Leo en el ABC cultural del pasado sábado un artículo, 'El cómic, el otro género del siglo XXI', firmado por Fernando R. Lafuente, madrileño. profesor y crítico literario y cinematográfico. En su último apartado - está dividido en tres - habla de un autor de cómic valenciano: Max Vento. Lean lo que dice sobre él:
"La novela gráfica en español tampoco ha sido ajena a esta irrupción. Valga de entre los numerosos ejemplos una obra reciente, surgida de un joven autor valenciano, Max Vento (1977), bajo el título de Actor Aspirante (Plan B Editorial, 2013), versión integral de la serie protagonizada por el voluntarioso personaje Pablo Díaz-Strasser. Vento está en la denominada "línea clara", y sus influencias se sitúan en la estela de nombres como Hergé, Daniel Clowes, Max, Daniel Torres, Jaime Hernández, Jose Matt, Dupuy y Berberian.
El interés del lector ante la obra de esta historia surge de inmediato al encontrarse unas páginas en las que la desventurada vida de un desastroso y conmovedor tipo que quiere a toda costa ser actor, se ve envuelta en las más disparatadas, pero también verosímiles, escenas. Y es ahí, en la exquisita percepción de una mirada ante la realidad, dondeVento exhibe toda su magia narrativa y plástica. En la expresión de los momentos de vida de ese errático Pablo Díaz-Strasser, en el desfile de sombras que acompañan su sublime anhelo, en el desfiladero imposible sobre el que avanza hacia la nada, se dibuja una tragicomedia de rasgos absolutamente contemporáneos, próximos y críticos.
Max Vento es un Woody Allen del cómic, un explorador urbano, un espectador atento a las industrias y andanzas de seres indecisos y entrañables. El uso comedido y elegante de la ironía, las elipsis precisas que hacen del relato un laberinto interior y permiten al lector desentrañar los rincones ocultos del protagonista son el edificio sobre el que se sostiene esta ejemplar obra, modelo de un género ya irremediablemente llamado a ser el género narrativo del siglo XXI".
A buenas horas se desayunan en la capital de la corte y reino. ¡Hay vida en provincias! Y ellos, sin enterarse. ¡Jobar!