Blog de literatura, entrevistas, libros, cómics, balonmano, recuerdos y otras cosas.
«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)
sábado, 8 de noviembre de 2025
‘Astérix en Lusitania’, la serie se conserva muchísimo más fresca que el pescado que vende Ordenalfabétix.
que leí, ‘El cangrejo de las pinzas de oro’. Un tiempo después fue otro amigo, Guillermo Camps, quien me hizo leer ‘Astérix legionario’, presentándome al pequeño héroe del bigote amarillo, siempre acompañado por su inseparable Obélix, junto con los demás locos de la aldea gala (nunca tuve claro del todo si los locos eran los romanos o los propios galos). Eran las dos series de moda en mi infancia y juventud, acompañados, claro está, por Mortadelo y Filemón. Esto de Astérix, más o menos, vino a coincidir con el tiempo en que estudiábamos el bachillerato, últimos años sesenta y primeros de los setenta. Por un lado, estaban los alumnos de ciencias, los de la física, la química y las matemáticas, y, por otro, los de letras, los del latín y el griego, que éramos nosotros, los «letreros», una especie ahora en riesgo de extinción. En un colegio religioso como el nuestro estaba mejor visto ser «letrero» que aprendiz de científico, químico o matemático. Si, además, te gustaba el básquet, miel sobre hojuelas. O eso me parecía a mí.
sábado, 1 de noviembre de 2025
Vicenç Villatoro: «Escribir ‘Polonesa’ en primera persona, con un protagonista que miente, resultaba un reto difícil, pero muy interesante»
profusión su extensa obra – más de treinta libros publicados –, su interés por el tema de la identidad la recorre transversalmente. Así lo demuestra su trilogía formada por ‘L’home que se’n va’ (El hombre que se va), ‘El retorn dels Bassat’ (El regreso de los Bassat) y ‘La casa dels avis’ (La casa de los abuelos). Profundizando si cabe más en esta obsesión, Villatoro acaba de publicar ‘Polonesa’, escrita en catalán y editada por Proa, donde aborda la historia de un espía crepuscular israelí tras la caída del telón de acero. El protagonista de la novela, Saul Shalev/Andrzej Zelig/Klaus Steinberg, que posee tres identidades diferentes, reflexiona sobre el oficio de espía, un oficio del que nunca uno termina de jubilarse, al tiempo que intenta resolver un negocio de compraventa de material «delicado» que sus antiguos colegas acaban de proponerle. Dándole otra vuelta de tuerca al asunto, Saul/Andrzej/Klaus se interroga a lo largo del texto, no podía ser de otro modo, sobre el tema de la identidad, algo que le obsesiona particularmente a causa de su trabajo, porque en su cometido la falsedad, la mentira y las apariencias son definitivas para sobrevivir y tener éxito. Pasado el media día, a dos quarts d’una, Vicenç, desde Matadepera, y yo, desde València, anduvimos conversando acerca de esta ‘Polonesa’ y de algunas particularidades de su trayectoria como escritor. Establecida la comunicación tras los timbrazos preliminares del móvil, el piloto de la grabadora, encendido en rojo, nos avisó de que podíamos comenzar nuestra charla. Y a eso nos aplicamos.
Vicenç, aunque llevas mucho
tiempo dándole a la tecla, cuando entrevisto por primera vez a un escritor casi
siempre comienzo con la misma pregunta: qué significa escribir para ti?
Hace muchos años que escribo. Es
una actividad centrada en mi propia vida. En un momento determinado, decidí que
yo me relacionaría con el mundo de dos maneras a la vez: viviendo y
escribiendo. Pensaba vivir y escribir todo lo que me pudiera deparar mi
existencia. Pero no iba a narrarlo todo, sino a relacionarme con la vida a
través de la escritura que es una cosa distinta. De esta manera, cuando tengo
una preocupación o siento dudas, emoción o esperanza me surge siempre una
escritura que puede ser poética, ensayística, narrativa…
sábado, 11 de octubre de 2025
‘El nombre del padre’ de Vanessa Springora. A la búsqueda de unas raíces impostadas.
Al sostener entre mis manos la novela ‘El nombre del padre’ (Lumen) de Vanessa Springora
(Paris, 1972), resulta difícil que la memoria no vuele al pasado y se detenga, treinta y seis años atrás, sobre el recuerdo de la película ‘La caja de música’ del director Costa-Gavras, al que noventa y dos inviernos contemplan ya. En ambos casos, novela y película, la búsqueda de la verdadera identidad constituye el eje central de la narración. La película del director griego trata de rescatar el presunto pasado nazi del padre de la protagonista, interpretada por Jessica Lange. Por su parte, en ‘El nombre del padre’ Springora intenta revivir el pasado de su progenitor, Patrick, recién fallecido al inicio del texto, al que lleva más de nueve años sin ver, y de quien afirma en el Prólogo «Me resulta más fácil decírtelo ahora que estás muerto: siempre me pareciste un personaje intrigante». Inesperadamente, y aquí radica la diferencia con ‘La caja de música’, surge la figura de su abuelo paterno, otro presunto nazi. Springora viene de publicar ‘El consentimiento’, su primera novela, de la que vendió trescientos mil ejemplares durante el confinamiento, en la que cuenta la relación que ella mantuvo, a los catorce años de edad, con el escritor francés Gabriel Matzneff, de cuarenta y siete. Esta es, por tanto, su segunda entrega, esa que dicen que es la más difícil, por aquello del miedo al folio en blanco, el peso de la responsabilidad y otras frases por el estilo. En su presentación en Espacio Telefónica, Vanessa Springora manifestó que trabaja con material delicado, íntimo, y que, tras escribir su anterior novela por necesidad, se propuso no publicar nada nuevo hasta que tuviera algo interesante que contar. En consecuencia y llegado el momento, seguir con asuntos autobiográficos le pareció algo natural, algo que brotó tras la muerte de su padre en pleno éxito de ‘El consentimiento’.
martes, 30 de septiembre de 2025
Aroa Moreno Durán: «Tres días después de los fusilamientos, hubo un baño de masas en la Plaza de Oriente que resulta escalofriante verlo»
Nº 706. Mientras transcribo la entrevista de Aroa Moreno Durán (Madrid, 1981), ya circulan los primeros avisos de la AEMET acerca de las lluvias que se anuncian, inminentes, sobre la Comunitat Valenciana. Al mismo tiempo, recuerdo que, justamente hoy, 27 de septiembre de 2025, se cumple el cincuenta aniversario de los últimos cinco fusilamientos perpetrados por el dictador Franco. Ángel Otaegui Echevarria y Juan Paredes Manotas (miembros de ETA) y Xosé Humberto Francisco Baena Alonso “Daniel”, Ramón García Sanz “Pito” y José Luis Sánchez Bravo Solla “Hidalgo” (integrantes del FRAP) fueron fusilados en Burgos, Barcelona y Hoyo de Manzanares, respectivamente, acusados del asesinato de un policía nacional y un guardia civil. Mucho tiempo después de tan infausta fecha, durante la pandemia, un paseo de la escritora madrileña con su hijo en busca de la naturaleza, les hizo escuchar el eco de unos disparos. Procedían de un campo de tiro del ejército, radicado muy próximo a su casa, algo que Aroa ignoraba. Más tarde descubriría que allí mismo, en un talud de aquella instalación militar de Hoyo de Manzanares, en 1975 habían sido fusilados tres de aquellos cinco condenados a muerte por un tribunal militar, que los sometió a un consejo de guerra sumarísimo, huérfano de garantías procesales. En total, se decretaron once penas de muerte, aunque seis de ellas fueron conmutadas. El resto se cumplieron sin que valieran para nada las presiones internacionales ante el régimen, entre ellas la de Pablo VI que, por tres veces intentó hablar con Franco, que hizo oídos sordos a sus llamadas. De todo esto se ocupa el libro ‘Mañana matarán a Daniel’ (Random House), escrito por Aroa Moreno. Sentados en torno a una mesa de la cafetería del Hotel Zenit de València, mediada la tarde, ya con la grabadora encendida, comenzó nuestra conversación.
Aroa, disponer de un buen titulo como lo es ‘Mañana
matarán a Daniel’ es importante para comenzar a escribir una novela?
El título surgió con la novela ya muy
avanzada. En principio y sin pensarlo mucho, se iba a titular ‘Septiembre
1975’, pero a la editorial no les convencía. ‘Mañana matarán a Daniel’ es un
verso de Manuel Blanco Chivite, miembro del FRAP, también condenado a muerte e
indultado después, extraído del poema ‘Víspera de los fusilamientos’, que escribió
en la cárcel y dice así: «Hoy velaré toda la noche/solo y en silencio velaré
toda la noche/ y mañana matarán a Daniel,/mi camarada». Cuando lo leí pensé que
era el título adecuado, porque Xosé Humberto Baena, «Daniel» va ocupando un
espacio cada vez más grande en esta novela. Él era un hombre que escribía, al
que le gustaba la poesía y el poema tiene la inminencia de algo ineludible como
es una condena de muerte. Precisamente, cuando pienso en si, después de
escribir sobre estas personas, he llegado a conocerlas, comprendo que hay algo
que nunca voy a entender: lo que significa saber que mañana te van a matar.
miércoles, 10 de septiembre de 2025
Esteban Mira Caballos: «Colón se consideraba a sí mismo como un elegido de la Providencia»
Nº 705. Si en el mundo de la Historia, y de la Historiografía, existe un personaje interesante,
con una enorme dosis de misterio y capacidad de seducción para los investigadores, ese es, sin duda, Cristóbal Colón. Sobre él se ha escrito muchísimo, se calcula que más de 20.000 estudios, novelas y biografías, lo que, a la hora de acercarse a un ser humano, que vivió a caballo entre la Edad Media y la Moderna, dificulta más que ayuda, ya que, como señala Esteban Mira, «el exceso de información ha sido y es un hándicap porque resulta abrumador para los investigadores sentirse perdidos entre decenas de miles de páginas de literatura». Precisamente, pues, y como él mismo afirma también, lo más duro y árido de su trabajo «ha sido el proceso de selección de materiales», apartar la broza hasta alcanzar el centro del bosque. Esteban Mira Ceballos, Doctor en Historia de América y profesor de Secundaria, nacido en Carmona, a media hora de Sevilla, termina de publicar ‘Colón. El converso que cambió el mundo’, editado por Crítica, donde contempla los innumerables aspectos que rodean la figura del Almirante. Tras haber escrito sobre Hernán Cortes y Pizarro, entre otros descubridores, resultaba evidente que algún día el historiador andaluz se detendría en Colón, no en vano lleva trabajando sobre su existencia desde la última década del siglo XX y se define a sí mismo como americanista y colombinista. Desde Almendralejo, al filo del mediodía de un lunes de agosto, Esteban atendió mis preguntas al otro lado del teléfono. En la ciudad pacense, al igual que en València, donde yo me encontraba, el sol, inmisericorde, se demoraba por las calles e imponía la ley del calor: 40 grados. Con la grabadora ya conectada, piloto rojo iluminado, comenzó nuestra conversación.
viernes, 18 de julio de 2025
Sergio Vila-Sanjuán, Premio Fernando Lara de Novela 2025: «Barcelona reinventó su pasado hace ciento cincuenta años, ver cómo lo hizo es una cuestión que me ha interesado mucho»
Barrio Gótico’, editado por Planeta, el thriller con el que ha ganado el Premio de Novela Fernando Lara 2025. La historia está protagonizada por el también periodista Víctor Balmoral, que investiga la desaparición de una mujer en el epicentro medieval de Barcelona. Al mismo tiempo, el lector asistirá a la historia del popular y señero Barrio Gótico, relatada por los personajes que transitan las páginas del libro. Balmoral, además, recibe las visitas del fantasma de Antonio Riquelme, un antiguo amigo, con el que comparte momentos y discusiones en su día a día. Discurre el último lunes del mes de junio, mediada la tarde, un día caluroso como muchos, cuando Sergio Vila-Sanjuán me atiende telefónicamente desde la ciudad condal, atrincherado bajo el amparo del aire acondicionado de su casa, según me cuenta. A eso mismo me dedico yo trescientos cincuenta kilómetros más al sur, compartiendo la orilla del Mediterráneo que nos une. Con tan «reconfortante» panorama y con el piloto rojo de la grabadora encendido, comenzamos a desgranar algunos pormenores de este «misterio gótico».
En primer lugar, Sergio,
enhorabuena por el Premio.
Muchas gracias, la verdad es que
estoy muy contento.
Aún cuando tú eres un
periodista cultural, qué llegó primero: la vocación por la escritura o el
periodismo?
En realidad, la escritura, porque
yo empecé a escribir muy pronto. Lo hice en el colegio y publiqué mi primer
cuento a los dieciséis años. De hecho, estudié Historia y fui a parar al
periodismo porque me surgió la oportunidad de ejercerlo. Lo que ocurre es que
me he tirado cuarenta años dedicado al mundo de la cultura, y ya lo considero
una parte muy importante de mi carrera y mi personalidad.
martes, 1 de julio de 2025
Santiago Díaz: «Me gusta, escribir sin tener limitaciones de ningún tipo y eso lo consigo con la novela».
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| copyright:diegodelafuente. |
su presencia en la Feria del Libro de Madrid, donde ha cosechado una gran afluencia de lectores, ávidos por conseguir su firma y compartir unos minutos con él. Ha sido «una verdadera locura, un lleno absoluto, no me puedo quejar», me explica al otro lado del hilo telefónico. Tras cerrar la trilogía policiaca, protagonizada por la inspectora Indira Ramos, y escribir ‘Los nueve reinos’, una más que interesante incursión en el género de la novela histórica, Santiago regresa ahora al territorio negro con ‘Jotadé’, publicada por Alfaguara, donde nos presenta la azarosa existencia del subinspector Jotadé Cortés, el único policía gitano de su comisaría, un sujeto imprevisible, dotado de una certera habilidad para resolver los casos que surgen y que esquiva las normas como le conviene. El libro presenta un arranque muy potente, en el que dos hombres son destripados y arrojados al vacío desde un puente de la M-30, al más puro estilo de los ajustes de cuentas entre clanes del mundo de la droga. Discurre la media tarde de un lunes de junio, caluroso, cuando conecto la grabadora, despliego las preguntas que llevo preparadas y comenzamos nuestra conversación. El piloto rojo, atento vigilante, luce encendido, siempre encendido. Siempre vigilante.
Santiago, en ocasiones voces envidiosas dicen de algún escritor que «escribe dolorosamente bien». Si yo te digo eso mismo referido a ti, a qué te suena?
Me lo tomo
como un halago, porque para mí esto es un premio. Mi carrera como escritor,
igual que la de guionista, comenzó por casualidad. Yo era profesor de Educación
Física y una vez escribí un guion como podía haber construido una maqueta de
barco. Se me dio bien, me contrataron y todo comenzó ahí. Y lo mismo me ocurrió
con mi carrera de escritor: hice una prueba, a la gente le gustó, he ido
aprendiendo y ahora disfruto de una profesión que no conocía de nada, hasta que
se me plantó delante. Y los halagos los agradezco, pero con los pies en el
suelo, sin creérmelo demasiado.
viernes, 27 de junio de 2025
‘El Cid. Vida y leyenda de un mercenario medieval’ de Norma Berend.
La Guerra Civil anda aún por sus albores. Franco gira una visita de inspección al palacio episcopal de Salamanca, edificio en el que piensa instalar su cuartel general. Le acompaña el obispo Enrique Pla y Deniel. El general golpista se separa del grupo y se detiene ante un cuadro que cuelga sobre uno de los muros. Pla y Deniel se le aproxima y, mirando la pintura, le dice: «Nuestro Cid. Qué gran hombre y no estos políticos de hoy del tres al cuarto». «Un caballero cristiano», responde Franco sin dejar de contemplar al «caballero cristiano», que se afana en escabechar moros en el fragor de una batalla. «Diga Usted que sí. Por eso fuimos imperio», remata el purpurado. Estas palabras del futuro dictador en la película ‘Mientras dure la guerra’ de Alejandro Amenábar, ejemplifican la imagen tradicional que ha acompañado a Rodrigo, o Ruy, Díaz de Vivar: «Un caballero cristiano». A los que ya peinamos más canas que pelos, la frase nos suena familiar. La estudiamos de pequeños, cuando utilizábamos la ‘Enciclopedia Álvarez’ de Tercer Grado, en cuya página 432 podemos leer: «Por su lealtad y grandes virtudes [se refiere al Cid] es considerado como modelo de caballero cristiano».
Y, de dónde arranca esta afirmación? Realmente El Cid era
así? O era otra cosa? Norma Berend (Budapest, 1966), catedrática de Historia
Europea en la Universidad de Cambridge, especialista en el medievo, acaba de
publicar ‘El Cid. Vida y leyenda de un mercenario medieval’, editado por
Crítica, donde aborda estas y otras cuestiones sobre el controvertido guerrero
castellano.
domingo, 15 de junio de 2025
Javier Alandes: «El arte es el quinto negocio que más dinero mueve en el mundo»
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Javier, de nuevo a
vueltas con el mundo del arte y sus suburbios. Se esconde en tu cabeza un
artista frustrado del pincel o la gubia?
No, no, para nada.
Decidí hace muchos años que quería escribir novelas que yo pudiera leer y, al
final, escribo para mí. Y, ojalá, que lo que a mi me gusta consiga conmover a otras personas. La mezcla de arte y aventuras
que utilizo me parece emocionante y es algo que no encontraba en otros libros. Pero
no soy ningún experto. Me guío únicamente por las emociones que el arte suscita
en mí.
lunes, 2 de junio de 2025
Karin Smirnoff: «Cuando me ofrecieron la posibilidad de proseguir la saga Millennium, no lo pensé dos veces. Acepté enseguida»
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Welcome to València, Karin. Cuando entrevisto por primera vez a
una escritora suelo comenzar con la misma cuestión: por qué escribe Karim
Smirnoff?
Escribo un poco por mí misma, por mis propios objetivos. He
escrito siempre, desde muy joven, y me planteo los temas en función de las
preguntas a las que deseo encontrar respuestas. Es algo completamente
independiente del hecho de que haya lectores para leer lo que escribo o no.
lunes, 26 de mayo de 2025
‘Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia’ de Philippe Sands. Una obra maestra.
La fotografía es del año 1983. Corresponde a la conmemoración del décimo aniversario del golpe de estado de Pinochet en Chile. Es la portada de ‘Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia’, el nuevo libro del londinense Philippe Sands, publicado recién por Anagrama. En el rostro del general golpista, elegantemente vestido con un capote militar sobre uniforme de gala, rematado por una gorra de plato, se dibuja una sonrisa cruel, cínica. Tal vez feliz. Conmemoraba sus diez años al frente del poder en el país andino. Allende quedó atrás. Derrocado. Cadáver en el Palacio de la Moneda. En fin, dejémoslo en un gesto enigmático. Nunca podremos ya saber qué perversos pensamientos bullían en su cabeza cuando dispararon la instantánea.
Philippe Sands (Londres,
1960), abogado de la Corte Penal Internacional, centra su relato en dos
historias paralelas que se entrecruzan: por un lado, la del proceso judicial,
desencadenado por la denuncia contra Pinochet, interpuesta por el juez Garzón
ante la justicia británica mientras el general chileno se encontraba en Londres,
ciudad a la que había acudido para someterse a una cirugía; y por otro, la de
un oficial de la Gestapo, el SS Obersturmbannführer, Walther Rauff, diseñador
de las cámaras móviles de gas, presunto verdugo de un cuarto de millón de seres
humanos durante el periodo nazi. Dejando a un lado la enorme repercusión
internacional que alcanzó el procesamiento de Pinochet, en el que relevantes
términos y criterios jurídicos se pusieron en juego, los puntos de enlace entre
el dictador y Rauff los encontramos en Chile, puesto que el alemán dirigía una
industria conservera, especializada en el enlatado de carne de centolla en la
Patagonia, y, sobre todo, en el número 38 de la calle Londres de Santiago ─de
ahí procede el título del libro─, antigua sede del Partido Socialista Chileno, rebautizada
como Yucatán y reconvertida en centro de torturas y crímenes por la temida DINA
(Dirección de la Inteligencia Nacional). Curioso es constatar aquí como nombres,
casi olvidados, que aparecían constantemente en los telediarios de hace treinta
años, como Robin Cook, Toni Blair, Jack Straw, el propio Baltasar Garzón o
Margaret Thatcher, cobran nueva vida y rebrotan en nuestra memoria gracias a
esta reconstrucción. A partir de aquí, Sands se maneja entre dos escenarios.
lunes, 19 de mayo de 2025
Susana Fortes: «Camus no era un dios, era sólo un hombre. Ahí radica su grandeza»
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SF. El apagón me pilló en casa, afortunadamente. Y sin
dinero en efectivo. Hube de buscarlo y me compré una radio en los chinos para
intentar tranquilizarme. Vivimos en un mundo tan interconectado que te sientes
desvalida en esos momentos. Pensé en las personas a las que les pilló en el
tren… Nos reímos cuando nos hablaron sobre el kit de supervivencia, pero nos
cayó encima una soberbia. La primera en la frente. Dinero en efectivo, radio,
pasaporte listo, son cosas que hay que tener preparadas. Por otro lado, me
gustó mucho el grado de civismo que demostró el país. Tenemos una gente sensata
y solidaria, muy por encima del nivel de nuestros políticos.
lunes, 21 de abril de 2025
Juan Manuel de Prada: «Esta novela me ha dejado vacío por completo. Me entregué a fondo con ella»
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que lleva por título ‘Cárcel de tinieblas’ (Espasa). Resulta complicado referirse a esta obra como un libro único ─aunque de eso se trata, porque así fue concebida por su autor─, dividido en dos volúmenes por necesidades editoriales, derivadas de la magna extensión de la novela. En esta cárcel tenebrosa volvemos a encontrarnos con los personajes que conocimos en ‘La ciudad sin luz’, encerrados en el París de la ocupación alemana, entretenidos en sus afanes y devaneos, sus trapacerías y trapisondas, sus amoríos, celos y ambiciones. Y en ese mundo de tinieblas merodean María Casares, César González-Ruano, Gregorio Marañón, Pablo Picasso o Victoria Kent, entre otros muchos. Y también Fernando Navales, claro. Que sigue en su oficio de narrador y evoluciona, o lo intenta, hacia el camino de su redención moral. «¿Tú crees que se puede dejar de ser malo, si uno se lo propone?», se preguntará él mismo, a bote pronto, en la primera frase del libro. En 1942, año en que se inicia –mejor continúa– la narración, el telón de fondo ha cambiado. La acción camina hacia su recta final. Los alemanes, que empiezan a beber las amarguras de la derrota, derivan hacia la senda de los perdedores. Y todo lo leemos con la inconfundible pluma barroca del escritor nacido en Barakaldo. A nuestra cita del Hotel Vincci Lys de València, Juan Manuel llegó muy puntual, como siempre. Es marca de la casa. Conecté la grabadora, piloto rojo ya en alerta, e iniciamos la conversación. Luego se sumaría a nuestro encuentro una botellín de agua y un descafeinado con leche.
Juan Manuel, dicen que Dickens fue el primer escritor que inició este asunto de la promoción de sus libros, tú cómo lo llevas?
No me gusta, lo que pasa es que soy una persona responsable y considero que hay que hacer ese esfuerzo. Aunque yo le diría al editor lo mismo que Jesús dijo en Getsemaní: «Si es posible, aparta de mí este cáliz». [Sonrisa] Pero, bueno, «que no se haga mi voluntad sino la tuya». O sea, que, al final, uno lo tiene que hacer, tal vez porque forma parte del compromiso de un autor con su obra en un mundo como el que vivimos. A mí me gustaría que esto fuese como una botella lanzada al mar y ya está y que, en todo caso, fuese la propia editorial quien se encargase de la promoción. Desgraciadamente, no vivimos en la Arcadia y hay que hacerlo. Unas veces lo sobrellevas con más gallardía y otras con más pesadumbre. Depende. Lo que es indudable es que, a medida que te vas haciendo viejo, a nadie le gusta viajar de un sitio a otro repitiendo siempre las mismas cosas, porque te vas erosionando. Es inevitable.
lunes, 14 de abril de 2025
Javier Cercas: «Bergoglio siempre buscó ser líder y, justo cuando dejó de hacerlo, le llegó el papado»
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hombre. Dijo pertenecer al Vaticano y le ofreció algo insólito: la posibilidad de escribir un libro sobre el papa Francisco con absoluta libertad y con todos los medios a su disposición. Al mismo tiempo le indicó que el Santo Padre volaría en fechas próximas a Mongolia y que él viajaría con él, incluido en el séquito papal. Cercas, tras mirarle extrañado, le respondió que si se habían vuelto locos en el Vaticano, porque él era un tipo peligroso. El hombre se inmutó poco. Nada. Sólo le dijo que se tomara un tiempo prudencial para pensárselo y darle una respuesta. Cercas es un ateo militante, un impío religioso, como él mismo señala, pero fue educado en una familia y un colegio católicos. Así que cómo iba a desperdiciar semejante oportunidad. Ningún escritor cuerdo la dejaría pasar. En consecuencia, aceptó, pero con la condición de poderle preguntar al Santo Padre lo siguiente: «mi madre verá a mi padre más allá de la muerte?» Poco tiempo después, el escritor extremeño se marchó a Roma, acompañó al papa Francisco a Mongolia y le hizo la pregunta en cuestión. Fruto de toda esta peripecia es la publicación de su nuevo libro, ‘El loco de Dios en el fin del mundo’ (Penguin Random House), donde relata todo lo acontecido en el viaje y bastantes cosas más. El libro ─Cercas lo considera una novela─, ha tenido una acogida más que excelente y el pasado nueve de abril se acercó a presentarlo en la Librería Ramon Llull de València. Pasadas las seis de la tarde, lo vi apearse del taxi que le condujo a ‘1 rato más’, la cafetería donde habíamos quedado citados. Tras los saludos rituales, comenzamos nuestra conversación. Disponíamos de media hora. Conecté la grabadora, piloto rojo ya encendido. Y el tiempo, tic-tac, avaricioso, comenzó a desgranarse. Un café con leche, un mini croissant y una botella de agua con gas animaron nuestra conversación. Entre tanto, la vida discurría por la calle, a nuestro alrededor, como un ruido silencioso.
Javier, supongo que con el libro no paras de viajar durante estos días.
Sí, acabo de llegar procedente de Zaragoza. Mañana me voy a Siena, donde me han dado un premio muy bonito [Premio Visoni, nota del entrevistador].
Enhorabuena!
Muchas gracias… Y al día siguiente regreso a Barcelona para presentar allí la novela. Es ir de un lado para otro, pero está bien, porque es una experiencia muy especial, ya que ha salido publicada en castellano, también para Sudamérica, y en italiano. Nunca había tenido el libro más vendido en Italia y España al mismo tiempo. La reacción de la gente ha sido muy bonita y espectacular. No puedo decir otra cosa.
viernes, 11 de abril de 2025
Lorenzo Silva: «La mente humana no descansa y la que tiene malos pensamientos, tampoco»
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Lorenzo, el otro día, Ascensión Rivas escribió en El Cultural en relación con ‘Las fuerzas contrarias’ que «lo mejor, con todo, es que se lee con inusitada rapidez». Después de 14 novelas protagonizadas por Bevi y Vir cómo se consigue esa fluidez narrativa?
[Risas]. La verdad es que cuando me planteo una novela de estos dos veo que el reto cada vez es más difícil. Por un lado, he de atender las expectativas creadas, que son legítimas, y, por otro, he de cambiar algo para sorprender, arriesgándome a que algún lector no encuentre en el libro lo que espera. Una narración depende del interés para mantener la curiosidad del lector y, entonces, con unos personajes de tan largo recorrido has de intentar establecer un equilibrio, casi diabólico, entre la familiaridad y lo inesperado. Ese es el desafío de cada nueva novela suya.
viernes, 4 de abril de 2025
Andrés Neuman: «El Diccionario Moliner fue una contestación sistemática y heterodoxa al de la RAE»
El escritor hispano-argentino presentó en València ‘Hasta que empieza a brillar’, la biografía novelada de la lingüista y lexicógrafa María Moliner, autora del ‘Diccionario de uso del español’ que tantas generaciones de escritores y lectores han utilizado.
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diccionario, ese libro de consulta imprescindible que todos hemos utilizado en muchos momentos de nuestra vida. De pequeño, Neuman jugaba con su familia al diccionario y, más tarde, su vocación literaria le condujo, inexorablemente, a manejarlo con frecuencia. En el año 2014, su afinidad y su amor hacia este tipo de libros, le llevó a escribir uno, de carácter satírico, titulado ‘Barbarismos’. «Estudié filología y lingüística y siempre me interesó pensar en el diccionario como un género literario propio. Soy amante de los diccionarios de autor y el Moliner fue para mí una fuente de sabiduría, que se transmitía de generación en generación». No le bastaba con pensar en el Diccionario de María Moliner como una herramienta de trabajo. Andrés Neuman quiso saber quién se escondía detrás de aquellas páginas repletas de palabras y significados, quién era María Moliner. Por ello durante más de diez años se sumergió en ‘Hasta que empieza a brillar’, editado por Alfaguara, donde de manera novelada escribe su biografía. «Me preguntaba cómo era posible que una mujer tan colosal como Doña María, que comenzó a escribir su diccionario a los cincuenta años, y le ocupó otros veinte, fuera tan desconocida. Por eso me puse a estudiar su vida».
Profundizar en los entresijos de María Moliner Ruiz (Paniza 1900-Madrid 1981) permitió al escritor bonaerense descubrir muchas cosas que ignoraba. «Fui de sorpresa en sorpresa, porque al contrario de lo que popularmente se ha querido transmitir, la propia autora, con una mezcla de modestia irónica y autopreservación política, contribuyó a expandir la idea de que su vida no tenía ningún interés. Y entonces descubres que es todo lo contrario. Tuvo una infancia difícil y su existencia está repleta de múltiples peripecias, adversidades e hitos importantes, como ser la primera profesora de la Universidad de Murcia y también una de las primeras funcionarias por oposición en España». En València, donde transcurre la entrevista durante la hora del café, María Moliner vivió mucho tiempo y desarrolló un trabajo impresionante como bibliotecaria. «Durante la II República, Doña María efectuó una de las aportaciones más hermosas en las bibliotecas públicas, no sólo en la ciudad de València, donde dirigió la Biblioteca Universitaria, que lleva su nombre actualmente, sino en toda la Comunidad, participando en la fundación de innumerables bibliotecas rurales». Si a eso le añadimos que su padre huyó a la Argentina cuando ella era bien pequeña y observamos la tenacidad que tuvo que desplegar para conseguir sus propósitos, es fácil darse cuenta de por qué Andrés Neuman vio que la vida de la lingüista aragonesa merecía una novela. Pero aún había más cosas. «Empecé a darme cuenta de que su Diccionario habla de su vida, por la manera cómo define las palabras y los ejemplos que da. Leído entre líneas, el Diccionario, aparte de ser una obra de arte lexicográfica, es un sutil libro autobiográfico o, por lo menos, de él se puede extraer información secretamente íntima sobre quién fue su autora, sobre cómo pensaba y sentía».
miércoles, 5 de marzo de 2025
Pablo Andrés Escapa: «Me seduce el compromiso de convertir en verosímil cualquier asunto, por peregrino que sea, mediante las palabras»
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| Pablo Andrés Escapa Copyright@Elena Delgado |
Pablo, ‘Fábrica de prodigios’ fue galardonado con el Premio de la Crítica de Castilla y León en el año 2020. Recuperado el libro un lustro después, qué recuerdos de su escritura acuden a tu mente?
He revisitado y releído los textos. Y hacerlo ha supuesto un redescubrimiento, pues he visto que había cosas que no recordaba. Como bien dices el libro no tuvo apenas promoción. Tan sólo una presentación en Ávila y después vino el encierro domiciliario. Cuando me puse a escribirlo pretendí hacer algo más extremo, algo distinto a todo lo que había hecho hasta entonces. Mi punto de partida fue contar una cosa insólita o, al menos extraña, con el objetivo de alcanzar el crédito de los lectores usando solo la escritura y un tono que resultase verosímil. Contar lo increíble tiene menos que ver con el atrevimiento que con el acierto de las palabras, que han de llevar al lector de buena fe por senderos difíciles de transitar. En consecuencia, este trabajo fue exigente y en esa exigencia entró una especie de administración de la fábula, es decir, lo que callaba y lo que decía hasta lograr un clima de inminencia constante, que mantuviera al lector en la creencia de lo que leía. Sin duda esa fue la mayor dificultad con la que me tropecé.
Además de los cuentos, también has trabajado la novela. Por lo que he leído sobre ti, la escritura ocupa un papel muy importante en tu vida.
Nunca tuve prisa por publicar. Mi satisfacción se produce mientras escribo y cuando corrijo. Las presentaciones y demás me sobran. Creo que, si no publicara, escribiría igual, porque me viene bien. Es una necesidad. Mis periodos de sequía literaria me siento peor, me encuentro mucho mejor cuando llevo una fábula en la cabeza. Es algo que los que están a mi alrededor también lo perciben así [risas]. La escritura es una obsesión, no una manía.
Está muy difundida la idea de que los cuentos son como el escalón previo que un escritor debe subir antes de escribir una novela. Pero el género del cuento es difícil y exige el cumplimiento de unas normas muy concretas para alcanzar los objetivos apetecidos.
Decía Pereira que el cuento es el género más complicado que existe para escribir, porque estás trabajando en uno de ellos, te llaman por teléfono o te interrumpen y no puedes retomarlo. Has de comenzar de nuevo. Por otro lado, es muy intenso y requiere una mayor concentración. En la novela, en cambio, resulta más fácil recuperar el hilo narrativo.
jueves, 27 de febrero de 2025
Yo también quise ser Valdez.
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| Óscar Rubén Valdez, caricaturizado por Cronos en 1970 |
Jugar como él, driblar como él, chutar como él. Óscar Rubén Valdez Ferrero llegó al Valencia C.F., procedente del Platense argentino, en un momento importante, la temporada 1970-71, legendaria con el paso del tiempo. Fue el año en que Di Stéfano revolucionó la capital del Túria con la ayuda de sus «ches». Se armó un plantel de gente joven, con hambre, apoyado en un puñado de veteranos curtidos, avalados por el pedigree que otorgaba el título de Copa conseguido en 1967 y un subcampeonato en ese mismo torneo de la temporada 1969-70. Fue en el seno de ese grupo donde aterrizó Valdez, la guinda brillante de aquel pastel insospechado. Era la época de los oriundos, donde los clubes de la liga española inscribían en sus plantillas a jugadores sudamericanos con raíces hispánicas. Una puerta abierta, tan válida como cualquier otra, para que los equipos reforzasen sus escuadras para competir en Europa con mayores garantías, pues los resultados obtenidos durante los últimos años habían dejado mucho que desear, ya que sus rivales continentales alineaban extranjeros con absoluta normalidad. Valdez, me desayuno ahora, vivió un par de meses alojado en un hotel de la localidad de Chiva, mientras se ultimaba el papeleo que permitiese su fichaje. La primera vez que le vi jugar fue contra el Málaga en Mestalla. Cuajó una buena actuación, incluso pudo marcar, pero Deusto, el portero visitante, le amargó la tarde. Sólo Forment pudo batirle en una única, y suficiente, ocasión de gol. Pero Valdez había debutado una semana antes. Fue en Gijón, frente al Sporting, en un partido en el que la prensa dijo de él que «despachó un segundo tiempo verdaderamente magnífico. Dribla muy bien, toca la pelota excelentemente, es rápido y ve la jugada». No se podía pedir más.
martes, 18 de febrero de 2025
Ibon Martín: «En el País Vasco disponemos de mitos y leyendas muy potentes, que proporcionan un ingrediente extra a mis novelas»
| copyright@hermezo25 |
Ibon, es la primera vez que hablamos y la pregunta inicial es inevitable: qué significa escribir para ti o a qué te dedicarías si no fueras escritor?
Fíjate, en su día lo primero que yo quería ser era médico. Era mi objetivo durante la infancia. Pero siempre me gustó mucho leer y llegó un día que, casi como un hobby, empecé a escribir un libro. Hoy en día, para mí la escritura lo es todo, significa pasar fuera de mí unos cuantos meses al año, viviendo otras vidas.
sábado, 15 de febrero de 2025
Lola López Mondéjar, Premio Anagrama de Ensayo: «La capacidad narrativa del ser humano está sustraída»
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| Copyright@IsabelWagemann |
Lola, en primer lugar, enhorabuena por el Premio Anagrama de Ensayo. A lo largo de tu trayectoria literaria has alternado la ficción con el ensayo, dónde te sientes más cómoda? Se retroalimentan ambos territorios?
Muchas gracias, Herme. Y sí, se retroalimentan muchísimo, pero no sabría decirte en cuál de estos espacios me siento más a gusto. Sí te puedo decir que, últimamente, me cuesta escribir ficción, porque el estado convulso del mundo me invita a pensar en ello más que en ficcionar. En estos momentos, la realidad supera a cualquier ficción más que nunca. Sin embargo, tengo un proyecto, asentado en unos relatos distópicos, que espero abordar cuando acabe con la promoción de este libro.
lunes, 20 de enero de 2025
Vicente Valero: «San Francisco de Asís fue una figura completamente nueva para su época»
| Fotografía: Editorial Periférica |
Vicente, la primera vez que entrevisto a un escritor siempre suelo formularle esta pregunta: por qué escribes o qué significa la escritura para ti?
Sobre todo me considero un lector y de la lectura a la escritura no hay tanta distancia. Es una necesidad que tengo, quizá menor que la de leer, pero ambas van en esa misma dirección. Para mí escribir es una extensión de leer.
En el momento de construir ‘El tiempo de los lirios’ qué fue primero: la Umbría o San Francisco? Quién llevó a qué o qué llevo a quién?
Pienso que la Umbría. Me encontré con San Francisco allí y, aunque lo tenía olvidado, esto no quiere decir que no lo conociera de antes. Lo había perdido durante el camino desde mi juventud hasta ahora y, de pronto, me lo tropecé otra vez y, además, en su lugar de origen. Fue como un recordatorio.
jueves, 16 de enero de 2025
LXXV aniversario de la Orquesta de Cámara de València
A lo largo de este mes de enero de 2025 se hubieran cumplido setenta y cinco años de la fundación de la desaparecida Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico Ferroviaria de València, que con el paso del tiempo terminó llamándose simplemente Orquesta de Cámara de València. Por tal motivo, el diario Las Provincias ha publicado en la edición de hoy el artículo que les envié para conmemorar dicha efeméride. Ha sido un gesto que les agradezco enormemente.

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