Ian McGuire (Fotografía (C) Paul Wolfang Webster. |
¿Por qué
escribe Ian McGuire?
Es una buena pregunta y seguramente muchos autores deben
contestar lo mismo. Escribir es algo que sientes la necesidad de hacer. No es
una opción, es una pulsión. Llevo escribiendo tanto tiempo que me resulta
difícil concebir la vida sin hacerlo. Uno escribe por muchos motivos y algunos
de ellos no son admirables. Escribir es comunicar, expresarse, compartir las
propias experiencias. Es también un intento de crear algo que le aporte algún
placer al lector. Esa es la belleza de la escritura y es lo que yo siento.
¿Cómo se tropezó Vd. con la historia que da pie a ‘El
abstemio’?
Fue por casualidad. Mientras leía algo que necesitaba para
concluir mi anterior novela, me topé con el incidente de la ejecución de los
tres irlandeses y del asesinato que la precedió. Me sorprendió porque llevo
mucho tiempo viviendo en Manchester y, aunque en su momento fue algo crucial
para la vida de la ciudad, yo no lo conocía. El hecho de que se hubiera
olvidado y de que no se hubiera estudiado me excitó la curiosidad, porque me
parecía que daba perfectamente para escribir una novela. Sin duda era una buena
oportunidad para reactivar el asunto. Por otro lado, cuantas más vueltas le
daba, más me parecía que era un tema que conectaba con el presente, porque,
aunque se trata de una historia de 1867, guarda mucha sintonía con temas
actuales como la violencia política o la existencia de personas dispuestas a
cometer un acto violento para defender sus ideas o un nacionalismo. Y eso me
llevó a pensar que era una historia que funcionaría bien para el público
actual.
¿’El abstemio’ es una novela histórica disfrazada de thriller
o un thriller disfrazado de novela histórica?
Ambas cosas, creo. Estas etiquetas no sé si encajan bien con
mi novela, porque en todo lo que escribo últimamente tiro de varios géneros y
los combino. En parte es un thriller, en parte es novela policiaca y novela
literaria también. No digo que esas etiquetas no sean útiles, pero tampoco hay
que tomarlas muy en serio. Combinar todos esos elementos, si sabes cómo
hacerlo, me parece bueno a la hora de escribir.
Las novelas, especialmente las históricas, requieren un
proceso de documentación. ¿Cómo disfruta Vd. más: documentándose o escribiendo?
Personalmente prefiero el momento de la escritura, me gusta
más. Hay algunos autores que disfrutan con la investigación y yo lo pasó bien,
sí, pero lo que realmente me satisface es escribir, darle forma a una historia,
conseguir que vaya cogiendo cuerpo, trabajar los personajes, decidir qué va a
pasar con ellos… En ocasiones, a medida que avanzas, te ves obligado a parar,
porque te das cuenta de que hay una parte de la historia sobre la que no sabes
suficiente y vuelves a recabar información. Ese momento resulta un poco
frustrante para mí, así que sin duda disfruto más escribiendo, sin olvidar que
documentarse es fundamental para construir una novela histórica.