«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

miércoles, 11 de mayo de 2016

Reyes Calderón y Lorenzo Silva, cartel de lujo en Valencia Negra

Espléndida sesión la de hoy, 11 de mayo, en Valencia Negra. A las 20.00 horas, en la Sala Russafa y ante un más que atento auditorio, Carlos Aimeur ha conversado durante una hora - ¿seguro que era de 60 minutos? - con dos primeros espadas del género negro, o criminal o de misterio: Reyes Calderón y Lorenzo Silva. En sus primeras intervenciones, ambos han hablado sobre el origen de sus series policiales.

El escritor de Getafe no pensaba en una serie cuando comenzó a escribir sobre Chamorro y Bevilacqua. «Todo está contado, pero no todo se ha contado bajo todos los puntos de vista posibles. Yo era un devorador de novela negra norteamericana, especialmente de los grandes clásicos, porque la novela estadounidense actual me interesa menos, y me propuse escribir literatura policíaca española». Pero la intención de Silva no consistía simplemente en trasladar el cliché norteamericano a la Península Ibérica, buscaba algo más y «para conseguirlo me limité a utilizar las técnicas del género negro en nuestro ambiente y en nuestras gentes y elegí a la Guardia Civil como protagonista, porque pensé que podía ser un buen modelo para lograrlo, ya que hasta aquel instante no había novelas protagonizadas por guardias civiles». 

Por su parte, Reyes Calderón dejó claro que ella «escribe con las tripas» y que las historias «no las busco yo, son ellas las que me encuentran a mí, me rodean y, hasta que no me las saco de encima, no consigo descansar». Sobre el origen de Lola MacHor, todo se remonta a una tarde en la que estaba tomando un café con una amiga suya que es juez y «que estaba embarazada. Al mismo tiempo que se ponía de parto, en su móvil recibió una llamada en la que le notificaban que tenía que efectuar el levantamiento de un cadáver». Y allá que se fue a cumplir con su obligación». Aquella circunstancia condujo a Reyes a pensar en las novelas protagonizadas por jueces femeninas y observó «que todas estaban escritas por hombres y no me gustaban, porque no se correspondían demasiado con la realidad. Así que decidí crear mi propio personaje en la figura de la juez Lola MacHor».

Hubo muchas más opiniones, más preguntas de Carlos Aimeur, e incluso un breve coloquio final, pero el génesis del comienzo de sus respectivas series policíacas está aquí, en estas primeras respuestas.

Herme Cerezo