«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

viernes, 3 de abril de 2009

Laura Gallego: 'La literatura juvenil no es la que se escribe para los jóvenes, sino la que leen los jóvenes'



Tras ‘La Resistencia’ y ‘Triada’, el pasado 14 de octubre, Laura Gallego publicó ‘Panteón’, tercera y última parte de su trilogía ‘Memorias de Idhún’. La escritora valenciana ha sido fiel a su palabra ―nos lo prometió a primeros de año―, y antes de sumergirse en la vorágine de las presentaciones y de los encuentros con sus lectores, contestó nuestras preguntas para diario Siglo XXI (entrevista publicada el 26 de octubre de 2006).


Laura, escribes desde los once años, ¿qué es la Literatura para ti? La Literatura para mi es todo. Si no leyese, si no escribiese no sería yo. Sería otra persona completamente distinta. Si no hubiese conseguido publicar mis libros, escribiría igualmente porque eso es lo que a mí me gusta hacer.
¿Cómo veían en tu casa esta vocación tan temprana? Supongo que pensarían que ya se me pasaría la fiebre, pero cuando dije que quería ser escritora no me pusieron impedimentos, con la única condición de que sacase buenas notas.
¿Cuál es tu técnica como escritora? ¿Planificas o te dejas llevar? Planifico. Escribir es como un puzle. Todas las piezas deben encajar perfectamente. Si te falta una se te cae todo. Es como hacer una casa. Nadie la empieza por el tejado.

Tu primer éxito fue ‘Finis Mundi’, cuya reseña publicó nuestro Diario allá por el mes de febrero. Con él obtuviste el Premio Barco de Vapor (1998), organizado por la editorial SM, pero hasta llegar ahí ¿fue duro el camino? Bueno, fue a partir de los 14 ó 15 años cuando comencé a enviar libros a las editoriales, libros que éstas rechazaban. Pero yo seguía con mi vida de siempre y aprovechaba las vacaciones para escribir. Estaba deseando acabar los exámenes para hacerlo. Escribía una o dos novelas cada verano. ‘Finis mundi’ fue una de ellas y se publicó justo cuando cursaba tercero de Filología. Fue SM quien se fijó en ti,

¿Ninguna editorial valenciana se interesó por tus libros? Cuando comencé, era muy joven y no se me pasaba por la cabeza la idea de enviar mis textos a editoriales para adultos. Siempre los remitía a editoriales juveniles y a las direcciones que encontraba en los libros que leía. Por eso, publicar en SM fue ideal para mí. Y, a partir de ‘Finis mundi’ cambió todo. Al ver que mis libros se vendían, tuve que replantearme las cosas, sobre todo cuando en SM me propusieron dar unas conferencias en León durante una semana. Por entonces yo estaba cursando el doctorado y fui a pedir permiso para ausentarme de las clases durante esos días. Yo tenía claro que los estudios seguían siendo lo primero de todo, pero fue mi propio profesor de doctorado quien me animó a aceptar la propuesta de mi editorial. Y así lo hice.

Una de las características de tus personajes es que cambian, que evolucionan a lo largo de los libros. Sí, mis personajes evolucionan, son casi como amigos míos. Yo me pongo en su lugar y veo que, con todo lo que les hago sufrir, con las aventuras que pasan, tienen que cambiar. Es lógico que crezcan, la propia historia te lo pide. Tienen que aprender, madurar...Muchos de ellos, además, son mitad humanos, mitad otras cosas.Yo no me había dado cuenta de eso, fue mi novio quien me dijo que éste era uno de mis asuntos fetiches. Los temas del hombre-lobo, del ser humano que se convierte en otra cosa, del chico-dragón, se repiten en mis novelas. Pero si te paras a pensar, en el cómic, Superman, Batman, o en la literatura universal es algo tópico que se da con frecuencia. Antiguamente, los guerreros se vestían con pieles de animales para apropiarse de sus peculiaridades, esa costumbre representa el deseo del hombre de fusionarse con la naturaleza. No soy la única que trata esto en sus libros. Hay montones de leyendas sobre ello.

La Edad Media constituye una importante fuente de inspiración para ti. ‘Finis Mundi’ sí está muy inspirado en la literatura medieval, porque cuando lo escribí yo estaba estudiando esa época histórica en la facultad. Además yo era muy fan de esa literatura: ‘El Señor de los Anillos’, uno de mis libros favoritos, bebe del mundo medieval. En general, el tipo de libros del género fantástico que me atraen tiene sus raíces en la Edad Media. Pero también me interesan otros asuntos: el tema del unicornio, por ejemplo, proviene de lecturas del siglo XX.

Hablemos de tus lectores, porque tú eres la continuadora de una tradición de autores que escriben libros de aventuras, del género o fantástico o no, que ha existido siempre, y que tu literatura es apta para todos los públicos, no sólo para adolescentes. La literatura juvenil no es la que se escribe para los jóvenes, sino la que leen los jóvenes, que es algo diferente. El ochenta por ciento de mis lectores son adolescentes, pero yo escribo igual para todo el mundo, excepto cuando publico mis cuentos infantiles, ya que los pequeños requieren un lenguaje especial.
¿Qué tal te llevas con tus colegas?Ahora, gracias a Internet, puedes contactar con relativa facilidad con escritores de cualquier parte del mundo, porque las distancias han perdido importancia. Mantengo una relación más estrecha con autores que escriben para jóvenes y hacen literatura fantástica. Y ello es debido a que nos encontramos en los mismos saraos.

Centrándonos en tu trilogía, la gestación de las ‘Memorias de Idhún’ es el fruto de un proceso largo, ¿no? Sí, el inicio del argumento de ‘Memorias de Idhún’ data de hace quince años más o menos. Fui completando el puzzle con ideas nuevas, que han ido surgiendo con el paso del tiempo, hasta conformarlo completamente.
Y desde que comenzaste su escritura has salido a libro por año. Sí, aunque escribí más rápidamente la primera parte que las otras dos. En el segundo libro, la escena de la batalla me ocupó mucho tiempo.
¿Es ‘Panteón’ el cierre definitivo de Idhún? Sí, estoy un poco cansada de las series. Lo próximo que escriba será una novela unitaria, con principio y fin.Última pregunta, ¿veremos el mundo mágico de Idhún en el cine?En principio, no. Hace falta mucho dinero para ello y, además, yo no estoy por la labor.

Antes de cerrar esta entrevista, quiero transcribir el texto que la propia autora escribió en la solapa de ‘La Resistencia’, el primer volumen de la trilogía. De este modo, los lectores del Diario del Siglo XXI pueden hacerse una idea de lo que van a encontrar en las páginas mágicas de Idhún: Esta historia empezó cuando yo tenía casi quince años. Hacía ya tiempo que me rondaba por la cabeza un personaje muy especial, Jack, y tenía ganas de inventar una aventura en la que él fuera el protagonista. Aquel verano nación Idhún, el mundo de los tres soles y las tres lunas, y surgió la idea principal de la novela, la historia de Jack y de Victoria. Pero no me atreví a escribirla... ¿Por qué? No lo sé. Tal vez sentía que no había llegado el momento aún, quizá no tenía las cosas del todo claras. Sin embargo, en los años siguientes fui desarrollando aquel mundo, sus mitos, su geografía, sus dioses, sus razas. Y, a pesar de todo, sentía que todavía le faltaba algo, que la historia no era completa. El proyecto se quedó durmiendo en un cajón hasta que entró con fuerza la pieza del puzle que faltaba, el fascinante Kirtash, un personaje que revolucionó la historia que tenía en la cabeza, y que hizo que, años después, Idhún volviera a llenar mi mente con su misteriosa llamada. En resumen, hacía ya mucho tiempo que me obsesionaba esta historia; ¡incluso llevo siempre puesto un anillo parecido al de Kirtash! Ahora ya estoy preparada para compartirla con vosotros...Laura Gallego García
La Trastienda