«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 24 de septiembre de 2012

Ángeles Caso, escritora: “El poder continúa siendo un coto cerrado por el que se mueven unos cuantos que están colocados ahí no por sus capacidades, sino por su habilidad para medrar”

Sobremesa en la plaza Rodrigo Botet de Valencia. Cielo nublado. Run run de hélices sobre nuestras cabezas. Una conferencia de Ministros del Interior de países iberoamericanos ocupa una buena parte de la jornada en la capital del Turia. El helicóptero policial sobrevuela la ciudad protegiéndola de posibles alteraciones del orden público y de algún ignoto enemigo. Por instantes el ruido es intenso. Incluso apaga el alegre murmullo del agua que mana de la fuente de la plaza. Con ese trasfondo cada vez más habitual, comenzamos nuestra conversación con Ángeles Caso que presenta su nueva obra ‘Donde se alzan los tronos’, editada por Planeta, una novela con decorados históricos que, a través de su protagonista, Mariana de Trémoille, princesa viuda de los Ursinos, nos habla de la época de Luis XIV de Francia, de la llegada de Felipe V a España para suceder en el trono a Carlos II El Hechizado, de la Guerra de Sucesión, de la nobleza de ambos reinos y, sobre todo, del poder en términos absolutos.

Ángeles, ¿por qué no es una novela histórica ‘Donde se alzan los tronos’?
El adjetivo histórico me da un poco de miedo. ‘Donde se alzan los tronos’ no es una novela histórica en el sentido que mi objetivo era trazar un fresco sobre el poder que, además, fuese una especie de espejo donde se reflejen otras cosas que también suceden ahora. Lo que más me interesaba es que el lector haga una lectura actual del libro.


sábado, 22 de septiembre de 2012

La Familia Ulises vuelve a Barcelona

 
 
Una exposición recuerda la serie que popularizó el clásico TBO
La exposición La familia Ulises, que acogerá desde el 19 de septiembre al 5 de octubre la Biblioteca Ignasi Iglésias-Can Fabra, en el marco del CaricArt 2012, quiere rendir un homenaje a esta gran serie de nuestra historieta, una de las más populares, clásicas y también de mayor calidad de los tebeos españoles. La muestra la componen cerca de 40 originales, la mayoría dibujados por Benejam y dos ilustrados por Salvador Mestres i Blanco, con páginas escritas tanto por Buigas como por Bech, guionistas habituales de la mítica serie.

jueves, 13 de septiembre de 2012

‘La habitación cerrada’ de Sjöwall y Wahlöö: Magistral ejemplo de género negro.


Sé que solo publicaron diez entregas. Sé que no publicarán ninguna más porque, desgraciadamente, uno de los dos ya falleció. Por eso trato de racionar al máximo la lectura de las novelas policiacas del matrimonio nórdico Sjöwall y Wahlöö. Sin embargo, como colofón, o casi, a las lecturas estivales no he podido resistirme a leer ‘La habitación cerrada’, reeditada recientemente por RBA. En principio, esta obra se publicó en España por primera vez en el año 1974, cuando servidor andaba enfrascado con Agatha Christie y su Poirot, Verne, Stevenson, Tintin y Astérix y Obélix. Y también con Vargas Llosa, Mika Waltari o Mafalda.
En menos de trescientas páginas, ‘La habitación cerrada’ juega con un par de argumentos simultáneos: por un lado, el atraco a una sucursal bancaria y, por otro, la muerte de un tipo solitario, cuyo cadáver aparece en su propia habitación con todas las cerraduras de puerta y ventanas cerradas. De ahí el título del libro. El protagonista es el ya conocido Martin Beck, el inspector policial utilizado por la pareja de escritores suecos como vehículo motor de sus historias.
Hay varios aspectos a considerar. En primer lugar, Sjöwall y Wahlöö nos hablan durante la narración de la situación política y social de Suecia y describen lo que la novela llama Estado Asistencial, que vendría a ser el equivalente de nuestro actual “Estado del bienestar”, aunque últimamente más parece “del malestar”. Además describen máquinas barredoras y limpiadoras que deambulan por las calles de la capital sueca, equipos motorizados que aquí llegaron bastante más tarde. De pasada, también citan la existencia de teléfonos móviles. La lectura de la novela, por tanto, nos descubre avances tecnológicos y sociales que por las tierras del norte de Europa eran de uso generalizado ya entonces. Y hablamos de cuarenta años atrás.
La novela maneja también dos argumentos paralelos que, aparentemente, no tienen ningún punto en común. Las dos investigaciones policiales, además, son llevadas por sujetos distintos: por un lado, el fiscal Apisonadora Olsson y sus muchachos, y, por otro, el ya citado Martin Beck, recién recuperado de una lesión, que se mueve por libre y a quien ya conocemos por haber protagonizado otras novelas de la serie.

En un tercer nivel está el humor. De todas las novelas suyas que he leído, ‘La habitación cerrada’ es sin duda la que más rasgos humorísticos posee. Uno de sus personajes, el fiscal Apisonadora Olsson, se presta a ello ya que el lector nunca puede estar completamente seguro de si Sjöwall y Wahlöö hablan en serio sobre él, se burlan o efectúan una mezcla de ambas cosas en según qué pasajes del texto. Probablemente esta tercera posibilidad sea la que esté más cerca de la realidad. Una de las escenas más divertidas en las que interviene Olsson, aunque aparentemente no lo parezca, es la de la irrupción súbita de la fuerza pública en el domicilio de uno de los sospechosos. El desenlace de la entrada policial, con derribo de puerta incluido, es memorable.
La resolución de la historia es también diferente a otras del género. Desde luego, sin que ‘La habitación cerrada’ sea una novela-problema al uso, al final conoceremos quién o quiénes son los culpables de las dos investigaciones desencadenadas por la policía sueca, pero el desenlace no va a dejar de sorprendernos, desde mi punto de vista favorablemente, porque parece muy factible, verosímil y quizá real. Y es que en la realidad no todo es lo que parece o no todo acaba bien o mal. El gris también tiene su espacio.
Leída la novela, no es de extrañar que la literatura policiaca escandinava se pusiera de moda hace unos años y todavía siga repartiendo coletazos. Sin lugar a error, Sjöwall y Wahlöö fueron los precursores de todos los autores que han llegado después: Mankell, Larsson (Asa y Stieg), Nesbo, Idridadson, Lakberg, etcétera, pero creo que el matrimonio sueco tenía algo especial, no sé muy bien qué es, tal vez su sencillez expositiva, que le hace distinto. Magistral.

 
‘La habitación cerrada’ de Sjöwall y Wahlöö; Ed. RBA, julio 2012. Serie Negra. 368 páginas, rústica. Precio: 19 euros.
CALIFICACIÓN: 4
 

 

martes, 11 de septiembre de 2012

Javier Marías, los tebeos y las series de TV

Javier Marías publica en su blog 'La zona fantasma' un artículo sobre los cómics, él sigue llamándolos tebeos con todo derecho, que leyó de joven, muchos de los cuales comparte quien esto suscribe, y sobre algunas series televisivas que allá por los años sesenta brujuleaban por las pantallas en blanco y negro de los televisores españoles. Evocador, pelín nostálgico y también reivindicativo del tiempo pasado. Su título 'Un héroe de 1957'.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Dieciséis escritores ultiman sus próximas entregas.

Dieciséis escritores ultiman sus nuevas novelas. Recogió la noticia Winston Manrique en el diario El País del pasado fin de semana. Entre ellos Pérez-Reverte, Guelbenzu, Ramoneda, María Dueñas...

jueves, 6 de septiembre de 2012

El Eco de las voces califica

'Una misma noche' de Leopoldo Brizuela, calificación: 2

'El paraíso en la otra esquina' de Mario Vargas Llosa: 2


 
 
 

martes, 4 de septiembre de 2012

'Les veus del Pamano' de Jaume Cabré a TV3. Cap. 1




A TV3 han penjat la versió cinematogràfica de 'Les veus del Pamano', dividida en dos capítols. No és el mateix que la novel.la però crec que val la pena mirar-la.




lunes, 3 de septiembre de 2012

Sobre libros para el verano.

Interesante artículo publicado en  EL PAÍS el pasado 19 de agosto de 2012, relativo a los libros que se leen en verano y que lleva por título 'Cuando los editores hacen su agosto en agosto', firmado por Tereixa Costenla.

‘Les veus del Pamano’ de Jaume Cabré, un pedazo de novela


Recuerdo haberme acercado a la obra de Jaume Cabré por pura casualidad. Las cosas como son. Fue la portada de su última novela, ‘Jo confesso’ (‘Yo confieso’), en la que un mozalbete ataviado como un niño bien de la década de los cincuenta, pantalón corto, camisa de color claro y chaleco sin mangas, intenta alcanzar un volumen del estante alto de una bien surtida biblioteca, la que atrajo mi atención. Más tarde pude comprobar que el interior del libro, como casi siempre sucede, superaba con enorme amplitud aquella imagen tan sugerente y, además, logré entrevistar al propio Cabré para SIGLO XXI y comprobar en directo que se trataba de un escritor al que no sólo valía la pena leer en profundidad y con detenimiento, sino también escuchar con atención.

Ahora en mi devenir lector, le ha tocado turno a su anterior novela, ‘Las voces del  Pamano’ (‘Les veus del Pamano’), una historia de maquis que transcurre en la década de los años cuarenta en un pueblo del Pirineo catalán de nombre Torena, actualmente deshabitado y desaparecido. De entrada, el tema de los maquis siempre resulta atractivo y evocador, quizá por desconocido, quizá por ocultado, quizá por mal visto en determinados círculos. Es ahora, muchos años más tarde, cuando descubrimos en el pentágono peninsular que alberga el estado español,  la cantidad de personas que no se resignaron a la derrota tras la Guerra Civil y que, de un modo u otro, intentaron derrocar la dictadura franquista, sin mayor éxito por otro lado que algunas victorias en escaramuzas guerrilleras, bien en el campo, bien en la ciudad. En este sentido, ‘Las voces del Pamano’ presenta todos los alicientes inherentes a una narración de este tipo: falangistas represores, guerrilleros que se juegan la vida y también matan, un territorio fronterizo, espías e infiltrados en uno y otro bandos. Desde ese punto de vista podríamos hablar de una novela comercial,  que lo es sin duda, si no fuera porque Cabré cuenta las cosas de una manera tan singular que lo convierten, a juicio de quien esto escribe, en una de las propuestas literarias más interesantes de la actualidad. El cambio de diálogos, de narración o de escenario en una misma línea o párrafo dota al libro de un dinamismo extraordinario, al tiempo que obliga al lector a permanecer atento a cada frase, a cada giro, a cada palabra.

El escritor barcelonés, como también haría después en ‘Yo confieso’, esboza su novela abriendo un montón de frentes que atrapan al lector y establecen con él una especie de apuesta, un reto, por ver si el narrador será capaz de saldar con éxito todas las expectativas que despierta. Y claro que es capaz, ya lo creo, las satisface todas. No se le despista ni una. En este sentido, el trabajo de carpintería interior es muy importante, definitivo diría yo, y sin duda enormemente costoso. No en vano las obras de Cabré acarrean un proceso de creación muy dilatada en el tiempo: siete años en ‘Las voces del Pamano’ y ocho en ‘Yo confieso’. Especialmente la primera de ellas, son novelas de novelas en un solo texto, en un solo contexto. 
Si no fuese suficiente con todo lo anterior, ‘Las voces del Pamano’ es, además y quizá especialmente, una obra de personajes. Hay muchos muy importantes. Pero entre todo el elenco sobresalen tres: Elisenda Vilabrú, Valentí Targa, y Oriol Fontelles. Elisenda Vilabrú, la Señora, viuda de Vilabrú, de los Vilabrú de casa Gravat, es la dueña de la comarca. Heredera de una fortuna inmensa, no se la acaba durante toda la novela, hace y deshace a su antojo en su territorio y fuera de él. Ella sola es capaz de manejar los hilos del poder político gubernamental, militar y del Movimiento Nacional. Valentí Targa, alcalde de Torena y político medrador, se mueve también bajo el control de la Señora y es el encargado de restablecer en su jurisdicción el orden de los vencedores a cualquier precio, además de vengar la muerte del padre y de un hermano de Elisenda Vilabrú, a/esinados por un comando de anarquistas de la FAI durante la guerra. El Targa es personaje de época, el malo-malo de la novela, con unas características peculiares que le convierten en un tipo más que interesante desde el punto de vista literario. Por último, Oriol Fontelles, el maestro caído por Dios y por España, llega a Torena con su mujer, Rosa, recién acabada la guerra para poner en marcha la escuela que permanece cerrada desde la jubilación del anterior maestro. Atrapado por la coacción y la violencia del alcalde, terminará convirtiéndose en su secretario al tiempo que, captado por los maquis, jugará el papel de agente doble. Tres personajes, tres destinos entrecruzados, tres hilos fundamentales para seguir y tejer esta magnífica historia. Sin olvidar a Cristina Bros i Esplugues, la Tina, cuya voz narrativa desempeñará el papel de hilo conductor de la obra. Sin embargo, y como me gustan los personajes secundarios, que a la larga son los que sustentan todas las narraciones, no quiero cerrar estas líneas sin citar los nombres de algunos de ellos  que resultan especialmente trascendentales para el devenir de la acción: el Doctor Zhivago, Mossén August Vilabrú, la familia Ventura, especialmente el Ventureta y el teniente Marcó, Jacinto Mas, Marcel Vilabrú, los Serrallac, padre e hijo, Cecilia Báscones o el abogado Gasull. Si alguno quedó en el olvido, que me disculpe. Son los riesgos del secundario. 

‘Las voces del Pamano’ ha sido editado recientemente por la editorial Destino. Los que no hayan podido leer la novela en catalán, incluso los que la leyeron, disponen ahora de una magnífica oportunidad de hacerlo en castellano, gracias a la traducción de Concha Cardeñoso Sánez de Miera, a la vez de disfrutar de una edición más que cuidada en tapa dura, que convierte este libro en un bello objeto por sí mismo.

Buen provecho y feliz lectura, mis improbables lectores. 


‘Las voces del pamano’, Ed. Destino, 2012, Versión en lengua castellana, tapa dura, 24.00 €; 'Les veus del Pamano', Ed. Proa, 2009, Col. Labutxaca, 622 páginas, en lengua catalana, 9,95 €



    

domingo, 2 de septiembre de 2012

Diego A. Manrique escribe sobre el nacimiento de los Beatles

El crítico y erudito musical del periódico El País, y de tantas otras publicaciones, Diego A. Manrique publicó el pasado 23 de agosto de 2012 un interesante artículo, titulado 'Imagina un mundo sin Beatles' sobre el nacimiento del inmortal grupo de la portuaria Liverpool. Para ver el papel que juega la casualidad en ocasiones, resulta conveniente leerlo.

¿Quién anda ahí?, el nuevo libro de Quino

A sus ochenta años, el argentino Quino, padre de la genial Mafalda, publicará un nuevo libro recogiendo sus últimos trabajos relacionados con el mundo del miedo, publicados en diferentes medios de información. Su título, innegablemente sugerente, es '¿Quien anda ahí?'. Lo edita en España su editorial de siempre: Lumen.


El Eco de las Voces califica

Calificación últimos títulos leídos:


'El collage de Orsson Bean' de Vicente Marco: 3.

















'Ojos de agua' de Domingo Villar: 3










'Les veus del Pamano' de Jaume Cabré: 4








'Aurora boreal' de Asa Larsson: 2



sábado, 1 de septiembre de 2012

'El collage de Orsson Beans' de Vicente Marco

Lo advierte el escritor Javier Sartí en su ‘Aviso para navegantes’ que oficia de prólogo: esta no es una novela cualquiera. ‘El collage de Orsson Beans’ es una historia compleja, atrevida y dirigida tal vez a un tipo de lector poco convencional. Claro que ninguno de los textos de su autor, el valenciano Vicente Marco, sea novela o cuento, es una historia cualquiera.

Uno de los elementos que puede definir la escritura de Marco es la inquietud, o el misterio, que envuelve sus narraciones, conceptos estos, inquietud o misterio, bien alejados de los territorios del terror y próximos a cualquier universo kafkiano. Cuando alguien se embarca en la lectura de cualquiera de sus obras, en ‘El collage de Orsson Beans’ también ocurre, penetra en un mundo que no va a dejar de sorprenderle, de sembrarle incluso una cierta confusión de la que finalmente se sale bien librado. Leer sus libros es como ir quitando capas a una cebolla, alguna de las cuales oculta cosas. Dicho de otro modo, nada es lo que parece. ‘El collage de Orsson Beans’ plantea la historia de un actor que contrata a un par de detectives, con sorpresa incorporada, para que buceen e investiguen en la vida de un tal Ricardo Argüelles. El actor busca argumentos, fragancias, telas, texturas, un tiempo pasado incluso, con los que vestir el personaje que pretende crear. Pero de esta investigación no saldrá indemne. El proceso indagador revelará un mundo insospechado que dejará huella en su vida personal, efectos colaterales, hasta tal punto que algo importante va a cambiar en ella.

La novela se estructura de modo diverso. No solo encontramos la voz convencional que  cuenta la historia, sino que, además, tropezamos con una mezcla de técnicas narrativas que deambulan desde el género epistolar al teatral  y que, unidas a pasajes que atraviesan los ámbitos de la realidad, los sueños y el deseo, conforman el hilo argumental, la historia en suma. En ese sentido, el título del libro, ‘El collage’, no hace sino reflejar su estructura:: una mancha aquí, otra allá, otra más allá, que conforman un conglomerado amplio, un pastiche (si desprendemos de este término la concepción negativa que conlleva y que, en este caso, en absoluto es de aplicación) o un collage que es lo que realmente tenemos entre manos. Todo el texto, además, salpica al lector con una especie de relación de dependencia, casi claustrofóbica, que explora en profundidad las interioridades de los personajes y de las situaciones. Contribuye a ello la abundancia de pormenores anímicos y sensoriales y la escasez de descripciones físicas. En algún pasaje, el narrador llegará a decir “Y eso que no había mesa central”, como una especie de disculpa por su desprecio u olvido de los objetos materiales.

No se engañen. ‘El collage de Orsson Beans’ no es género negro. Aunque lo pueda parecer. O al menos, no lo es completamente. Es una novela que no admite una fácil clasificación. Por otro lado, tampoco tiene mucho sentido perder el tiempo en ello cuando lo que hay que hacer es disfrutar con su lectura. Dicho con otras palabras, ‘El collage de Orsson Beans’ es Vicente Marco en estilo puro. Ni más ni menos. Y eso es mucho.

Acabo. Mientras algunos practican el onanismo mental cada verano, este también (véanse los suplementos culturales de los diarios más notables de este país en crisis), interrogándose sobre la desaparición o no de la novela, lo que parece claro es que no solo no va a desaparecer nunca, sino que, además, posee una indiscutible, y admirable, capacidad de adaptación a la realidad cambiante que rodea el género, siendo capaz de engullir en su andamiaje las técnicas de narración más actuales y novedosas que ofrecen nuevos retos a los novelistas. ‘El collage de Orsson Beans’ de Vicente Marco es un buen ejemplo de todo ello. No les quepa duda, mis improbables lectores.



'El collage de Orsson Beans' de Vicente Marco
Ed. El búho de Minerva
Julio, 2012; 206 páginas.


Literatura argentina de hoy.

Babelia publicó el 25 de agosto un interesante artículo, firmado por Raquel Garzón, sobre la literatura argentina actual. Su título es 'Argentina, una ficción inagotable'.

Fallecieron Gore Vidal y Maeve Binchy

Agosto empezó mal y dos escritores se nos fueron para siempre: el norteamericano Gore Vidal y la irlandesa Maeve Binchy. Nos queda, como suele ocurrir en estos casos, su obra. De ambos decesos dio cuenta el diaro El País.