Almudena Grandes presentó en la Fira del Llibre 2012 de
València su nuevo libro titulado ‘El lector
de Julio Verne’, editado por Tusquets, segundo volumen perteneciente a la
hexalogía que la escritora madrileña está dedicando a la posguerra española. La
rueda de prensa se celebró en medio del Paseo Hermanos Machado del Jardín de
los Viveros, cercano a la
Rosaleda , en un plató improvisado para el evento, escoltado
por las casetas de las librerías y por la multitud de público que a esas horas,
12 del mediodía, abarrotaban la
Fira.
En Fuensanta de Martos todo gira en torno a la guerrilla. El nombre del guerrillero Cencerro, dado por muerto en varias ocasiones, es celebrado por aquellos lares. Hay zonas por las que se puede caminar tranquilamente y otras que son peligrosas, ya que por allí menudean las partidas. “En un cortijo viven varias mujeres, una de las cuales conserva una biblioteca, casi clandestina, de 300 libros. Nino trabará conocimiento con ella y comenzará a leer novelas de Julio Verne. Pronto descubrirá que la literatura es una puerta hacia lo maravilloso que le permite huir de la dureza del tiempo que le ha tocado vivir”. Como Nino no comprende muy bien la personalidad de su padre, comenzará a relacionarse con Pepe el Portugués, un hombre que vive solo en un molino y al que admira. De él aprenderá muchas cosas importantes para el día a día. “Pepe el Portugués representa la única vida en libertad de Fuensanta de Martos en el año 1947 y se convertirá en el modelo de persona al que Nino desea convertirse”.
Sobre ‘El lector de Julio Verne’
planea el miedo. La población vive atemorizada y los vecinos llevan una doble
vida que les sirve de protección. “Cuando
Franco comprendió que las potencias extranjeras no le iban a apartar del poder,
decidió terminar con la guerrilla. Y como no pudo hacerlo en la montaña, lo
hizo en el llano. Hubo represión sobre la gente del pueblo, que apoyaba de
diversas maneras a la guerrilla.” El miedo era el vehículo de comunicación entre
personas, lo presidía todo. Impuesto por las autoridades, era un terror
jerarquizado de arriba abajo, pero “Nino
descubrirá que también los guardias civiles sienten miedo. El terror es una
especie de maldición de la que nadie puede escapar en el pueblo. En un
fragmento de la novela, el niño dirá que se desayuna miedo, se come miedo y se
cena miedo”. La escritora madrileña no quería escribir una novela de
terror, pero “pude comprobar que el
terror contado por un niño pequeño incrementa su intensidad.”
La idea de ‘El lector de Julio Verne’ surgió cuando un amigo de Almudena Grandes, Cristino Pérez Martos, le contó su infancia. “Me imaginé a un niño canijo, sentado en una silla sobre un tomo de
La portada de ‘El lector de Julio
Verne’ podría ilustrar perfectamente cualquier catecismo de posguerra. “La fotografía la encontró una diseñadora de
la editorial que buscaba imágenes por Internet. Indagando más, descubrió que
aquella imagen había sido premiada en el Salón de la Fotografía de la Comandancia de la Guardia Civil de
Cádiz y que, además, había servicio como felicitación navideña. Su título es
‘La señal de la cruz’ y es obra de un fotógrafo manchego. En el original, como
fondo había un molino. Creo que la instantánea sintetiza muy bien el franquismo”-
Por último y sobre la posibilidad
de que su novela fuese llevada al cine, Almudena Grandes señaló que su anterior
entrega, ‘Inés y la alegría’ nació como guión cinematográfico, que no pudo llegar
a buen puerto y que se convirtió en novela.“Y
ahora, inopinadamente, cuando todo está tan mal, en el peor año de la Historia , resulta que
probablemente se rodará, aunque en el cine nunca se sabe, porque una película
se puede caer en cualquier momento”.