«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 25 de octubre de 2015

Eloy Moreno, escritor: «Me duele que alguien se quede frío tras leer mi novela»

Qué lejos queda, y solo han pasado cuatro años, aquel instante en que Eloy Moreno decidió autopublicar su primera novela, ‘El bolígrafo de gel verde’, plantarse en una librería y, tras pedir el oportuno permiso, vender los trescientos ejemplares de su primera tirada, uno tras otro, hasta agotar existencias. Más tarde, una editorial de renombre, Espasa, compró los derechos y lo puso a la venta a través de los canales comerciales tradicionales. Ciento veinte mil ejemplares jalonan su éxito desde entonces. Y es ahora, en pleno otoño, cuando el escritor castellonense presenta por toda la geografía hispana su cuarta obra, la novela que lleva por título ‘El Regalo’, una historia que, como el propio autor explica en la contraportada, se desarrolla en «un lugar que, aún a día de hoy, no sabría muy bien cómo definir. Quizás es ese sitio al que te trasladas cuando suena el timbre del recreo, o allí donde vamos al cerrar los ojos justo antes de soplar las velas, o el viento en el que flotamos al recibir uno de esos abrazos que nos sostienen el cuerpo, las dudas y los miedos…».

Eloy, siempre es interesante conocer cómo un autor tropieza con la historia que se dispone a escribir.
El primer flash, la primera imagen, me sobrevino cuando hacía el Camino de Santiago en bicicleta, al llegar a un lugar llamado La Isla, concretamente en Colunga, a medio camino entre Gijón y Cantabria. Hay sitios a los que llegas y te das cuenta de que tienen algo peculiar, de que allí pueden ocurrir cosas especiales y aquel era uno de ellos. Después ambienté la historia en Alarcón, fusionando ambos escenarios en uno solo.



Husmeando por tu web, encuentro alguna que otra historia infantil y el libro comienza con una conversación entre una niña pequeña y su padre, ¿te interesa mucho el mundo de los niños?
Tengo una niña de cuatro añitos y esa circunstancia ha influido mucho en mí para escribir esta novela. Justo antes había publicado un libro personal, con cuentos de otros autores, del que llevo vendidos más de catorce mil ejemplares,  y eso me llevó a introducirme en el mundo de los colegios. Todo ello me ha despertado un enorme interés por la relación padre-hija.
¿’El Regalo’ es tu novela más personal hasta el momento, claro?
Sí, sin duda. Cuando mi madre comenzó a leerla, a la pocas páginas se puso a llorar porque intuyó que hablaba de la relación con mi hija.
Le estoy llamando novela todo el rato, pero en realidad, parece un cuento, ¿cómo la definirías, tal vez como un relato mestizo, fronterizo?
‘El Regalo’ es una novela que empieza por un cuento y acaba por una historia [risas]. Bromas aparte, lo cierto es que no sé definirla exactamente. Lo que sí tengo claro es que, aunque invita a reflexionar, no se trata de un libro de autoayuda.
Los datos que se insertan en la contraportada del volumen no ayudan mucho al posible comprador para intuir qué va a encontrar en su interior.
Cierto. El responsable de todos esos comentarios que figuran en la contraportada soy yo. Ya hice lo mismo en las anteriores novelas. Siempre he dicho que el día que una sinopsis resuma mi libro, no hará falta que nadie se lo lea. En este caso, además, es un regalo que viene envuelto en una caja, lo que añade otra dificultad para saber qué hay dentro.
Lo que sí parece innegable es que a Eloy Moreno le interesan mucho las emociones.
Claro que me interesan. Si consigo hacer  que un lector llore, pero no de tristeza sino de emoción, me siento muy feliz. Los lectores que hayan percibido esas emociones con la novela, la recordarán precisamente por lo que sintieron mientras la leían. Me duele que un lector se quede frío tras leer mi libro.
Y también que estamos ante una historia de historias, ¿no?
Exacto, es una historia de historias en la que los personajes no tienen nombre para que pueda serlo cualquiera. Me gustan mucho ese tipo de tramas donde las historias parece que carezcan de sentido, pero que al final encajan. Espero haber conseguido que el lector no se haya perdido nunca durante la lectura, porque he trabajado mucho ese aspecto y creo que he logrado que no haya ningún hilo colgando y sin sentido.
Tus novelas mueven a pensar, son reflexivas. Sin embargo, tu estilo es muy dinámico, nada pesado ni recargado.
Sí, mi estilo es muy corto. Todo procede de Internet, porque yo he nacido a la escritura en este medio y allí un texto de más de cincuenta líneas no se termina de leer. Por eso me acostumbré a construir pequeñas historias con esas dimensiones y ahí me he quedado.
«Incluso los que dicen que no puedes hacer nada para cambiar tu destino, miran al cruzar la calle» es la cita de Stephen Hawking que incluyes en las primeras páginas de la novela.
Las citas me vienen bien para introducir el libro. La de Hawkins resume perfectamente la novela, porque hay gente que piensa que no va a conseguir cambiar nada pero, por si acaso, mira la calle. Es una frase que encierra una contradicción en sí misma.
A todos nos cuesta mucho romper la inercia que nos retiene en la rutina de cada día, ¿por qué nos ocurre eso?
En nuestro armario personal todos guardamos prendas que son emociones y sentimientos que no podemos quitarnos de encima. Son lastres que nos impiden avanzar en la vida. Todos sabemos que debemos deshacernos de ellas, pero no somos capaces de apartarlas. Esto es como quien es consciente de que realiza un trabajo que no le gusta y que debería dedicarse a otra cosa, pero no cambia. En estos casos siempre prima lo mismo: la comodidad.
El padre del protagonista emprende un viaje y disfruta con el día a día de ese periplo. ¿Se esconde Kavafis, con su poema ‘Itaca’, bajo las páginas de ‘El Regalo’?
A ver, solo te diré que esta novela se iba a llamar ‘El Viaje’, porque el cuento que le narra el padre a su hija tiene mucho de viaje. Sin embargo, después lo cambié, influido por un cuento en el que una niña le regala una flor amarilla a su maestra, que se pone a llorar cuando comprende que su alumna ha recorrido muchos kilómetros para conseguirla y traérsela. Y la niña le responde que el viaje también formaba parte del regalo. El poso que queda del libro al concluir su lectura es el regalo que yo le hago al lector.
¿El éxito de ‘El bolígrafo de gel verde’ te ha obligado a superarte, a ser más original en cada novela nueva?
Es indudable que sí, pero mi forma de escribir no ha variado, sigue siendo la misma. Lo que sí ha cambiado es la temática. La segunda novela no tenía nada que ver con la primera, algo que aprecia el lector enseguida, aunque compartían mi interés por los sentimientos. ‘El Regalo’ es menos lineal que las anteriores, tiene una trama más elaborada y no queda claro del todo a qué género pertenece el libro, como ya hemos hablado.
Si echas una mirada hacia atrás, desde el año 2010 hasta hoy, ¿cómo ves tu vida? ¿El éxito ha colmado tus expectativas?
Me ha rebasado. Comencé con trescientos ejemplares y mi meta era venderlos, mi futuro carecía de límites porque no sabía qué iba a hacer. El libro se vendió muy bien y sobrevino el éxito, que me ha cambiado la vida, porque yo jamás hubiera pensado que saldría del ayuntamiento, ni que cambiaría de actividad, tras el enorme esfuerzo que me supuso conseguir la plaza. Ahora, en verdad, hago lo que me gusta.
Para finalizar una cuestión puramente literaria: ¿qué ocurre en Castellón que casi simultáneamente ha aflorado un puñado de escritores como tú mismo, Rosario Raro,  Pablo Sebastiá, Julio César Cano, Pere Cervantes, Desirée Ruiz o Ángel Gil Cheza, que han conseguido publicar en editoriales de prestigio?
Es cierto y además nos conocemos todos. De hecho, alguna vez hemos comentado esa circunstancia entre nosotros, pero no sabemos a qué atribuir las causas. Precisamente fue Rosario Raro quien me revisó la novela de ‘El bolígrafo de gel verde’ antes de editarlo, porque yo había sido alumno suyo en un taller literario.

Concluye esta entrevista con una cita de ‘El Regalo’. No revela nada del argumento, ni del desarrollo de la trama, pero explica su filosofía: «La Isla existe. Físicamente podría ubicarse en muchos lugares, pero mentalmente está en ti. Existe también un camino para llegar a ella, pero no lo dibujaron en ningún mapa, solo lo encontrarás cuando tus sueños tengan más poder que tus excusas».



SOBRE ELOY MORENO

Eloy Moreno Olaria (Castellón de la Plana, 1976) es ingeniero técnico en Informática de Gestión por la Universitat Jaume I. Tras finalizar sus estudios universitarios, aprobó las oposiciones al Ayuntamiento de su ciudad natal. En el año 2011 escribió 'El bolígrafo de gel verde', novela que autoeditó y vendió personalmente hasta que la editorial Espasa adquirió sus derechos y canalizó su difusión comercial. A esta obra, que ha sido traducida al inglés, catalán, italiano, holandés y taiwanés, le han seguido 'Lo que encontré bajo el sofá' y 'Cuentos para entender el mundo'.

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