Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre un montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX durante las que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, la Rambla. Este es el argumento de la nueva, y esperada, novela de Care Santos, titulada ‘El aire que respiras’, editada por Planeta. Sobre algunos aspectos de la misma pude conversar durante unos minutos con la autora barcelonesa, nacida en Mataró, justo antes de que partiese a presentar en sociedad su nueva criatura de tinta y papel.
Care, muchas plumas de reconocido prestigio escriben sobre Barcelona, ¿tantas posibilidades literarias ofrece la ciudad condal?
Bueno, casi me entran ganas de pedir disculpas por escribir otra novela ambientada en Barcelona, pero es que en mi caso la ciudad forma parte de mi verdad y creo que debo escribir desde la honestidad de mí misma. Barcelona es la ciudad que quiero, que me gusta y que me interesa y prefiero sumergirme en ella. No me imagino escribiendo sobre otros lugares. Además, aunque parezca increíble, siempre encuentro cosas nuevas que contar y en seguida me veo planteándome cómo voy a enfocar la narración.