«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 27 de mayo de 2018

Donna Leon: «A Brunetti le interesa la muerte por su profesión, pero prefiere la vida»


Nº 548.- Junto con el irlandés John Banville, sin duda Donna Leon fue la gran animadora de Valencia Negra 2018. Ambos eran cabeza de cartel, pero la escritora norteamericana, en directo, ante el público y también con la prensa, se reveló como un auténtico torbellino, una inagotable fuente de ideas y explicaciones, mímica incluida, que deleitaron a todos los que tuvimos el placer de escucharla, primero a través de una entrevista y después en su presentación, celebrada en el Teatro Talía de València, completamente abarrotado de seguidores del género negro y de la creadora del commissario Guido Brunetti.

Nuestra breve charla tuvo lugar en la FNAC de St. Agustí, una vez concluida la rueda de prensa. Donna Leon, con su nuevo título publicado en nuestro país, ‘La tentación del perdón’, editado por Seix Barral, bajo el brazo y recién aterrizada de un viaje de dos semanas a través de Alemania y Suiza, tenía ganas de respirar un poco de aire libre. «Me siento como un prisionero al que acaban de liberar», dijo. La presente edición de València Negra estaba dedicada a la memoria del fallecido librero, y también escritor, Paco Camarasa, nacido en València donde regentó las librerías La Araña y Pablo Neruda, y del que la escritora norteamericana guardaba un buen recuerdo. «Lo conocí hace quince años en su librería barcelonesa de Negra y Criminal, era un tipo estupendo, divertido, con buen sentido del humor»

domingo, 20 de mayo de 2018

Fira del Llibre de València 2018 (2). Aroa Moreno Durán: «Tras la caída del Muro de Berlín no se produjo una unificación sino una anexión»

Nº 547.- La trama de ‘La hija del comunista’, primera novela de Aroa Moreno Durán, editada por Caballo de Troya, se centra en la figura de Katia, hija de exiliados españoles en el Berlín Oriental, y narra las penurias de su niñez, la nostalgia irreductible de su madre y el comunismo inasequible al desaliento de su padre, al tiempo que nos muestra las pequeñas alegrías del día a día, un día a día marcado por la construcción del Muro, que trazará una frontera sociológica e ideológica, aunque también de hormigón, entre las dos partes de la capital berlinesa. En un momento dado, Katia conocerá a Johannes, un joven del otro lado y decidirá huir con él, abandonar su casa y su familia. Años más tarde, tras el fracaso de su unión, intentará regresar, recuperar el pasado, destruir el Muro que, inevitablemente, levantó con su huida y que ahora se mantiene en pie. La escritora madrileña pasó por la Fira del Llibre de València. En la caseta de la Organización, entre firma y firma de ejemplares, desgranamos una conversación sobre la novela, la extinta RDA y el futuro literario.
Aroa, ¿qué significa escribir para ti?
Esta es una pregunta básica, pero que obliga a pensar con detenimiento la respuesta. Escribo por necesidad, para pasármelo bien. Disfruto mucho haciéndolo y también con los momentos previos a la escritura en sí, cuando mi cabeza va cocinando lo que llevo entre manos, cuando me pregunto cómo voy a armar la novela... Y siempre termino formulándome la misma pregunta: ¿qué hace la gente que no escribe?
¿Es diferente publicar en una editorial como Caballo de Troya, donde cada año cambia la directora de ediciones, que hacerlo en otra más tradicional?
Estoy encantada con Caballo de Troya. Esa idea del cambio anual de director me parece estupenda, aunque a priori pueda catalogarse como un poco arriesgada. Está dando buenos resultados y además es hermoso que cada director deje su impronta, su sello, en la colección. A mí me correspondió Lara Moreno, una escritora literariamente muy grande y a la que admiro mucho. ‘La hija del comunista’ encontró en ella una segunda lectura y enseguida comprendió lo que era la novela, lo que requería y lo que yo deseaba contar. Ahora, lo que sucede es que Lara ya finalizó su trabajo, me he quedado sin editora y no tengo una casa a la que volver.

domingo, 13 de mayo de 2018

Fira del Llibre de València 2018 (1). Marta Sanz: «Me interesa una visión del amor basada en el compañerismo y la empatía, no asentada sobre una lucha permanente de poder, que permite mirar más allá y ser solidario con una realidad más amplia»


Nº 546.- Gris. El 29 de abril de 2018 amaneció gris en València. El sol apenas consiguió perforar la frontera nubosa en algún instante. Era la hora punta de la mañana en la Fira del Llibre, 53ª edición. Muchos, muchos visitantes. Unos curioseaban, hojeaban libros a peso; otros preguntaban por algunos títulos, tal vez inencontrables; bastantes conversaban en animados corrillos; por último un número indefinido de paseantes saludaban, alborozados, fortuitos encuentros sin duda postergados en el tiempo. En la caseta de Organización, detrás de una mesa rectangular, blanca, suficiente, Marta Sanz firmaba su nuevo libro publicado en Anagrama, ‘Amor fou’, una novela arrebatada al olvido editorial. Sentado junto a ella, entre pregunta y pregunta de sus lectores, entre firma y firma,  hablamos de esta historia que tiene como protagonistas a Lala y Raymond, y también a Adrián. Una historia triangular, dos relatos de amor, trazados en  escenarios distintos, un cuaderno de agravios y unas reflexiones en voz alta, que se unen y desunen, que se atacan y defienden. Raymond, desde su observatorio, vigila la felicidad conyugal de Lala, su antigua novia, y Adrián, su nueva pareja. No puede soportarla y decide intervenir en ella con su mirada evocadora y su presencia disfrazada. Pero hasta las pequeñas maldades pueden tener horrendos efectos secundarios… Entre nuestra conversación, la de Marta y la mía, no la de Lala y Raymond, se ha instalado definitivamente el color gris. Por un momento, pensé que vivía en 1950 y entrevistaba en blanco y negro. La portada de ‘Amor fou’ también es gris.
Marta, ¿por qué una reedición de Amor fou ahora?
‘Amor fou’ nunca había sido publicada en España. La escribí en dos mil cuatro con la idea de que se trataba de una novela distópica a medio o corto plazo, ya que la ambienté en torno a los años dos mil once y dos mil doce. Sin embargo, me encontré con la sorpresa de que la compraron dos editoriales y ambas la guardaron sin publicarla. En dos mil catorce, la editorial estadounidense La Pereza, que entonces comenzaba a funcionar, se puso en contacto conmigo para ver si tenía algún texto en plan altruista y se la regalé. La edición no fue demasiado perfecta, pero más tarde Anagrama encontró el libro, le gustó y lo ha publicado ahora en España. Por lo tanto, podemos decir que se trata de una reedición relativa.
¿Había mucho que retocar en la novela?
Después de haber transcurrido tanto tiempo, cuando relees un libro observas que, desde el punto de vista estilístico, ya no eres la misma escritora. Por otro lado, he tenido que cambiar algunas referencias temporales, porque en su concepción ‘Amor fou’ era una novela distópica y ahora es una novela realista. He introducido también algún cambio en el final del texto.

domingo, 6 de mayo de 2018

Benjamin Black, ganador Premio València Negra 2017: «Black es un artesano; Banville intenta ser un artista, cuando ni siquiera sabe lo que significa eso»


Nº 545.- Llegó con puntualidad irlandesa, es decir, anticipadamente, a la cita con la prensa valenciana. Los organizadores de València Negra lo tenían todo dispuesto y previsto. Benjamin Black, o John Banville, tanto monta, Premio València Negra 2017, apareció por el fórum de la Fnac Sant Agustí con chaqueta y camisa azul oscuro, indefinido, un pantalón gris y el acostumbrado pañuelo granate asomado al bolsillo superior de su americana. Él éxito de sus novelas, bajo cualquiera de sus dos firmas, Banville o Black, es enorme, aunque bien es cierto que su masiva popularidad la ha alcanzado merced a la serie de novelas protagonizadas por el patólogo forense Quirke. Tranquilo, con rictus expectante, amable, el escritor atendió a los fotógrafos y posó de todas las maneras imaginables: de pie, sentado, pensativo, risueño, con un libro, con dos…
A continuación dio comienzo la rueda de prensa. En la mesa Jordi Llobregat, director del festival; los representantes de Bromera y Alfaguara, Gonçal López Pampló y María Fasce, respectivamente; la traductora, María Jesús Plasencia, y el propio autor. Como preámbulo, Banville quiso dejar claro que no le gusta la catalogación y que no establece diferenciaciones entre sus novelas, policiacas o no, porque «no existe un género mayor o menor, sólo hay buena o mala literatura. Lo demás no importa. Daría todas las novelas de Camus o de Sartre a cambio de una sola de Simenon». Después de una hora exacta de preguntas y respuestas, Black propuso concluir el acto: «Como diría Jane Austen: “ustedes ya han disfrutado bastante”. Si les parece bien lo dejamos aquí». Se levantó la sesión y llegó el turno para las entrevistas.
¿Por qué escribe Benjamin Black o qué significa la escritura para usted?
Respirar… Para mí escribir es respirar. La escritura me ayuda a entender la realidad, a interpretarla. A veces mi mujer me pregunta a qué me dedicaría si dejase de hacerlo: ¿a la política, a ayudarnos a todos…?