Paco Roca continúa siendo un baúl de sorpresas. Agradables. A
su ya dilatada carrera como autor de cómics de reconocido éxito tanto de
público como de crítica, con álbumes tan celebrados como ‘El invierno del
dibujante’, ‘Las calle de arena’, ‘Memorias de un hombre en pijama’ o el
cinematográfico ‘Arrugas’, añade ahora un producto distinto, nuevo y ambicioso:
‘Los surcos del azar’.
¿Qué son ‘Los surcos del azar’? ‘Los surcos del azar’ es una
historia sobre la Guerra Civil Española, sobre la II Guerra Mundial y,
especialmente, sobre los españoles que pelearon en el bando republicano y
después, escapados al exilio por temor a la represión del ejército vencedor, formaron
parte de la División Leclerc, La Nueve, el primer puñado de soldados aliados que
entró en París cuando la capital gala fue liberada del yugo nazi por el general
De Gaulle, apoyado por los grupos de la resistencia francesa.
¿Cómo estructura Paco Roca su nuevo álbum? Lo hace dividido
en dos planos temporales: el pasado, el periodo que comprende los años que van
de 1939 a 1945, y el presente, el hoy vivo. El pasado es un reportaje a la
Historia, un relato que retrata el cruel final de la Guerra Civil española, la
huida de los republicanos y republicanas que consiguieron escapar desde el
puerto de Alicante embarcados en el buque Stanbrook, sorteando con fortuna el
cerco diseñado por la flota franquista. El protagonista es Miguel Ruiz, también
conocido como Miguel Campos, uno de esos españoles a bordo del ya citado
Stanbrook que llegó al Norte de África y, tras pasar un tiempo en un campo de
trabajo gobernado con mano férrea y fusta fácil, pudo enrolarse en el ejército
francés, que se disponía a partir hacia Francia para expulsar a los alemanes
del territorio galo. El presente tiene un protagonista bien distinto: el propio
artista. Paco Roca lleva un tiempo desdoblando su personalidad en roles de dibujante y personaje. En ‘Memorias
de un hombre en pijama’, ‘Las calles de arena’ y en otras historietas cortas,
que publica y ha publicado en prensa, Roca se ha convertido en el protagonista
de sus propias viñetas e historias. En ellas refleja su mundo personal, sus manías,
sus tribulaciones vitales, sus relaciones, miedos y perplejidades. Sin embargo,
en ‘Los surcos del azar’ nos habla de su rol como creador al tiempo que se introduce
y se hace partícipe de la historia. Es como si de su mesa de trabajo saltase a
la página en blanco sobre la que dibuja. Roca, el personaje Roca, viaja a Francia,
a una ciudad de provincias, utilizando ese término peyorativo que tan poco me
gusta, para entrevistarse con el único superviviente español de la División
Leclerc, Miguel Ruiz, al que hemos visto partir desde Alicante al comienzo de
la narración. De este modo asistimos al proceso de documentación y gestación del
álbum, teñido con los inevitables, y lógicos, aditamentos de la ficción. Roca,
el personaje, interroga a Ruiz acerca de todas las cuestiones que le interesan
para llevar a cabo su obra: su vida, su actividad bélica, sus devenires, su
memoria en suma. La forma en que el dibujante conecta pasado y presente, presente y pasado,
es sencillamente magistral, de tal manera que ambos tiempos narrativos se
interrelacionan y se integran hasta tal punto, que se comunican entre sí y
algunas preguntas del presente se responden con imágenes del pasado y
viceversa. Es algo parecido a la fórmula que emplea Mario Vargas Llosa en su
última novela, ‘El héroe discreto’, con lo que Paco Roca demuestra una de sus más
certeras aseveraciones: con el género del cómic se puede narrar todo. Como
recurso técnico adicional, ha coloreado en plumilla negra y sepia el presente,
algo que parecería más adecuado para imágenes de época, y a todo color y con un
cierto tono ceniciento el pasado (en el álbum no hay mucho sol que digamos, ni
siquiera en las escenas del desierto, bastante tristes). Ese contraste cromático
se fija en la retina con rapidez, hasta tal punto que, después de tres o cuatro
páginas, el lector se desenvuelve con absoluta facilidad por los vericuetos de
este recurso narrativo.
Pero ‘Los surcos del azar’ esconde otras cosas, cosas
importantes a mi entender, como el entusiasmo de los luchadores españoles que
pelearon enrolados en el ejército francés de liberación, esperanzados con la
idea de que la invasión no se detuviese en los Pirineos sino que llegase hasta
la propia España y propiciase el derrocamiento del régimen de Franco. Situación
cruel donde las haya, frustrante y utópica por los intereses de las potencias
occidentales. Tampoco está exento el álbum de la crudeza, de imágenes duras,
especialmente en el tiempo pasado el de las viñetas coloreadas. Ejemplos hay en las escenas del
muelle del puerto de Alicante, en las penurias a bordo del Stanbrook, en los
episodios bélicos o en los malos tratos de los campos de trabajo del Sahara. Y
aún queda espacio para reflejar las tendencias ideológicas de los españoles que
sirvieron en La Nueve: anarquistas, socialistas, comunistas…
Imagino que Roca solo ha querido contar una historia, que no
es poco, reivindicar la memoria de quienes hasta hace poco no la tenían, que es
mucho, y retratar una época y a las personas
que por ella transitaron, pero no se puede olvidar ni mucho menos el aspecto
didáctico del álbum, que fácilmente podría constituir un texto de apoyo para la
docencia, ideal para quienes cursan estudios en colegios o universidades sobre
esta etapa gris, y bastante desconocida, de los exiliados españoles en el
extranjero.
En resumen, ‘Los surcos del azar’, como en su tiempo hiciera
el laureado ‘Arrugas’, puede marcar un hito, un antes y un después, un algo más
en la carrera del autor valenciano. La pregunta surge sola, inevitable, flota
en el viento: ¿a qué dedicará Paco Roca su siguiente proyecto? ¿Cuál será su próximo
reto? De momento no hay respuesta. Pero sí mucha curiosidad.