Magnànim de literatura (poesía, novela y novela negra), en castellano y catalán, en el MUVIM de Valencia. Entre los ganadores dos amigos muy queridos: Antonio Gómez Rufo y Vicente Marco Aguilar (segundo y sexto desde la izquierda, respectivamente), uno de Madrid y otro de Valencia. Enhorabuena a ambos.



sábado, 13 de junio de 2015

Cartel Feria del Libro de Madrid 2015

El cartel anunciador de la Feria del Libro de Madrid 2015, obra de Fernando Vicente, me gusta particularmente. Así que, ahora que el evento está a punto de concluir, lo inserto a continuación para que se solacen con él.


Samanta Schweblin, escritora: “En mi vida personal la soledad es el tiempo más rico, es el espacio en el que crezco, pienso, me formo, me curo…”

Son las nueve de la mañana de un viernes del mes de junio. El calor todavía duerme. Samanta Schweblin aparece por la puerta principal del Hotel Astoria Palace de Valencia. Las hojas de cristal, educadas, se abren a su paso. Blusa negra, sin mangas, tejanos ajustados hasta la rodilla, donde se liberan, y sandalias. Pelo negro, brillante, alta y delgada. Es hora más propia de desayunos que de entrevistas, pero la jornada de promoción manda. Samanta termina de publicar un nuevo libro de relatos, ‘Siete casas vacías’, editado por Páginas de Espuma, con el que ha ganado el IV Premio Internacional de Narrativa Breve Rivera del Duero, un terreno en el que según la contraportada del libro, la escritora argentina empuja a sus personajes a explorar terrores cotidianos, a diseccionar los miedos propios y ajenos, y a poner sobre la mesa los prejuicios de quienes, entre el extrañamiento y una “normalidad” enrarecida contemplan a los demás y se contemplan.  

Los miembros del jurado le otorgaron el galardón por su capacidad para crear atmósferas densas e inquietantes, así como por la estremecedora gama de sensaciones que recorren sus historias. “El premio – dice Samanta – es importante para mí porque, en principio, soy hija del rigor y me cuesta mucho soltar los libros, ponerles el punto final. Antes que nada, un premio es un concurso y ahí hay una fecha en la que presentar los textos. Podemos decir que, de alguna manera, los premios concretan mis libros. Por otro lado, resultar premiada es un gran halago, un enorme mimo, que te permite llegar a más lectores, te abre puertas y, lo más importante, hace que un editor realmente lea lo que tú le presentas”. Los libros de cuentos suelen tener una unidad temática, pero siempre resulta difícil discernir si esta unidad surge por generación espontánea o porque es el propio autor quien la busca desde el primer momento. “Cada cuento es único, no guarda relación con los demás. Al empezar no puedo pensar en un libro de cuentos, eso ocurre cuando ya dispongo de muchos relatos, es entonces cuando me doy cuenta de lo que llevo entre manos, entiendo lo que escribo y veo qué tipo de preguntas me estoy formulando en los relatos. Desde el momento en que entiendo ese universo, resulta mucho más fácil saber qué cuentos no pueden formar parte de ese universo y cuáles faltan para completarlo”.

jueves, 4 de junio de 2015

Jesús Cintora, periodista y escritor: “En la Comunidad Valenciana hay casos de corrupción de todo tipo porque se ha juntado un plantel de golfos digno de una película de Berlanga”.



Jesús Cintora (Ágreda, Soria, 1977) ha pasado revista a la España actual en un libro: ‘La hora de la verdad’, editado por Espasa. De la mano de personas tan significadas como Pablo Iglesias, Albert Rivera, Pedro Sánchez, Alberto Garzón, Ernesto Ekaizer, Cristina Fallarás, Pablo Casado, Irene Lozano, Miguel Ángel Revilla o Antón Losada entre otros, y a través del método de la entrevista, el periodista soriano nos muestra las distintas caras del complicado puzle en que se ha convertido nuestra democracia, al tiempo que vaticina un futuro regido por una sociedad cansada que pide a gritos un cambio.

‘La hora de la verdad’ arranca con el prólogo de un monstruo de la comunicación: Iñaki Gabilondo. “Iñaki es un maestro con el que tuve la suerte de trabajar durante seis años en la Cadena SER – dice Cintora –. Es todo un referente por su capacidad de trabajo y  su forma de desarrollar un periodismo directo y muy cercano a la gente”. Cobijado bajo el luminoso sol de Valencia, a primera hora de la tarde, Jesús habla con pausa, rumia la respuesta y explica el porqué del título escogido. “Tiene un doble sentido. Por un lado, creo que es el momento de dejarse de hipocresía,  una de las grandes lacras de la sociedad española, que mira al otro lado como quien piensa que no ocurre nada;  y por otro, pienso que ha llegado la hora de que se produzcan cambios y ver qué sucede”. El libro salió a la venta el 14 de abril de 2015, una fecha muy señalada en el pentágono peninsular, pero no fue hecho a propósito. “No es más que un producto de la casualidad”, ataja el periodista.