Hay escritores cuyas escrituras
se enganchan un poco, sufren tirones, como si padecieran ciática, o funcionan a
golpes. Hay otros, cuyas palabras y frases están tan engrasadas que la lectura
no ofrece respingos, ni repechos, sino deslizamientos bien trazados. Esto es
algo importante y que el lector, especialmente el de novelas policiales, que
suele apreciar el dinamismo, agradece sobremanera, entre otra cosas porque de
este modo la lectura le cunde más, el texto se revela como una criatura viva y
palpitante, y el género negro nada en sus puras esencias. Justo todo esto del
dinamismo, la viveza y las esencias puras es lo que ocurre con ‘Te arrastrarás
sobre tu vientre’, la última novela, o lo que viene a ser lo mismo la trigésimo
octava, de José Luis Muñoz (Salamanca, 1951), un veterano pistolero en esto de
contar historias negras.
Un boxeador retirado a mitad de
carrera, Gaspar Noriega, trabaja para un tipo llamado Aureliano Vázquez, el
empresario gallego que controla el puterío del barrio chino de Barcelona. La irrupción
en sus calles de El Francés, otro julay que se dedica a lo mismo pero con
ganado gabacho, de ahí el apodo, altera el statu
quo del negocio en el territorio del
gallego. Gaspar, por orden de su jefe, a golpe de cuchillo le altera la cara a
Michelle, una prostituta de la cuadra de El Francés. El objetivo está claro:
que el entrometido proxeneta ahueque el ala, recoja a sus mujeres y se abra.
Pero… Bueno, lo que viene detrás de la adversativa deberán descubrirlo ustedes
mismos leyendo la novela.
Noriega se revela como un tipo
frío, despiadado, para el que la vida vale tanto como un whisky o una taza de
café. El matón toma lo que quiere, no da opciones, obliga, no deja escapatoria.
Para él a la muerte se le otorga excesiva trascendencia. Lo tiene claro: “En la práctica todo resulta mucho más
simple. Se aprieta el gatillo y ya está” (pág. 223); “Matar es cuestión de estómago. El primero cuesta un poco más, después
ya todos te parecen iguales, te
habitúas” (pag. 224). El púgil devenido en asesino utiliza una técnica para
matar que sólo observa una máxima. Ésta: “No
mirarlo nunca a los ojos o esos ojos te van a perseguir toda la vida” (pág.
224). Así es la catadura moral del sujeto, que siempre viste calzones de boxeo,
recuerdo imborrable de su vida en el cuadrilátero y de sus combates con el ruso
Etvuchenko. Pero, claro, como toda criatura humana nacida de la tinta y el
papel, tiene su punto flaco. Y el de Noriega es Perlita, que luego se llamará
Sylvie, una prostituta de lujo, también candidata a licenciada en leyes, que
hará de él lo que se le antoje a cambio de sexo. Pero Perlita no se detendrá en
Gaspar y utilizará idéntica estrategia con otros, entre ellos Aureliano
Vázquez.
Narrada en tercera persona, lo
que verdaderamente cautiva de ‘Te arrastrarás sobre tu vientre’ es la naturalidad
con la que José Luis Muñoz transmite cada una de las situaciones. Uno tras
otro, los capítulos ofrecen algo nuevo, una sucesión de acontecimientos, de
conflictos, un torrente de señales. La acción no para, avanza sin tregua. El
lector asimila lo que ocurre a la misma velocidad con la que lee. No necesita
más. Hay mucho oficio detrás de esta obra, muchas horas compartidas con la
pantalla y el teclado, porque el argumento no es nuevo. El propio escritor, en
los Agradecimientos, se reconoce deudor de la película ‘Caniche’ del fallecido director
Bigas Luna, a quien dedica la novela. Es una historia parecida a otras del
género y que por momentos puede recordar ‘El cartero llama siempre dos veces’
de James M. Cain, por aquello de que la pasión ciega el entendimiento. Lo
novedoso radica en ese dinamismo al que aludía antes, un dinamismo incansable y
del que el lector sólo puede apartarse cuando lee estas cuatro palabras: “que
se iba formando”, que componen la frase que cierra la novela. A partir de ahí
llega el reposo, no antes.
Sexo hay para dar y tomar.
Escenas tórridas que se alternan con otras mucho más atenuadas. Arranca fuerte
en este sentido para aflojar luego. José Luis Muñoz dosifica el sexo explícito
con el intuido y el avisado. Es como si hubiera decidido tomarse una pausa y
decirle al lector “ya te he dado antes muchos detalles, ahora imagina tú el
resto”. Y vuelve a la carga hacia el final con nuevas posturas y significados.
Desde luego la presencia del sexo la exige el guión, pero aunque no la exigiera
tampoco molesta. Vamos, que no está de más.
‘Te arrastrarás sobre tu vientre’
sabe a clásico del género, a peli negra, negrísima, estadounidense, de esas en las
que el humo de los cigarrillos deambula bajo los haces de luz de los flexos y de
las lamparillas de los bares de copas. Pero ocurre algo especial. El escritor
salmantino ha reemplazado el escenario norteamericano y sus protagonistas por espacios
y tipos genuinamente hispanos, estos últimos incorporan la mala baba típica que
caracteriza a los protagonistas de las mejores novelas negras peninsulares. Ocurre,
al menos a mí me pasa, que la sangre nativa me duele más que la estadounidense
o la europea y los mamporros, bofetadas y disparos los oigo con distinto
resabio, me resultan más cercanos, más creíbles, menos artificiales, en suma,
más dolorosos. La descripción de lugares es suficiente. Cuatro trazos. No hay
alardes. No hace falta. Cuando el escritor salmantino explica que el final de
la barra del Lennox Club hay una puerta cerrada de la que cuelga un letrero que
reza Privado, no miente, es cierto.
Esa puerta está allí, está cerrada y en su letrero se puede leer Privado. Yo lo sé, puedo dar fe porque he
estado en Lennox Club y la he visto sin moverme del orejero donde leo. Me guiaron
hasta allí las palabras escritas por José Luis Muñoz.
Resumiendo, decían los antiguos aficionados
al fútbol que el Athlétic de Bilbao, en los tiempos históricos cuando cada temporada
engrosaba sus vitrinas con nuevos trofeos, era un equipo “bronco y copero”. Por
extensión, esos calificativos salpicaron a partidos de fútbol de especial
intensidad e interés, disputados a muerte por ambos contendientes. Bien, pues, ‘Te
arrastrarás sobre tu vientre’, en mi opinión, es una novela “bronca y copera”. A
disfrutarla, mis improbables.
Herme Cerezo
‘Te arrastrarás sobre tu vientre’
de José Luis Muñoz. Editorial El Humo del Escritor, año 2014. 456 páginas, tapa
blanda. 19,30 euros.
Calificación: 3