Jesús Ferrero ha
engrosado su ya considerable palmarés literario con el Premio Ciudad de Logroño
de Novela, obtenido gracias a su obra ‘Dr. Zibelius’, editada por Algaida. “Los premios se han convertido en los nuevos
mecenas de la literatura. Fueron los griegos quienes crearon las justas
literarias y todo lo que ellos inventaron es duradero”. Sin embargo, los certámenes
literarios, especialmente los mejor dotados económicamente, parecen gozar de
mala prensa en los últimos tiempos. “A mí
este premio me ha salvado el año, porque la vida de los escritores con la
crisis se ha vuelto muy difícil, ya que el nivel de ventas ha bajado mucho. Y
digo que me ha salvado la vida, porque los que más se han alegrado de que yo
ganase este premio han sido mis acreedores”. Para Ferrero, aunque es
importante el volumen de lectores que pueda aportarle un premio no es algo determinante
“porque mis seguidores son siempre los
mismos, muy fieles, invulnerables, lo
percibo cada vez que voy a firmar a alguna feria de libros”.
‘Dr. Zibelius’ nació después de madurar la idea
durante varios años. El escritor zamorano anduvo investigando por Internet y
descubrió gran volumen de información sobre un tema que la interesaba: los
trasplantes cerebrales. Se imaginó entonces que lo más terrible que podría
pasarle a una persona es amanecer un día dentro de otro cuerpo. Y eso es lo que
ocurre al protagonista de la novela. ‘Dr. Zibelius’ se mueve, por tanto,
en un territorio científico no demasiado explorado por la literatura, aunque no
ignorado, al carecer de testimonios reales.
“El tema de los trasplantes es una
ambición literaria que nos persigue desde Homero. Siempre estamos jugando con
una cuestión fundamental en nuestra cultura: cómo librarnos de la muerte, cómo
retardar su llegada, evitarla incluso a través de los procedimientos más
rudimentarios y elementales, como por ejemplo los elixires de la vida eterna”.
Pero esta aspiración, de momento, solo es una posibilidad, un anhelo más que
otra cosa. “La medicina actual está
encaminada hacia la conquista de la inmortalidad o, al menos, a que consigamos
vivir 300 o 400 años. Cuando a finales del siglo XXI nuestra esperanza de vida
sea de ese nivel, la pregunta surgirá inevitable: ¿qué ocurrirá en una familia
cuando alguno de sus miembros menores de veinticinco años fallezca a causa de un
accidente brutal? El drama será terrible, muy doloroso, porque de esa muerte no
te libra ni Dios”. Jesús Ferrero se encuentra seguro de que en el futuro
los trasplantes cerebrales serán una realidad inapelable". El trasplante de cerebro es algo que está a la vuelta de la esquina. Creo
que antes del año 2020 será posible. Ya hay escuelas de neurocirugía que están
a punto de hacerlo, que afirman haber superado el problema de la unión de los nervios
de la columna vertebral con los de la cabeza. El día que eso se resuelva definitivamente,
todos los paralíticos que hay por ahí, chavalas y chavales muy jóvenes sentados
en sillas de ruedas, comenzarán a caminar sin mayor dilación”.
Herme Cerezo
SOBRE JESÚS FERRERO
Jesús Ferrero (Zamora, 1952) Pasó su
juventud en Pamplona, Barcelona, Ginebra, Madrid y París, donde se graduó en
Historia Antigua. Se dio a conocer con la novela ‘Belver Yin’ (Premio Ciudad de
Barcelona 1982) y ha escrito una veintena de obras más, entre las que cabe
citar 'Opium', 'El efecto Doppler' (Premio Internacional de Novela Plaza & Janés), 'El último banquete' (Premio Azorín 1997), 'Las experiencias del deseo' (Premio Anagrama 2009), 'Las nubes rojas' (Premio Internacional Barcarola de Poesía 2003), 'Las trece rosas' o 'El hijo de Brian Jones' (Premio Fernando Quiñones). Ferrero, además, es profesor y colaborador puntual del diario El País.