«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 13 de febrero de 2011

Asesinado por su gran imaginación.

Asesinado por su gran imaginación es el título de un interesantísimo - aunque breve, a mi juicio, por lo atractivo - artículo publicado por Eduardo Lago en el EPS del 13 de febrero de 2011. En él nos habla de David Graham Phillips (Madison, Indiana, 1867-1911), escritor y periodista especializado en hurgar en los trapos sucios de la sociedad norteamericana, un "muckraker", poniendo nombres y apellidos allí donde tocaba, que fue asesinado por uno de sus lectores, un tal Goldsborough, quien vio retratada su propia vida y la de su hermana en una novela de Phillips. El tal Goldsborough confundía ficción y realidad, no le gustaba que sus interioridades salieran a la luz pública y, por eso, acometió el asesinato. Después de abatir al escritor norteamericano, volvió su pistola contra sí mismo y puso fin a sus días.



Aunque he buceado por la red, me ha resultado imposible encontrar el enlace del artículo.Por lo tanto, quien esté interesado en leerlo tendrá que buscarlo en su versión de papel.

Herme Cerezo