«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 24 de diciembre de 2012

Las mejores novelas del 2012 para El Eco de las Voces.

Uno no puede leerse todos los títulos que se publican en España a lo largo del año. Faltaría más. Sin embargo, de los libros que tienen a bien ponerse a mi alcance, algunos, por circunstancias distintas, me llaman la atención. Creo que 2012 ha sido año de buena cosecha literaria, ligeramente superior a la de su antecesor 2011. Por El Eco de las Voces han discurrido un puñado de autores, con los que he conversado, y de libros, que he leído, y ello me ha permitido hacerme una idea de lo que se ha publicado en estos doce meses, ácigos, en lo económico, y tristes en lo social, que ahora comienza a declinar.

El primer título que llamó mi atención fue ‘Carceles imaginarias’ del escritor Luis Leante, editado por Alfaguara, una especie de novela histórica, que mezcla el tiempo presente con el pasado, que se lee con fruición, que recuerda por momentos a ‘La saga de los Rius’, serie televisiva basada en las novelas ‘Mariona Rebull y ‘El viudo Rius’ de Ignacio Agustí o ‘La verdad sobre el caso Sabolta’ de Eduardo Mendoza, con el movimiento anarquista y las ciudades de Barcelona y Valparaíso como telones de fondo, y que consigue tocar la fibra sensible del lector a lo largo de toda la narración y, especialmente, en sus últimas páginas.
El segundo llegó mucho más tarde, en octubre: ‘Las leyes de la frontera’  de Javier Cercas, editado por Grijalbo, una historia que nos retrotrae a los finales de los setenta y primera mitad de los ochenta, con el imaginario y la escenografía quinquis. Un nuevo acercamiento del escritor extremeño a la etapa de la Transición, un recuerdo para la estética de las cazadoras apretadas, de los pantalones acampanados y de las puntiagudas botas, todo ello narrado bajo el prisma de un escritor que realiza entrevistas para documentarse sobre un libro de encargo que ha de escribir acerca de la figura de uno de aquellos delincuentes, el Zarco. Relato policial, de adolescencia, de actualidad, retrato de un momento concreto de nuestra historia, con estructura de recortes pegados, cuyos distintos puntos de vista ofrecen la suficiente ambigüedad para conformar una narración esclarecedora de aquella realidad.
Por último, el tercer libro que merece ser destacado es, sin duda, ‘Ayer no más’, de Andrés Trapiello, editado por Destino. Basado en un hecho real, nos habla del regreso al pasado, a la Guerra Civil. El escritor leonés ha escrito un libro distinto, un libro para la reconciliación, para enterrar la contienda y sus secuelas de una vez, dejando cada bando una parte de su propio lastre en el camino.  Como el propio Trapiello me contó cuando le entrevisté “El problema es que la gente está hasta el copete de novelas y novelistas de la Guerra Civil. En mi libro hablo de cosas que no se han leído y lo hago de un modo como no se han contado antes y no porque yo sea más listo, sino porque cada cosa requiere un tiempo para ser narrado. Hemos tardado setenta años en hacerlo, porque la verdad es lenta“.
Ya sé que en 2012, autores de enorme relieve han publicado también obras importantes. Pero yo solo puedo hablar de lo que he leído. Los comentarios, elogiosos o no, y las críticas que se puedan verter por parte de otros medios sobre novelas y títulos a los que no he tenido acceso, no puedo utilizarlas como referencia de algo sobre lo que no tengo opinión formada.

Herme Cerezo