«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 29 de noviembre de 2009

Premio Planeta 2008: Ángela Vallvey y Fernando Savater.

Herme Cerezo/SIGLO XXI, 15/11/08

Fiel a su cita anual, los ganadores del Planeta 2008 pasaron por Valencia. La mañana despuntó fresca, sin amenaza de lluvia. El sol, una mancha transparente que se extendía con timidez, irrumpía en el ambiente dispuesto a caldear el casco urbano. Ángela Vallvey y Fernando Savater traían una agenda apretada: televisiones, emisoras de radio, firmas de libros... Así que a las once en punto, sin parafernalia previa alguna, dieron comienzo a la tradicional rueda de prensa, este año algo más sobria de lo acostumbrado.
Según fuentes de la propia editorial, la tirada inicial de las dos novelas, ‘Muerte entre poetas’ y ‘La Hermandad de la Buena Suerte’, supera los trescientos mil ejemplares, una cifra que Planeta, a nivel de ventas, espera rebasar con creces y en el menor tiempo posible.
Exactamente igual que la noche del 15 de octubre pasado, en la que se falló el premio, Ángela Vallvey tomó la palabra en primer lugar para explicar que ‘Muerte entre poetas’, la obra finalista, "es una novela de misterio al estilo de una Agatha Christie revisitada y que cumple con todas las características del género policiaco, adaptadas al tiempo de hoy". El escenario es un congreso de poetas "donde se produce el asesinato de uno de ellos mientras que otro colega, detective aficionado, trata de descubrir al culpable". A la escritora manchega, no le preocupa cómo se tomarán su novela los poetas "porque estoy convencida de que se van a divertir mucho. Además, los poetas reales no tienen por qué ser como los que aparecen en mi novela". Ángela finalizó su intervención añadiendo que "’Muerte entre poetas’ es un síntoma de la desacralización de la Literatura, cosa que ya lleva años produciéndose. La historia está llena de grandes hombres y escritores que han sido, con perdón, unos auténticos hijos de perra. No tiene nada que ver el hecho de ser buen escritor y con ser buena persona. Lo ideal es que se produzca ese maridaje, pero no siempre ocurre así".

A continuación, Fernando Savater manifestó que le resultaba "muy difícil sintetizar todo el contenido de ‘La hermandad de la Buena Suerte’ porque todos los resúmenes que yo haga se quedarán cortos". El argumento gira en torno a una carrera "que va a enfrentar a los caballos de dos magnates". Uno de ellos es el dueño del caballo favorito, un animal que tiene un carácter muy especial y que sólo es capaz de gobernarlo bien un jinete que ha desaparecido. El millonario contrata a cuatro aventureros, un poco pintorescos, para que lo localicen y consigan hacerle volver a tiempo para la carrera. En sus deambulares tropezarán con la Hermandad de la Buena Suerte, un grupo de personas obsesionadas por conseguir lo que su propio nombre indica. Savater añadió que "he intentado hacer una novela que sea un entretenimiento inteligente porque creo que la inteligencia es una fuente de diversión. Mi novela sólo busca el placer, ya que yo soy un lector hedónico y también un escritor hedónico". A la pregunta de por qué había bautizado con apodos (el Profesor, el Rey, el Príncipe) a sus personajes en vez de con nombres, el escritor donostiarra respondió que "me cuesta un montón creer que mis personajes se llamen como mis vecinos. Quiero que los personajes tengan nombres poco reconocibles. Por eso, en lugar de asignarles nombres rebuscados, que podrían sonar pedantes, les he puesto apelativos y así me dispenso de usar nombres más corrientes". Siguiendo con este tema añadió que "supongo que todos los personajes están hechos de uno mismo y de personas que conoces. Aquí hay magnates y mangantes, pero con dos formas de bribonería diferentes: uno, es el magnate prepotente, arrogante, al que no le importan los caballos y sólo le interesa figurar, tener una mujer despampanante y ser dueño del mejor caballo. Por el contrario, su rival es un gángster, puro y duro, peligroso, pero que es muy culto y le gustan las carreras de caballos. Frente a las carreras hay dos clases de sujetos: el que sólo busca el glamour, el lujo y la apariencia y el que ama verdaderamente a los caballos y se sumerge en esa aventura que supone cada carrera".

Alguien soltó al ruedo la pregunta que ha revoloteado sobre la presente edición del premio: los Planeta están adjudicados de antemano. Sabater, con ironía, dijo que "los dos últimos años yo quedé finalista, sin haber presentado ninguna obra al premio. Estaba ilusionadísimo con que esa posibilidad se concretara y, claro, al final no me lo dieron. Pero entonces pensé: si puedo quedar finalista sin presentarme, en cuanto me presente, gano. Y así ha sido". Ángela Vallvey, por su parte, añadió que "es verdad que hay gente que sabe mucho más y que, a lo mejor, dispone de información privilegiada. Hace un tiempo se publicó una reseña donde se decía que ya se conocía quién era el asesino de la novela ganadora desde la primera línea. Y la verdad es que eso es una muestra de gran inteligencia, porque ni yo misma sabía quién era el asesino mientras la escribía". Savater, zanjando el tema y tratando de establecer un cierto paralelismo con las apuestas hípicas, dijo que para el Premio Nobel "se cruzaban apuestas en las que se manejaba mucho dinero. Tal vez, algún día podría plantearse la posibilidad de apostar sobre el ganador del Planeta".

De lo que no había ninguna duda era de que ambos escritores estaban contentos por sus respectivos galardones. "Ángela es una novelista ya reconocida, pero yo llevo una espina clavada en el corazón y es que me tienen clasificado como un escritor ensayista. Ya mí me gustaría llegar al lector inocente, que leyese mi novela porque le guste o no, pero sin estar mediatizado por la etiqueta que me han colgado. Y creo que el Planeta puede hacerme alcanzar a ese tipo de lector al que aludía antes", señaló Savater. Ángela Vallvey cerró la rueda de prensa diciendo que "no escribía pensando en ningún lector concreto sino en todos. Cuando acabé mi novela, se la di a mi agente, porque yo soy esclava de una agente, y ella se ocupó de enviar el texto al Planeta tras proponérmelo".

Ángela Vallvey, finalista: "Escribir me sirve para ordenar el mundo y tranquilizar el ánimo"

Finalizada la rueda de prensa, llegaron los bis a bis, es decir, las entrevistas con los dos autores premiados, apretadas de horario por las prisas de otros compromisos. Y empecé con la dama, respetando además el orden establecido desde el momento en que se falló el Premio. Ocupamos sillas alrededor de la misma mesa que había servido para la rueda de prensa, nos tuteamos y comenzamos el diálogo.

Ángela, ¿qué es para ti escribir? ¿Una necesidad, una terapia...?
Escribir es una parte esencial de mí. No concibo mi vida sin la escritura. Podría prescindir de comunicar pero no de escribir, porque me sirve para ordenar el mundo y tranquilizar el ánimo. Pero no es una terapia, forma parte de mi filosofía personal.

¿Qué encuentras en la ficción que no tenga el periodismo?
La verdad es que escribo ficción porque me divierte mucho. Es un privilegio poder contar algo, a lo que le puedes sacar una cierta rentabilidad aunque sea pequeña, y además disfrutar haciéndolo. Es una maravilla.

En la dedicatoria de tu novela ‘Los estados carenciales’ se puede leer: "para mi hija[...], para mi marido[...], para mis vecinos del 7º[...] y mi perro [...] a pesar de los cuales he podido escribir esta novela", Ángela ¿cómo llevas escritura, periodismo, maternidad, matrimonio, vida ...?
Mal, lo llevo mal. El tiempo que yo querría dedicar a estar en mi torre de marfil lo dedico a chachear y a marujear. ¡A ver qué le voy hacer! De la dedicatoria que has citado, he prescindido de varios elementos en los últimos años y me he aliviado de trabajo.

Has estado a punto de ganar el Planeta, ¿qué sientes: alegría por ser finalista o tristeza por no haberlo ganado?
Debo reconocer que yo, que soy muy competitiva, no voy a decir que estoy encantada de que Fernando lo haya ganado y de ser yo la finalista. Pero es que, a pesar de que siempre quiero ser la primera y hacer las cosas de diez y o de cinco y medio, conforme voy viendo esto, cada día estoy más contenta de ser finalista y no ganadora. Puede parecer una estupidez, pero es así.

Te lo pregunto porque la noche del fallo, contemplado todo desde la fría distancia del televisor, no parecías precisamente muy feliz.
Estaba contenta pero no me daba cuenta de lo muy contenta que podía llegar a estar. Éste es un premio para ganarlo en otras circunstancias diferentes.

En ‘Muerte entre poetas’ hay bastante de Agatha Christie, ¿por qué has preferido la novela policial de corte clásico a otra de estilo más moderno, tipo género negro, por ejemplo?
Además de Agatha Christie, en mi libro hay otros homenajes: a Conan Doyle y a un género, el policiaco, que ya es antiguo, muy fructífero, que tiene unos precursores y unos continuadores, pero que a mí, que leí muchas obras policiales cuando era más joven, continúa enganchándome.

Ya que eres tan aficionada a este género, recomiéndame un título.
Hay muchos que me gustan, por ejemplo, el último libro que estoy leyendo: ‘Herejes’ de G. K. Chesterton.

¿Cómo lleváis la convivencia en la promoción?
Bien, bien, porque Fernando es un tipo afable y divertido, claro, si fuera un petardo sería insoportable, pero como es una persona bastante agradable, lo llevo bien.

Para terminar: ¿qué te ha parecido la novela de Fernando Savater?
La empecé anoche mismo a leer. Me dieron un ejemplar el primer día y lo perdí en un guardarropa, por lo tanto todavía no puedo opinar.

Fernando Savater, ganador: "Un escritor se forma mucho más con los libros que lee que con los que escribe"

Cambio de escenario. De una esquina de la Sala Ribera a la otra. Le llegó el turno a Fernando Savater. El escritor donostiarra me esperaba sentado en un sofá, tranquilo, recién terminaba de despachar a otro colega. Un dibujo, un tanto raído e historiado, le cubría las espaldas. Pidió agua y comenzamos el intercambio de preguntas y respuestas y, no sé por qué, le hablé de usted, él a mí de tú. Quizá su aspecto, su condición filosófica, su humanidad accesible me infundían un respeto peculiar pero amistoso.

¿Por qué escribe Fernando Savater?
En esta vida sólo he sabido hacer tres cosas: leer, hablar y escribir. Pero sólo pagan por las dos últimas. La que más me gusta es leer, pero por ésa no pagan. Si pagaran ahora sería multimillonario, pero da la casualidad de que no es así. Vistas las cosas, decidí ganarme la vida con las otras dos. A los que nos ha gustado leer mucho, escribimos por fidelidad a lo que nos causa placer. Es una forma de devolver el placer que nos han proporcionado los libros a lo largo de nuestra existencia. Ése, quizá, sea el principio y el fondo de todo.

¿Escribir es un oficio solitario o se puede aprender?
Se puede aprender pero leyendo, que también es una tarea solitaria. Ahora se han puesto de moda los talleres de escritura. En mi época no existían y no digo que no haya gente que pueda descubrir algunos trucos en ellos, pero la gran escuela del escritor es la lectura. Leer es fundamental. Y un escritor se forma mucho más con los libros que lee que con los que escribe.

Usted, ensayista y articulista, sólo ha escrito dos novelas. Con una fue finalista del Planeta y con la otra termina de ganarlo. ¿No se ha dado cuenta todavía de que lo suyo es la novela?
No, no, he escrito más novelas – risas –, cuatro en total, lo que pasa es que salvo las dos que presenté al Planeta no se conocen. Hace un año publiqué ‘El laberinto’, una novela para el público juvenil, de la que yo quedé muy satisfecho pero que no tuvo difusión porque el autor era un señor que escribía filosofía. Eso justifica el hecho de que yo me haya presentado al Planeta porque es la única manera de que se me lea como un escritor de ficción.


Fernando Savater se define como un turfista, ¿qué es eso?
El turf es el mundo de las carreras de caballos y un turfista es un aficionado al turf, más aún, que vive el mundo del turf, que se preocupa por las carreras que se celebran, por cómo están los caballos, etcétera. Ser turfista es una forma de vida.

En San Sebastián, su tierra, ¿el turf tiene tanta tradición?
Sí, sí, tenemos el hipódromo más antiguo de España, Lasarte, al que yo acudo desde hace muchísimos años, con los premios más antiguos también, si exceptuamos las carreras de caballos que se celebran en la playa de Sanlúcar de Barrameda, que es un hipódromo eventual.

No hay mucha literatura sobre caballos en España. Recuerdo una novela histórica de Gonzalo Giner, un cuento de Javier Marías y poco más ¿Cómo se le ocurrió escribir sobre caballos?
En el cuento que citas, Javier Marías habla de un filósofo que soy yo. He escrito sobre este tema por afición y porque he leído muchos libros de literatura anglosajona que versan sobre este asunto que allí es muy corriente. Pero en la literatura castellana es cierto que no abundan obras sobre caballos. Quizá escogí este trasfondo por buscar un tema nuevo, distinto.

Por fin gana un premio importante, en este caso el Planeta, una novela en la que el protagonista no es un escritor, ¿acaso han perdido los autores la facultad de soñar, de imaginar, de crear y tienen que recurrir a su propio personaje?
El primer narcisismo es escribir sobre uno mismo pero sublimado. Nuestro alter ego es un escritor igual que nosotros, pero lleno de dones y gracias. Los personajes de mi novela no tienen nada que ver con esto, no son escritores.

¿Cómo lleva la promoción Fernando Savater?
Bueno – cruza las manos y vuelve su verbo más pausado –, con resignación, con un poquito de agobio, pero las chicas de Planeta son encantadoras igual que la finalista y, además, no vamos a quejarnos de los dulces también.

Terminamos, ¿qué le ha parecido la novela de Ángela Vallvey?
Yo ya la he leído, aunque ella me ha dicho que todavía no ha hecho lo mismo con la mía. Soy muy aficionado al genero policiaco y, en ese sentido, su novela reúne todos los parámetros para gustarme. Pero es que, además, el mundo de los poetas es un círculo que he vivido y conocido mucho, de modo que eso me lleva a disfrutarlo, maliciosamente, de un modo especial.

Ahora sí que va a ser la última de verdad: señor Savater, ya que es aficionado al género, recomiéndeme una novela policial.
Cualquier novela de Fred Vargas. Me gustan todas, son estupendas, pero si tengo que elegir una te recomendaría ‘Huye rápido, vete lejos’.

Y hasta aquí lo que dio de sí la presentación del Premio Planeta 2008, que no es poco. A Ángela Vallvey y a Fernando Savater aún les esperan algunas semanas de intensa promoción, de encuentros con la prensa y los lectores antes de regresar a sus quehaceres habituales. ¡Qué les sea leve!