Antes de su formato actual integrado en el blog El Eco de las Voces desde el año 2011, El Kiosco de Dolan funcionó autónomamente durante un puñado de años. A partir de hoy, intentaré recuperar los trabajos que publiqué en aquella singladura por un doble motivo: por un lado, mi deseo de poner al alcance de los que aquí se asoman aquellos contenidos comprobando si resisten el paso del tiempo y, por otro, recordar el pasado reciente del cómic. A pesar de mi intención, no me resulta posible publicar estos textos ordenados cronológicamente, ya que se encuentran dispersos por la red.
Herme Cerezo
‘Miss Endicott’ de Derrien y Fourquemin: a mitad de camino entre el cómic, el cuento y la ciencia ficción
Planeta ha editado recientemente en un solo volumen los dos álbumes de Derrien y Fourquemin titulados ‘Miss Endicott’, un cómic ubicado cronológicamente en la Inglaterra del siglo XIX y cuyo análisis debe ser dividido en dos aspectos claramente diferenciados: el argumento/guión y los dibujos.
De partida, el guión de Jean Christophe Derrien no puede ser más sugerente: en el Londres victoriano, se supone el nombre de la ciudad aunque no se cite en la obra, se celebra el entierro de la antigua Conciliadora, Marguerite Madeleine Endicott, "nuestra Maggie" como la define uno de los personajes de la historia. Al sepelio, triste, popular y sin embargo poco concurrido, asiste Prudence Endicott, hija de la muerta, que acaba de regresar de un largo viaje y que viene dispuesta a sustituir a su difunta madre en dicho cargo. Bien, y ¿qué es una Conciliadora?, se preguntarán ustedes, mis improbables. Pues, una Conciliadora es una especie de justiciero del Oeste, en versión femenina, pulcra y británica, que maneja las armas de fuego de repetición, en el caso de la difunta Maggie, o las agujas de tejer calceta convertidas en mortíferos sables, en el caso de Prudence, con maestría indudable. La Conciliadora de la ciudad se encarga de solucionar problemas que le plantean los desheredados, los humildes, los que sufren penurias para llenar el estómago cada día. La Conciliadora tiene un despacho, donde trabaja y gobierna Wallace, su secretario particular, una especie de escribano entrado en años, calva y canas, que además se ocupa de las tareas de limpieza y otros menesteres no tan burocráticos.