Nº 509.- Abril. Martes. Ocho de la
tarde. Justo unos minutos antes ha caído una lluvia poco perseverante, pero intensa.
Como acostumbra por estos lares. El Mediterráneo, ya se sabe. Entrevistar a
Mónica Carrillo en la Fira del Llibre de
València tiene algo de merodeo o de aventura. La cantidad de lectores que,
afortunadamente, guardan cola para obtener una dedicatoria de su puño y letra,
dilatan la espera. Y el entrevistador, llega a preguntarse si le quedará
resquicio suficiente para formular unas cuantas preguntas, poco tópicas, que atraigan
la atención de los lectores. Mónica llegó a la ciudad del Turia para presentar su última entrega, ‘EL TIEMPO. TODO. LOCURA’, editado por Planeta,
un libro de microcuentos, micropoemas y micropensamientos, cuyo curioso, y
trabajado, título se deja leer de un tirón, formando una única oración, o por
partes, ya que el volumen está dividido precisamente en esos tres apartados: Tiempo, Todo y Locura. Afortunadamente, la conversación disipa cualquier duda
anterior. Preguntas y respuestas se desgranan con fluidez y los temas relevantes
salen a la palestra sin demora.
Mónica,
la primera vez que entrevisto a una autora, como es tu caso, siempre le formulo
la misma pregunta: ¿qué significa escribir para ti?
Cuando empecé quizá te
contestaría que escribía por placer, por curiosidad, incluso por deseo de
comunicarme, pero ahora no cabe duda de que se ha convertido en una necesidad
para mí.
¿El
tuyo es otro caso típico de periodista que además escribe libros?
Por lo general no me gustan
las etiquetas y en este asunto tampoco. Es verdad que soy una periodista, una
presentadora de televisión, que escribe libros. En cualquier caso, lo
importante de este oficio es emocionar al lector y en eso me concentro.
¿Te
ha llamado la atención el rápido éxito alcanzado por tus libros hasta ahora?
La verdad es que estoy
sorprendida desde el principio, desde la publicación de mi primera novela.
Cuando una da el salto del periodismo, donde se escribe sobre la realidad, a la
ficción, siente cierto vértigo por conocer cómo será aceptado su trabajo y si
conectará o no con el lector. Y con este nuevo título, ‘EL TIEMPO. TODO. LOCURA’, que era como el
capricho de ver mis microrrelatos, colgados en Twitter, juntos y editados en un
libro, con textura de papel y aroma de tinta, ha sucedido lo mismo, lo que no
deja de ser un misterio y un milagro a la vez.
Entre
tus lectores predomina la gente muy joven.
Sí, es gente muy joven que
procede de Twitter. Pero eso está cambiando, creo que el boca a oreja ha
funcionado y en mis colas de firma observo que hay personas de todas las
edades. De hecho, acuden muchos padres de esos lectores jóvenes a los que
aludías en tu pregunta.
Desde
2014 has publicado dos novelas y ahora un libro de microcuentos y micropoemas,
¿te sientes cómoda por igual en cualquier escenario?
Sí, exactamente igual. Al
final no son más que formas de expresión, algo que he percibido a medida que escribía.
Es verdad que me gusta hacer juegos de palabras, buscar la musicalidad del
texto y narrar mediante un continente aparentemente sencillo. La mía no es una
escritura barroca, ni enrevesada. A veces hablo de conceptos que obligan a
pensar y lo hago, como te digo, a través de un lenguaje muy sencillo. Supongo
que mi oficio periodístico debe tener algo que ver en esto.
Si
de repente te sobreviene la idea para escribir un microcuento, ¿cómo reaccionas?
Soy muy impaciente y creo
que ése es también el secreto o la gracia, si la tiene, de Twitter. Por eso,
todo lo que me surge o se me ocurre, lo pienso, lo escribo y, en cuanto lo
tengo claro, lo lanzo.
¿El
libro tiene una unidad temática o se trata de unos microcuentos que has ido
acumulando a lo largo del tiempo?
En los últimos cinco años he
escrito más de setecientos microcuentos, de los que he seleccionado doscientos
diez para el libro. Como tenía muy claro el título y la temática es tan
emocional, como ocurre con todo lo que escribo, lo que he hecho ha sido
agruparlos en tres apartados: El tiempo,
donde hablo de memorias, recuerdos y del paso del tiempo; Todo, donde obviamente me cabía de todo, incluido el propio concepto
de la palabra; y locura, donde
incluyo los microrrelatos de pasión y desgarro.
¿Se
te ha colado algún aforismo, disfrazado de microcuento o micropoema, en esta
selección?
[Risas] Es posible que sí, casi
seguro, incluso me han dicho que hay algún haiku.
La verdad es que todo lo que he incluido en el libro es muy anárquico, pero
también muy sincero y los contenidos están mezclados sin más pretensión que
emocionar y conectar con el lector. Tampoco podría asegurar que hay
micropoemas, porque la palabra poesía me impone mucho respeto y ni siquiera me
he parado a comprobar si siguen una métrica o no.
Continuamente
citas el aspecto emocional de tu escritura, ¿al leer tus libros podemos
descubrir cómo es Mónica Carrillo?
Mi escritura es muy
emocional y, por supuesto, cuando escribo lo primero que hago es despojarme de
cualquier corsé, prejuicio o miedo. Eso es lo que hice en la primera novela,
porque soy un rostro conocido y me dedico a la información, con lo cual tengo
una credibilidad que está en juego y no puedo perder. Pero ese vértigo que
sentía al principio me sirvió para atreverme a dar el paso, porque no quería
que el miedo me paralizase, ni tampoco escribir pensando que soy una
presentadora de televisión. La ficción te aporta libertad, tú te plantas delante
del folio en blanco y eres la dueña de todos tus pensamientos y fantasías.
Evidentemente se puede conocer cuál es mi punto de vista, pero no cómo soy yo.
Algo de misterio ha de haber en la escritura.
¿‘EL
TIEMPO TODO LOCURA’ te ha dejado algún poso? ¿Es la misma Mónica Carrillo la
que empezó a escribir estos microcuentos que la que los terminó?
En realidad ocurre que este
libro es especial, porque yo no he parado de escribir. No ocurre como con una
novela, que la terminas, la entregas a la editorial y te apartas de ella. En
este caso, sí es cierto que una persona es quien inicia la escritura y otra la
que la acaba. Incluso la finaliza de un modo diferente a como pensaba porque, a
lo largo del proceso creador, determinados aspectos adquieren mayor relevancia
de la esperada. Cuando antes escuchaba a otros autores hablar precisamente
sobre eso, me preguntaba cómo podían sorprenderse a sí mismos y ahora he podido
constatar que era verdad.
De
tu anterior respuesta deduzco que, a la hora de escribir, es más importante el
viaje que llegar a puerto, ¿no?
Sí, sí, sin duda, disfrutar
del viaje para mí es fundamental. Desde luego, cuando llegas al final miras
atrás y eso es lo que te queda, pero el trayecto es lo que merece la pena.
SOBRE MÓNICA CARRILLO
Mónica Carrillo (Elche, Alicante, 1976) es licenciada en Periodismo, diplomada en Turismo y cursó estudios de Arquitectura.
En la actualidad presenta, junto a Matías Prats, los informativos de fin de semana en Antena 3. Anteriormente trabajó como redactora y presentadora en TVE y en la Agencia EFE. También ha realizado entrevistas a personajes de actualidad, colabora en radio y escribe artículos para distintas publicaciones.
Muy activa en las redes sociales, su perfil en Twitter@MonicaCarrillo ha conseguido la fidelidad de cientos de miles de seguidores que siguen diariamente sus comentarios y microcuentos.
‘La luz de Candela’ y ‘Olvidé decirte quiero’, sus dos primeras novelas, coparon las listas de libros más vendidos durante meses.