Definitivamente no es Javier Marías quien cierra 2013, sino esta espectacular portada de la revista Tío Vivo del año 1969, dibujada por Ibáñez y protagonizada por Pepe Gotera y Otilio. La ha publicado la web El Rincón de Mortadelón.
¡FELIZ 2014!
Blog de literatura, entrevistas, libros, cómics, balonmano, recuerdos y otras cosas.
«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)
Y acaba 2013 con un artículo de Javier Marías publicado en 'El País Semanal' del 22 de diciembre de 2013. El asunto va de la piratería en los libros electrónicos. El escritor madrileño, una vez más, está sembrado. Compruébenlo, mis improbables lectores.
Este pasado fin de semana, tres de los grandes diarios estatales, 'El País', 'ABC' y 'El Mundo' han publicado lo que para ellos son los mejores libros del año. Casual y curiosamente, los tres parecen haberse puesto de acuerdo y han adjudicado el título oficioso de mejor novela del año 2013 a 'En la orilla', escrita por el valenciano Rafael Chirbes y editada por Anagrama. 'El Mundo' la califica como "novela rotunda y pesimista". Luis García Montero, en 'El País', define a Chirbes como uno "de los novelistas españoles que mejor cuenta la realidad porque lleva muchos años persiguiendo su sentido". Por último, Juan Ángel Juristo, en 'ABC', dice de la novela que "es una de las muestras más honradas de la literatura española de los últimos años". Así que la unanimidad preside la adjudicación de este título, repito, oficioso como mejor obra de ficción del año que ahora acaba.
Llama la atención la ausencia de la novela que parece estar en boga últimamente, que no es otra que la última entrega de Arturo Pérez-Reverte, 'El francotirador paciente', título que personalmente me ha dejado un poco frío. Durante su lectura, ignoro el porqué, estuve continuamente comparándola con otra obra del propio escritor cartagenero, 'El club Dumas', como si ambos libros tuviesen muchas cosas en común y mi gusto literario se deleitase más con las andanzas de Lucas Corso en busca de los libros satánicos que con las del grafitero Sniper y sus bombardeos organizados.
Mi padre fue músico. Era violinista aunque no vivió de ello durante buena parte de su vida. Creo haberlo escrito ya en alguna parte. Estudió en el Conservatorio Superior de Música de Valencia y tocó su violín en bodas, ceremonias religiosas, solemnes y no tanto, representaciones de ópera, zarzuelas y misas del gallo. En los últimos años de su carrera musical formó parte de la Orquesta Ferroviaria de Cámara de Valencia, con la que incluso llegó a viajar al extranjero (Montecarlo e Italia). Mi padre decía que el mejor director de orquesta que había conocido en sus tiempos era Ataúlfo Argenta. De hecho, muchos años más tarde, cuando dispuso de un tocadiscos, le gustaba comprar discos elepés con las zarzuelas grabadas en microsurco por Argenta. 'Katiuska', 'Bohemios', 'La del manojo de rosas' o 'El concierto de Aranjuez', entre muchas otras obras, sonaron en mi casa, cuando yo era pequeño, cada domingo por la mañana, dirigidas con la maestría de la batuta del director cántabro. Bien, pues 2013, entre otras muchas malas noticias nos legó la de la muerte de Fernando Argenta, hijo de Ataúlfo, el locutor y musicólogo que se encargó de popularizar con enorme éxito la música clásica por el pentágono peninsular gracias a su programa 'Clásicos populares', emitido por Radio Nacional de España. Fernando, ahora, hace compañía a su célebre e idolatrado maestro peluca, que era como bautizó a Johann Sebastian Bach a través de las ondas radiofónicas. El diario 'El País' recogió en su día la triste noticia. Fernando, descansa en paz.![]() |
| Paco Roca, Eva Peydró y Sento Llobell (Foto Nacho Marín) |

Hace años que sigo una web titulada EL RINCÓN DE MORTADELÓN. No sé quien la gobierna, pero su titular tiene la habilidad de traer a mi mente recuerdos de mi infancia, de un tiempo que no volverá, de unos años que transcurrían exentos de problemas. Todo era jugar, estudiar y divertirse. En estas navidades, EL RINCÓN DE MORTADELÓN ha insertado una serie de viñetas en Facebook que no puedo resistirme a incluir en EL ECO DE LAS VOCES. Espero que no se enfaden. Por mi parte, solo les guardo agradecimiento.
Paco Roca continúa siendo un baúl de sorpresas. Agradables. A
su ya dilatada carrera como autor de cómics de reconocido éxito tanto de
público como de crítica, con álbumes tan celebrados como ‘El invierno del
dibujante’, ‘Las calle de arena’, ‘Memorias de un hombre en pijama’ o el
cinematográfico ‘Arrugas’, añade ahora un producto distinto, nuevo y ambicioso:
‘Los surcos del azar’.
Año del Señor
de 1600, Japón hierve en una eterna guerra civil. Los señores feudales alternan
alianzas y traiciones en un juego de estrategia en el que cada uno de ellos
trata de hacerse con el gobierno absoluto del país de los dioses. La fortaleza
de Fushimi no soportará el asedio y el samurái Saig? Hayabusa está dispuesto a
sajarse el vientre sin una mueca de dolor, sin emitir queja alguna. Sin
embargo, la misión que le ha reservado su señor requerirá un sacrificio mucho
mayor que la muerte. La corona española vive un momento de máxima expansión
territorial, pero Felipe III, rey débil y hedonista, ha dejado la corte en
manos del duque de Lerma, quien entre corruptelas y nepotismo está
empobreciendo el país y resquebrajando los cimientos imperiales. Dámaso Hernández
de Castro, curtido en las campañas de Flandes, se prepara para partir hacia las
Indias Orientales y ponerse al servicio del juez de la Audiencia de Manila. Ha
de suplir con méritos su insuficiente alcurnia si quiere aspirar a la mano de
su amada, la menina Constanza de Accioli. Pronto descubrirá que alguien ha
disfrazado de oportunidad lo que en realidad es una trampa. El destino tejerá
sus redes y un encuentro circunstancial unirá para siempre las vidas de Saig? y
Dámaso. Durante la expedición que en 1614 trajo a los enigmáticos samuráis
hasta la Península, los dos nobles guerreros trabarán una amistad épica. Aún no
saben que persiguen a un mismo enemigo, que una única venganza bastará y que
cada uno ha encontrado en el otro la pieza clave de una larga historia. Estos
son los entresijos de ‘Ronin’, la nueva novela del escritor lucense Francisco
Narla, editada por Temas de Hoy, sobre la que tuve la oportunidad de conversar
con su autor hace unos días con motivo de la visita promocional que efectuó a
Valencia.
‘La cuestión Dante’ de Lorenzo Luengo. ¿Qué pasaría si los acontecimientos políticos más recientes no hubieran sucedido como nos han contado? Y sobre todo, ¿qué pasaría si las cosas no hubieran sido como recordamos que fueron? Cuando Virgil Clyde recobra la memoria se recuerda a sí mismo como un neurólogo a sueldo de la CIA, pero los médicos que lo atienden se refieren a él como Dante Veryl, un experto en religión y política, implicado en una conspiración cuyos orígenes se remontan a la Segunda Guerra Mundial y llegan hasta el auge del fundamentalismo islámico. Dante y Virgil habrán de recorrer un infierno donde los horrores de la historia más inmediata se mezclan con sus propios demonios personales. Manteniendo un difícil equilibrio entre realidad y ficción, La cuestión Dante urde una sofisticada y actualísima trama en la que ciencia de vanguardia, enigmas religiosos y secretos políticos se dan la mano, revelando la historia oculta del siglo XX que ha conformado el mundo de nuestros días.
Desde el primer Premio Planeta, otorgado en
el año 1952 con 40.000 pesetas de dotación económica, hasta el presente año
2013 se han celebrado ya sesenta y una ediciones del galardón literario más
celebrado de la lengua castellana. El Planeta surgió con el fin de dar a conocer en nuestro país la literatura que
hacían los escritores españoles a mitad del siglo XX. Las dos obras ganadoras
de este año, la finalista, ‘El buen hijo’ de Ángeles González Sinde, y la ganadora,
‘El cielo ha vuelto’ de Clara Sánchez, son novelas contemporáneas, aptas para
todo tipo de público, cuyos protagonistas tienen en común la búsqueda del
sentido de sus respectivas vidas, algo consustancial a todo ser humano. En el
noveno piso del Hotel Astoria de Valencia, un año más, a eso del mediodía de un
miércoles de noviembre, soleado y frío, se celebró la rueda de prensa para
presentar ambas novelas.
Carla, habladora compulsiva,
exageradamente emocional y expresiva, piensa que lo peor que le ha podido suceder es quedarse sin voz durante seis semanas, jutos cuando atraviesa una crisis personal y profesional que ha puesto su vida patas arriba. Obligada a permanecer callada, pero incapaz de quedarse sin decir nada, tan impulsiva e irónica como siempre, a través del whatsapp,
la pizarra y el correo electrónico, Carla aprende a comunicarse con el mundo
como nunca antes lo había hecho y escuchará, por fin, cosas que jamás había
oído por mucho que se las hubieran dicho. Bajo estos parámetros, Raquel Martos
acaba de presentar su nueva novela ‘No pasa nada y si pasa se le saluda’,
editada por Espasa. Con la escritora madrileña conversé durante unos minutos en
un restaurante de la capital del Turia, ciudad a la que acudió para presentar
su nueva obra.
No es algo muy habitual que un escritor, además novel, consiga publicar dos libros en un mismo año. Sin embargo, César Pérez
Gellida, tras el éxito de ‘Memento mori’, lo ha conseguido y nos
presenta ahora ‘Dies irae’, editada por Suma de Letras, segunda parte de
su trilogía ‘Versos, canciones y trocitos de carne’. En esta ocasión, la acción abandona Valladolid para conducirnos a dos ciudades europeas, Trieste y Belgrado, por las que deambulan los principales protagonistas de la serie: Augusto Ledesma, Carapocha y el inspector Ramiro Sancho, este último siguiendo su frenética persecución para detener al psicópata. Esta segunda entrega añade un componente histórico al texto, lo que le otorga una mayor profundidad y le impregna de un halo distinto, manteniendo los giros inesperados y la sorpresa continua que parecen consustanciales al estilo del escritor vallisoletano, al que ya comparan con Stieg Larsson y con el que conversé hace unos días tras su traslado a Valencia para presentar la novela.
20 de diciembre de 1973. 9:36 horas: una bomba colocada por ETA acaba con la vida del presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco. ¿Cómo pudo la banda terrorista preparar el asesinato durante un año, en pleno corazón del franquismo, sin ser detectada? ¿Por qué desde altas instancias del Gobierno se desoyeron las persistentes llamadas de la Policía y Guardia Civil que advertían de que la vida de Carrero corría peligro? ¿Quiénes salieron ganando y quiénes perdiendo con la muerte del presidente? ¿Qué papel desempeñaron la CIA, el llamado "búnker" franquista, la Monarquía, el Ejército, el Opus, la extrema derecha, la rama reformista del Gobierno o la misma familia Franco en el atentado? ¿Quién se esconde tras la "sombra" que se entrevistó con el etarra Argala en el Hotel Mindanao de Madrid? Todos estos interrogantes se responden en el libro ‘Matar a Carrero: la conspiración’, escrito por Manuel Cerdán y editado por Plaza&Janés. Sobre algunos de ellos conversé hace unos días con este periodista y escritor alicantino de larga y dilatada trayectoria profesional.
A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación. Con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia. Este es el argumento en el que se apoya ‘Dispara, yo ya estoy muerto’, la nueva novela escrita por Julia Navarro, editada por Plaza&Janés, sobre la que conversé hace unos días con la escritora madrileña, aprovechando la visita promocional que efectuó a la ciudad de Valencia.
¿Qué ocurrió realmente en la fiesta celebrada anoche? ¿Hubo alguna víctima? ¿Qué contiene la caja que nuestro jefe nos entrega en secreto, pidiéndonos que no la abramos, y dentro de la cual se detecta una agitación, un mínimo llanto? ¿Será un ser vivo o un mecanismo de relojería? ¿Quién es "esa otra persona que no nos interesa", que suele aparecer en las relaciones de pareja casi siempre adosada al ser amado y de la que es imposible librarse? ¿De qué clase de apocalipsis huye esa familia que abandona la ciudad con lo puesto y termina vagando perdida por el bosque? A grandes rasgos estos son algunos de los argumentos de los relatos que componen ‘Técnicas de iluminación’ de Eloy Tizón, editado por Páginas de espuma, el nuevo, y esperado, libro del escritor madrileño. Son diez sueños en los que hay un reverso de sombra, un vértice de silencio, una pista falsa para incitar al lector y que resplandecen con luz propia, de ahí el título. Eloy Tizón es un escritor minucioso, perfeccionista y paciente en grado sumo, que necesita de la soledad y del aislamiento para trabajar, con el que tuve la oportunidad de compartir unos minutos en Valencia, ciudad a la que ha acudido para presentar su nueva obra.| Vicent Torrent |
No es fácil para mí hablar de la despedida de los escenarios del grupo valenciano Al Tall. Y no lo es porque significa cerrar la ventana de una de las épocas más entrañables de mi vida, la que comenzó a los veinte años, la de la universidad, la de los viajes, la de los pubs, la de muchos recuerdos que, de repente, se apretujan a las puertas de la memoria y que el tiempo ha intentado diluir con paso silencioso, lento y firme. Pero todo llega, los ciclos se cumplen y hay que cerrarlos. Y eso ha hecho Al Tall, que comenzó a dar conciertos allá por el año 1975 en el Camp d’Esports de la Pobla Vallbona y terminó de hacerlo el pasado viernes 18 de octubre de 2013, en el Palacio de Congresos de Valencia, en una despedida multitudinaria a la que acudieron una treintena de artistas invitados, los cuales, de este modo, rindieron un merecido y caluroso homenaje a la banda. Treinta y ocho años y dieciocho trabajos discográficos les contemplan. Ahí es nada. Se dice pronto pero son el fruto de muchas horas de esfuerzo, de estudio y de ensayo en su andana de Massanassa. Desde el mítico ‘Cançó popular al País Valencià’ hasta ‘Vergonya, cavallers, vergonya’, el cedé dedicado al rey Jaume I en el año 2009 y que, a la postre, ha significado su despedida de los estudios de grabación. De todo esto y también del futuro conversé hace unas fechas, cuando ya todo había acabado, con el alma mater del grupo, Vicent Torrent, fundador del mismo junto a Miquel Gil, Manuel Lledó, que nunca llegó a actuar en directo, y Manolo Miralles. Este último, precisamente, también ha aguantado el tirón desde el primer día hasta el final.
Rosa Ribas pasó por Valencia para presentar su nueva novela, ‘Don de lenguas’, editada por Siruela/Policiaca, una historia ubicada en la Barcelona de 1952, pocas semanas antes de la celebración del Congreso Eucarístico donde la consigna oficial es ofrecer una imagen impoluta de la ciudad. Sin embargo, la noticia del asesinato de Mariona Sobrerroca, una conocida viuda de la burguesía catalana, viene a ensombrecer el panorama. La investigación del caso ha sido encargada al inspector Isidro Castro de la BIC, hosco policía de doloroso pasado, al que se unirá Ana Martí, novata cronista de sociedad del periódico ‘La Vanguardia’, encargada de cubrir el caso. La joven periodista descubrirá pronto nuevas pistas que se apartan de la versión oficial de los hechos y recurrirá a la ayuda de Beatriz Noguer, una eminente filóloga represaliada por el régimen. Con estos antecedentes, Rosa Ribas, junto con Sabine Hoffman, ha construido una atractiva, cuidada e interesante peripecia negra, sobre la cual tuve oportunidad de conversar con la escritora barcelonesa el mismo día que presentó la novela en un centro comercial de la capital del Turia.
Hubo un tiempo en que corsarios británicos, bucaneros franceses y filibusteros holandeses eran los amos del Caribe. Pero poco se ha contado de piratas españoles como Íñigo Santa Cruz, forzado a convertirse en caballero de fortuna por una patria que desampara a sus propios hijos y los obliga a vagar por el mundo. En aquella misma época también había tesoros fantásticos como el de la Dama del mar, por el que Henry Morgan organizará la mayor flota de filibusteros jamás conocida, ciudades como Panamá, que se dicen inexpugnables y encienden la codicia de los hombres, y mujeres como Elena, capaces de provocar la pasión y la ternura del corsario más insensible. Con todo este ambiente, Edmundo Díaz Conde acaba de presentar su nueva novela, ‘El Príncipe de los piratas’, editada por Algaida, sobre la que anduvimos de charla durante unos minutos en el Lounge Bar del Hotel Astoria de Valencia. En primer plano, como es fácil adivinar, mis improbables, los piratas de ayer, hoy y siempre.+red+01.jpg)

Tras el éxito de ‘El bolígrafo de gel verde’, Eloy Moreno tiene nueva obra en el mercado, ‘Lo que encontré bajo el sofá’, una novela que se desarrolla en la ciudad de Toledo y en la que intervienen multitud de personajes. Según confesión del propio autor, su intención es hablar sobre la doble moral que preside nuestras vidas.
Por si aún no lo saben, mis improbables, Clara Sánchez fue galardonada anoche con el Premio Planeta 2013, por su novela titulada 'El cielo ha vuelto', mientras que Ángeles González Sinde fue la finalista por su obra 'La dama del hechizo'.