En las páginas de algún
diario olvidado, el entrenador de fútbol César Luis Menotti decía que al llegar
cada sábado siempre tenía el mismo pensamiento: «qué lindo, mañana es domingo, juega Maradona». Nuestra entrevistada
de hoy en ocasiones ha escuchado algo similar. «Siempre hay alguien por ahí que te dice alguna cosa parecida a esa y la
verdad es que te hace ilusión». Eli Pinedo Sáenz es la extremo izquierdo
del Club Balonmano Bera Bera de San Sebastián y también de la Selección
Española, que se encuentra concentrada en Santiago de Compostela dispuesta a
jugar la fase de clasificación para el próximo Campeonato de Europa de
selecciones nacionales.
A Eli, mujer de ojos
profundos y sonrisa luminosa, sus ocupaciones le cortocircuitan el tiempo
disponible y, por este motivo, la entrevista se desarrolló en dos fases: la
primera, con una sesión fotográfica realizada en Valencia, en la previa del
encuentro de liga que el club donostiarra disputó contra el C.H. Canyamelar en
el Pabellón del Cabanyal de la capital mediterránea. Fue un posado breve pero
intenso; y la segunda, a través de una batería de preguntas y respuestas,
teléfono mediante, desde la quietud de su habitación del hotel de
concentración, dos días antes de enfrentarse a Austria en tierras gallegas.
Eli Pinedo con la Selección Española |
Su comienzo en el balonmano
fue bastante parecido al de otras muchas jugadoras de balonmano del pentágono
peninsular. Lo cuenta ella misma. «Patri,
mi hermana melliza, y yo practicábamos varios deportes en las actividades
extraescolares del colegio. Me gustaba el fútbol y el vóley, pero pronto nos
dimos cuenta de que el balonmano se nos daba bien, que nos divertíamos y por
eso lo escogimos». Dos hermanas, dos mellizas jugando juntas en el mismo
equipo, en el mismo deporte y en la misma competición, una situación que se
presta a la confusión, intencionada o no, pero en todo caso, divertida. «Nunca nos intercambiamos las camisetas para
confundir a las contrarias. Como no nos veíamos tan parecidas entre nosotras
como decían, teníamos miedo de que nos descubrieran si hacíamos algo así. Sin
embargo, los árbitros en más de una ocasión se confundieron y excluyeron a la
que no tocaba, a la que no había cometido la falta».
Desde hace más de veinte
años el balonmano se ha instalado, con pleno derecho, en el centro de la vida
de Eli Pinedo. «Todo lo que soy, las
experiencias pasadas y mis mejores amigas se las debo al balonmano, que es mi
pasión y mi vida. Llevo muchos años practicándolo y me siento una persona muy
afortunada por ello». Mide 1,75 metros de altura y podría desenvolverse
perfectamente como una jugadora de primera línea. De hecho comenzó jugando ahí,
pero alguien le cambió el rol. «Fue José
Luis Villanueva, un entrenador catalán que estuvo dos años en el Bera Bera,
quien decidió trasladarme al puesto de extremo izquierdo y creo que fue un
acierto, a pesar de que yo pensaba que era muy mala jugando en esa posición.
Pero, mira por donde, mi primera convocatoria con la Selección Española fue
precisamente para ocupar esa demarcación». Además de Villanueva, otros
entrenadores y entrenadoras le han ayudado a trazar su trayectoria como balonmanista.
«Cada uno de los que han trabajado
conmigo me han marcado de alguna manera. Cristina Mayo me enseñó otra forma de
entender y jugar el balonmano, con una apuesta por el juego rápido, sin bote,
con el contraataque siempre presente. Reyes Carrere, en el Bera Bera, me
inculcó el gusto por la defensa y Ambros Martín, en Itxaco, me instruyó a nivel
táctico, individual y colectivo. Montse Puche, con la que compartí equipo hace
años, ahora como preparadora también me está enseñando mucho, sin olvidar a
todas las compañeras con las que he coincidido y de las que he aprendido un
montón de cosas».
A lo largo de su carrera, la
jugadora vasca ha pertenecido a varios clubes: Bm. Bera Bera, Cementos La Unión
Riba-roja, Balonmano Sagunto, Sociedad Deportiva Itxaco y Handball Club Odense,
muchos cambios de domicilio para sobrevivir con dignidad en un deporte como el
balonmano femenino, que atraviesa momentos delicados por la crisis económica
que todo lo envuelve. «Hoy en día es
complicado vivir en España de nuestro trabajo. La crisis nos afectó
directamente y sobrevivimos como podemos. Me considero una privilegiada por
estar en mi casa y ser una profesional del balonmano en Bera Bera, con un
contrato firme y cotizando a la Seguridad Social. Por eso comprendo que mis
compañeras de selección se hayan marchado a otros países». Pinedo también
jugó en el extranjero durante una temporada, concretamente en el Odense danés.
Corría el año 2010. «Este éxodo actual me
ha pillado en otra época. Mi estancia en Dinamarca fue una experiencia muy
bonita. Siempre había querido vivir la competición danesa desde dentro, era un
sueño y lo pude cumplir. Al principio fue duro, porque estaba sola en un país
nuevo, con otra cultura y otro idioma, pero al final del año el balance fue muy
positivo. Jugar fuera te hace valorar mucho más lo que tienes aquí».
Fue Miguel Ángel Florido
quien en un torneo amistoso la convocó y la hizo debutar con la Selección
Española de Balonmano. Desde ese momento y hasta el día de hoy, Eli Pinedo ha
vestido la camiseta nacional en 173 ocasiones. Sin embargo, todavía no ha
jugado con la selección absoluta de Euskadi, su tierra. «No, con la Selección Vasca no he jugado nunca a nivel senior, aunque sí lo hice en muchas
ocasiones en las categorías inferiores. Pero no ha sido por falta de interés
por mi parte, ni mucho menos, lo que ha ocurrido es que siempre ha habido
coincidencia de fechas con la selección nacional y mi cuerpo se rompe si acudo
a las dos convocatorias a la vez – se escucha una sonrisa a través del
auricular – y, encima, he de jugar con mi
club. De hecho, mis compañeras del Bera Bera sí que han participado con la
selección mientras yo estaba concentrada con la española».
Con «las guerreras» su
palmarés es impresionante: dos medallas de bronce, Mundial de 2011 y Juegos
Olímpicos de Londres, y otras dos de plata, en los Campeonatos de Europa de
2008 y 2014. «La medalla que me falta conseguir
con la selección es la de oro y si, encima, fuera olímpico sería demasiado».
Además del Pre-Europeo, a nivel de selección su objetivo inmediato es la
participación en el Campeonato del Mundo,
que tendrá lugar en Dinamarca durante los días 5 al 20 del próximo mes de
diciembre. «Nos planteamos el Mundial con
el propósito de lograr el pasaporte para Río de Janeiro, es decir, queremos
ganar, o quedar segundas si Noruega saliera vencedora, lo que nos daría el pase
directo a los Juegos. Aspiramos a lo máximo, pero es complicado porque cada
torneo es un mundo y resulta difícil mantenerse en lo más alto. Si fallamos en
diciembre, jugaremos el Pre-Olímpico en el mes de marzo de 2016 y trataremos de
clasificarnos. Si lo conseguimos será otro sueño hecho realidad». En sus
palabras, Eli ha citado a la bicha, a la bestia parda de «las guerreras»:
Noruega, la selección nórdica, vigente campeona de Europa y medalla de oro en
la última olimpiada, nos ha privado del
triunfo final en varias ocasiones. «Noruega
es la bestia, como decimos siempre. Le ganamos en Londres en la fase previa y,
desgraciadamente, no nos enfrentamos de nuevo en semifinales. Luego obtuvieron
el oro y en el último europeo nos ganaron la final. Tienen muchas tablas en los
momentos claves y hay que andar con tiento si jugamos contra ellas». Jorge
Dueñas lleva al frente de la Selección Española desde el año 2007. En buena
parte suya es “la culpa” de los éxitos del balonmano femenino nacional. «Jorge es un preparador al que le gusta mucho
tener las cosas muy bien ordenadas, pero es consciente de que conduce un equipo
un tanto anárquico y que siempre sale alguien que rompe ese orden, porque dispone
de jugadoras de buena calidad, capaces de resolver situaciones individualmente.
Es un técnico muy cercano, que tiene mucha paciencia, despeja nuestras dudas y
desarrolla una labor oscura en la trastienda, que permite que el grupo humano
funcione muy bien».
La conversación se acerca al
final. Es el momento de hablar de la competición actual en la División de Honor.
«La temporada 2015-2016 se presente
bonita e ilusionante. Hasta ahora las cosas marchan estupendamente, pero
queremos avanzar paso a paso y aspiramos a lo mismo que otros años, es decir,
ganar Liga y Copa, porque la Supercopa ya la hemos conseguido. Por problemas
económicos renunciamos a participar en la Champions y jugamos la E.H.F. Creo
que nuestro perfil como equipo encaja muy bien en esta competición. Entrar en
Champions hubiera supuesto un desembolso muy importante en fichajes, porque
habrían venido dos o tres jugadoras extranjeras de nivel alto para hacer un
papel digno». Igualmente, es el momento de revisar, brevemente, el pasado y
hacer balance. «Si te digo la verdad,
cuando empecé jamás pensé que llegaría tan lejos y que ganaría los títulos que
he conseguido. Si miro hacia atrás observo que mi sueño se ha hecho realidad y
que he cumplido muchos deseos que desconocía que los tenía». También es la oportunidad de asomarse al
futuro, que está a la vuelta de la esquina. «Las lesiones me han respetado bastante y el cuerpo es inteligente, por
eso creo que me avisará cuando llegue el momento de la retirada. De todos
modos, no me gustaría vivir al margen del balonmano, porque después de tantos
años significaría un corte demasiado brusco en mi vida. Me gustaría continuar
ligada a este deporte, organizando campus u otro tipo de actividades con
chavales y compartir con ellos todas mis experiencias. Sin embargo, no me veo dirigiendo un equipo como entrenadora».
Cuando acabo de transcribir
esta entrevista faltan pocas horas para que España se enfrente a Austria en el
Pabellón Multiusos Fontes Do Sar de Santiago de Compostela. El partido supondrá
la internacionalidad número 174 de Eli Pinedo. Tras las austriacas, el domingo
próximo les espera Bulgaria, en un nuevo encuentro de este grupo
clasificatorio. Suerte en ambos enfrentamientos, será bueno para el balonmano
nacional ver a «las guerreras» competir en los próximos Juegos Olímpicos y en
el Campeonato de Europa.
SOBRE ELI PINEDO
Elisabeth Pinedo Sáenz, Eli Pinedo, nació en Amurrio (Álava) en 1981. Comenzó a practicar el balonmano en el colegio a los 7 años, junto con su hermana melliza Patri. Ha formado parte de los equipos Bm. Bera Bera de San Sebastián, Cementos La Unión Riba-roja, Balonmano Sagunto, Sociedad Deportiva Itxaco, Handball Club Odense y de nuevo C.Bm. Bera Bera donde continúa jugando. Ha sido 174 veces internacional con la selección española con la que ha anotado 386 goles. Juega de extremo izquierdo y, además de haber conseguido varios campeonatos de Liga, Copa de la Reina y Supercopa, con la Selección Española ha conquistado cuatro medallas: dos de plata (Campeonatos de Europa de 2008 y 2014) y otras dos de bronce (Campeonato del Mundo de 2011 y Juegos Olímpicos de Londres 2012).
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