derrotar en la final a Francia por un esclarecedor 22 a 29, a pesar de haberse ido al descanso con cuatro goles por debajo en el marcador. En ningún momento las nórdicas perdieron la cara al encuentro. Capearon el temporal como pudieron y, con el trabajo de hormigas laboriosas, fueron a más. A poco de concluir la primera mitad perdían por seis tantos de diferencia, que redujeron a cuatro en el descanso, como ya se ha dicho.
En la reanudación, apretaron en defensa y su ataque se volvió mucho más resolutivo que en el inicio del encuentro. Lo que es habitual en el conjunto noruego. El acierto anotador de Mork, Reistad y Oftedal, que además repartió un buen puñado de asistencias, junto con la gran actuación de la guardameta Silje Solberg sacaron a Francia fuera de la pista. Las francesas poco pudieron hacer ante la avalancha nórdica y soportaron la lluvia de goles con cierta resignación.
La final ha supuesto un estupendo broche al Campeonato del Mundo organizado por la RFEBM, junto con la IHF. El cuarto puesto de la Selección Española puede considerarse, igualmente, como un resultado exitoso, que permite a las hispanas continuar en la elite del balonmano mundial y afrontar los próximos compromisos con una buena dosis de confianza. Indudablemente, se trata de un prometedor comienzo del seleccionador José Ignacio Prades, así como de su ayudante Imanol Álvarez.