«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

martes, 12 de marzo de 2013

Juan Madrid, escritor: “Preparo mis novelas minuciosamente, soñándolas durante mucho tiempo”

Liberto Ruano, abogado mujeriego y perdidamente romántico, socio del bufete Feiman & Ruano se mueve con igual soltura por juzgados y bajos fondos. Todo cambiará al verse envuelto en el asesinato de una prostituta, amenazada a causa de un deuvedé comprometedor, distraído a un magnate de turbios negocios. Para aclarar el caso y escapar de las sospechas, Liberto sólo cuenta con la ayuda de su informante, Aurelio Pescador, un hombre extraño de no muy claro pasado, y su socio, el exiliado argentino Andrés Feiman. Sin embargo, nada ni nadie es lo que parece. Este es el argumento de la última novela escrita por Juan Madrid, titulada ‘Los hombres mojados no temen la lluvia’, editada por Alianza, con la que el escritor malagueño ha obtenido el Premio de Novela Fernando Quiñones. 

Don Juan, Vd. practica la docencia en la Escuela Internacional de Cine en San Antonio de Baños de Cuba, se me ocurren dos preguntas: una, ¿se puede enseñar a hacer cine, a escribir relatos o guiones?; y dos, ¿qué tal los cubanos como aprendices de escritor? 

Todo el mundo comprende que los carpinteros necesitan aprender su oficio, igual que los músicos y los pintores. Es una idea romántica de que el escritor no necesita aprender como si, desde su nacimiento, recibiera efluvios divinos e impalpables para desarrollar su oficio: falso. No hay duda de que se puede enseñar a hacer cine y a escribir. El problema es más tarde del individuo concreto que se enfrenta al hecho de querer ser cineasta o escritor. Puede trabajar solo, como hice yo, o seguir las enseñanzas de alguien más viejo y más sabio. Se tarda menos en convertirse en cineasta o escritor. Lo que no garantiza la enseñanza es que se pueda llegar a ser bueno. Los cubanos suelen ser mis mejores alumnos. Es un pueblo extraordinariamente bien formado, gracias a su sistema educativo en todos los niveles. 

Acaba de ganar el Premio de Novela Fernando Quiñones, a estas alturas de su carrera, con tantos kilómetros literarios recorridos, ¿qué supone para Juan Madrid este premio? 

Me han financiado un año más de trabajo. 

Con la que cae, ¿ganar un premio es la única forma de publicar hoy en nuestro país incluso para un escritor como Vd. que tiene un público bien definido y una trayectoria tan dilatada y exitosa? 

Si... y no. Generalizar no es bueno. Yo he conseguido, después de más de treinta años de trabajo y más de cuarenta libros publicados y traducido y estudiado en 16 países, un grupo de lectores. Para los que empiezan ahora es mucho más difícil, sin duda. Un premio les vendría bien. De todas maneras termina por ser escritor el que aguanta. Mi objetivo hoy es tener tiempo para seguir. Un premio es bueno para cualquiera, ayuda. 

¿La realidad actual proporciona argumentos más negros que nunca en nuestro país o siempre hemos sido territorio apto para este tipo de relatos? 

La corrupción no es un problema limitado a tal o cual país, es algo inherente al sistema capitalista de producción basado en la ganancia por encima de todo. 

No es la primera vez que el protagonista de una novela policiaca es un abogado, ¿por qué lo ha escogido Vd. en esta ocasión para protagonizar su historia? ¿Qué le aporta la abogacía con relación a sus narraciones anteriores?

Los abogados caminan por el estrecho filo de una navaja. Viven en contacto directo con el delito en todas sus formas. Ellos conocen más que nadie la doble verdad, la doble moral y la doble contabilidad.
 
Liberto Ruano, el protagonista, tiene una personalidad compleja, mezcla la realidad con el pasado, ¿cómo surge la idea de crear este personaje? ¿Está basado en un tipo real? 

Procuro que todos mis personajes sean complejos, tal como somos las personas. La creación de personajes en literatura depende de la maestría del escritor, no son nunca copia de tal o cual persona real “calcada” luego en el texto narrativo. Creo que Liberto es uno de mis mejores personajes, lo quiero mucho. 

Siguiendo con Ruano, ¿se va a convertir en el protagonista de una serie al estilo de las novelas de Toni Romano? 

Eso nunca lo sé de antemano. Con Toni Carpintero, alias Toni Romano ¾ de las que llevo 7 novelas ¾, me planteé una especie de crónica de la Transición. Contar la realidad española desde un punto de vista diferente. 

Comienza la narración con una suerte de prólogo en el que siembra la incertidumbre en el lector, ¿es una estrategia para captar su atención? ¿Es importante para Vd. preparar minuciosamente el guión y el esquema de la novela o se deja llevar por impulsos? 

Preparo mis novelas minuciosamente, soñándolas durante mucho tiempo. Luego hago un guión y me pongo a escribir... Nunca, pero nunca, me ha salido una novela tal como lo planteé antes en el guión. 

El ritmo que Vd. le imprime a ‘Los hombre mojados no temen la lluvia’, la tensión, la intriga, la riqueza de diálogos, ¿todo eso se lleva dentro o se aprende con la práctica? ¿Influye que Vd. sea también guionista cinematográfico? ¿De qué manera? 

No creo en el conocimiento innato. Llevo escribiendo desde que era un niño y ahora lo sigo haciendo. Creo en el trabajo y en la voluntad insobornable de hacerlo por encima de cualquier impedimento. Eso incluye, naturalmente, el guión cinematográfico. 

Uno de los personajes, Neiman, en un momento de la novela dice que no sabe qué hacer con su vida, ¿sabemos qué hacer con nuestra vida en este país?

Eso le ocurre a Feiman por que no se plantea el futuro como una lucha colectiva, sino privada. Este sistema nos ofrece felicidad y plenitud solo a partir del dinero con el que podamos comprarlos. Hay otras maneras de vivir y de gozar, pero entonces tendríamos que exigir un cambio radical de vida y de sociedad. En esta sociedad estamos abocados al fracaso.

Siguiendo con las frases, en la página 208 podemos leer una, que le dice una potentada al abogado Ruano, el protagonista: “Vea más la televisión, señor Ruano. Y no venga más por aquí”. Son palabras demoledoras, ¿es eso lo que se espera que haga en 2013 la gente de a pie de este país: ver la tele y no molestar? 

Eso es lo que quieren. Otra cosa es luchar para ver y comprender la vida sin anteojeras, esa terrible trampa que nos montan y que nos llevan montando a través de los medios de comunicación. 

Por las pistas que va dejando a lo largo del texto, Juan Delforo parece su doble en ‘Los hombres mojados no temen la lluvia’, ¿qué sensación le produce ese desdoblamiento escritor/personaje en el texto? 

Bueno, es uno de mis trucos. Esas cosas me gustan mucho. Escribir también es un placer y hermoso juego. 

El barrio de Malasaña de Madrid aparece en el libro, ¿qué significa Malasaña para Juan Madrid? 
 
He vivido muchos años en ese barrio y he escrito mucho sobre él y sus gentes. Uno escribe siempre sobre y desde un lugar. Pero ese Malasaña que yo describo se acabó. Ahora existe otra cosa. 

En la novela está presente la mafia, en concreto un grupo calabrés de nombre peculiar, ‘ndrangheta’, que forma parte de una especie de estructura masónica. ¿Igual que la masonería ortodoxa, utilizan también rituales de iniciación y aprendizaje o solo han copiado el entramado? 

La ’ndrangheta’ es real, existe ahora mismo. Es la primera vez que aparece en un texto literario en España. Ellos utilizaron, desde el siglo XVIII la estructura de la masonería, sin ser masones. 

Si la novela es interesante, los apéndices que Vd. incorpora al final del texto, también lo son y de ellos se desprende que los narcos utilizan muchos métodos para blanquear el dinero de la droga vendida al menudeo, ¿puede ser el deporte un nuevo conducto que posibilite el blanqueo si se atascan los circuitos actuales’  

Los comentaristas deportivos jamás tocan las cloacas del fútbol, como tampoco lo hacen los taurinos. Sus razones tendrán. Blanquean dinero los ricos, evidentemente, y no los pobres, la gente que va a píe por la historia y la vida. Hay futbolistas ricos. Demasiado ricos. Bien, ellos no declaran sus impuestos como usted y yo. Saque las consecuencias. Hay más de 34 paraísos fiscales. 

La última, ¿en su próxima obra, recuperará a Toni Romano, ese personaje al que muchos echamos de menos? 

Ya estoy en la próxima novela y no es de Toni. La verdad es que a veces creo que los temas me eligen a mí y no al revés. 

 
 


SOBRE JUAN MADRID

Licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad de Salamanca, se desempeñó en varios oficios hasta desembocar en el periodismo en 1973, habiendo trabajado para numerosas revistas tan prestigiosas como Cambio 16. Publicó su primera novela,‘Un beso de amigo’, en 1980, tras quedar finalista del premio convocado por la colección Círculo del Crimen de la editorial Sedmay. Lleva más de cuarenta títulos publicados entre novelas, recopilaciones de cuentos y novelas juveniles. Su obra ha sido traducida a más de dieciséis idiomas y está considerado uno de los máximos exponentes de la novela negra europea. Famosa es su serie de novelas protagonizadas por Toni Romano. Algunas de sus obras, como‘Días contados’, han sido llevadas al cine, donde también hizo sus incursiones como director y guionista de la película ‘Tánger’. Para la pequeña pantalla Juan Madrid es autor de la serie ‘Brigada Central’, emitida en TVE a finales de la década de los ochenta. Regularmente ejerce la docencia en varias instituciones españolas y extranjeras, destacando sus aportaciones a la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños de Cuba. En 2012 fue galardonado con el XIV Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones con su obra ‘Los hombres mojados no temen la lluvia’, editada por Alianza.