«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 15 de junio de 2025

Javier Alandes: «El arte es el quinto negocio que más dinero mueve en el mundo»

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Nº 702«Hagamos historia. Seamos leyenda». Con estas palabras, que lleva impresas en un sello de caucho, ilustradas con un retrato de Alejandro Magno, Javier Alandes remata la dedicatoria de sus libros. Son cuatro palabras. Pero bien buscadas. Incitan al lector a convertirse en leyenda a través de la historia. Alandes termina de publicar ‘El rey de bronce’, editado por Contraluz, la aventura de Luca Santamarta, un joven emprendedor, que traspasa su empresa por diez millones de euros para llevar a cabo el plan que ha ido urdiendo desde siempre: vender un falso busto de bronce de Alejandro Magno al American Museum of Classical Arts de Chicago, el tercer museo más grande de los Estados Unidos. Para ello se rodeará de un equipo complejo, en el que se incluye desde su familia más inmediata a profesionales del campo de la seguridad y, por supuesto, de la falsificación de obras de arte. Detrás de todo esto, se esconde un motivo, íntimo y profundo, un secreto de familia, que le obliga a arriesgarlo todo para llevar a buen puerto su plan. Y a lo lejos, como una nebulosa, se yergue la figura de Han van Meegeren, mítico falsificador holandés, capaz de estafar a los nazis, que quizá sea el disparador escondido de la novela. Último jueves de mayo, en una terraza frente a las azoteas   del casco ilustre de València, acompañados por dos botellas de agua mineral, Javier y quien suscribe anduvimos desmenuzando algunos detalles de su nuevo título, así como aspectos del mundo del arte y la falsificación. Piloto encendido de la grabadora mediante, comenzamos a conversar, mientras una brisa suave volvió más agradable, si cabe, nuestra charla.

Javier, de nuevo a vueltas con el mundo del arte y sus suburbios. Se esconde en tu cabeza un artista frustrado del pincel o la gubia?

No, no, para nada. Decidí hace muchos años que quería escribir novelas que yo pudiera leer y, al final, escribo para mí. Y, ojalá, que lo que a mi me gusta consiga conmover a  otras personas. La mezcla de arte y aventuras que utilizo me parece emocionante y es algo que no encontraba en otros libros. Pero no soy ningún experto. Me guío únicamente por las emociones que el arte suscita en mí.   

lunes, 2 de junio de 2025

Karin Smirnoff: «Cuando me ofrecieron la posibilidad de proseguir la saga Millennium, no lo pensé dos veces. Acepté enseguida»

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 Nº 701.- Todos conocemos la saga Millennium, la de ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, creada por Stieg Larsson. De su aparición, parece mentira, han pasado ya veinte años. Él éxito alcanzado por esta novela y las dos que le siguieron, fue tremendo. Las ventas se multiplicaron, ciento cinco millones de lectores, pero el futuro de la serie se complicó con la repentina muerte de Stieg Larsson, víctima de un infarto de miocardio. Hubo litigio sobre la propiedad de la obra entre su compañera sentimental y los familiares de Larsson.  Finalmente, los tribunales sentenciaron que fueran estos últimos quienes detentasen los derechos de autor y la gestión de lo que Stieg Larsson había dejado escrito. Tiempo después, los herederos tomaron la decisión de proseguir con Millennium. Y contrataron al sueco David Lagerkrantz, que añadió tres nuevas novelas a la serie. Concluido su trabajo, Karin Smirnoff fue llamada para continuar con las andanzas de Lisbeth Salander y Mike Blomkvist. Hace unas semanas, Karin intervino en el festival València Negra 2025. Aprovechando su estancia en la capital del Túria, pude hablar con ella sobre su trabajo literario en la cafetería del Hotel Meliá de la plaza del Ayuntamiento. Cuando comenzamos a conversar, con el piloto rojo de la grabadora encendido, dispuesta a funcionar a pleno pulmón, el sol barría de plano la acristalada fachada del hotel. Como intérprete y testigo de nuestra charla participó Jakob Gramms. Mientras hablábamos, cámaras y técnicos de una televisión sueca, que prepara actualmente un documental sobre Karin Smirnoff, grabaron buena parte de nuestra charla en tiempo real, sin interrupciones.

Welcome to València, Karin. Cuando entrevisto por primera vez a una escritora suelo comenzar con la misma cuestión: por qué escribe Karim Smirnoff?

Escribo un poco por mí misma, por mis propios objetivos. He escrito siempre, desde muy joven, y me planteo los temas en función de las preguntas a las que deseo encontrar respuestas. Es algo completamente independiente del hecho de que haya lectores para leer lo que escribo o no.

lunes, 26 de mayo de 2025

‘Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia’ de Philippe Sands. Una obra maestra.

La fotografía es del año 1983. Corresponde a la conmemoración del décimo aniversario del golpe de estado de Pinochet en Chile. Es la portada de ‘Calle Londres 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia’, el nuevo libro del londinense Philippe Sands, publicado recién por Anagrama. En el rostro del general golpista, elegantemente vestido con un capote militar sobre uniforme de gala, rematado por una gorra de plato, se dibuja una sonrisa cruel, cínica. Tal vez feliz. Conmemoraba sus diez años al frente del poder en el país andino. Allende quedó atrás. Derrocado. Cadáver en el Palacio de la Moneda. En fin, dejémoslo en un gesto enigmático. Nunca podremos ya saber qué perversos pensamientos bullían en su cabeza cuando  dispararon la instantánea.  

Philippe Sands (Londres, 1960), abogado de la Corte Penal Internacional, centra su relato en dos historias paralelas que se entrecruzan: por un lado, la del proceso judicial, desencadenado por la denuncia contra Pinochet, interpuesta por el juez Garzón ante la justicia británica mientras el general chileno se encontraba en Londres, ciudad a la que había acudido para someterse a una cirugía; y por otro, la de un oficial de la Gestapo, el SS Obersturmbannführer, Walther Rauff, diseñador de las cámaras móviles de gas, presunto verdugo de un cuarto de millón de seres humanos durante el periodo nazi. Dejando a un lado la enorme repercusión internacional que alcanzó el procesamiento de Pinochet, en el que relevantes términos y criterios jurídicos se pusieron en juego, los puntos de enlace entre el dictador y Rauff los encontramos en Chile, puesto que el alemán dirigía una industria conservera, especializada en el enlatado de carne de centolla en la Patagonia, y, sobre todo, en el número 38 de la calle Londres de Santiago ─de ahí procede el título del libro─, antigua sede del Partido Socialista Chileno, rebautizada como Yucatán y reconvertida en centro de torturas y crímenes por la temida DINA (Dirección de la Inteligencia Nacional). Curioso es constatar aquí como nombres, casi olvidados, que aparecían constantemente en los telediarios de hace treinta años, como Robin Cook, Toni Blair, Jack Straw, el propio Baltasar Garzón o Margaret Thatcher, cobran nueva vida y rebrotan en nuestra memoria gracias a esta reconstrucción. A partir de aquí, Sands se maneja entre dos escenarios.

lunes, 19 de mayo de 2025

Susana Fortes: «Camus no era un dios, era sólo un hombre. Ahí radica su grandeza»

 

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Nº 700. El primer sol de la tarde pespuntea los pináculos del Mercado de Colón. Es la hora del aperitivo y los habituales del lugar ocupan sus mesas en busca de un vermut, una cerveza o una copa de vino. Hay que reparar el ánimo. Es viernes y el tardeo se anuncia inminente. Susana Fortes llega puntual a la cita. Pantalón y blusa blanca, protegida con una chaqueta suave de color azul marino. Larga. Toma asiento. La escritora gallega acaba de publicar ‘Sólo un día más’ (Espasa), la historia de amor entre Albert Camus y María Casares, que explotó justo el mismo día del desembarco en Normandía, el día D. Una premonición? Sin duda. La suya no fue una relación tranquila. Antes bien, al contrario. Estuvo llena de subidas y bajadas, de idas y venidas, de desencuentros, de abandonos poco definitivos. Él estaba casado. Ella no. Dos personalidades fuertes que, quizá, se quisieron demasiado. La novela asienta sus raíces en la publicación en castellano de las 865 cartas, que se cruzaron el escritor y la actriz a lo largo de los quince años que duró su relación. Una relación interrumpida, bruscamente, por el accidente de coche, que le costó la vida a Camus el día 4 de enero de 1960. Un siniestro extraño, cuya investigación no terminó de esclarecer lo sucedido. Susana la ha enlazado con otra historia, otra relación de amor, actual, que le permite explicar al lector la carpintería que sostiene la construcción de una novela. Con la grabadora conectada sobre la mesa, piloto rojo bien encendido, comenzamos nuestra conversación, que arrancó con el tema de la semana: el apagón que sufrió toda España, apenas cuatro días antes.

SF. El apagón me pilló en casa, afortunadamente. Y sin dinero en efectivo. Hube de buscarlo y me compré una radio en los chinos para intentar tranquilizarme. Vivimos en un mundo tan interconectado que te sientes desvalida en esos momentos. Pensé en las personas a las que les pilló en el tren… Nos reímos cuando nos hablaron sobre el kit de supervivencia, pero nos cayó encima una soberbia. La primera en la frente. Dinero en efectivo, radio, pasaporte listo, son cosas que hay que tener preparadas. Por otro lado, me gustó mucho el grado de civismo que demostró el país. Tenemos una gente sensata y solidaria, muy por encima del nivel de nuestros políticos.

lunes, 21 de abril de 2025

Juan Manuel de Prada: «Esta novela me ha dejado vacío por completo. Me entregué a fondo con ella»

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Nº 699.- Pasó por València Juan Manuel de Prada para presentar el final de ‘Mil ojos tiene la noche’,
que lleva por título ‘Cárcel de tinieblas’ (Espasa). Resulta complicado referirse a esta obra como un libro único ─aunque de eso se trata, porque así fue concebida por su autor─, dividido en dos volúmenes por necesidades editoriales, derivadas de la magna extensión de la novela. En esta cárcel tenebrosa volvemos a encontrarnos con los personajes que conocimos en ‘La ciudad sin luz’, encerrados en el París de la ocupación alemana, entretenidos en sus afanes y devaneos, sus trapacerías y trapisondas, sus amoríos, celos y  ambiciones. Y en ese mundo de tinieblas merodean María Casares, César González-Ruano, Gregorio Marañón, Pablo Picasso o Victoria Kent, entre otros muchos. Y también Fernando Navales, claro. Que sigue en su oficio de narrador y evoluciona, o lo intenta, hacia el camino de su redención moral. «¿Tú crees que se puede dejar de ser malo, si uno se lo propone?», se preguntará él mismo, a bote pronto, en la primera frase del libro. En 1942, año en que se inicia –mejor continúa– la narración, el telón de fondo ha cambiado. La acción camina hacia su recta final. Los alemanes, que empiezan a beber las amarguras de la derrota, derivan hacia la senda de los perdedores. Y todo lo leemos con la inconfundible pluma barroca del escritor nacido en Barakaldo. A nuestra cita del Hotel Vincci Lys de València, Juan Manuel llegó muy puntual, como siempre. Es marca de la casa. Conecté la grabadora, piloto rojo ya en alerta, e iniciamos la conversación. Luego se sumaría a nuestro encuentro una botellín de agua y un descafeinado con leche.  

Juan Manuel, dicen que Dickens fue el primer escritor que inició este asunto de la promoción de sus libros, tú cómo lo llevas?

No me gusta, lo que pasa es que soy una persona responsable y considero que hay que hacer ese esfuerzo. Aunque yo le diría al editor lo mismo que Jesús dijo en Getsemaní: «Si es posible, aparta de mí este cáliz». [Sonrisa] Pero, bueno, «que no se haga mi voluntad sino la tuya». O sea, que, al final, uno lo tiene que hacer, tal vez porque forma parte del compromiso de un autor con su obra en un mundo como el que vivimos. A mí me gustaría que esto fuese como una botella lanzada al mar y ya está y que, en todo caso, fuese la propia editorial quien se encargase de la promoción. Desgraciadamente, no vivimos en la Arcadia y hay que hacerlo.  Unas veces lo sobrellevas con más gallardía y otras con más pesadumbre. Depende. Lo que es indudable es que, a medida que te vas haciendo viejo, a nadie le gusta viajar de un sitio a otro repitiendo siempre las mismas cosas, porque te vas erosionando. Es inevitable. 

lunes, 14 de abril de 2025

Javier Cercas: «Bergoglio siempre buscó ser líder y, justo cuando dejó de hacerlo, le llegó el papado»

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Nº 698.- Durante una firma de libros en la ciudad italiana de Turín, a Javier Cercas se le aproximó un
hombre. Dijo pertenecer al Vaticano y le ofreció algo insólito: la posibilidad de escribir un libro sobre el papa Francisco con absoluta libertad y con todos los medios a su disposición. Al mismo tiempo le indicó que el Santo Padre volaría en fechas próximas a Mongolia y que él viajaría con él, incluido en el séquito papal. Cercas, tras mirarle extrañado, le respondió que si se habían vuelto locos en el Vaticano, porque él era un tipo peligroso. El hombre se inmutó poco. Nada. Sólo le dijo que se tomara un tiempo prudencial para pensárselo y darle una respuesta. Cercas es un ateo militante, un impío religioso, como él mismo señala, pero fue educado en una familia y un colegio católicos. Así que cómo iba a desperdiciar semejante oportunidad. Ningún escritor cuerdo la dejaría pasar. En consecuencia, aceptó, pero con la condición de poderle preguntar al Santo Padre lo siguiente: «mi madre verá a mi padre más allá de la muerte?» Poco tiempo después, el escritor extremeño se marchó a Roma, acompañó al papa Francisco a Mongolia y le hizo la pregunta en cuestión. Fruto de toda esta peripecia es la publicación de su nuevo libro, ‘El loco de Dios en el fin del mundo’ (Penguin Random House), donde relata todo lo acontecido en el viaje y bastantes cosas más. El libro ─Cercas lo considera una novela─, ha tenido una acogida más que excelente y el pasado nueve de abril se acercó a presentarlo en la Librería Ramon Llull de València. Pasadas las seis de la tarde, lo vi apearse del taxi que le condujo a ‘1 rato más’, la cafetería donde habíamos quedado citados. Tras los saludos rituales, comenzamos nuestra conversación. Disponíamos de media hora. Conecté la grabadora, piloto rojo ya encendido. Y el tiempo, tic-tac, avaricioso, comenzó a desgranarse. Un café con leche, un mini croissant y una botella de agua con gas animaron nuestra conversación. Entre tanto, la vida discurría por la calle, a nuestro alrededor, como un ruido silencioso. 

Javier, supongo que con el libro no paras de viajar durante estos días.

Sí, acabo de llegar procedente de Zaragoza. Mañana me voy a Siena, donde me han dado un premio muy bonito [Premio Visoni, nota del entrevistador].

Enhorabuena!

Muchas gracias… Y al día siguiente regreso a Barcelona para presentar allí la novela. Es ir de un lado para otro, pero está bien, porque es una experiencia muy especial, ya que ha salido publicada en castellano, también para Sudamérica, y en italiano. Nunca había tenido el libro más vendido en Italia y España al mismo tiempo. La reacción de la gente ha sido muy bonita y espectacular. No puedo decir otra cosa.

viernes, 11 de abril de 2025

Lorenzo Silva: «La mente humana no descansa y la que tiene malos pensamientos, tampoco»

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Nº 697.- Han vuelto. La pareja de guardias civiles más conocida de la literatura policial está de regreso. Y lo hace en un escenario muy poco habitual para el trabajo de la «picolicie»: la pandemia de 2020. Un paisaje distinto, inusual, vacío, de bares cerrados, de controles policiales y una carretera con escaso tráfico, propicia para la circulación de zombis como en algún momento se apunta en la novela. El caso al que se enfrentan ahora Bevilacqua y Chamorro es el esclarecimiento simultáneo de las muertes de dos mujeres, acaecidas en extrañas circunstancias, en lugares distintos y en plena COVID, con todo lo que eso conlleva. Con estos mimbres argumentales, Lorenzo Silva ha escrito ‘Las fuerzas contrarias’ (Destino), donde asistiremos a la investigación que conducirá a la resolución de ambos crímenes y a un nuevo episodio, reflexivo y maduro, cómplice, de la relación humana y profesional que se ha construido a lo largo del tiempo entre el subteniente y la brigada. Poco antes del mediodía, en València brillaba el sol y soplaba una brisa sutil cuando tecleé el número del teléfono del escritor madrileño. Tras los prolegómenos, quizá más largos que otras veces ─hacía tiempo que no hablábamos─, comenzamos nuestra conversación con el piloto rojo de la grabadora, pilas nuevas puestas, bien encendido. Y atento.

Lorenzo, el otro día, Ascensión Rivas escribió en El Cultural en relación con ‘Las fuerzas contrarias’ que «lo mejor, con todo, es que se lee con inusitada rapidez». Después de 14 novelas protagonizadas por Bevi y Vir cómo se consigue esa fluidez narrativa?

[Risas]. La verdad es que cuando me planteo una novela de estos dos veo que el reto cada vez es más difícil. Por un lado, he de atender las expectativas creadas, que son legítimas, y, por otro, he de cambiar algo para sorprender, arriesgándome a que algún lector no encuentre en el libro lo que espera. Una narración depende del interés para mantener la curiosidad del lector y, entonces, con unos personajes de tan largo recorrido has de intentar establecer un equilibrio, casi diabólico, entre la familiaridad y lo inesperado. Ese es el desafío de cada nueva novela suya.

viernes, 4 de abril de 2025

Andrés Neuman: «El Diccionario Moliner fue una contestación sistemática y heterodoxa al de la RAE»

El escritor hispano-argentino presentó en València ‘Hasta que empieza a brillar’, la biografía novelada de la lingüista y lexicógrafa María Moliner, autora del ‘Diccionario de uso del español’ que tantas generaciones de escritores y lectores han utilizado.

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Nº 696.- Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) parecía destinado a vivir  acompañado por el
diccionario, ese libro de consulta imprescindible que todos hemos utilizado en muchos momentos de nuestra vida. De pequeño, Neuman jugaba con su familia al diccionario y, más tarde, su vocación literaria le condujo, inexorablemente, a  manejarlo con frecuencia. En el año 2014, su afinidad y su amor hacia este tipo de libros, le llevó a escribir uno, de carácter satírico, titulado ‘Barbarismos’. «Estudié filología y lingüística y siempre me interesó pensar en el diccionario como un género literario propio. Soy amante de los diccionarios de autor y el Moliner fue para mí una fuente de sabiduría, que se transmitía de generación en generación». No le bastaba con pensar en el Diccionario de María Moliner como una herramienta de trabajo. Andrés Neuman quiso saber quién se escondía detrás de aquellas páginas repletas de palabras y significados, quién era María Moliner. Por ello durante más de diez años se sumergió en ‘Hasta que empieza a brillar’, editado por Alfaguara, donde de manera novelada escribe su biografía. «Me preguntaba cómo era posible que una mujer tan colosal como Doña María, que comenzó a escribir su diccionario a los cincuenta años, y le ocupó otros veinte, fuera tan desconocida. Por eso me puse a estudiar su vida».

Profundizar en los entresijos de María Moliner Ruiz (Paniza 1900-Madrid 1981)  permitió al escritor bonaerense descubrir muchas cosas que ignoraba. «Fui de sorpresa en sorpresa, porque al contrario de lo que popularmente se ha querido transmitir, la propia autora, con una mezcla de modestia irónica y autopreservación política, contribuyó a expandir la idea de que su vida no tenía ningún interés. Y entonces descubres que es todo lo contrario. Tuvo una infancia difícil y su existencia está repleta de múltiples peripecias, adversidades e hitos importantes, como ser la primera profesora de la Universidad de Murcia y también una de las primeras funcionarias por oposición en España». En València, donde transcurre la entrevista durante la hora del café, María Moliner vivió mucho tiempo y desarrolló un trabajo impresionante como bibliotecaria. «Durante la II República, Doña María efectuó una de las aportaciones más hermosas en las bibliotecas públicas, no sólo en la ciudad de València, donde dirigió la Biblioteca Universitaria, que lleva su nombre actualmente, sino en toda la Comunidad, participando en la fundación de innumerables bibliotecas rurales». Si a eso le añadimos que su padre huyó a la Argentina cuando ella era bien pequeña y observamos la tenacidad que tuvo que desplegar para conseguir sus propósitos, es fácil darse cuenta de por qué Andrés Neuman vio que la vida de la lingüista aragonesa merecía una novela. Pero aún había más cosas. «Empecé a darme cuenta de que su Diccionario habla de su vida, por la manera cómo define las palabras y los ejemplos que da. Leído entre líneas, el Diccionario, aparte de ser una obra de arte lexicográfica, es un sutil libro autobiográfico o, por lo menos, de él se puede extraer información secretamente íntima sobre quién fue su autora, sobre cómo pensaba y sentía».

miércoles, 5 de marzo de 2025

Pablo Andrés Escapa: «Me seduce el compromiso de convertir en verosímil cualquier asunto, por peregrino que sea, mediante las palabras»

Pablo Andrés Escapa Copyright@Elena Delgado
Nº 695.- No suele ser habitual entrevistar a un escritor sobre un libro que publicó hace ya tiempo. Pero es bueno hacerlo, aunque suene extravagante o sobrepasado. No siempre hay que hablar de novedades, en ocasiones, es conveniente mirar atrás. Y este es el caso del escritor Pablo Andrés Escapa quien, transcurridos seis años de la publicación de ‘Fábrica de prodigios’, aceptó recordar unos textos que, en su momento, no disfrutaron de la promoción debida a causa de la nefasta irrupción del COVID, que nos encerró en nuestros domicilios y provocó el desastre por todos conocido. ‘Fábrica de prodigios’, editado por Páginas de Espuma y galardonado con el Premio de la Crítica de Castilla y León en 2020, consta de tres relatos largos o tres novelas cortas, compuestos en tierra de nadie y que cumplen el requisito que el escritor leonés suele imponerse a sí mismo: «que tenga tantas páginas como sean necesarias y tan pocas como sean suficientes». En el primer cuento, descubrimos un pájaro exótico, de conducta nada convencional, que llama la atención de un viajante poco difuso para su profesión; en el segundo, trabamos conocimiento con un poeta, cuya trayectoria oscura desafía los razonamientos mínimamente cabales en cualquier realidad literaria; y en el tercero y último, un ciudadano como tantos otros, Serafín, que sale a recoger un paquete en  correos, describe una travesía urbana con trazas de inesperada odisea,  mediatizada por la intervención de un no menos inesperado diablo. Sobre todo esto, y también sobre el oficio de narrar, conversé con este escritor leonés un jueves de febrero a eso de la media tarde, poco después de que un camión de bomberos, con su sirena a pleno pulmón, atronase la avenida donde vivo. Teléfono mediante y según acostumbra, la grabadora ejerció de muda notaria de nuestra charla. El piloto rojo encendido expidió su acostumbrado, y silencioso, nihil obstat. Empezamos.  

Pablo, ‘Fábrica de prodigios’ fue galardonado con el Premio de la Crítica de Castilla y León en el año 2020. Recuperado el libro un lustro después, qué recuerdos de su escritura acuden a tu mente?

He revisitado y releído los textos. Y hacerlo ha supuesto un redescubrimiento, pues he visto que había cosas que no recordaba. Como bien dices el libro no tuvo apenas promoción. Tan sólo una presentación en Ávila y después vino el encierro domiciliario. Cuando me puse a escribirlo pretendí hacer algo más extremo, algo distinto a todo lo que había hecho hasta entonces. Mi punto de partida fue contar una cosa insólita o, al menos extraña, con el objetivo de alcanzar el crédito de los lectores usando solo la escritura y un tono que resultase verosímil. Contar lo increíble tiene menos que ver con el atrevimiento que con el acierto de las palabras, que han de llevar al lector de buena fe por senderos difíciles de transitar. En consecuencia, este trabajo fue exigente y en esa exigencia entró una especie de administración de la fábula, es decir, lo que callaba y lo que decía hasta lograr un clima de inminencia constante, que mantuviera al lector en la creencia de lo que leía. Sin duda esa fue la mayor dificultad con la que me tropecé. 

Además de los cuentos, también has trabajado la novela. Por lo que he leído sobre ti, la escritura ocupa un papel muy importante en tu vida.

Nunca tuve prisa por publicar. Mi satisfacción se produce mientras escribo y cuando corrijo. Las presentaciones y demás me sobran. Creo que, si no publicara, escribiría igual, porque me viene bien. Es una necesidad. Mis periodos de sequía literaria me siento peor, me encuentro mucho mejor cuando llevo una fábula en la cabeza. Es algo que los que están a mi alrededor también lo perciben así [risas]. La escritura es una obsesión, no una manía.

Está muy difundida la idea de que los cuentos son como el escalón previo que un escritor debe subir antes de escribir una novela. Pero el género del cuento es difícil y exige el cumplimiento de unas normas muy concretas para alcanzar los objetivos apetecidos. 

Decía Pereira que el cuento es el género más complicado que existe para escribir, porque estás trabajando en uno de ellos, te llaman por teléfono o te interrumpen y no puedes retomarlo. Has de comenzar de nuevo. Por otro lado, es muy intenso y requiere una mayor concentración. En la novela, en cambio, resulta más fácil recuperar el hilo narrativo.  

jueves, 27 de febrero de 2025

Yo también quise ser Valdez.

Óscar Rubén Valdez, caricaturizado por Cronos en 1970
Sí, yo también quise ser Valdez. Los de mi generación queríamos ser Valdez. Todos, sin excepción.
Jugar como él, driblar como él, chutar como él. Óscar Rubén Valdez Ferrero llegó al Valencia C.F., procedente del Platense argentino, en un momento importante, la temporada 1970-71, legendaria con el paso del tiempo. Fue el año en que Di Stéfano revolucionó la capital del Túria con la ayuda de sus «ches». Se armó un plantel de gente joven, con hambre, apoyado en un puñado de veteranos curtidos, avalados por el pedigree que otorgaba el título de Copa conseguido en 1967 y un subcampeonato en ese mismo torneo de la temporada 1969-70. Fue en el seno de ese grupo donde aterrizó Valdez, la guinda brillante de aquel pastel insospechado. Era la época de los oriundos, donde los clubes de la liga española inscribían en sus plantillas a jugadores sudamericanos con raíces hispánicas. Una puerta abierta, tan válida como cualquier otra, para que los equipos reforzasen sus escuadras para competir en Europa con mayores garantías, pues los resultados obtenidos durante los últimos años habían dejado mucho que desear, ya que sus rivales continentales alineaban extranjeros con absoluta normalidad. Valdez, me desayuno ahora, vivió un par de meses alojado en un hotel de la localidad de Chiva, mientras se ultimaba el papeleo que permitiese su  fichaje. La primera vez que le vi jugar fue contra el Málaga en Mestalla. Cuajó una buena actuación, incluso pudo marcar, pero Deusto, el portero visitante, le amargó la tarde. Sólo Forment pudo batirle en una única, y suficiente, ocasión de gol. Pero Valdez había debutado una semana antes. Fue en Gijón, frente al Sporting, en un partido en el que la prensa dijo de él que «despachó un segundo tiempo verdaderamente magnífico. Dribla muy bien, toca la pelota excelentemente, es rápido y ve la jugada». No se podía pedir más.  

martes, 18 de febrero de 2025

Ibon Martín: «En el País Vasco disponemos de mitos y leyendas muy potentes, que proporcionan un ingrediente extra a mis novelas»

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Nº 694.- Entre sus preferencias lectoras dentro del género negro, Ibon Martín no duda en señalar a Mikel Santiago, Domingo Villar y Stieg Larsson, que no son malas referencias. Ibon, donostiarra del 76, acaba de publicar ‘Alma negra’ (Plaza &Janés), la cuarta novela que cierra la trilogía protagonizada por la Ertzaintza Ane Cestero, en la que el rey del thriller atmosférico, nos traslada a su escenario más extremo: la zona minera de Vizcaya, un territorio donde las ruinas del pasado industrial han sido reconquistadas por la naturaleza, dando lugar a un paisaje de belleza inquietante y sobrecogedora, que oculta un alma negra, camuflada por los jirones de la niebla. Hace décadas que las minas de los Montes de Hierro enmudecieron, sin embargo, durante las noches, aún se dejan oír los lamentos desesperados de las almas sepultadas en su vientre rocoso. La aparición del cadáver de Teresa Echegaray, la poderosa mujer que pretende reabrir la explotación, despierta entre los habitantes de la cuenca minera el miedo a las leyendas dormidas y la superstición reaviva un rencor acumulado durante años. Con estos retazos argumentales y bien pasadas las seis de la tarde, la cafetería del Hotel Meliá de la Avenida de Les Corts Valencianes, acogió la conversación con Ibon Martín, presente en València para presentar su nueva novela. La grabadora, con el piloto rojo encendido, cumplió con su oficio y registró nuestras palabras. 

Ibon, es la primera vez que hablamos y la pregunta inicial es inevitable:  qué significa escribir para ti o a qué te dedicarías si no fueras escritor?

Fíjate, en su día lo primero que yo quería ser era médico. Era mi objetivo durante la infancia. Pero siempre me gustó mucho leer y llegó un día que, casi como un hobby, empecé a escribir un libro. Hoy en día, para mí la escritura lo es todo, significa pasar fuera de mí unos cuantos meses al año, viviendo otras vidas.

sábado, 15 de febrero de 2025

Lola López Mondéjar, Premio Anagrama de Ensayo: «La capacidad narrativa del ser humano está sustraída»

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Nº 693.- A Lola López Mondéjar se la ve contenta por la acogida que ha tenido su libro, ‘Sin relato’, galardonado con el Premio Anagrama de Ensayo, que según ella ha contribuido a difundir de manera considerable este nuevo trabajo suyo. La escritora y psicóloga murciana, habitual también en el mundo de la ficción, ha construido un relato riguroso sobre el no relato, basado en su experiencia frente a los pacientes que desfilan por su diván y que parecen haber perdido su capacidad para contarse a sí mismos. Esta jibarización narrativa no sólo radica en la imposibilidad de verbalizar su pensamiento, sino también en un déficit de su propio pensar. El capitalismo actual parece haber abocado a los seres humanos a un pensamiento ínfimo, urgente, de subsistencia, privados de cualquier tipo de análisis o introspección, ciudadanos acríticos e individualistas, analfabetos afectivos en palabras de la propia autora. Poco antes del mediodía de un miércoles de febrero, minimizada la distancia que separa Murcia de València por el teléfono, pude conversar con Lola, mientras el piloto rojo de la grabadora nos autorizaba a ello. 

Lola, en primer lugar, enhorabuena por el Premio Anagrama de Ensayo. A lo largo de tu trayectoria literaria has alternado la ficción con el ensayo, dónde te sientes más cómoda? Se retroalimentan ambos territorios?

Muchas gracias, Herme. Y sí, se retroalimentan muchísimo, pero no sabría decirte en cuál de estos espacios me siento más a gusto. Sí te puedo decir que, últimamente, me cuesta escribir ficción, porque el estado convulso del mundo me invita a pensar en ello más que en ficcionar. En estos momentos, la realidad supera a cualquier ficción más que nunca. Sin embargo, tengo un proyecto, asentado en unos relatos distópicos, que espero abordar cuando acabe con la promoción de este libro.

lunes, 20 de enero de 2025

Vicente Valero: «San Francisco de Asís fue una figura completamente nueva para su época»

Fotografía: Editorial Periférica
Nº 692.- Estreno el año 2025 con teléfono nuevo. Debuta en esta primera entrevista. El anterior defuncionó víctima de un mal extraño. Repentino. Lo hizo en mis manos. En medio de la calle. Se sumió en una profunda negritud, de la que los expertos no consiguieron hacerle regresar, a pesar de que se entregaron con denuedo a su empeño. Y qué mejor comienzo de año, y de teléfono, que entrevistar a Vicente Valero (Eivissa, 1963), poeta y escritor, que en los arrabales de 2024 publicó ‘El tiempo de los lirios’ (Periférica), un ensayo o libro de viaje o diario de viaje, quizá todo a la vez, en el que el ibicenco se sumerge en el siglo XIII, una centuria  importante, cuando se anunciaba la llegada de un tiempo nuevo para la humanidad, lleno de paz y justicia, con una Iglesia renovada y un mundo organizado en pequeñas comunidades. A ese momento histórico se le llamó El tiempo de los lirios, título del libro, y el ejemplo de Francisco de Asís reforzó la expansión de dicha creencia, aunque el santo umbro contribuyera a la causa de manera inconsciente e involuntaria. Vicente Valero viajó a la Umbría, la región italiana por la que anduvo el santo amigo de los animales. De sus impresiones y recuerdos de aquella estancia brotó este ensayo, estructurado en quince etapas que comienzan el 28 de marzo de no importa qué año. Pintura, arquitectura, gastronomía, paisaje, espiritualidad… Todo forma parte de un conglomerado de poco más de doscientas páginas, narradas con un ritmo y un lenguaje sencillamente deliciosos. O deliciosamente sencillos. Con el piloto rojo de la grabadora ya encendido, arrancó nuestro viaje oral un viernes de enero, radiante, poco antes del mediodía. Vicente Valero desde su casa de Ibiza, acompañado de buen sol y algo de viento. Y desde la suya en València, también con tiempo soleado, quien esto suscribe. Comenzamos.

Vicente, la primera vez que entrevisto a un escritor siempre suelo formularle esta pregunta: por qué escribes o qué significa la escritura para ti?

Sobre todo me considero un lector y de la lectura a la escritura no hay tanta distancia. Es una necesidad que tengo, quizá menor que la de leer, pero ambas van en esa misma dirección. Para mí escribir es una extensión de leer.

En el momento de construir ‘El tiempo de los lirios’ qué fue primero: la Umbría o San Francisco? Quién llevó a qué o qué llevo a quién? 

Pienso que la Umbría. Me encontré con San Francisco allí y, aunque lo tenía olvidado, esto no quiere decir que no lo conociera de antes. Lo había perdido durante el camino desde mi juventud hasta ahora y, de pronto, me lo tropecé otra vez y, además, en su lugar de origen. Fue como un recordatorio.

jueves, 16 de enero de 2025

LXXV aniversario de la Orquesta de Cámara de València

A lo largo de este mes de enero de 2025 se hubieran cumplido setenta y cinco años de la fundación de la desaparecida Orquesta de Cámara de la Hermandad Católico Ferroviaria de València, que con el paso del tiempo terminó llamándose simplemente Orquesta de Cámara de València. Por tal motivo, el diario Las Provincias ha publicado en la edición de hoy el artículo que les envié para conmemorar dicha efeméride. Ha sido un gesto que les agradezco enormemente.