Juan Eduardo Zúñiga (Madrid 1929), uno de los escritores españoles que con mayor asiduidad y éxito cultivan el género del cuento, acaba de publicar 'Brillan monedas oxidadas', un libro con quince relatos visitado por seres con vidas impostadas que un día se rebelan en pos de su propia salvación. De la entrevista concedida con este motivo a Winston Manrique Sabogal, publicada en el semanario BABELIA el 25 de diciembre de 2010, entresaco esta respuesta del escritor madrileño que me interesa particularmente (y espero que a ustedes también):
"Tengo una visión muy optimista sobre el cuento en España, porque se está valorando más y se le reconocen todas sus posibilidades. Incluso ya se oyen opiniones de que el cuento al lector le satisface más que una gran novela. Es una réplica de su discontinuidad de acontecimientos en la vida, de la brevedad de los periodos diarios de una persona. No está como en otras épocas las 24 horas del día, o la mayoría de él, con un mismo ritmo, sino que los seres humanos estamos obligados a muchas rupturas. Somos más activos, pasamos de un tema a otro y esto se reproduce bien en el cuento. La puerta de un relato viene de su desarrollo y termina como muchas de las peripecias diarias, sin nada preciso, quedan abiertas. Aunque el cuento refleja la diversidad de nuestra actividad diaria, se dice esto en el momento en que se están publicando libros de 700 páginas, pero que tiene una explicación: el lector participa de la vida de los personajes, se hunde en otra vida y sigue la secuencia de una existencia ajena con un encanto superior al de su vida cotidiana"".
Herme Cerezo