Nº 573.- Sobre las cinco y media de la tarde, la
cafetería del Hotel Reina Victoria está poco concurrida. A esa hora se convierte
en un espacio tranquilo, silencioso, muy cómodo para realizar entrevistas. Si
la entrevistada, además, escribe género negro, como es el caso, el lugar parece
más adecuado todavía. La luz gris del primer piso nos envuelve cuando me encuentro
con Sandrine Destombes (1971), la escritora francesa que voló a la capital del
Turia para participar en València Negra 2019 y explicar pormenores de su
primera novela publicada en España, ‘El doble secreto de la familia Lessage’ (Les jumeaux de Piolenc), editada por Reservoir
Books y galardonada con el Premio VSD/RTL al Mejor Thriller Francés, un
concurso literario peculiar que casi exige una escritura en vivo. Con este
título, Sandrine ha empezado a arrasar en la lista de libros más vendidos del
país galo, un auténtico fenómeno. La acción se desarrolla en dos espacios
temporales, verano de 1989 y verano de 2018, y habla de la desaparición en
Piolenc, un tranquilo pueblo del sur de Francia, de dos hermanos mellizos. Casi
tres meses después se encuentra el cadáver de la niña, vestida de blanco y con
una corona de flores. Después de varios años, el caso se cierra en falso, sin
rastro de su hermano. Tres décadas más tarde, vuelven a desaparecer algunos
niños en el mismo pueblo. El pánico crece y viejas sospechas renacen entre sus
habitantes. Con este telón de fondo, auxiliado por Jakob Gramss, que ofició de
traductor, comencé a conversar con Sandrine Destombes.
Es su primera visita a València, Sandrine, ¿qué significa la literatura
para usted?
En verdad yo no pensaba escribir y, en mis
inicios, no sentía ninguna necesidad de hacerlo. Sin embargo, cuando empecé
esta aventura me gustó tanto que me dije que sería una lástima abandonar. Me picó
el gusanillo y ahí sigo, peleando.
Lleva seis novelas publicadas, todas policíacas, ¿por qué escogió el género
negro para narrar?
Primero, porque es un género que me gusta
como lectora y espectadora, igual que el cine negro. Y segundo, porque soy muy
observadora y me resultaría muy difícil escribir un libro cualquiera. Me hace
falta ese marco, esa estructura que posee la novela negra.
Ha empezado a publicar en España por su quinta novela, ¿van a publicarse
también sus anteriores entregas?
No lo sé. La quinta novela obtuvo un
premio bastante conocido en Francia, que me permitió conseguir una mayor
visibilidad como escritora. En el extranjero se dieron cuenta de ese detalle y
decidieron comenzar a partir de ahí.
Su novela ‘El doble secreto de la familia Lessage’ se ha convertido en un fenómeno en Francia
En francés, el título de la novela es Les
jumeaux de Piolenc, (‘Los gemelos de Piolenc’), que aquí se ha traducido de
una manera bien distinta, ‘El doble secreto de la familia Lessage’, ¿a qué se
debe esta traducción tan libérrima?
En la traducción de la edición italiana
han respetado el título original y, por tanto, antes tampoco yo entendía a qué
se debía este cambio en la versión española. Según me han explicado, en francés
no distinguimos entre gemelos y mellizos, para nosotros es la misma palabra y
les llamamos verdaderos y falsos gemelos. Entonces el editor ha optado por modificarlo,
porque habrían tenido que traducirlo como Los falsos gemelos, algo que no
sonaba bien.
El argumento de su novela guarda parecido con el de la serie ‘True
detective 3’, ¿es consciente de ello?
Sí, lo sé, de hecho el libro salió hace un
año y ‘True detective 3’ empezó a emitirse dos meses después. Los lectores me
comunicaron que había muchos paralelismos y entiendo que sí existen, pero desde
mi punto de vista no tiene nada que ver y, si lo tiene, habré de denunciar a
los americanos [risas]
‘El doble secreto de la familia Lessage’ está narrado en tercera persona,
¿por qué?
Siempre escribo como si yo fuera la
lectora de la novela y me siento más a gusto narrando en tercera. Si uso la
primera persona, me cuesta más identificarme y meterme dentro, porque tengo la
sensación de que se me impone el punto de vista. Por todo eso prefiero la
tercera.
¿Le resulta sencillo contar una historia como esta o el tema le araña por
dentro, le afecta y ha de distanciarse?
Sencillo desde luego que no lo es. Cuando
escribo, lo hago sobre cosas que me dan miedo y ese miedo lo proyecto fuera, en
la novela. Al narrar en tercera persona, como he dicho, consigo tomar distancia
y me siento más tranquila.
Ha estructurado el texto en capítulos bastante cortos.
Hay dos motivos para explicar esto. Por un
lado, cuando participé en el concurso, sus reglas imponían capítulos muy breves;
y, por otro, una vez que ya me encontraba entre los finalistas, tuve tiempo
para repasar todo lo que había escrito y me di cuenta de que, si lo hacía así,
aportaba un cierto suspense y angustiaba al lector, con lo que conseguía una
mayor fidelidad por su parte.
En sus bases, el Premio VSD/RTL al Mejor Thriller Francés exigía colgar cada
capítulo en una comunidad literaria. Sin duda, esa forma de escribir condiciona
la estructura de la novela y obliga a trabajar con enorme rapidez, ¿no sentía
estrés?
Lo que me resultaba estresante era que los
plazos de los que disponía eran muy cortos. Cuando empecé, no sabía ni cómo
sería el desenlace y eso me obligaba a escribir capítulos con mucha celeridad.
Evitaba leer los comentarios de los lectores, para no verme obligada a cambiar cosas.
Finaliza cada capítulo sembrando la duda sobre lo que vendrá después, pero
lo hace de un modo propio, diferente del de otros escritores, ¿omitir es una
buena fórmula para mantener cautivo al lector?
No me doy cuenta de que lo hago de un modo
distinto al de otros autores. Pero puede ser, porque la mayoría de ellos ya
saben lo que va a ocurrir a continuación. En mi caso no fue así, yo ignoraba lo
que vendría después. En general, cuando concluyo un capítulo me dejo dos o tres
pistas abiertas por las que puedo seguir escribiendo. Más tarde, consulto con
la almohada y elijo una de esas opciones.
‘El doble secreto de la familia Lessage’ está basado en un hecho real, por
tanto, ¿sabía a dónde iba a llegar o le importaba más el viaje durante la
escritura?
No conocía el final, como tampoco lo sabía
en mis anteriores novelas. Sin duda, lo más importante es el viaje. Si
conociera el desenlace me aburriría escribiendo. Habitualmente, me dejo llevar
durante dos tercios del libro y, a partir de ahí, me encuentro en el clímax y
pienso que debo bajar la intensidad y cerrar la historia. En esos momentos paso
una semana terrible y mi marido también [risas], porque me ve pasear arriba y
abajo por mi casa.
¿Se le ha rebelado algún
personaje mientras escribía?
Bueno, voy descubriendo a mis personajes a
medida que avanza la historia y, a veces, alguno de ellos no me aporta las
soluciones que necesito y me veo obligada a crear otro. No tengo preferencia
por ninguno y los abandono o los creo de nuevo como mejor me conviene.
Dos policías, Jean Wimez y Julien Fabregas, se encargan de la
investigación. En su momento, Wimez fracasó con el caso, sin embargo, no entró
en depresión. ¿Cómo sobrevive un policía a una frustración de este calibre?
Wimez perdió a su mujer, no guarda
relación con el hijo que tiene y vive obsesionado con el caso. En buena lógica
no debería ir a cenar con el padre de los dos niños desaparecidos, pero no es
capaz de cortar con él porque sigue manteniendo viva la historia en su
interior.
A Julien Fabregas, su sucesor, no parece irle mucho mejor y ambos policías
colaboran, ¿cómo es la relación que mantienen entre ellos?
La relación es la de un policía veterano,
Wimez, que transfiere una metodología de trabajo a su sucesor, manteniéndose en
un segundo plano y dando paso a una nueva generación de policías más abierta que
la anterior y que dispone de medios de investigación más modernos. Sin embargo,
Julien olvida que ha de retrotraerse en el tiempo, porque las desapariciones
sucedieron treinta años atrás.
¿La desaparición de dos niños en una gran ciudad tendría la misma repercusión
que en un lugar pequeño como Piolenc?
Absolutamente no. Es mucho más interesante
que estos hechos sucedan en un pueblo pequeño, donde sus habitantes se conocen,
donde se habla del caso durante todo el tiempo y la región entera se paraliza a
la espera de su resolución.
Solène y
Rafael Lessage son los gemelos desaparecidos. Solène es una niña sexualmente
muy precoz, ¿hay muchos ejemplos como ella en la vida real?
Ella es una amalgama de los resultados de todos los
estudios que se han hecho al respecto. En su personaje he reunido las
características y las relaciones entre hermanos y hermanas, así como la
crueldad entre niños. Al mismo tiempo, es el retrato de algo que uno no tiene
ganas de ver, pero que es real.
En un momento
dato, la madre de Solène y Rafael afirma que «el fruto de mis entrañas está
podrido», cuando una mujer dice algo así, significa que su vida ha sido un
auténtico calvario.
En esta historia ella no es culpable de
nada. Hay personas que nacen malas y que, si pueden hacer el mal, lo harán. Sin
embargo, cuando una madre afirma eso se siente como si hubiera alumbrado el Mal
con mayúsculas.
Facebook también ocupa un lugar importante en la novela, da miedo pensar en
la cantidad de peligros que le acechan hoy a cualquier persona que se asome a
una red social.
Sí, tenemos miedo y con razón. A través de
las redes hemos abierto la puerta a la gente que lleva odio dentro de sí y, de
momento, no tenía valor para expresarlo, pero ahora sí tiene esa posibilidad.
Si eso ocurre entre adultos ya es grave, pero si se dirige hacia niños o
adolescentes es mucho peor, porque los puede desestabilizar completamente.
Dos preguntas para terminar por hoy. La primera: he leído que no le
interesan demasiado los escritores franceses de novela negra, ¿cuáles son sus
autores favoritos?
Bueno, hay escritores franceses de novela
negra muy buenos y que aprecio mucho. Dependiendo de la época de mi vida, los
he seguido más o menos, pero las cosas han cambiado y ahora no los leo tanto. Empecé
leyendo autores norteamericanos, después escandinavos y ahora he visto que la literatura
de los países mediterráneos tiene muchas cosas en común. Pero en el momento de escribir
no sólo me influye la lectura, sino también el cine, los medios de comunicación
y la sociedad en general. En realidad, me inspiro en todo y luego lo plasmo en
las novelas.
Y la segunda: ¿qué le ha aportado ‘El doble secreto de la familia Lessage’
a Sandrine Destombes? ¿Qué bagaje se lleva de la escritura de la novela?
Hoy tengo más miedo de escribir que antes.
Ahora hay más lectores y muchos de ellos albergan grandes expectativas, por eso
comparan lo que ya he escrito con mi siguiente título. En este sentido, ‘El
doble secreto de la familia Lessage’ se ha convertido en obra de referencia, lo
que añade presión a la hora de enfrentarme con nuevas novelas.
«Jean no le quitaba ojo a Victor Lessage,
esperando una explicación que no acababa de llegar. Sus antiguos compañeros de
la gendarmería de Orange le habían hecho un favor dejándole sentarse enfrente
de ese hombre al que conocía desde hacía casi treinta años y que ahora estaba
detenido». De este modo comienza el capítulo 1 de ‘El doble secreto de la
familia Lessage». Las más de trescientas páginas que le siguen no defraudan en
absoluto. Se lo puedo asegurar.