«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 16 de octubre de 2016

‘Johan Cruyff 14. La autobiografía’. El legado del holandés que amaba el fútbol.

Stuy; Suurbier, Hulshoff, Blankemburg, Krol; Haan, Mühren, Neeskens; Rep, Cruyff y Keizer. Y Rinus Michels en la banqueta. Sabía de carrerilla la alineación del Ajax de Amsterdam, que a principios de los setenta conquistó tres Copas de Europa consecutivas. Desde luego, mucho mejor que la lista de los reyes godos. Apenas si he consultado la grafía de tres o cuatro nombres para escribir sus apellidos  como toca. La aprendí de pequeño y lo que aprendes porque te gusta, sin que te obliguen a ello, ya no se olvida jamás. Era la misma formación de la selección holandesa, sustituyendo unos pocos nombres por jugadores procedentes del Feyenoord, otro gran club holandés, lo que todavía facilitaba más el proceso de memorización: Jongbloed, Van Hanegem, Jansen, Rijsbergen, Van der Kerkhof y Rensenbrinck. A todos cita Cruyff en su libro.

Sí, porque cuando apenas hace seis meses que Johan Cruyff (Amsterdam, 1947) nos dejó, Editorial Planeta termina de publicar ‘Johan Cruyff 14. La autobiografía’, escrita en colaboración con el periodista Jaap de Groot. Un enorme acierto para los aficionados del fútbol y del holandés que amaba el fútbol. Les puedo asegurar que vi jugar a Pelé, a Di Stéfano (en sus últimos años), a Maradona, a Zidane y a Messi, que no son unos cualesquiera, y creo que con nadie he disfrutado tanto como con este delgaducho holandés, apodado “el Flaco”, dotado de una envidiable técnica en el manejo del balón y de un espectacular cambio de ritmo en carrera, que le permitía dejar atrás a todos los defensores que salían en su búsqueda y que, como cuenta en esta autobiogrfafía, admiraba a Di Stéfano y a su compatriota Faas Wilkes, que fue jugador del Valencia C.F.


Siempre me pregunté cómo habría surgido un futbolista con las características y calidad de Johan Cruyff. ‘La autobiografía’, lo aclara con una frase suya en la que se autodefine: «Solo era un chaval que llevaba encima un balón todas las horas que pasaba despierto», incluso cuando estaba en clase, añado yo, porque lo he leído en el libro. A los cinco años ya hacía trabajos para el Ajax, el club de su vida, a donde le llevó su padre, Manus, para entregar fruta a los jugadores lesionados. La primera vez que pisó el césped del estadio lo hizo para cortar la hierba del área pequeña de una de sus porterías. El graderío estaba repleto de espectadores que aguardaban, expectantes, la salida de sus ídolos.

La aparición en su vida de Rinus Michels, que se convirtió en un auténtico padre para él en el sentido futbolístico del término, resultó fundamental para su formación. Michels le «llevaba aparte para hablar sobre la táctica. No lo hacía con nadie más y fue mediante esas conversaciones como se formó nuestro vínculo». Este mismo método lo practicaría Johan años después, en sus tiempos de entrenador, con jugadores como Guardiola y Marco Van Basten.

Cruyff fue un pionero en la profesionalización de los jugadores del Ajax. Fue el segundo jugador holandés que consiguió tal acreditación, el primero fue su compañero Piet Keizer, al tiempo que se convirtió en el primer futbolista que dispuso de un representante para negociar sus renovaciones contractuales: Cor Coster, su suegro. Sobre su traspaso al F.C. Barcelona, Cruyff cuenta que su  situación en el club franjirrojo se había transformado en insostenible. Por otro lado, en la Ciudad Condal iba a ganar dos veces más dinero que en Holanda y, además, iba a participar en una liga muy competitiva, con clubs tan históricos como el Real Madrid, donde había jugado su antiguo héroe Alfredo Di Stéfano. Por supuesto, llegar a un país donde había una dictadura le costó recibir numerosas críticas y más de un mensaje envenenado, pero finalmente optó por aceptar, aunque no sin ciertos remordimientos. Su recibimiento en el aeropuerto de El Prat fue increíble. De repente se encontraba arropado por muchos aficionados que habían acudido a darle la bienvenida a su nuevo club. El éxito de su fichaje fue rotundo, ya que tras catorce años de sequía, el F.C. Barcelona consiguió proclamarse campeón de Liga.  

A lo largo de los catorce capítulos del libro, con sus luces y sus sombras, Cruyff repasa toda su trayectoria: el fútbol total, la vida en familia, la goleada en el Bernabéu, el Mundial de Alemania de 1974, el traslado de su residencia familiar a Barcelona, su primera retirada del mundo del fútbol, su debut como empresario y su ruina económica por una estafa, su traslado a los Estados Unidos, su amistad con Carles Rexach, su apuesta por Guardiola, su salida del Barça, tras perder la final de Atenas, sus problemas cardiacos y muchas otras cosas.

Con todo lo que se cuenta en el libro, que da para mucho, lo más importante tal vez sea recuperar la voz del astro holandés. ‘Johan Cruyff 14. La autobiografía’, obviamente, está escrita en primera persona. Ignoro si la mano del periodista De Groot se deja notar mucho o no, pero lo que el libro sí consigue es que Johan esté presente mientras leemos. Parece que lo tengamos enfrente o a nuestro lado. Lo hemos visto tantas veces en los medios televisivos, que cada palabra suya mentalmente surge acompañada por el gesto correspondiente. Porque Cruyff, como individuo, resultaba un tipo muy expresivo.

Johan fue un hombre muy querido. Su autobiografía viene a dejar por escrito, igual que un legado, cómo se formó su leyenda humana y futbolística, una leyenda de cuya existencia tuve conocimiento por vez primera en blanco y negro, justo antes de una eliminatoria de la Copa de Europa que el Ajax jugó contra el Real Madrid. Recuerdo que el locutor, al citar su enorme popularidad, explicó que, tras concluir cada partido que jugaba, subastaba sus botas.

Cierro esta reseña con un párrafo que encontramos en la solapa de la sobrecubierta del libro, que se me antoja un buen resumen: «El que fuera un futbolista genial y un entrenador innovador sigue siendo después de su muerte una referencia para los mejores entrenadores del mundo y para todos los amantes de este deporte, además de un decidido impulsor de iniciativas solidarias a través de la Cruyff Foundation». Nada que añadir. No hace falta.


Johan Cruyff 14. La autobiografía’.320 páginas. Tapa dura. Editorial Planeta, octubre 2016. Precio 19,90 euros.