Cuando concerté la cita para
entrevistar a Matilde Asensi, la escritora alicantina leída por varios millones
de lectores en todo el mundo, gracias a sus novelas traducidas a quince
idiomas, no pensé que la conversación discurriría del modo en que lo hizo. En
su anterior visita a Valencia, allá por 2012, la charla se desarrolló con
prisa, motivada por la inminente firma de ejemplares comprometida con un conocido
centro comercial. En esta ocasión también había sesión de autógrafos dedicados,
pero todo discurrió con más calma, en una sala privada del Hotel Astoria, con
un cómodo sofá de por medio, mucho silencio para facilitar la grabación de sus respuestas
y un ejemplar de mayúsculas proporciones de ‘El regreso del Catón’, su nueva
novela, presidiendo la escena. Hablamos del libro, claro, pero también de cuestiones
que envuelven el mundillo literario y su proceso creativo. ‘El regreso del
Catón’, editada por Planeta, es la secuela de ‘El último Catón’, sin duda su
título de mayor éxito a juzgar por el número de ventas. Atrás quedaron los
tiempos en los que Matilde peleaba porque alguna editorial adquiriese los
derechos para publicar ‘El salón de Ámbar’ o ‘Iacobus’, dos pruebas más de lo
mucho que puede y sabe contar Matilde Asensi.
‘El último Catón’ supuso una
vuelta de tuerca decisiva en la carrera literaria de Matilde Asensi, fue el
libro que le hizo escritora. «Con ‘El
último Catón’ compré mi libertad y me dediqué solo a escribir, a tiempo
completo. Durante estos años me he convertido, supongo, en escritora, porque
entonces era una autora muy novatilla. De la noche a la mañana, una persona no
puede pasar de redactar noticias bajo un esquema fijo, sujeto, verbo y
predicado, a tener un estilo literario depurado, porque esto requiere un
proceso largo. Ahora soy una mujer más mayor y con canas, pero que se siente
muy joven por dentro». Regresar después de catorce años al Catón, como ella
lo llama, no era una idea que estuviera presente en sus proyectos más inmediatos.
«He escrito muchas novelas, todas muy
diferentes, y volver al Catón se ha debido a la insistencia de los lectores que
me lo han solicitado hasta el agotamiento, hasta más allá incluso. Cuando acabé
la promoción de la anterior obra, leí los resultados de mis redes sociales y me
sorprendió ver a miles de personas pidiéndome una segunda parte. Desde luego
era mi libro más vendido y traducido, pero habían transcurrido once años y
seguían queriendo una segunda parte. Y la verdad es que no lo entendía». Sin embargo, la constancia de sus seguidores, unida a la desagradable
coyuntura que vivía nuestro país, le hizo cambiar de opinión. «Tanto fue el cántaro a la fuente que en
2012, el año que en este país se pasó tan mal porque no sabíamos si nos
rescataban o no, me detuve a pensar qué podía hacer yo, como escritora, para
mejorar la situación. Lo único que se me ocurrió fue escribir un libro ya que
mis lectores me dicen siempre que, después de leer mis novelas, se sienten muy felices».
Precisamente por ello, la escritora alicantina se impuso una condición que
respetaría a lo largo de la escritura: «El
humor debía de estar muy presente en la novela para combatir los momentos tan terribles
que vivíamos».
Ottavia, Farag y Kaspar, protagonistas
de ‘El último Catón’ y también de ‘El regreso del Catón’, han estado dormidos
durante muchos años. Matilde Asensi se ríe cuando le pregunto si alguno de
ellos, al «resucitarlo», no le ha pedido explicaciones por tanto retraso o
tanto olvido. «¡Cómo se van a quejar si
son personajes! Además son míos y hago con ellos lo que quiero». Persiste
la risa y le insisto en este aspecto, porque las relaciones entre autores y
personajes en ocasiones son muy complejas. «Déjate,
déjate… - responde - Cuando decidí probar, cogí la primera novela, la leí
de nuevo, porque desde entonces no la había vuelto a mirar, y para mi sorpresa
observé que el libro resultaba agradable. Me di cuenta de que la voz de Ottavia
me encantaba y que me resultaría muy fácil recuperarla y darle vida otra vez,
igual que a Farag y a Kaspar. Por tanto, el primer paso para este segundo libro
ya estaba dado. A partir de ahí me puse a investigar temas que me pudieran
interesar y, tras dos años de documentación, al escribirla comprobé que me reía
mucho y pensé que, si yo me reía, los lectores también lo harían».
La figura de la madre está
muy presente en Ottavia Salina. En alguna entrevista, Matilde Asensi ha
manifestado que ella es escritora porque su madre quería que lo fuese. Parece
evidente que entre ambas hay nexos en común. «No tanto. Para empezar la madre de la pobre Ottavia se muere y la mía,
aunque no tenga la cabeza como antes, sigue viva y coleando. Pero es cierto que
a Ottavia le he transmitido mi sentido del humor, que es algo que me define
mucho. En su boca he puesto muchas de las barbaridades que se me ocurren en la
vida diaria. Y también es verdad que mi madre me transmitió su ilusión por
escribir, ya que ella no pudo hacerlo, porque le correspondió vivir los
cuarenta años de la Dictadura y a mi abuelo, que fue periodista, no le parecía
bien». O sea que en Matilde Asensi, de alguna manera confluyen las
aspiraciones familiares más inmediatas. «Sí,
he sido periodista, como mi abuelo, y escritora, como hubiera querido ser mi
madre. En mi interior una voz me dice que quizá yo no hubiera podido ser otra
cosa, porque la figura de una madre es muy manipuladora y te define como persona».
Resulta innegable el interés
que existe en la escritora alicantina por la Historia. Quizá en algún rincón de
su persona se esconde una insospechada vocación de historiadora, que asoma en sus
novelas. «Es posible. Cuando mi madre
viene a mi casa, me pide que le conecte el Canal de Historia de la Televisión.
Al principio no le di importancia, pero luego vi que es un hecho que se repite
continuamente. Por otro lado, un sobrino mío estudió Historia, a pesar de la
oposición familiar porque es una carrera sin demasiadas salidas. Si ato cabos,
detecto que existe una línea familiar, abuela-tía-sobrino, a la que la Historia
nos gusta y nos llama».
Algunos escritores parecen
conocer la fórmula para agradar al público, autores que siempre están seguros
de acertar. «Cinco días antes de que se
publicase esta novela, yo no tenía ninguna seguridad de que fuera a gustar.
Quería huir del país, esconderme debajo de la cama… Cada vez que publico un
libro nuevo paso unos miedos terribles. Me preocupa mucho lo que opinan de mis
novelas. Si yo percibo que mis libros realmente gustan, estoy tranquila, pero
si no lo percibo o creo que piensan que la novela es una porquería, me hundo en
la miseria. Escribo para que me lean y en este y en mis anteriores libros he
introducido un montón de pensamientos, de ideas y de experiencias vitales que
traslado del cerebro a las manos y de estas al libro. Eso es lo que yo necesito
que lea la gente». Los finales también inquietan a los escritores, porque
en cierta manera definen el texto. «Trabajo
los finales insistentemente, porque me preocupan mucho desde el principio y
quiero tenerlos claros pronto. No busco finales excesivamente largos, pero sí
que sean consistentes, que sorprendan. En ‘El regreso del Catón’ el final está
muy currado, no tanto en extensión como en cerrar todas las tramas que he ido
abriendo a lo largo de la narración».
Llama la atención que
Matilde Asensi no se presenta a concursos literarios. Precisamente, ella
publica en la Editorial Planeta, la más grande de España y la que convoca el
premio más importante. «No me presentaré
nunca al Planeta ni a ningún otro premio, no entra en mis planes. Y no creo que
lo haga en un futuro próximo, porque tampoco forma parte de mi modo de pensar.
Como caja de resonancia un premio es algo fabuloso, pero yo solo quiero tener
los lectores que me gano con mis novelas, no los que me pueda proporcionar el
marketing».
La conversación tenía que
concluir. La cerramos con otro asunto que siempre ha revoloteado alrededor de
la autora alicantina: el cine. Parece que sus novelas no se llevan a la
pequeña, o a la gran pantalla, porque no le gustan las propuestas que le presentan.
«Bueno, relajémonos. De momento no he
recibido ofertas de ninguna productora. Podría admitir que tengo alguna culpa
en este asunto e incluso podría rebajar mi nivel de exigencia, porque entiendo
que hay que cambiar algunas cosas para llevar una novela al cine, pero es que
la crisis lo ha dejado todo como un solar. En España solo quedan ahora mismo
tres productoras y es complicado que surja algo interesante, así que la
responsabilidad no es solo mía».
SOBRE MATILDE ASENSI
Matilde Asensi (Alicante, 1962) es una escritora con más de veinte millones de lectores en todo el mundo. En 1999 publicó su primera novela. ‘El salón de Ámbar’ y un año después con ‘Iacobus’ comenzó a conquistar un público propio. Pero fue en 2001, tras la publicación de ‘El último Catón’, cuando le llegó el gran éxito y el reconocimiento internacional. A estos libros iniciales les han seguido ‘El origen perdido’, ‘Todo bajo el Cielo’, ‘Tierra firme’, ‘Venganza en Sevilla’ y ‘La conjura de Cortés’, los tres últimos títulos unidos más tarde en un solo volumen llamado ‘Trilogía Martín Ojo de Plata’.
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